Yoochun estaba sentado en silencio junto
a Junsu cuando la ambulancia, camiones de bomberos y la policía llegaron a todo
volumen en la escena. No se atrevía
a tocarlo por toda su piel
quemada. El dolor en su pecho se sentía como si un fuerte cordón hubiera sido
envuelto alrededor de su corazón y estuviera siendo apretado más y más fuerte.
Ni siquiera había oído a su padre acercarse, ni se dio cuenta cuando
el resto de la
manada llegó. No fue hasta que oyó el gruñido profundo que Yunho soltó que
finalmente salió de su dolor.
Los ojos de Yoochun se alzaron al ver al
enorme lobo arrodillarse junto al cuerpo
inconsciente de Jae. Sólo llevaba
un top deportivo y cada centímetro
de su piel expuesta estaba quemada, roja, resentida y ampollada. Yoochun no
sabía qué hacer con el comportamiento de Yunho, pero podría encargarse de eso más tarde, después de que Junsu y Jae
fueran atendidos.
Yoochun caminó al lado de la camilla en
que los paramédicos habían cargado el cuerpo dañado de Junsu. Él no iba a
dejarlo fuera de su vista. No le importaba que no fuera un miembro de la
familia como los paramédicos le seguían diciendo, iba a ir con él y una vez que
les dejó ver al lobo en sus ojos dejaron de discutir con él.
Escuchó a su padre decir a Yunho que
fuera con Jae. Yoochun sólo podía suponer que había percibido el espectáculo de
emociones de Yunho anteriormente y decidió
utilizarlo en su provecho por ahora. Después
de todo, un buen Alfa siempre utiliza sus lobos en
la medida de sus posibilidades. Yoochun sólo podía esperar que su Alfa
estuviera utilizando a los otros lobos para averiguar exactamente lo que había sucedido. Changmin
y Hani estaban siendo conducidos a otra ambulancia y Yoochun
vio a su eomma subir en la ambulancia con ellos.
El padre de Yoochun caminó
hacia él justo antes de que cerraran
las puertas de la
ambulancia.
—Voy a seguirte hasta el hospital. Leeteuk, Shindong
y Donghae se van a quedar aquí y ver si pueden tener alguna idea de lo que pasó
y si fue realmente un accidente o no. —Yoochun se limitó a asentir. Su lobo
estaba en la superficie y no confiaba en sí mismo para hablar por el miedo de que pudiera dejar suelta la furia
apenas contenida que hervía cerca
de la superficie. En realidad,
en este momento alguien cerca de él se encontraba en un peligro
potencial. Eso es lo que pasa cuando el compañero de un Alfa es lastimado. Los
paramédicos cerraron la puerta de la ambulancia y unos momentos después, Yoochun
sintió que el vehículo comenzaba a moverse.
El trayecto hasta el hospital fue tenso,
el aire espeso con el miedo y la ira de Yoochun. Estar en la pequeña área
cerrada y sin mucho espacio para moverse si necesitaba defender a su compañero
estaba poniendo al lobo inquieto. La paramédico que viajaba en la parte trasera
con Junsu y Yoochun siguió disparando miradas nerviosas a Yoochun. Los seres
humanos a menudo sabían que estaban en la presencia de depredadores cuando
estaban alrededor de los hombres lobo, a pesar de que no
sabían que existían. Cuando por fin llegaron al hospital, Yoochun estaba más
que listo para que su compañero saliera de la caja cerrada y entrara a un lugar
más defendible.
Los paramédicos bajaron la camilla al
suelo y comenzaron a rodar a Junsu rápidamente a la sala de emergencias.
Tenían una máscara sobre su rostro,
ofreciéndole oxígeno a sus pulmones privados del mismo. Su rostro, a pesar de
las quemaduras en el lado que había estado más cerca de las llamas, estaba
lívido. Sus brazos colgaban a sus costados flácidos y estaban cubiertos de ampollas de las llamas
que habían rastrillado sobre ellos. Yoochun sintió un gruñido subir a su garganta de
nuevo y sólo lo mantuvo a raya cuando sintió una mano bajar sobre su hombro y
el poder de su Alfa rodearlo. Su lobo obedeció inmediatamente. Yoochun continuó
siguiendo la camilla que llevaba su preciosa carga e incluso continuó cuando lo
dirigieron en la sala de operaciones.
Justo cuando entró en la habitación una
mano se posó en su pecho, empujándolo hacia atrás.
Su respuesta no se hizo esperar. Gruñó al que se atrevió a interponerse entre él y su
compañero. El padre de Yoochun estuvo allí en un instante.
—Pido disculpas por el comportamiento de mi
hijo. Ese es su prometido y él está
muy preocupado —dijo Siwon al médico que todavía era
valiente, o lo suficientemente estúpido, como para colocar su mano en el pecho
de Yoochun.
—Entiendo su preocupación, pero no puede
estar aquí, es un ambiente estéril. Tan pronto como tengamos información será
el primero en saberlo.
—Gracias —dijo
Siwon mientras agarraba a Yoochun del brazo, tirándolo fuera de la sala de
operaciones. Siwon dejó escapar un gruñido, empujando su poder en Yoochun para
forzar su obediencia. A regañadientes, Yoochun salió de la habitación, sin
apartar los ojos de la forma inmóvil de Junsu hasta que las puertas se cerraron
y no pudo verlo más. En ese momento se oyó un fuerte ruido y un gruñido feroz
en el pasillo. Siwon respaldó
a Yoochun contra
la pared y lo miró, usando su poder Alfa y diciéndole—: Quédate aquí.
El lobo en Yoochun miró a los ojos de Siwon
por tres segundos antes de que finalmente cayera en sumisión. Con eso, Siwon se
volvió y salió, dirigiéndose hacia
los gruñidos feroces. Dio la vuelta en la esquina a otra sala de operaciones
para encontrar a Yunho agachado delante del cuerpo de Jae, el cual yacía
inmóvil en la camilla.
— ¿Qué demonios? —gruñó
Siwon. Yunho gruñía
sin control, con los ojos brillando dorados. Varias personas
en batas de color azul estaban de pie frente a él, en posturas defensivas tratando de explicarle que estaban tratando
de ayudarlo y tenían que
tocarlo con el fin de hacer eso. Yunho no se movía. Su lobo estaba en control. Siwon
dio un paso hacia adelante, empujando suavemente a uno de los seres humanos vestidos
de azul fuera de su camino. Gruñó a Yunho
y al igual que con Yoochun empujó su poder Alfa adelante.
—Apártate, Yunho, tienen que ayudar a Jae. —Yunho no se movió, volvió la cabeza ligeramente dando una pequeña vista
de su cuello, pero no era sumisión total— YUNHO, MUÉVETE. ¡AHORA! —gruñó Siwon, tirando
el poder en su Beta.
Finalmente, con la orden de su Alfa, Yunho
no tuvo más remedio que moverse fuera del camino. Era casi como si una fuerza invisible lo empujara a un
lado para permitir el acceso del personal médico a Jae. Tan pronto como estuvo lejos del camino, los seres
humanos se movieron en acción rápida y eficazmente,
como una máquina bien aceitada. Yunho observó, temblando de rabia contenida a medida que ellos clavaban en Jaejoong
agujas y ponían una máscara sobre su cara que él asumió sería para darle oxígeno. Tan pronto como empezaron a cortar
la ropa, él gruñó y se volvió,
empujando a Siwon
fuera de la habitación, cerrando las puertas de golpe detrás de él.
—Yunho, ¿qué fue eso? —preguntó tranquilamente Siwon a su Beta. Yunho desvió la mirada en
sumisión al contestar a su Alfa.
—Estaba velando por él. Tú estabas con Yoochun,
Heechul estaba con Changmin y Hani. No había nadie más que yo para asegurarme
de que los humanos no le hicieran daño a él. —Las
palabras de Yunho le sonaron ciertas a Siwon, pero él percibió una emoción
subyacente la cual no creyó que Yunho fuera consciente.
—Su familia estará pronto aquí, Heechul los
ha llamado. Cuando lleguen, puedes dejar que ellos se encarguen de él. Hasta entonces
te pediré que permanezcas de pie fuera de esta puerta
y si el médico sale antes de que sus padres
estén aquí, obtén toda la información que él te diga para que puedas
transmitirla. ¿Entendido?
—Voy a tratar
con su familia cuando lleguen
aquí. Entendido —respondió Yunho, su voz sin emoción,
con una expresión dura.
—Una cosa más, Beta. Mantén a tu lobo bajo
control —le advirtió Siwon.
—Sí, Alfa —respondió
Yunho mientras retrocedía contra la pared, cruzando los brazos sobre su pecho.
Permaneció de pie como un centinela en la sala de operaciones donde Jae estaba
siendo atendido.
Siwon se volvió para alejarse. Yunho lo
observó irse, viéndolo sacudir la cabeza en confusión.
Yunho también estaba confundido, pero no
estaba en condiciones de mirar por qué muy de cerca. «Sólo
déjalo en paz, Yunho» se dijo.
>>>♥<<<
— ¿Qué fue todo eso? —le preguntó Yoochun a su padre cuando Siwon
se acercó a él. Yoochun seguía de pie exactamente donde Siwon le había dejado,
en frente de la sala de operaciones donde estaba siendo tratado Junsu.
—Yunho estaba protegiendo a Jae. Se sintió responsable de él ya que el resto de nosotros estábamos en otro
lugar. —Siwon notó que su propia voz no sonaba
como si él creyera lo que estaba diciendo.
— ¿En serio? ¿Eso es lo que dijo? —preguntó Yoochun con escepticismo.
—Tampoco sé qué hacer con él, pero cuando
giré por esa esquina hasta la habitación que Yunho estaba cuidando, no dejó que
ninguno de los empleados llegara a su lado. Cuando empezaron a desnudarlo, me
empujó fuera de la habitación —explicó Siwon, con el ceño fruncido, su
voz llena de incredulidad a pesar de que lo había visto todo con sus propios
ojos.
Yoochun no supo cómo responder a eso,
pero sabía que no podía preocuparse de eso ahora, porque lo único en que podía
pensar era en su compañero. Siguió viendo su cuerpo inerte, la única señal de
vida era su respiración y pulso. Sin la actitud valiente, sin su suave toque. Cerró los ojos, apagando
sus emociones para poder mantener a su lobo bajo control.
>>>♥<<<
—Yoochun, Siwon, ¿dónde están Junsu y Jae? —Escuchó a Hani preguntar cuando se dirigió hacia ellos.
—Junsu está en esta sala de operaciones y Jae
está al final del pasillo. Yunho está vigilando su puerta —le dijo Yoochun. Los hombros de Hani se desplomaron y su cabeza cayó
hacia adelante mientras las lágrimas silenciosas caían al suelo.
Yoochun
se acercó a la mujer que había traído su precioso compañero al mundo y la envolvió en sus brazos.
Ella le apretó
firmemente como si su vida dependiera
de ello. Yoochun no pudo dejar de pensar que debería haber sido el padre de Junsu
quien estuviera aquí de pie consolando a Hani, pero lo que había ocurrido no
era culpa suya. Hani y él habían tomado la decisión de permanecer juntos sabiendo
que probablemente algún día tendría
que irse. Aún así era terrible.
Finalmente Hani se retiró, lo miró a la
cara y acarició su mejilla.
—Gracias Yoochun, gracias —dijo con la voz ronca por la emoción.
Hani se recostó contra la pared frente a
la sala de operaciones y se deslizó hasta el suelo,
dispuesta a permanecer allí hasta que el doctor saliera con noticias
de su hijo.
Siwon se acercó y se arrodilló frente a ella.
—Hani, ¿puedes decirme qué pasó? ¿Qué
recuerdas? —le preguntó.
Hani inclinó la cabeza contra la pared, mirando
hacia el techo y luego apretó sus ojos ya cerrados.
Trató de imaginarse a sí misma conduciendo lejos de
su librería y entonces, empezó a hablar.
—Recibí una llamada de uno de mis empleados. —Ella le contó todo acerca de Jeff y el supuesto cliente
furioso que no existía y cómo Jeff se había ido
cuando ella llegó a la tienda. A continuación, justo antes de que comenzara a
contarle del ruido y la pérdida de control del vehículo, recordó
al hombre que Jae
había señalado a un lado de la carretera— Esperen, ¿alguien vio a un hombre alto a un
lado de la carretera de pie junto a un auto
azul? — Siwon negó con la cabeza.
—No habían otros autos Hani, sólo el tuyo.
¿Has visto a un hombre? —le preguntó.
—Justo antes del ruido fuerte
y después que perdiera el control, Jae señaló
a este apuesto hombre a un lado de la carretera. Parecía que podría haber
tenido un pinchazo o algo así. No puede haber estado
lejos de donde fue el accidente, él tuvo que haberlo visto. —Hani estaba empezando a sonar frenética.
Heechul
y Changmin acababan
de llegar, escuchando el final de los comentarios de Hani. Heechul se arrodilló en el lado opuesto a su marido y
tomó la mano de Hani.
—Vamos a averiguarlo Hani, todo va a salir
bien —le dijo Heechul suavemente.
Entonces, Changmin habló.
—Tiene razón, había un hombre a un lado de la
carretera. Era alto y grande. Yo no pude verlo bien, pero de acuerdo a Jae era
lo que él clasifica como una “deliciosa
cosa” —explicó Changmin.
Siwon
miró a Yoochun, quien había estado escuchando en silencio a los
chicos describir lo que había sucedido.
— ¿Viste a alguien conduciendo a medida que
te acercabas a los chicos? Fuiste el primero en llegar.
—No, no había nadie, sólo los chicos —le dijo Yoochun, rememorando la imagen de la silueta herida de Junsu a
la vanguardia de su mente. Cerró los ojos y deseó que la imagen desapareciera.
—Changmin, Hani, ¿ambos están bien? —les preguntó Yoochun, tratando de dejar de pensar en las imágenes del
accidente.
—Sólo unos cuantos cortes, quemaduras
menores, aparte de eso estamos bien —respondió Changmin— Estoy seguro de que Hani preguntó, pero,
¿cómo están Jae y Junsu? —preguntó
él.
Siwon habló antes que Yoochun pudiera.
—Jae está al otro lado del pasillo en la otra
sala de operaciones y ya lo están tratando. Yunho está de guardia en su puerta.
Junsu está en esta de aquí. Los médicos han dicho que van a
hacernos saber algo tan pronto como sea posible.
—Si tienen todo bajo control
por aquí creo que voy a ir a hacerle
compañía a Yunho mientras esperamos noticias de los dos —les dijo Changmin.
—Creo que sería una muy buena idea —coincidió Siwon. Changmin encontró extraño este comentario, pero no respondió, simplemente se volvió
y caminó por el pasillo hasta encontrar a Yunho.
Todo el mundo estaba en silencio, ninguno
se atrevía a romperlo, como si el incumplimiento de ello, de alguna manera,
causara daño a Jae o Junsu. Así que esperaron, como centinelas silenciosos a la
expectativa de noticias de sus compañeros caídos.
Una vez más, el pensamiento de que la
espera no sólo apestaba, sino que era una completa y absoluta mierda, cruzó por
la mente de Yoochun.
>>> ♥ <<<
Changmin permaneció al otro lado del pasillo de Yunho. Él sabía que Yunho
era un hombre grande, pero en este pasillo, con sus facciones como piedra sin
revelar nada de sus pensamientos y emociones,
parecía positivamente enorme. Su único reconocimiento de él cuando se
acercó fue un leve movimiento de cabeza. Changmin no pudo dejar de pensar que
en cualquier momento iba a reventar con un lenguaje tipo: «Yo Yunho,
tú Changmin». Ese
pensamiento trajo una sonrisa a su cara. Sabía que era un comentario que Jae
habría apreciado. Ya que él podía notar que él no iba a convertirse en el conversador
del año, podría al menos tratar de conseguir un poco de él.
— ¿Cómo estás, Yunho? —Bien, Changmin admitiría que dadas las
circunstancias tal vez esa fue una pregunta: “¿realmente acabas de decir eso?”, pero bueno, eso fue todo lo que se le
pudo ocurrir.
Yunho levantó una ceja ante el humano
frente a él y consideró la pregunta. ¿Cómo estaba? ¿Acaso siquiera él sabía cómo estaba? La respuesta a eso era simple,
había un montón de: “estoy colgando de un hilo” rugiendo en su interior. Así que,
naturalmente, le mintió.
—Estoy bien. ¿Cómo estás tú? — «Ven» Yunho pensó para sí, «puedo ser accesible cuando pongo mi mente
en ello.»
—Ja —reconoció Changmin— ¿Siempre eres tan reticente?
«¿Reticente?» Y aquí Yunho pensando que no estaba
siendo para nada reticente. Vaya usted a saber.
—Estoy de guardia en esta puerta, no estoy
siendo reticente. Estoy siendo sensible a mi entorno, lo cual puede hacerme
parecer distante.
—Bueno, seré honesto, eso es lo más que te he
oído decir —dijo Changmin con sincero asombro—
Vaya, eso fue como, tú explicándote ante mí y esas cosas. Jae
estaría muy orgulloso de ti. —Yunho se tensó visiblemente ante la
mención de Jae — Sabes, creo que él piensa que eres como los
conejitos de chocolate que venden durante la Pascua, ya sabes todos muy rico
por fuera pero huecos por dentro. —Ahora Changmin estaba imitando a Jae,
su cerebro y el filtro en su boca pareciendo no cerrar.
— ¿Él me compara con un conejo? —preguntó Yunho con incredulidad.
—No con esas palabras. Tienes
que entender que a Jae le gustan
los chicos. Bueno, a él le gustan los chicos calientes. —Changmin notó que ahí estaba esa tensión
ligeramente en todo su rostro de nuevo, pero esta vez la mención de Jae y los
chicos en una misma frase pareció provocarlo. «Voy a tener que hacer un poco de trabajo
detectivesco» se
dijo — Pero él no sale mucho porque, a pesar de sus
asperezas, es muy inteligente y se aburre
fácilmente. Así que si el paquete exterior es interesante, pero el interior es una mierda,
sólo se conformará con comerse con los ojos al paquete desde la distancia.
Antes
de que Yunho pudiera considerar sus palabras o responder, la puerta de la sala de operaciones se
abrió. Yunho se volvió bruscamente, quedándose directamente delante de un
hombre medio calvo, de mediana edad con ojos saltones y una barbilla fuerte.
Sus ojos se abrieron repentinamente cuando miró a Yunho, quien se dio cuenta
que su lobo debía haber estado viéndose a través de sus ojos, porque la
mandíbula del médico cayó abierta.
Changmin dio un paso al frente
de Yunho y puso su sonrisa más dulce. Miró al
distintivo con el nombre del médico antes de
hablar.
—Doctor Thomas, ¿cómo está Jae? —Changmin no pudo evitar un ligero temblor en su voz. El miedo a lo
desconocido, a veces es peor que la realidad.
El Dr. Thomas miró a Yunho y luego de
nuevo a Changmin. Parecía estar tratando de tomar una decisión.
— ¿Tiene Jae algún familiar por aquí? ¿Sus
padres, tías, tíos?
—Soy su prometido —dijo Yunho.
A Changmin casi se le rompe el cuello cuando
se giró para mirarle, su mandíbula
casi golpeando el suelo. Yunho lo fulminó con la mirada, desafiándolo a contradecirle.
No lo hizo. Él simplemente se dio la vuelta al médico, el escepticismo escrito
en su rostro.
—Yunho es de Corea. Hacen cosas de manera
diferente a por aquí y su matrimonio ha sido planeado
desde hace mucho
tiempo, si usted
me entiende. —Changmin estaba luchando por algún tipo de razón que justificase que este sujeto
de 20 años parecido a una montaña estuviera comprometido con un joven de
17. Honestamente, ¿en qué demonios estaba pensando?
— ¿Un matrimonio de conveniencia? —El Dr. Thomas todavía no sonaba muy convencido.
—Sí, bueno, las cosas son diferentes en otros
países. Pero ya ve, Jae va a cumplir 18 en tan sólo un par de semanas y es por
eso que Yunho está aquí ahora, porque…
Antes de que Changmin pudiera continuar
cavando su tumba, el oscuro y serio Yunho intervino.
—Me dirá cómo está. —Changmin lo fulminó con la mirada y él de mala gana agregó—: Por favor.
Changmin decidió que el Dr. Thomas sólo
quería terminar con ellos porque finalmente desistió.
—Tu amigo aún no está consciente y no tengo
manera de saber cuándo va a
hacerlo. En realidad, es una bendición para él no estar despierto para
experimentar el proceso de cicatrización de las quemaduras. Ha sufrido
quemaduras en el 70% de su cuerpo. —Changmin no pudo evitar el chirrido que emitió
desde su garganta, sintió que sus rodillas se debilitaron y podría haber
golpeado el suelo si la mano de Yunho no lo hubiera estabilizado— La
mayoría de las quemaduras son en su lado izquierdo y espalda. Había un poco de
vidrio y pequeños trozos de metal incrustados en su espalda y brazos que
tuvimos que quitar uno a uno, eso es lo que tomó más tiempo. Tendrá que ser
trasladado a nuestra unidad de quemados donde tendrá desbridamiento diario. No
voy a endulzarlo, tiene un camino largo y doloroso a la recuperación.
— ¿Habrá cicatrices? —preguntó Yunho. Changmin se dio cuenta
que debería haber sido él el que preguntara, ya que Jae era como un hermano
para él, pero no era capaz de conseguir hacer que su boca funcionase.
—Van a ser extensas. ¿Qué? ¿Ya no cumplirá
con tu deseo de un novio por correo? —dijo el Dr. Thomas con desdén evidente
por la idea de que la inminente boda de Yunho y Jae no se diera, lo cual era
falso, por supuesto.
Changmin sintió como si hubieran
salpicado agua fría en su rostro ante el comentario del doctor. Sintió la rabia surgir como ondas desde Yunho. Malditos hombres lobos temperamentales. Él se acercó
y puso una mano en su brazo, un
gesto que esperaba transmitiría su deseo para que él permaneciera en calma.
—Está bien, bueno, gracias, doctor Thomas.
¿Podemos seguirlos cuando transporten a Jae hasta la unidad de quemados? —preguntó Changmin, su brazo aún en el de Yunho en una advertencia
silenciosa.
—Eso estará bien. Las enfermeras me
notificarán tan pronto como sus padres lleguen e iré a hablar con ellos acerca
de su tratamiento. —El Dr. Thomas
le dio a Yunho una última mirada penetrante, por añadidura asumió
Changmin, pero cuando Yunho
entrecerró esos ojos amarillos suyos en el doctor, él repentinamente se dio la
vuelta y, con pasos apresurados, se alejó.
Trajeron a Jae en una camilla
poco después de la salida nerviosa del médico. Después de la pequeña
exhibición que Yunho había armado, Changmin se sorprendió cuando le dio sólo
una mirada al pasar. Yunho apartó la vista rápidamente y se volvió para mirar a
Changmin a los ojos.
—Voy a ir hasta Siwon para dejarle saber lo
que está pasando con Jae. Ve con él, enviaré a Heechul para que te acompañe.
—Está bien, ¿podemos detener esta pequeña
comedia por un segundo, porque hace un momento eras todo: “este es mi prometido, bla, bla, bla”,
y ahora estás a punto de
dejarlo a mi cuidado? No lo entiendo —le dijo Changmin.
—No tienes que hacerlo —casi le gruñó Yunho.
—Sólo uno, todo lo que quiero es un maldito
lobo que no sea mandón, cabezón, gruñón, peludo
e idiota —murmuró Changmin al techo
cuando se volvió para
seguir la camilla— Es tan jodidamente mucho pedir.
Él no estaba completamente seguro, pero
le pareció oír un “Sí” murmurado de parte de Yunho.
>>>♥<<<
Yoochun vio a Yunho venir por el pasillo
hacia ellos. Supuso que esto significaba que le habían dado noticias sobre Jae. ¿Por qué estaban
tardando tanto con Junsu?
Justo cuando iba a preguntarle a Yunho lo que sabía, la puerta de la sala de Junsu se abrió y un joven de baja estatura, que parecía estar en
los mediados de sus años treinta, surgió. Llevaba el cabello corto de una
manera práctica y sus ojos hablaban de alguien que había visto demasiado dolor
en su vida. Nada de eso mantuvo la atención de Yoochun cuanto captó el olor del
joven. Su cabeza se giró hacia su padre. Él vio que la mirada de Siwon era
decidida y que también estaba evaluando el aire. Ante el apenas aparente
asentimiento que su padre le dio, Yoochun confirmó lo que había pensado al principio,
este hombre era un Canis Lupis.
— ¿Quién es el tutor de Kim
Junsu?
—preguntó el joven, explorando
el grupo que se había reunido a su alrededor. Cuando sus ojos se posaron en Siwon,
Yoochun pareció ver un leve reconocimiento en
ellos.
Hani dio un paso adelante, con pasos
pesados por la preocupación y el miedo.
—Yo soy su madre, Kim Hani —respondió ella.
—Soy el doctor Jeong Luhan. —La inhalación brusca de Hani no pasó
desapercibida ante el sonido de ese nombre. Después de todo, sólo había pasado
24 horas desde que Yoochun había matado a Jeong Jihoon — Tengo
que hablar de la condición de su hijo con usted. ¿Quiere ir a un lugar privado?
Yoochun dejó escapar un gruñido que hizo
que la cabeza del doctor Jeong se girara para mirarlo.
—No tenemos que ir a ninguna parte —explicó Hani— aquí todo el mundo es familia de Junsu.
Antes de que el doctor pudiera
continuar, Siwon dio un paso adelante.
—Doctor Jeong, necesitamos que sea claro con
nosotros acerca de todo lo que sabe sobre su condición. ¿Entiende lo que digo?
—Usted no tiene que empujar toda esa mierda
de Alfa sobre mí, Park Siwon, sé quién es usted y sé quién es su cachorro,
teniendo en cuenta que mató a mi hermano
hace apenas un día —le espetó. Yoochun
y Yunho se tensaron ante el
tono de voz del hombre que fue lo suficientemente valiente como para utilizar
en su Alfa. Siwon lo tomó con calma.
—Tienes razón —confirmó Siwon— mi… — Yoochun le interrumpió.
—Sí, yo maté a tu hermano y lamento tu
pérdida, pero no lamento el proteger a mi compañero de alguien que trató de
alejarlo de mí.
— ¿Proteger a tu pareja? Si él está tan
protegido, Park Yoochun, entonces, ¿por qué está allí acostado,
quemado a cenizas en mi hospital? —La voz del doctor Jeong fue como una
bofetada en la cara.
Los ojos de Yoochun fulguraron a medida
que el poder se desataba a su alrededor, haciendo que el doctor Jeong bajara la
cabeza a pesar de que no estaba en verdadera sumisión.
— ¿Podríamos volver a mi hijo? Podemos hacer
frente a la mierda de hombres lobos en un minuto —dijo Hani mientras el estrés endurecía su voz.
—Mis disculpas —le dijo el doctor Jeong— Junsu ha sufrido quemaduras en más del 65%
de su cuerpo, la mayoría de las cuales son de tercer grado, pero algunas son
quemaduras de segundo grado. Su pierna derecha se ha roto en dos lugares por
debajo de la rodilla, su cadera se dislocó y fragmentos de vidrio tuvieron que
ser sacado de sus brazos. Está estable en este momento, pero no se ha
despertado de la anestesia que le dimos para la cirugía. No sé si va a
despertar en cualquier momento. —Hizo una pausa por un momento y cuando nadie dijo nada, continuó— No
he hecho nada en su pierna, quería esperar a ver cuál es el proceso
de curación de su cuerpo.
Puesto que él es medio lobo va a sanar más rápido
que un ser humano. Su piel debería
sanar por completo sin cicatrices, su pierna no
estoy segura, pero me preocupa que si pongo clavos pudiera curar
demasiado rápido y esos clavos serían un obstáculo, no una ayuda. Hay un problema del que no estoy
segura cuál será el resultado.
— ¿Qué problema? —susurró Hani.
—Junsu recibió una transfusión de sangre
humana antes de que pudiera llegar hasta aquí. No sé cómo su sangre va a
interactuar con ella, o si va a dificultar el proceso de curación. No es algo
que me haya encontrado antes.
Para el momento en que el doctor siguió
hablando, Heechul tuvo que sostener a una desalentada Hani entre sus brazos. Yoochun
se había recostado contra la pared
en busca de apoyo mientras sentía que se quedaba sin aliento.
—Tengo que verlo. Ahora.
Los ojos de Yoochun brillaban y le
temblaban las manos ante la cantidad de esfuerzo que tenía que ejercer para
mantener a su lobo bajo control.
—Eso no va a ser posible hasta que sea
trasladado a la unidad de quemados —le dijo el doctor Jeong.
—Creo que no me has oído bien. Tengo que ver a mi compañero ahora. —
Los ojos de Yoochun continuaron fulgurando y su piel se estremeció con la necesidad de cambiar.
La mandíbula del doctor Jeong se tensó
brevemente pero rápidamente compuso su rostro.
— ¿Compañero? ¿No crees que ambos son un poco
joven para decidir algo permanente?
—No puedo, ni quiero, cambiar lo que el
destino ha elegido para mí. Él es mío y ya sea que tú vas a llevarme hasta él o
yo derribaré este hospital en pedazos para encontrarlo.
Él permaneció quieto, desafiante, hasta
que finalmente dijo:
—Está bien, sígueme. —Yoochun tomó la mano de Hani mientras se disponía a seguir al doctor,
dándole una pequeña sonrisa de tranquilidad.
Entraron en la sala de operaciones y
luego pasaron por delante de la mesa en la que había visto a Junsu cuando le habían forzado
a salir de la habitación. El doctor Jeong abrió otras
puertas dobles adentrándolos en un área donde había varias habitaciones con
revestimiento en vidrio para que aquellos que las ocupaban fueran claramente
visibles. Allí había una enorme mesa redonda en el centro de la habitación que
parecía servir para lo que Yoochun consideraría el centro de mando.
Yoochun
tomó una respiración profunda y, aunque
había un montón
de olores de enfermedad,
pulcritud y preocupación, pudo aún así recoger la fragancia de algodón de azúcar de su compañero. Empujó a Hani junto a él a medida que seguía el camino de su esencia,
ya no preocupándose por seguir
al doctor. Pasó tres habitaciones de vidrio antes que
finalmente estuviera de pie delante de la de él. Abrió la puerta a su pequeña
habitación y dejó que Hani entrara antes que él. Ella corrió a la cama de Junsu
y de inmediato comenzó a hablar con él, sosteniendo su mano, acariciando su
cabello fuera de su cara. Yoochun se apartó y observó en silencio, dándole
tiempo a Hani con su hijo. Su lobo estaba tan inquieto, tan ansioso por estar cerca de su pareja, tocarlo
y sentir la vida fluyendo en él. Casi gruñó ante la idea de
esperar un minuto más. Finalmente Hani se giró a Yoochun.
— ¿Quieres que salga? —Yoochun odiaba pedirle eso a ella, pero
necesitaba unos minutos a solas con su Luna.
—Sí, por favor. —Su voz era tensa ya que se contenía. Hani
asintió, le dio a Junsu un rápido beso en su mano vendada y luego salió de la habitación,
cerrando la puerta detrás de ella. Por fin eran sólo Junsu y él. Se acercó
lentamente a su cama, con miedo de que el momento fuera sólo un espejismo y se
evaporara ante sus ojos si él siquiera respiraba profundamente. Pero cuando llegó a su lado, él todavía
estaba allí, no siendo un producto de su imaginación, sino de verdad, en carne y hueso.
Yoochun se inclinó hacia delante y rozó
suavemente algunos mechones de cabello fuera de su rostro
envuelto en vendaje.
Puso su nariz tan cerca de su cuello
como le fue posible sin tocarlo y respiró su aroma en profundidad. Su olor era
como un bálsamo, acarició su lobo, calmándolo y ayudándolo a aclarar su mente
del miedo que había sido su compañero constante desde que había sentido el
dolor y el miedo de Junsu a través de su vínculo. Luego lo besó en los labios
con tanta ligereza que apenas sintió su calor y susurró su nombre.
—Junsu. —Primero
en voz alta y luego a través de su vínculo.
«Junsu.
Por favor, escúchame, mi amor, despierta para mí.» Yoochun no sabía si podría ayudar, pero
tenía que intentarlo. Después de esperar varios minutos, se dio cuenta
que él no iba a despertar, al menos no en ese momento. Oyó la puerta abrirse detrás de él y se volvió
para ver al doctor Jeong y Hani esperando pacientemente.
—Lo vamos a trasladar a la unidad de
quemados, su amigo también está ahí. Los dos tendrán que someterse a múltiples
desbridamientos para eliminar la piel muerta de modo que la nueva por debajo de
esa piel se pueda curar —les explicó el doctor Jeong.
— ¿Puedo quedarme con él? —preguntó Yoochun, sin apartar los ojos de Junsu.
—Puedes visitarlo, pero no puedes permanecer en la misma habitación que él. Existe un riesgo demasiado grande
de infección.
A Yoochun no le gustó esa respuesta, pero quería lo mejor para su compañero. Fuera lo que fuera que necesitara su cuerpo dañado
para sanar era lo que él quería para él.
— ¿Cuándo cree que vamos a saber si la sangre
humana va a afectarlo, o cómo le afectará? —le
preguntó Yoochun a el doctor.
—No hay manera de saberlo, Yoochun. Sé que no
es lo que quieres oír. Durante los próximos
días, mientras su cuerpo empiece
a sanar, su sangre lobuna debería aumentar la velocidad de ese proceso.
Si no es así, entonces
sabremos que, posiblemente, la sangre humana está obstaculizando el proceso.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
waw por fin Yunho muestra interés en Jae y se porta posesivo pero no lo demuestra abierta mente pero ya se dio cuenta de ello Yoochun y Siwon le dará gusto a Jae cuando despierte y le cuente Min que Yunho lo estuvo cuidando solo espero que su hermoso cuerpo no quede con cicatrices por que el de Junsu espero que se restaure solo pero Jae no tiene esa ventaja como el
ResponderEliminarGracias
Que pena que Jaejoong no se pueda curar por si solo ya que el es humano y no lobo y parece ser que Yunho esta interesado en Jae y como dijo que era su prometido vamos a ver que harán los padres de Jae cuando se enteren de lo que le paso a su hijo y me falta la pareja de Chanming ojala que se quede con el Dr
ResponderEliminarLastima que jae no se pueda, curar y ta se nota el interes de yunho por el, y junsu que no despierta gracias por el cap
ResponderEliminarOmggg ya salio el posesivo yunho *o* qqq bien , yo pienso q los 3 son canis lupis y su preceso de curacion sera rapido... omo se quedo tan intersante
ResponderEliminarYUNHOOOO POR FIN HAS DEJADO VER UN POCO LO QUE JAE TE HACE SENTIR¡¡¡ wooo ese "Soy su prometido" salió de la nada y juro que me emocionó¡¡¡ Cuanto dolor debe sentir por Jae en ese estado que prefirió no mirar. Vaya lo que descubre ChangMin cuando le prota el espíritu Sherlock que lleva dentro jajaj. Que Yunho siente cositas lindas por Jaeeee¡¡¡¡ me dio mucha risa lo del conejito de Chocolate jajaj a Yunho le valió lo hueco pero le pudo ser comparado con un conejo jajajajaja. Creo que el Doctor hermano de Rain no es un cabezota, necio. Lo veo ecuanime y no creo que le ponga las cosas más duras a Yoochun y Junsu; por otro lado espero que de algun lado salga que Jae es un Canis para que sane y que esa capasidad los sanepronro y elimine las cicatrices de ambos.
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