— Sabes, me veré ridículo en eso, ¿verdad? —Preguntó Junsu a Changmin mientras miraba el vestido rojo que sus dos
mejores amigos habían colgado en la parte de atrás de la puerta de su dormitorio— Quiero decir, ¿por qué no sólo cosen una capucha
en él, ponen una canasta de galletas en mi mano y me envían a ver a la abuelita?
—preguntó Junsu sarcásticamente, pero también algo
dramático. No entendía por qué Changmin y Jae insistían en que usara
un vestido para la ceremonia de unión. Les había recordado en varias ocasiones, y lo haría otra vez, que no era una boda. Desde el desafío todo se había estado moviendo tan rápidamente
que realmente no tuvo la oportunidad de vetar su decisión y nadie más parecía
dispuesto a saltar en su defensa. Así que, por desgracia, permanecía en su habitación con sus dos mejores
amigos causando estragos en su vida, tratando de decirle que iba a ponerse este
ridículo vestido rojo.
— Entonces, ¿cómo fueron las cosas con Yoochun
anoche? —preguntó Jae, sacando a Junsu de sus
pensamientos.
Esa simple pregunta le recordó a Junsu
que el desafío apenas había ocurrido ayer. Se sentía como si hubiera sido hace
días, pero sólo habían sido horas. Ayer por la noche después del desafío, Yoochun
había venido a pedirle perdón por hacerle creer que había muerto
durante éste. Realmente pensó que él no entendería por qué tomó esa decisión. Junsu
no iba a negar el hecho de que le dolió, pero entendía
el razonamiento detrás
del mismo, y si mantuvo
vivo a Yoochun eso era todo lo que importaba.
— Todo está bien —dijo Junsu con indiferencia.
Los dos chicos se detuvieron
simultáneamente y miraron a Junsu con incredulidad.
— Mordí a Yoochun como un juguete para
masticar y lo escupí. Changmin casi lo golpea
hasta la próxima
semana. ¿Y eso es todo lo que tienes para decirnos? Odio decirte esto, princesa lobo,
pero eso no va a ser suficiente. —Jae cruzó sus brazos
sobre su pecho y comenzó
a dar golpecitos con el pie. Era muy obvio
que Junsu no dejaría
esta habitación hasta
que cediera a lo bueno.
Supuso que se lo merecían después de todo lo que habían
hecho por él. «Vamos, Junsu, échales un hueso» se dijo.
— Yoochun vino a mi habitación y se sentó al lado de mi cama mientras
todavía estaba medio dormido. Me desperté con él besando mis mejillas,
mi nariz, mi barbilla, y luego mis labios. Estaba seguro de que estaba soñando,
pero parecía demasiado real. Entonces enloquecí. Decidí que debí haber saltado
de la parte más profunda después de la semana infernal de “las historias de folklore cobran vida”. Estaba viendo a mi
compañero muerto sentado en mi cama.
Antes de que Junsu pudiera seguir, Jae lo
interrumpió.
— Bien, todo eso es estupendo y maravilloso,
pero quiero el plato principal, no los rollos antes de la cena. El plato
principal, Junsu, llega a él.
Junsu puso los ojos en blanco.
— Tengo que desarrollar todo hasta el plato
principal o de lo contrario no será en realidad el plato principal. Sin
embargo, por el bien de tu cordura voy a acelerarlo. Después que me diera
cuenta de que era verdad y real, él me abrazó
y accidentalmente gemí de dolor.
— Oh, diablos. Entró en modo posesivo, celoso,
ya-no-tengo-más-un- cerebro, ¿no es así? —preguntó Changmin con sarcasmo.
— Punto para ti. Vio el moretón en mi estómago
y estuvo a punto de dejar caer todo su kung-fu de hombre lobo sobre su manada. No puedo creer que todos ustedes no lo oyeran gritar. Pero lo
callé cuando saqué la tarjeta de “estoy
magullado porque tú jugaste al muerto”. Siempre funciona. —Junsu guiñó.
—Lindo —dijeron Jae y Changmin, chocando los
puños.
— Luego nos besamos. Mucho. Sí, hubo un montón
de besos. Ah, y ahí estaba ronroneando. Pero todas las ropas se quedaron puestas,
Jae, lamento arruinar tu fantasía.
—Tú no estás ni un poco arrepentido por
estropear nada. Al menos dime si es un buen besador —se quejó Jae.
Junsu lo miró, entornó sus ojos
esmeraldas con un brillo malicioso.
— Mi dulce, dulce Jae, él es bueno en todo.
— Muy bien, jóvenes, ambos de nuevo en sus
esquinas. Junsu está casándose hoy, así que tiene que haber un alto al fuego. — Changmin indicó las esquinas que quería que Junsu y Jae ocuparan.
— No me estoy casando, no hay un anillo
involucrado.
—Lo dice el que será la princesa lobo que
nunca se ha unido a un hombre lobo antes —señaló Jae.
—Detalles, detalles —bromeó Junsu.
De repente se sintió claustrofóbico,
como si la habitación empezara a hacerse más pequeña.
Le recordó a Alicia en el País de las Maravillas cuando se come
el pastel y comienza a crecer hasta que la habitación es tan pequeña que es aplastada
contra ella. Necesitaba aire. Junsu se acercó a la ventana y la abrió. Sintió
el calor del verano golpear su cara, y a pesar de que estaba caliente, era
refrescante y ayudó a despejar su mente de todas las preocupaciones que se
estaban acumulando poco a poco en los estantes de su mente. Con cada
respiración profunda que tomó, sintió como si estuviera empujando lentamente
cada pila de preocupaciones en una bolsa de basura. Respira, empujó la
preocupación de dejar Coldspring en la bolsa; respira, después la preocupación
por su madre, vendrá a Corea o se quedará aquí; respira, la preocupación de sus
amigos; respira, la preocupación por la ceremonia de unión; respira, la
preocupación por los Ritos de Sangre; respira. Finalmente, los estantes estaban
limpios, y ahí en su mente, entre los estantes vacíos estaba Yoochun.
«Hola nae maeum, ¿haciendo limpieza de primavera?» le preguntó Yoochun, utilizando su vínculo.
Junsu no pudo reprimir la sonrisa que
siguió; debería haber sabido que él estaría escuchando.
Sobre todo porque estaba más emocional
que de costumbre. Bueno, realmente no era una declaración justa porque había
estado emocional durante los últimos 5 días. Conocer a tu compañero lobo tiende
a hacer eso a un chico.
«Sólo
tenía que poner las cosas en su lugar, ¿cómo estás?» Junsu sintió la calidez que él estaba vertiendo en su mente, el amor que quería
que sintiera, y eso
sólo le daba más ganas de estar en sus brazos.
«Pronto, amor.»
«Sigues diciéndolo hombre lobo, ¿cuándo pronto se
convertirá en ahora?» se burló
Junsu. «Ahora vete. ¿No es de mala suerte ver a tu compañero
antes de la cosa de la unión?»
Lo oyó reír.
«No, nae maeum, estás pensando que es de mala suerte
que el novio vea a la novia antes de la boda. Puedo verte todo lo que quiera.
De hecho puedo ir a rescatarte de esos dos, si quieres.»
«Está bien, ellos tienen buenas intenciones, son sólo
un poco rudos en la
ejecución. ¿A qué hora empieza la juerga?» preguntó Junsu.
«Empieza
a la 1:00 pm. Te veré allí Pequeño Rojo.» La voz de Yoochun se desvaneció de su mente y pudo sentir su humor. Oh,
¿no era él tan lindo?, acopiando la idea de sus dos mejores amigos para una
broma de mal gusto, convirtiéndola en el pequeño niño que casi terminó como la
cena del lobo.
— Vaya, qué ojos tan grandes tienes, hombre
lobo —dijo Junsu en
voz alta, incapaz de detener su sarcasmo hirviendo.
— Para verte mejor, mi amor —intervino Jae.
— ¡Qué orejas tan grandes tienes! —continuó Changmin con su divertido
relajo.
— Para oírte mejor, mi amor —siguió Jae.
— ¡Qué dientes tan grandes tienes! —se burló Changmin, con las manos
a ambos lados de la cara.
— Para comerte mejor, mi amor. —Jae se rió, pero no había terminado. Fiel a su estilo, Jae añadió su
propio sentido del humor retorcido— Vaya, qué grande… — Changmin golpeó una mano sobre su
boca, dándose cuenta rápidamente hacia dónde iba Jae con esa afirmación.
Junsu
se echó a reír con tanta fuerza
que había lágrimas
corriendo por sus mejillas. Tan pronto como Changmin
apartó la mano, Jae añadió rápidamente:
— Para-comerte-mejor. —Antes de que Changmin pudiera volver a taparle la boca.
Junsu abruptamente dejó de reír.
— Ya habías dicho eso —dijo, confundido.
—Así lo hice, mi dulce flor inocente. —Jae comenzó a explicar, pero una vez
más fue frustrado por Changmin.
— Jae, cállate. Junsu, simplemente permítete reflexionar
sobre esa declaración en una fecha posterior —le dijo Changmin,
sonando de todo menos a June
Cleaver.
— Muy bien, pasando de nuestra rara obra de
teatro improvisada. Lo entiendo, me quieren vestir todo bonito para esta
ceremonia y bien puedo seguirles el juego o ustedes dos harán un infierno de
todo esto. De eso es lo que se trata el vestido rojo, ¿no?
—Eres más listo de lo que pareces, Sherlock —dijo Jae, mientras se levantaba— Te daremos tu verdadero vestido, si prometes
jugar bien. De lo contrario, vas a ser la Caperucita Roja Deslavada, porque el
rojo realmente no favorece en nada tu piel.
— Vaya, gracias por esa aguda observación,
Watson. Bien, ustedes ganan, saquen las armas grandes.
Jae salió de la habitación y regresó
antes que Junsu pudiera preguntarle a
dónde iba. Regresó con una percha del cual presumía
su vestido colgaba,
pero no podía decirlo con
seguridad porque estaba cubierto con uno de esos protectores de ropa con
cremallera. Cuando Jae lo colgó en la parte de atrás de la puerta de la habitación
de Junsu, cubriendo efectivamente el vestido que lo habría convertido en la versión
viva de un cuento de hadas de mal gusto, Changmin comenzó a desabrochar la
bolsa mientras tarareaba la canción de marcha nupcial.
—Lindo, Changmin, eso es realmente lindo —le dijo Junsu sarcásticamente.
— Cuidado, Roja. Realmente odiaría tener que
incorporar más del famoso cuento de hadas en tu ceremonia, pero voy a hacerlo
si fuerzas mi mano —
amenazó Changmin mientras sacaba el vestido de la bolsa colgando.
Junsu contuvo el aliento ante la vista,
tan simple pero muy elegante y llamativo a la vez. Tuvo que admitir
que estaba impresionado con el gusto de sus amigos. El vestido era principalmente
blanco, con un pantalón que tenía encima una especie de falda que caía en el
inicio de sus muslos. Una camisilla color verde con algunos arreglos de pedrería
en el borde infeiror de esta y para complementarlo, habían añadido una chaqueta
bolero verde oscura, de manga corta, y de satén con bordes rizados corriendo a
lo largo del borde del cuello alto y hacia abajo en las mangas. Era simplemente perfecto.
«Oye hombre lobo, incluso pensaron en ti y previeron
una cobertura para mis marcas.» Junsu le envió el pensamiento a
Yoochun.
«¡Qué considerado de su parte, Luna, aunque no puedes
pensar honestamente que hubiera permitido que vinieras con ese vestido sin chaqueta!» respondió Yoochun.
«Tienes suerte de que no estás a mi alcance en este
momento, porque con ese pequeño comentario te habrías ganado
alguna represalia, y aún podrías
si no me siento
generoso más tarde» le regañó.
Su única respuesta fue una suave
risa en su mente, y pensó que podría haber sentido su mano acariciar su
rostro. «Vaya» pensó Junsu, «él va a ser mi muerte.»
— ¿Podrías por favor dejar de hablar con tu
sexy lobo y decirnos lo que piensas del vestido? —dijo Jae, sacando a Junsu de sus pensamientos.
— ¿Cómo sabías que estaba hablando con él? —preguntó Junsu.
— Siempre pones esa mirada intensa en tu cara,
así que me imagino que o estás estreñido o bien hablando con Yoochun. Si no
estás hablando con Yoochun, entonces debes ver a un médico porque estás
estreñido muchas veces —explicó Jae. Changmin se carcajeó por
el comentario de Jae y Junsu le dedicó a Jae un gesto con su mano nada propio
de un joven.
—Tengo que admitir que se han superado —les dijo Junsu— Realmente es hermoso y de buen gusto, y la
chaqueta fue el toque perfecto. Muchísimas gracias, chicos. Oh mierda, creo que
voy a llorar —dijo
Junsu, muy a su pesar.
—No empieces las obras de agua, habrá un
montón de tiempo para eso más tarde —se burló Changmin.
—De acuerdo chicos,
necesito algo de comer antes
de deslizarme en ese, si se me permite añadir, mucho más
apropiado vestido, así que bajemos para que pueda conseguir mi atracón —anunció Junsu.
—Por favor, dime que no le dices “conseguir mi atracón” a Yoochun cuando
estás hablando de comer —suplicó Changmin.
Junsu agitó las manos en el aire en un
gesto indiferente.
—Puede tomarme como soy, con mi atracón y
todo, o no.
—Oh, estoy bastante seguro de que quiere
tomarte, y muy posiblemente como su
atracón. —Rió Jae.
Changmin le dio a Jae su acostumbrado
golpe de puño.
— ¿Qué haría sin ti y tus insinuaciones
sexuales, mi dulce amigo ninfómano?
—Podrías ser cuadrado —le dijo Jae, sus dedos trazando la forma en el aire.
—Hum, sí que lo sería —concordó Changmin pensativamente.
Los chicos se dirigieron abajo y comieron
unos sándwiches de mantequilla
de maní y jalea. Permanecieron en silencio mientras comían. Junsu terminó
primero y justo cuando se dirigía arriba para cambiarse, su madre entró en la
cocina.
— Jóvenes, necesitan darse prisa si queremos
llegar a tiempo —les dijo Hani.
—Sólo tengo que arreglarme el cabello,
ponerme mi vestido, y entonces, estoy en el juego —respondió Junsu.
—Corrección, yo necesito arreglar tu cabello. No se sabe qué tipo de desastre
harías con tu cabeza —agregó Changmin.
— ¿Decidiste cooperar con tus socios en el
crimen para que así no fueras la primera Caperucita Roja viviente en el mundo? —le preguntó su mamá.
Junsu miró a Changmin y Jae, dándoles su
mejor mirada de “si yo fuera un lobo les mordería el trasero”.
— Sí, ganaron esta ronda, pero ya sabes lo que
dicen de la venganza.
Jae se rió mientras él y Changmin
lo arrastraban por las escaleras
para ayudarlo a vestirse.
— Siéntate, relájate y cálmate, para que pueda
arreglar este lío rebelde a lo que tú llamas cabello.
— Tienes que recogerlo de sus hombros para la
mordida, la cosa de la mordida, si sabes lo que quiero decir —dijo Jae, chasqueando los dientes juntos.
— Cielos, Jae. Muchas gracias por el
recordatorio del hecho de que voy a ser
un juguete mordelón más tarde esta noche. No estoy lo suficientemente nervioso
como estoy ahora ni nada así —le dijo Junsu.
— Sólo estoy diciendo —dijo
Jae poniendo los ojos en blanco y encogiendo
sus hombros— Si fuera yo quien fuera a conseguir una
mordida de un caliente, digno de babear, bola de pelo coreano, vamos a decir
que no lo haría que me persiguiera demasiado
tiempo.
— Sí, bueno conociéndote, Jae, la llamada bola
de pelo no sería el único haciendo lo de la mordida —se burló Changmin secamente.
— Sin dudarlo, mi dulce flor de pared.
Pero más al grano, ¡no sería sólo mi
cuello lo que estaría mordiendo! —Jae al parecer se carcajeó con todas sus ganas de su propio
comentario, ya que casi se cayó de la silla de la risa, aunque
el zapato que Junsu lanzó a
su cabeza no mejoró las cosas.
—Junsu, deja de tirar zapatos
a la cabeza de Jae. Jae, si es posible
deja de ser un pervertido
como por 5 minutos.
—Que sean dos minutos y medio, y tenemos un
trato —respondió Jae.
—Sin vergüenza —murmuró Junsu—El ninfómano es absolutamente, sin lugar a
duda, un descarado.
—Todos tenemos que ser algo, Susu. —Jae simplemente tenía que tener la
última palabra, por lo que Junsu y Changmin finalmente cedieron.
Changmin empujó a Junsu en la silla de
su escritorio y comenzó a reunir los diversos elementos capilares que
necesitaría para domar los rizos salvajes. Mientras Junsu se sentaba allí,
mirando a nada en particular, su mente se arrastró de nuevo a los acontecimientos de la semana
pasada. Era difícil
para él creer que sólo había
conocido a Yoochun hace una semana. Se sentía como si lo conociera por siempre
y ya no podía imaginar la vida sin él. En una semana se había enterado de que
era medio Canis Lupis, su padre era un completo Canis Lupis, y también que era el compañero del Príncipe de los Canis Lupis Coreanos. Él había sido reclamado por el
lunático Alfa de Coldspring y tuvo que ver a Yoochun luchar con él por los derechos de unión. Incluso
pensó que había
visto morir a Yoochun. Si
alguien le hubiera dicho la semana pasada que todo esto iba a suceder habría dicho algo al estilo de: sí, y George Strait me está vendiendo su propiedad
frente al mar en Arizona también.
— ¡OWWW! —gritó Junsu cuando las atenciones de Changmin a su
cabello lo sacaron de sus pensamientos.
— Bueno, ¿qué esperabas con este condenado lío
en tu cabeza? —le
preguntó Changmin mientras continuaba con el tirar y estirar de su cabello.
— Sólo asegúrate de dejarme un poco de cabello
ahí, ¿de acuerdo? —dijo Junsu, poniendo los ojos en
blanco.
Jae se acercó a ver el trabajo de Changmin.
— Eso de hecho se ve realmente genial, Min. Me
gusta esos pequeños brillitos de bisutería que pusiste ahí, muy al estilo de
cuento de hadas.
— Bueno, bueno, ya déjenme verme —dijo Junsu mientras se levantaba y
se dirigía al espejo de su tocador— Guau, Changmin, se ve impresionante. Me hiciste ver mucho más bonito de lo que
realmente soy. ¡Genial! Gracias, pichoncito.
Changmin agarró a Junsu por los hombros
y lo giró para que estuvieran cara a cara.
— Eres hermoso, fuerte, con todo ese cabello
salvaje y todo. Lo único que hice fue llamar la atención sobre ese hecho. Por
la forma en que Yoochun te mira, nunca deberías dudar de tu belleza por dentro
o por fuera —le dijo Changmin.
—Hombre, Min, ¿por qué nunca obtengo charlas
motivacionales como ésa? —preguntó Jae.
— Si alguna vez necesitas de una charla
motivacional, Jae, con mucho gusto te la daré. Pero así como son las cosas,
eres un ego andante, así que la mayoría de las veces necesitas ser bajado de
las nubes, no subirte a ellas. Lo digo con todo el amor en mi corazón —se burló Changmin de él.
—Sí, estás bajándome totalmente con todo tu
cito, amor, cierro la cita. ¿Qué tal si no me das tanto amor la próxima vez,
eh?
Junsu tomó el vestido y la chaqueta y
comenzó a caminar hacia el baño.
—Bien, mientras ustedes
resuelven sus problemas
de amor, voy a vestirme. Espero que se hayan besado y
hecho las paces en el momento en que regrese.
—Lávate los dientes antes de ponerte ese
vestido —le dijo Changmin.
—Sí y no pongas perfume en tu cuello, ya
sabes, debido a la mordi… — comenzó Jae.
—Mordida. Mordida. Sí lo tengo, Jae —interrumpió Junsu.
Junsu cerró la puerta del baño y se
apoyó en él. Respiró hondo y cerró los ojos.
—Puedo hacer esto —dijo en voz alta. No era que tuviera miedo de unirse con Yoochun, quería estar con él más que nada. No,
estaba aterrado con respecto al dolor y no tenía muchas ganas de ser mordido.
Entonces recordó lo que sintió cuando pensó que él había muerto. Se dio cuenta
que en comparación con ese sentimiento, una mordida sería pan comido. Con ese
pensamiento fue capaz de avanzar sintiéndose mucho más ligero.
«¿Estás
bien, amor?» oyó a Yoochun preguntar en su mente.
Él sonrió ante la calidez que podía
sentir entrando a través una pregunta tan simple.
«Me siento excelente, hombre lobo. Aunque, te echo de
menos» le dijo Junsu.
«Te veré pronto, Jag-eun hwajae »
«Yoochun,
quédate conmigo» susurró Junsu en sus pensamientos.
«Siempre» fue su simple respuesta.
Fiel a su palabra, Junsu pudo sentirlo
como una sombra
en su mente y eso calmó sus nervios e hizo que se
sintiera querido.
Junsu pronto salió del baño y sus dos
mejores amigos se detuvieron y lo miraron con la boca abierta.
—Bueno, ¿cómo me veo? —les preguntó Junsu, un poco inseguro.
— ¡Te ves increíble! Yoochun no será capaz de sacar sus ojos de ti —le dijo Jae.
Changmin asintió en acuerdo, pero no
dijo nada. Junsu miró hacia la cama y vio que Changmin
había recuperado su maleta y comenzado a poner ropa en su interior
para él.
—Changmin, no tienes que empacar un montón de
todo, es sólo una noche y luego voy a estar de vuelta aquí —dijo Junsu.
El rostro de Changmin decayó un poquito.
—Vas a estar
de vuelta, pero sólo por unos días. Luego estarás
empacando más que una maleta de viaje —le
dijo, sonando tan perdido.
— Realmente espero que estén pensando en venir
a Corea para nuestro último año. Heechul revisó el programa de intercambio
extranjero, y encontró que se vería muy bien en aplicaciones de la universidad,
y se ha ofrecido para ser la familia de acogida
de ustedes dos. ¿Ninguno de ustedes ha hablado con sus padres al respecto todavía? —preguntó Junsu.
— Se lo comenté a mis padres y una vez
señalado que me podría dar una ventaja al entrar en los programas de
licenciatura en negocios internacionales, simplemente resultó que de repente
todos estaban interesados, estuvieron sorprendentemente bien con ello —explicó Jae— Como que pienso que mi madre quiere
descansar de mí. Ambos saben que si mi mamá y yo estamos en la misma habitación
durante mucho tiempo, es como dos gatos cabreados que han sido arrojados
en agua fría y están listos para arrancarle los ojos a cualquiera. Así que iba a sorprenderlas más tarde,
pero ahora es un momento tan bueno como cualquier otro. Corea no sabrá qué lo
golpeó cuando termine —bromeó
Jae, aunque la declaración era más cierta que
nada.
Junsu gritó como un niño con deleite y
abrazó a Jae firmemente.
— ¡Esto es tan genial!
— ¿Te das cuenta que chillar
no es para nada sexy y si estamos en Corea
juntos y tú estás conmigo, mientras estoy tratando de poner mi nombre en alto,
no se te está permitido hacer tanto ruido, no? —le dijo Jae sonando incómodo.
— Oh, cállate y déjame ser todo sentimental
por un segundo. —Junsu lo abrazó por un momento más, y
luego retrocedió, sosteniendo sus manos en un gesto de rendición— Está
bien, estoy bien, todo está bajo control.
Junsu se volvió hacia Changmin, quien
había estado observando el intercambio.
— ¿Y tú, Changmin? ¿Has hablado con tus
padres?
— Lo hice y les dije lo mismo que Jae les dijo
a los suyos, teniendo en cuenta que lo ensayamos entre nosotros, completamente respaldado con viajes
de culpa si toda la referencia de la universidad no funcionaba, y el
infierno debe de haberse congelado, a los cerdos
debieron haberles salido
alas, y tú debes ser medio
hombre lobo… espera, esa última parte es cierto, ¡el punto es que dijeron que sí!
Esta vez, Changmin y Junsu gritaron al
unísono.
— Oh, vamos, ¿sonido de chillidos envolvente?
¿REALMENTE? —Gimió
Jae— Ustedes dos no están invitados cuando vaya de cacería caliente —les gruñó.
Changmin y Junsu renunciaron a sus
chillidos para volverse y mirar a Jae.
— ¿Acabas de decir cacería caliente? —le preguntó Changmin incrédulamente. Jae volvió su barbilla indignado.
—En el blanco, Sherlock.
— Sólo quería asegurarme. Quiero saber
exactamente cómo debo decirle a tu nuevo galán
cuando finalmente lo atrapes —bromeó
Changmin— Algo parecido
a: “Oye, Don Juan, ¿te contó Jae sobre sus días de cacería caliente de
hace un tiempo, como hace un par de días atrás en el tiempo?”
— Mi dulce Changmin, el punto es que acabas de
admitir que voy a tener éxito en pescar a un nuevo galán, de ahí que la cacería
caliente, sin duda, funcionará. Rin,
rin, rin, yo gano —intervino
Jae.
Junsu puso los ojos en blanco a sus dos
mejores amigos.
— Estoy pensando que a sus padres no se les hizo difícil
considerar el hecho de que ustedes dos vayan a Corea. No
sé, es sólo una corazonada.
Changmin miró a su teléfono y vio que
eran las 12:15.
—Tenemos que irnos si queremos llegar a tiempo.
Changmin y Jae, cada uno, agarró una
bolsa y se dirigieron a las escaleras con Junsu siguiéndolos.
«Hombre lobo, nos dirigimos a tu camino, espero que
estés listo para esto» le
envió Junsu a Yoochun.
«He estado listo para ti desde que puse mis ojos en ti. Cuídate,
te veré pronto.» Yoochun envió
las palabras con
una caricia que
causó que Junsu
temblara.
A medida que salían de la calzada, Junsu
apoyó su cabeza contra el respaldo, cerró sus ojos e imaginó el rostro de Yoochun,
su futuro.
>>> ♥ <<<
A través de dos líneas estatales, en
Denver, Colorado, Kim Junho paseaba por el piso de su oficina. El Alfa de la
manada de Denver estaba hojeando fotos que Jiho, su Beta, había tomado del hijo que ni siquiera sabía que existía
hasta hace poco. Le llamó la atención el hecho de que la vida tal como la
conocía había cambiado irrevocablemente. El rumor había corrido rápido en el
mundo Canis Lupis, que Siwon, uno de los Alfas más fuertes de los Lobos
TVXQ se encontraba en los Estados
Unidos, y no sólo en los
Estados Unidos, sino específicamente en Coldspring, Texas. Coldspring que resultaba ser la ciudad
donde vivía Kim Hani, la mujer con la que se habría casado si no hubiera
sido un lobo que sólo podría tener una compañera, la que la naturaleza escogió para él.
No es que Junho no amara a su compañera
más allá de las palabras, pero Hani había sido su primer amor. La pérdida se
había desvanecido con los años, pero los recuerdos todavía estaban allí,
empacados en los recovecos de su mente acumulando polvo. Hasta ahora.
Tan pronto como él había oído que el
Alfa Siwon estaba allí, él había enviado a Jiho para averiguar lo que le había
hecho viajar tan lejos de casa. Junho había estado en shock cuando Jiho llamó
para decirle que Hani tenía un hijo, y que él tenía diecisiete años. Habían
pasado diecisiete años desde la última vez que Junho había puesto sus ojos en Kim
Hani. Diecisiete años desde
que había encontrado a su pareja y empacado sus maletas sólo dejándole a Hani
una nota de despedida. Fue una salida muy cobarde, pero no había sabido cómo
enfrentarla sabiendo que iba a desgarrarle a ambos sus corazones. Le había dicho a Hani que el día en el cual él no
tendría más remedio que irse podría llegar. Eso no lo había hecho más fácil. La
prueba irrevocable, sin embargo, estaba en las fotos. El hijo de Hani era la
viva imagen de sí mismo.
Junho no era un hombre grande, midiendo
un metro sesenta centímetros, y 86 kilos. Era de hombros anchos, como la
mayoría de los Canis Lupis, sólo viéndose reforzado por su estrecha cintura y
las camisetas de ajuste exacto que a menudo prefería.
Con el cabello castaño rojizo con ondas
sutiles en él y los mismos ojos verdes penetrantes como el chico de las fotos,
no podría negarlo más de lo que podía negar su reflejo en el espejo. Su rostro
era más angular que el del chico, quien Jiho había dicho se llamaba Junsu, cuyo
rostro era más suave y redondo.
Vio trazos de Hani aquí y allá. Junsu
tenía la sonrisa pícara de su madre, y aunque el color de sus ojos igualaba el suyo, ellos contenían el humor que tantas
veces había visto en Hani. Como su madre era tan sorprendente bello. Pensó un
momento en el hecho de que Hani había llamado
a su hijo por la abuela de Junho.
Aunque Hani nunca hubiera conocido a su abuela, él le había hablado de ella a
menudo, compartiendo con Hani el impacto que tuvo en su crecimiento. No podía tomar el crédito por su rápido ingenio
y con frecuencia lengua malvada, eso era todo de la abuela Junsu.
—Tu hijo está por ser ligado al hijo de Siwon —le dijo Jiho, sacándolo de su breve paseo por el carril de su memoria.
La seca indiferencia en la voz de su Beta no reveló si le importaba de un modo
u otro. Junho se volvió hacia él, queriendo confirmar que su lenguaje corporal
hacía juego con sus palabras. Jiho se veía tan serio y severo como siempre. Con
un metro ochenta y seis centímetros, y 113 kilos de músculo, Jiho era un ser
intimidante. Él también tenía el pecho ancho, una cintura estrecha
y era evidente por sus uniformes negros ceñidos que tenía piernas musculosas.
Su cabello castaño oscuro lo llevaba más largo que la mayoría de los lobos de Junho,
casi tocando sus hombros, pero la mayor parte del tiempo lo tenía recogido.
Tenía los pómulos altos, una nariz ligeramente torcida por haber sido rota
muchas veces en su larga vida, y Junho había oído a más de una mujer decir que
los labios de Jiho fueron hechos para el pecado, lo que sea que eso significara.
—Él todavía es menor de edad, ¿cómo podría Siwon
siquiera considerar el permitirles ser compareños? —pensó Junho en voz alta.
—Yoochun, el hijo del Alfa, tuvo que competir
en un desafío contra otro Alfa que estaba tratando
de reclamar a Junsu. Tal vez es la forma que Siwon tiene de detener a su hijo de estar luchando
contra otros que quieran reclamar a tu hijo —
ofreció Jiho.
Junho pensó en eso. Tendría sentido, ya
que si Yoochun era en realidad el compañero verdadero de Junsu, entonces él
caminaría por el infierno para detener a otro de reclamarlo.
—Tengo que admitir que es impresionante que Yoochun,
siendo tan joven como es, fuera capaz de derrotar a un Alfa tan fuerte —reconoció Junho.
—Él tenía el beneficio del consejo de su
Alfa, seguro tuvo un impacto en su victoria —respondió
Jiho en su tono indiferente de costumbre.
Aun así, la idea de que su niño tenga
compañero a los 17 erizaba su pelaje de la manera
equivocada. A pesar
de que en realidad no tenía el derecho de decir
lo que podía o no podía hacer, él ni siquiera sabía quién era él. Tal vez, decidió, lo mejor por ahora era observar
desde la distancia.
—Jiho, quiero que regreses a Coldspring y
mantengas un ojo en mi hijo. No te des a conocer,
simplemente observa desde la distancia
e infórmame. Te dejaré saber si y cuándo iré en
persona. Por ahora voy a esperar —dijo Junho a su Beta.
—Se hará como tú has dicho, Alfa —respondió Jiho de manera formal.
Junho dispensó a Jiho para partir,
dejándolo solo en su estudio con sus pensamientos. Él había estado manteniendo
estos pensamientos bloqueados de su compañera. No sabía cómo iba a responder a
la noticia de que tenía un hijo con otra mujer. No, por el momento mantendría
este secreto un poco más.
>>>♥<<<
Jiho estaba sentado fuera de la casa de Kim
Hani cuando ella salió de la calzada. Apenas había regresado a la ciudad para
verlos partir a la ceremonia de unión de Junsu. Por suerte, había puesto en
marcha su plan antes de haber informado a su Alfa. Había sido tan fácil obtener
información de la manada de Coldspring, considerando que no había ninguno más
dominante que él. Luego sólo hizo un poco de espionaje fuera de la ventana de Junsu
para obtener toda la información que necesitaba de su agenda y un cronograma de
la ceremonia de unión. Odiaba ser
insubordinado, por lo general se enorgullecía de su fiel obediencia a su Alfa,
pero en esta situación no creía que su Alfa estuviera
tomando las medidas adecuadas para proteger a su cachorro. Jiho había decidido
que era su deber intervenir, ya que estaba interesado emocionalmente en Junsu.
Sentía que era capaz de ver la situación
con mayor objetividad. Eso era lo que se decía,
de todos modos. La verdad
era que Kim Junsu era único. Él era
especial, y demasiado nuevo en este mundo para decidir que el primer lobo que
conoció fuera su compañero. Era su trabajo como Beta de su padre el protegerlo
y demostrarle que había más de un lobo en la guarida. Una vez más, eso era lo
que se decía.
Sacudiendo esos pensamientos, salió a la
calle para seguir el vehículo de Hani. Él sabía la dirección a la que se
dirigiría, ya que había asegurado su ruta. Sólo hizo falta un poco de dinero y él había sido capaz de convencer
a uno de sus empleados para
ayudar a implementar su plan.
Los humanos eran tan fáciles de
persuadir, sin ningún sentido de lealtad, no
tenían ningún problema
en traicionar a los que habían sido amables con ellos.
Pero ese no era su problema, y había trabajado
en su favor. En el momento en que Hani estaba girando en la calle
que la llevaría a su librería, se puso en marcha y se dirigió hacia el lugar
por el que sabía que tendrían que pasar una vez que continuaran a la casa de Siwon.
Su plan era simple, las mejores
preparaciones siempre lo eran. Lo único que tenía que hacer para asegurarse de
que Junho intervendría era mostrar que Yoochun no podía proteger a su compañero.
No había nada más vergonzoso que un lobo que no podía proteger a los suyos.
Asegurarse que los neumáticos de Hani no sólo explotarían, sino que también
causaran un accidente menor, no había sido tan difícil. Había colocado un
dispositivo militar en el interior de la llanta que estaba simultáneamente perforándolo y envuelto a un cable
alrededor del eje, tirando de él una vez que estallara el neumático, provocando que el eje se volviera inestable y, teóricamente,
provocara que perdiera el control del vehículo.
No sería un desastre devastador, pero
sería suficiente. La peculiaridad en el plan era la ceremonia de unión. Jiho
tenía que asegurarse de que su plan sucediera antes de que Junsu y Yoochun
fueran capaces de completar la unión y los Ritos de Sangre. Una vez que el Rito
de Sangre se completara todas las apuestas se cancelarían. La idea de Yoochun
realizando los Ritos de Sangre con Junsu hacía que su piel se erizara. Yoochun
era sólo un cachorro, no había manera
de que pudiera proveer adecuadamente y proteger a su pareja.
Si Jiho tenía cartas en el asunto, Yoochun se iría de Coldspring,
Texas, con las manos vacías.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
Porque le quiere hacer daño si sabe que Junsu ama a Yoonchu y el debe hacer lo que le dice su alfa y no meterse en la vida del Yoosu gracias Poleth por el capítulo esperare el siguiente con ansias
ResponderEliminarpero mira que desgraciado uno mas que quiere arrebatar le a Junsu de sus garras pero no creo que Yoochun se de por vencido el lo recuperara si es que ese logra llevárselo espero que no sea así y que Yoochun les deje bien claro que el si puede proteger a Junsu de cualquier loco que quiera quedarse con el
ResponderEliminarGracias
A mira que fácil, a mi me gustas y todo lo demás no importa, ojala no logre su cometido ese intruso, Junsu es de Yoochun y ni Junho lo puede evitar.
ResponderEliminarGracias!!!
Nooo el no tiene palabra abandono a la mama de junsu y ahora se quiere meter en la relacion de su y yoochun espero que no lo pueda lograr gracias por el cap
ResponderEliminarPrimero Mil gracias pir actualizar tan pronto¡¡¡¡ moria por la continuación. Diossss que terrible uno mas que llega a quierer tomar lo que no le pertenece y ponerle las peras a cuarto a mi Chunnie. Wooo todo me imaginé menos que JunHo resultara el papá de Junsu. A que BohA es su pareja?^.< y como Junsu es la viva imagen de su esposin lo va a adorar. Solo espero que Junho capte que no puede llegar y tomar rol de padre de la nada y menos uno cavezota que deja que su Beta enchinche la vida de su Hijo. Ame todo el rollo del Caperucito Rojo😍😍😍😍.
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