De pie frente a la ventana de la
habitación de hotel que Colin había reservado para ellos, Junho terminó la
llamada que acababa de recibir de Hani y se volvió a sus lobos.
—Voy a conocer a Junsu mañana por la mañana a
las 10:00 am. Todos ustedes me acompañarán al hospital, pero solo Jiho y yo
iremos al piso en el que está, y solo yo voy a entrar en su habitación. Justo ahora insisten
en que Yoochun se quede con él mientras
le hablo, lo cual supongo
que entiendo. Él no me conoce, yo sería cauteloso también.
—Todo va a salir bien, Alfa —le dijo Jiho en una inusual muestra de emoción.
Junho asintió una vez en reconocimiento
a las palabras de su Beta. Había una pequeña parte de él que sentía
que algo estaba
mal con Jiho pero sólo se lo quitó de encima. Jiho era su lobo más
fiel y nunca había dado a Junho una razón para dudar de su confianza.
—Voy a dar por terminada la noche. Tenemos
que salir de aquí a las 9:15 de la mañana así que asegúrate de que todos estén listos —instruyó Junho a Jiho.
—Como tú digas, Alfa —respondió Jiho. Observó a su Alfa caminar hacia la habitación en que se
quedaba hasta que la puerta se cerró detrás de él. Jiho les dijo a los otros
lobos que iba a buscar algo de beber, ellos no lo cuestionaron. Por qué lo
harían, era el segundo del Alfa.
En realidad necesitaba finalizar su plan. Iba a tener que asegurarse de
que Junsu no estuviera consciente cuando él lo secuestrara porque sería capaz
de alertar al cachorro que estaba tratando de reclamarlo. Para su sorpresa,
cuando se puso en contacto con la manada
de Coldspring y olfateó alrededor
para descubrir los miembros que eran todavía leales a su Alfa muerto,
había descubierto que el médico que trataba a Junsu era el hermano de Jeong Jihoon.
Y no habría supuesto que el querido y viejo médico fuera tan explícito sobre su
ira hacia Siwon y su cachorro, tan molesto, de hecho, que él ofreció su ayuda.
Las cosas no podían ir mejor. El doctor Jeong Luhan iba a entrar
y comprobar a Junsu durante
su turno de guardia y darles a él y a Jae una dosis extra de morfina. También
asumió que el tercer chico, Changmin, creyó recordar que lo llamaban así,
estaría en la habitación. La única manera de mantenerlo noqueado sin el uso de químicos sería el uso de un punto de presión en su cuello para dejarlo inconsciente. Él se despertaría
con un dolor de cabeza terrible, pero era mejor que tener que hacerle daño para
conservarlo sometido.
A continuación, tenía que conseguir un transporte y un lugar para llevarlo. Eso era lo que iba a hacer esta
noche. Una vez más la manada de Coldspring estuvo dispuesta a solucionar esto
para él también, y gracias a unos lobos descontentos que estaban enojados por
la muerte de su Alfa, le habían ofrecido su ayuda. Uno de los lobos, no sabía
su nombre, no quería saber los nombres, le
iba a dar un auto y una vez más el doctor Jeong se acercó y le facilitó el uso de su cabaña de esquí en Colorado.
Pensó que iba a funcionar bien porque
suponía que una vez que supieran lo que había ocurrido nunca
pensarían que lo llevaría de regreso a su estado natal.
La parte difícil iba a ser mantener a Junsu sin saber dónde estaban para que no
pudiera enviar a Yoochun alguna pista. Hasta que él no se hubiera unido con él
y hecho los Ritos de Sangre tendría esa conexión mental con Yoochun.
El lobo que le prestaría el auto iba a
reunirse con él en la parte trasera del hotel para darle las llaves. Había
estacionado el auto en el puesto de estacionamiento del hospital más cercano a
la sala de emergencias. El plan para llegar
a Junsu era simple. El doctor
Jeong lo transportaría en una camilla
hasta una puerta lateral
que los médicos utilizan justo al lado de la sala de emergencias.
Ya que siempre había conmoción por la noche en la sala de emergencias, nadie se daría cuenta de un médico
rodando una camilla
fuera del lugar.
Jiho tendría el auto listo y él
lo deslizaría en el interior. Si las cosas seguían como estaban, estaría de camino a Colorado acompañado de su compañero
en cuestión de horas.
Sonrió para sí, bastante impresionado con su habilidad para planear todo esto por su cuenta.
Salió por la puerta de atrás del hotel
y, fiel a su palabra, el lobo esperaba con las llaves.
—Es una Ford Escape color canela, para que no
llame la atención. Me estacioné justo donde me dijiste que lo hiciera —le dijo a Jiho.
—Gracias, agradezco toda tu ayuda. —La voz de Jiho estaba llena de sinceridad, él estaba realmente
agradecido. Sin la ayuda de la manada de Coldspring éste esfuerzo habría sido
mucho más difícil.
—Estamos muy contentos de que el mestizo coreano
no va a conseguir quedarse con el compañero elegido
para nuestro Alfa. Queremos que él sufra por
quitarnos a nuestro Alfa. —La voz del lobo derramaba malicia.
Jiho no quería entretenerse más aquí,
por lo que agradeció al lobo otra vez y luego se dirigió a su habitación.
Al entrar en la habitación, vio que los otros se habían retirado
ya. Él decidió tomar una ducha rápida ya que no suponía que consiguiera otra por un par de días.
Mientras
se acostaba en su cama, las sábanas frescas del hotel picaron contra su piel,
no podía estar cómodo. Tenía la sensación de que no tenía nada que ver con las sábanas provocándole comezón y más que ver con su conciencia.
Cerró la puerta firmemente en su mente, sin atreverse a examinar el punto negro
que ésta elección ponía en su alma. Su lobo aprobaba lo que el hombre estaba
haciendo, y eso era suficiente. Ambos sabían que Junsu estaría mejor con un
compañero que pudiera protegerlo, uno con experiencia.
Jiho cerró los ojos, tratando una vez
más de conciliar el sueño, pero lo eludió por muchas horas en la noche.
>>>♥<<<
Junho
se despertó con el sonido
de su alarma del teléfono
desvaneciéndose. Se acercó a la mesilla de noche y lo recogió para
apagarlo. Él respiró profundo, se sentó y pasó la mano por la cara, tratando de
despojar el sueño de su cerebro. Poniéndose de pie, se estiró
y sonrió. Hoy se reuniría
con su hijo por primera
vez. Estaba muy aterrado, pero estaba feliz
también. Se dio una ducha
rápida, se afeitó y
se vistió a toda prisa con unos Levis sencillos, una camiseta negra y botas negras. Cuando salió de su
habitación, vio que toda su manada estaba vestida y lista para irse.
Miró su reloj y vio que eran las 9:15 en
punto.
—Vámonos —les
dijo y se dirigió a la puerta. Jiho y los otros lobos se alinearon y siguieron
a Junho fuera.
Una vez en el auto y de camino al
hospital, Junho se volvió hacia Jiho.
—He tomado una decisión mientras me preparaba
esta mañana. —Jiho asintió, animando a Junho a
continuar.
—He decidido que después de que me presente y
pase un poco de tiempo con Junsu, anunciaré mis derechos de Alfa y dejaré a Hani
conocer mis intenciones de llevar
a Junsu a su verdadera manada. La mierda va a explotar, así que prepárate. El doctor Jeong va a
asegurarse que la seguridad esté lista si es necesario.
—Estaremos listos —le aseguró Jiho a su Alfa.
>>> ♥
<<<
Yoochun miraba mientras Junsu se sentaba
inquieto en su cama de hospital. Su piel estaba sanando muy rápido y le estaba
picando como loco. Así que además
de estar nervioso
por conocer a su padre en
tan sólo cuestión
de minutos también
le estaba picando
como si tuviera un mal caso de pulgas.
— ¿Estás bien, Junsu? —le preguntó Yoochun.
Junsu lo miró tímidamente.
—Sólo nervioso y con picazón. Mi piel se está
curando tan rápido y las costras me están volviendo loco.
— ¿Quieres que vea si te pueden dar algo para
la picazón? —le preguntó.
—No hombre lobo, cualquier cosa que me den
probablemente me pondrá soñoliento. Sólo tendré que hacerle frente.
Yoochun y Junsu volvieron la cabeza al
oír un gruñido proveniente de una garganta humana. El sonido venía de Jae. Él
se frotaba la espalda con fuerza contra la pared. Él en realidad se parecía a
un caballo rascándose contra un árbol. Junsu pensó en señalar esto, pero se
mordió la lengua cuando Jae comenzó a lanzar improperios.
—Siento que mi piel está llena de pequeñas
hormigas que pican ¡taaaanto! —soltó Jae mientras seguía intentando calmar la picazón frotando su
espalda contra la pared. Changmin abrió la boca para decir algo, pero
rápidamente la cerró cuando la cabeza de Jae dio media vuelta en su dirección —
Una palabra, una palabra Shim Changmin y juro por Dios que tendrás que dormir con un ojo abierto
para el resto de tu vida por temor a que me robe todas tus muñecas y hacer que
hagan cosas profanas, tomar fotos
y, a continuación, ponerlas en tu página
de Facebook con la leyenda de “sigo
jugando con muñecas”. —Jae
estaba respirando con dificultad después de su diatriba.
—Junsu, creo que debemos atarlo cuando pase la noche con nosotros, sólo para estar seguros —dijo Changmin a Junsu secamente.
—Prometido —respondió
Junsu, utilizando la jerga a la que él y sus dos mejores amigos eran tan
aficionados.
—Creo que tengo que estar de acuerdo con tu
sentimiento, Changmin —agregó Yoochun.
—Cuidado, Cujo. Sólo porque eres atractivo no
significa que no voy a tomar represalias — gruñó Jae, todavía tratando de calmar
la comezón de su piel curándose.
—Lobo —murmuró Yoochun, mientras
Junsu le palmeaba
la mano—: Yo soy
un maldito lobo.
La puerta de la habitación se abrió y Yunho
entró y se quedó inmóvil. Él se detuvo en seco al ver a Jae gruñendo
y frotándose contra
la pared. Él lo miró y casi gruñó.
— ¿No sabes cómo tocar la puerta? ¿Y qué
diablos estás mirando? ¿Nunca has visto a un chico siendo manoseado por una
pared antes?
—No uno que estuviera tan obviamente
disfrutándolo —respondió Yunho sin inflexión.
Changmin miró a Yunho, moviendo la
cabeza de lado a lado.
—El camino más seguro en este momento es
mantenerse neutral, en una posición no amenazante, y por el amor de toda la
humanidad no provoques a la bestia. Sólo mantén la boca cerrada.
—Bien, bueno sólo vine para llevarte a ti y a Jae a otra habitación para que
Junsu pueda recibir la visita de su padre —le
dijo a Changmin.
— ¿Él está aquí? —chilló Junsu. Yunho lo miró y asintió
con la cabeza.
—Él está en camino ahora. —Se volvió de nuevo a Jae y Changmin, y simplemente dijo—: Vengan.
Changmin comenzó a seguirlo. Jae, por
supuesto, no podía ser tan cooperativo.
—Oh, lo siento, ¿me he perdido algo? ¿Estoy
usando una placa de identificación de perro que indica que debería estar
caminando a cuatro patas y responder cuando un gran hombre lobo de mal humor me
dice que venga?
Yunho se giró y gruñó:
—Uno de estos días, tu boca va a escribir un
cheque que tu bonito trasero no podrá cobrar. —Pensó
que esto lo dejaría sin palabras pero debería haberlo sabido mejor.
—Oh, no te preocupes bola de pelo, tengo la intención de estar escribiendo ese cheque a tu nombre. —Con eso le dio un guiño y cojeó junto a un Yunho atónito, con soporte
intravenoso y todo.
Changmin se volvió y le dio unas
palmaditas en el brazo a Yunho.
—Buen intento, jefe, pero estás combatiendo
con un maestro en su oficio, ¿y no acabamos de discutir no provocar a la
bestia? Caramba, tratas de salvar la vida de alguien y la tira por la ventana. —Changmin siguió murmurando mientras caminaba pasando a Yunho, con las
manos en el aire como para demostrar su rendición ante la estupidez de los
demás— Ya he terminado, finalizado, y si tú peludo, lleno de
testosterona, egoísta, gruñón, baboso, hombre lobo infestado de pulgas quieres
que Jae te castre mientras duermes, está lejos de mi intención interponerme en
tu camino.
Yunho se volvió y miró a Junsu.
—Tus amigos tienen problemas. Problemas
graves.
—No tienes ni idea —dijo Junsu, sacudiendo la cabeza mientras Yunho daba la vuelta para
seguir a sus dos mejores amigos— Buena suerte con eso — gritó antes que la puerta
se cerrara— Bueno, eso fue interesante —le dijo Junsu a Yoochun.
—Interesante
sin duda, pero algo pasa con Yunho y él no es exactamente
el lobo más comunicativo que hay. Averiguarlo va a ser como tratar
de investigar quién mató a Kennedy.
Junsu miró a Yoochun y sonrió.
— ¿Sabes lo de Kennedy? — Él se rió.
— ¿Por qué no habría de hacerlo?
—Eres de Corea —dijo Junsu con una mirada ocurrente.
—Como te dije, he estudiado la historia
americana. Mis padres querían que yo supiera más que sólo historia de Corea.
—Supongo que una vez que estemos en Corea y
la escuela comience, ¿voy a aprender
todo sobre la historia del país? —le preguntó Junsu.
—Vas a aprender
mucho sobre la historia de Corea en lo que respecta a la manada. Se trata de una gran
cantidad de información, pero importante, ya que serás un día la pareja alfa.
—Ugh, no me lo recuerdes, realmente me asusta —se quejó.
—Mi tonta Luna, vas a ser un Alfa increíble. No lo dudo. —Yoochun se inclinó y lo besó suavemente en los labios.
—Mmm, no hay suficiente de eso pasando
últimamente —se
burló él de él.
—Sí, bueno, no pensé que quisieras dar a Jae
entretenimiento gratuito.
—Cuánta razón tienes hombre lobo —bromeó Junsu.
Se oyó un golpe en la puerta haciendo
que Junsu se sentara más derecho. Yoochun se puso de pie y caminó hacia ella
para abrirla. Antes de hacerlo, se volvió y miró a Junsu.
«¿Estás lista, amor?»
«Estás conmigo, así que
sí, estoy listo.»
«Siempre, nae maeum (mi corazón).»
«Ah, y ¿Yoochun?» comenzó Junsu.
«¿Sí?»
«Trata de no matar a mi padre, ¿de acuerdo?»
Los ojos de Yoochun brillaron azules y
gruñó por lo bajo.
—Basta ya, hombre
lobo, abre la puerta. —Yoochun se rió de él, agradecido por la breve distracción.
Yoochun
abrió la puerta
y un hombre entró. Él no era tan alto como Yoochun,
pero tenía los hombros anchos, cabello ondulado de color rojo del mismo
tono que Junsu, y tenía los mismos ojos verdes penetrantes. Yoochun se sentía
como si estuviera viendo una versión más masculina de su compañero, tenía que admitir
que era un poco espeluznante.
El hombre le tendió una mano a Yoochun
cortésmente.
—Tú debes ser Park Yoochun. Soy Kim Junho, el
padre de Junsu. — Yoochun tomó la mano de Junho y la
estrechó.
—Soy Yoochun, el compañero de Junsu —le dijo Yoochun sin apartar la mirada de los ojos del lobo Alfa.
Junsu se dio cuenta que ninguno de ellos
iba a ceder ante el otro, tenía que intervenir antes que uno de ellos hiciera
algo estúpido. Así que él se aclaró la garganta. Bueno, no era mucho, pero se
imaginó que diciéndole a dos Alfas que saquen la cabeza de sus traseros no
resultaría bien.
«Es probablemente mejor que no dijeras eso, tienes
razón, mi amor» le dijo
Yoochun, obviamente escuchando su diálogo interno. Él le había
dicho una vez que
sus pensamientos lo fascinaban. Su respuesta había
sido que se alegraba de que
él lo pudiera entretener.
Junho volvió la cabeza en respuesta a Junsu.
—Tú debes ser Junsu.
—En carne y hueso. Bueno, al menos lo que
queda de ello —respondió él.
Junho dejó escapar un gruñido suave,
pero se contuvo rápidamente.
—Sí, vamos a llegar a eso en breve. Primero
sólo quiero que sepas que si hubiera sabido de ti, no me habría mantenido al
margen. No tienes que creerme, pero por lo menos quiero que sepas que hubiera
estado aquí y habría sido parte de tu vida.
—Te creo —le
dijo Junsu, con lágrimas reuniéndose en sus ojos, y antes de que pudiera
detenerlas corrieron por sus mejillas.
—Oh, pequeño, lo siento. —Junho se dirigió rápidamente a su lado, se sintió incómodo por un
momento hasta que Junsu dio el primer paso, Junsu se acercó a él y justo así Junho
sostenía al niño que siempre había querido. Él lo atrajo hacia sí y él lloró
con más fuerza. Lo arrullo y le susurró una y otra vez—: Lo
siento pequeño, lo siento tanto, demasiado.
Junsu no podía creer que estaba
lloriqueando como una niña, pero mierda, él estaba aquí. El único hombre por el
que siempre se había preguntado, dónde estaba, qué estaba haciendo. ¿Si él
hubiera estado presente le habría enseñado a trepar a los árboles, o cambiar un
neumático? ¿Lo habría llevado al cine como el padre de Jae hizo con él o lo habría llevado
a pescar? Simplemente todo llegó de golpe, de una
sola vez, y no pudo retenerlo por más tiempo. Fue puro instinto lo que lo hizo
llegar a un completo extraño, un desconocido, pero aun así su padre.
Yoochun se apartó, su lobo inquieto al
ver un extraño sostener su compañero, su compañero que estaba sufriendo. Odiaba que él estuviera sufriendo
y que no pudiera ser el que lo consolara. Llámenlo egoísta, que así
sea, pero él era suyo, sólo suyo.
«Lo siento, hombre lobo. Por favor, no lo tomes como
algo personal» le dijo Junsu.
«Lo sé, amor, no te preocupes por mí. Pasa tiempo con Junho.
Voy a estar bien.» Le envió
el pensamiento a él, también
una imagen en su mente
de rozar las puntas
de sus dedos sobre su cuello, donde
su marca ahora
debía estar. Eso le
hizo gruñir de nuevo.
Junsu
finalmente se serenó y se apartó de Junho. Él le apartó
suavemente el cabello de la cara.
—Sé que no estuve allí por mucho tiempo, pero
ahora estoy aquí. Quiero ser parte de tu vida si estás bien con eso.
—Me gustaría eso —dijo Junsu con honestidad.
— ¿Por qué no me hablas de ti: cosas favoritas, aversiones, y todo lo demás que un padre debe saber? —Junho sonrió tranquilizadoramente.
—Bien, ¿por dónde empiezo? —A partir de ahí, por las próximas horas, Junsu y Junho hablaron de
cualquier cosa. Yoochun podría decir que tenían personalidades muy similares.
Lo que les gusta y disgusta, aunque su sentido del humor era igual. Estaba
feliz por él, en realidad lo estaba, pero su lobo todavía no confiaba en Kim
Junho.
Por último, Junho se levantó. Miró su
reloj, dándose cuenta que habían estado hablando durante cuatro horas y media.
El almuerzo había llegado y pasado y todo el tiempo
Yoochun había permanecido contra la pared frente a la cama de Junsu, sin moverse, de pie y
observándolo. Junsu lo miró y sonrió, esa sonrisa valía la pena cada minuto que
había permanecido allí manteniéndolo a salvo.
«Soy toda tuyo, tan pronto como él se vaya» le dijo a través de su vínculo.
«Voy a hacer que mantengas eso, Luna.» Le guiñó un ojo y vio sus mejillas
volverse de color rosa. Le encantaba cuando él se sonrojaba, amaba que fuera la
causa de que se ruborizara.
—Voy a dejar que descanses un poco. Sin
embargo, volveré más tarde, ¿si eso está bien? —preguntó Junho.
—Sí, estoy bien con eso —respondió Junsu.
—Muy bien, genial. —Se volvió a Yoochun y una vez más le tendió la mano—
Yoochun, gracias por tu paciencia y dejarme pasar algún tiempo con Junsu.
—Si eso lo hace feliz
y él está a salvo,
siempre voy a estar de acuerdo con que
pases tiempo con él —le dijo Yoochun,
dejando que su lobo se mostrara a través
de sus ojos sólo un poco.
Junho dio un paso atrás antes de que
pudiera revelarse a sí mismo. Interesante, pensó el lobo de Yoochun, Alfa, pero
no por encima de él. Es bueno saberlo.
Yoochun
estaba junto a Junsu antes
de que la puerta se cerrara. Se sentó en el
borde de la cama junto a él.
— ¿Cómo estás, realmente? —le preguntó él.
Yoochun
se inclinó hacia adelante y puso sus labios sobre
su cuello y aspiró su aroma en profundidad. Su lobo gruñó con satisfacción.
—Estoy mejor ahora —admitió él.
Junsu se rió y llevó sus labios a los
suyos y lo besó suavemente. Yoochun profundizó el beso disfrutando la forma en
que él sabía, recordándole que él estaba a salvo, y era suyo. Junsu gimió
cuando él se retiró.
— ¿Alguna vez será suficiente? —le preguntó él con una sonrisa.
—Espero que no. Espero que siempre quieras
más de mí. Debo prepararte ahora, nunca tendré suficiente de ti —le dijo Yoochun sin avergonzarse por su necesidad de él.
—Tomo debida nota, hombre lobo —bromeó.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
Ojala que Junho se de cuenta de lo que quiere hacer Jiho y ese doctor que lo quieren secuestrar a Junsu y que paso con Jaejoong es o no es lobo por que se estuvo recuperando rapido y el por que de la comezon gracias por el capitulo y espero que tengas un Feliz Año Nuevo en union de toda tu familia y que tengas muchas bendiciones y esperare con ansias el siguiente capitulo
ResponderEliminarJunho sera traicionado por Jiho por que si quiere llevarse a Junsu con el pero Jiho quiere quedarse con el para convertirlo en su pareja mi esperanza es que se den cuenta y no permitan que lo saquen de el hospital que Yunho o Yoochun no lo permitan pues quieren dejar fuera de combate a Junsu Min y Jae pero no creo que a los lobos los dejen fuera así es que no queda de otra que se pongan listos para lo que les viene
ResponderEliminarGracias
Traidor de porquería ese Jiho es un.... aaiiisshh. Que le cuesta decir que quiere un duelo por Junsu?? Traicionat a su alfa. La manada de un traidor debe tener algo realmente malo para hacer pagar a un traidor, más si es el Beta. No puedo esperar a saber quien va a arrancarle los... jajajja tan loco Jae termino comoarandose con Lazy jaja pero Yunho ya empiesa a sacar los sintomas del sarcasmo Jae en sus venas jajaja.
ResponderEliminarOjala Jiho no se salga con la suya, lo malo es que tiene muchos aliados, pero aun así logren proteger a Junsu, que su padre se de cuenta de la traición de su Beta y ayude a protegerlo. Jae ojala pronto puedan determinar porque esta sanando rápidamente.
ResponderEliminarGracias!!!