Le encantaba esa faceta de él y no le importaba lo que decía de Jae.
El beso no fue apresurado. Por acuerdo lo interrumpieron y
abrieron la puerta. Una vez dentro, Yunho se aseguró de que estuviera cerrada
antes de apoyarse con Jae entre los brazos.
Su abrazo decía una cosa: hablar podía esperar, todo menos el
intenso placer podía esperar.
Lo besó en el cuello mientras sus manos recorrían la parte
delantera de su cuerpo llevándose de paso el borde de la blusa.
Jae se retorció y notó la presión de su erección en la espalda.
– Sí, Yunnie, tócame.
Envolvió su pecho con las manos.
– Más, sabes que quiero
más – dijo Jae.
– ¿Sí?
– Sabes que sí.
– Sí – lo besó detrás de las orejas – lo sé.
Deslizó la mano dentro la blusa para jugar con los pezones
mientras mordisqueaba detrás de las orejas. Jae hizo presión contra su erección
notando lo urgentemente necesitado de atención que estaba el centro de su intimidad.
Demostrando que podía leer su mente, una de sus manos bajó hasta los
pantalones. Su cuerpo sabía lo que eso significaba y un calor húmedo manó entre
sus piernas. Empujó la tela hacia abajo sin ceremonias, Jae dio un paso para
salir del lino azul y de la seda. Una pícara mano se coló en su boca y después
unos dedos largos y hábiles interpretaron una sinfonía sobre su pene. Jae se
arqueó por la caricia hasta que el orgasmo le arrancó un grito de placer. Sólo
entonces empezó Yunho a quitarse la ropa. De algún modo, acabó en el sofá, con
las manos en el respaldo, las piernas abiertas y aún con zapatos.
Yunho deslizó su sexo en sus palpitantes profundidades
arrancándole gemidos y ruegos de más.
– ¿Cómo puede ser cada
vez mejor?
– No lo sé y no me
importa – dijo Yunho incrementando el ritmo mientras lo
sujetaba con las dos manos.
Una seguía en su pecho mientras la otra continuaba estimulando
su miembro. Gritaba por su segundo orgasmo cuando un rugido le anunció el de
él. Después lo metió en la ducha donde se lavaron mutuamente con casi tanto
placer como cuando habían hecho el amor. Jaejoong adoraba la intimidad
doméstica que era ducharse juntos. Era una de las cosas que más le decía que
eran una pareja.
Estaban preparando la cena cuando él dijo:
– Pensaba que ibas a
echarte atrás y no casarte conmigo.
– ¿Por qué? – así que por eso se había comportado extrañamente.
– Has visto mi lado
despiadado y a lo que lleva.
– Siempre he sabido que puedes ser despiadado, pero tengo que
admitir que me ha costado asumir que el hombre al que he acabado amando puede
proponerse destruir la reputación de alguien – lo besó en la mandíbula.
– Nunca me has preguntado
por mi padre – se alejó un poco de Jae.
– ¿Sabes quién es tu
padre biológico? – preguntó conmocionado.
– Sí.
– Bueno, pues cuéntame – le dio la vuelta para que lo mirara.
– Si hablaras con otros hombres de su clase, te dirían que es un
respetado olivarero de una honorable familia que ha tenido suerte en sus
inversiones. Sólo que su esposa y él tenían gustos caros que no se podían pagar
con lo que da el olivar. Hace inversiones, pero no respetables.
– ¿Qué quieres decir?
– Invirtió en un establo
de mujeres, sí, así es cómo lo llamaba. Las trataba como si hubieran sido
caballos, supongo. Cubría sus necesidades básicas esperando que así sirvieran a
sus clientes. Y a él. Mi madre era su favorita. Era el único autorizado a
copular con ella sin preservativo.
– ¿La obligó a seguir
trabajando para él incluso después de que tuviera a su hijo?
– No me reconoció como
tal. No hasta que crecí y supo que su esposa no iba a darle un heredero para su
olivar. Vino al hogar con intención de reclamarme. Pensaba que estaría
agradecido porque me adoptara.
– Un hombre moralmente
corrupto, por no mencionar egoísta, asqueroso... – dijo Jae.
– Así fue como lo vi yo.
No tenía intención de obedecer a un hombre que había tratado a mi madre como un
objeto y me había tenido durante años en un orfanato.
– Ahí fue cuando Yoochun
y tú os escapasteis, ¿no?
– Sí. Había tenido mucha
libertad antes de la muerte de su madre. El hogar era una prisión para él.
– Así que os marchasteis
juntos.
– Y nos ayudamos a vivir
lo mejor posible teniendo en cuenta nuestro origen.
– Habéis tenido bastante
éxito.
– Sí.
– Pero has sacado lo de
tu padre por algo – volvió al tema.
– Cierto – suspiró y apartó la mirada.
– Cuéntame.
– Cuando estuve en
posición de hacerlo, me aseguré de que la verdad sobre su inversión se hiciera
pública.
– De nuevo esa parte
despiadada tuya – tenía sentido.
– Sí.
– ¿Fue a la cárcel?
– No... Tenía dinero.
Pudo arreglar eso pagando, pero no que su honorable esposa se quedara con él.
En una ironía de la fortuna, acabó casado con una de sus prostitutas que le dio
dos hijas. Lleva la economía doméstica igual de despiadadamente que él llevaba
su cuadra – se puso rígido y una expresión de horror
cruzó su rostro – No los vamos a invitar
a la boda. Las niñas son demasiado pequeñas para saber quién soy, y no tengo
interés en reconocer a ese chulo como mi padre.
– No te preocupes, no lo
había pensado.
– Bueno – el alivio llenó su rostro.
– ¿Bueno?
– Soy un tipo despiadado
– dijo como si fuera una gran revelación.
– Es un poco perturbador
– dijo incapaz de no bromear un poco.
– ¿Lo bastante como para
hacer que te cuestiones tu decisión de casarte conmigo?
– Depende – se negaba a hablar en serio.
– ¿De qué?
– De si hay más gente
sobre la que sientas la necesidad de decir la verdad – parpadeó para dejar claro que estaba de broma.
– No.
– Estoy de broma, Yunnie,
no me preocupa eso. Nada de lo que he sabido hoy cambia lo que siento por ti.
– ¿No crees que soy como
mi padre?
– ¿Qué? – Lo agarró de los hombros y trató de zarandearlo, no pudo – ¿Cómo puedes preguntar eso? No tienes nada
que ver.
– Pero él es despiadado
para conseguir lo que quiere.
– Y tú eres despiadado en
defensa de la verdad. Eso puede ser abrumador a veces y una gran carga para los
demás, pero está lejos de un hombre que explota la debilidad de los demás para
proporcionarse lujos enfermizos – tenía que
comprender eso.
– No quería castigarlo
por lo que me hizo, pero quería que su mundo supiera quién era en realidad y
cómo se aprovechaba de los demás.
– Lo sé.
– Destruyó muchas vidas.
– Y seguro que nunca le
importó. Hyunjoong tiene más en común con él que tú.
– ¡Qué lástima que no
estén emparentados!
– Sí. La familia de Hyunjoong
es decente y agradable. No sé cómo pudo él salir tan egoísta y ciego de sus
propios defectos.
– Mi madre no quería
abandonarme. Incluso cuando era pequeño entendía eso. Sintió que no tenía
elección. No quería criarme en un burdel.
– Así que eligió el mal
menor y lo pagó el resto de su vida.
– Creo que tienes razón –
pareció tener una revelación.
– Otra vez el oráculo de
la futura madre – dijo Jae en broma.
– Por eso quieres
invitarla a la boda, crees que ha llegado el momento de dejar de pagar.
– Creo que los dos debéis
dejar de pagar por cosas que no se pueden cambiar.
– Mañana la llamaré.
– Gracias.
>>> ♥
<<<
Yunho miró el monitor de su ordenador. Mostraba los planos de su
último proyecto, pero sólo veía una imagen del pasado: el rostro de su madre
una de las muchas veces que le decía que lo quería antes de dejarlo en el
hogar. En esa imagen mental podía ver algo que no se había permitido reconocer
antes: el terrible dolor en sus ojos.
Parpadeó para contener las lágrimas. At last de Etta James sonó
en su móvil y volvió al presente. Abrió el aparato y habló:
– Hola, pethi mu.
Los sentimientos de los que carecía, los suplía Jaejoong. Había
programado esa canción como sonido de sus llamadas después de acceder a casarse
con él. Estaba deseando de ver su mirada cuando le enseñara el anillo que había
encargado a Tiffany’s.
– ¿Qué tal? – preguntó Jaejoong.
– Se ha echado a llorar.
– No te sorprende.
– No – él se lo había advertido
– Hemos quedado en cenar juntos antes de la boda, como sugeriste.
– Estupendo, ¿en un
restaurante?
– No, me ha pedido que
fuera a su casa – respondió.
– ¿Y has accedido?
– Sí.
– ¿Estará su marido? – preguntó después de un segundo.
– Sí, también vendrá a la
boda.
Un silencio absoluto siguió a esa información.
– También quería hablar conmigo.
– ¿Qué quería decirte?
– Que lo siente mucho,
mucho. Que se equivocó al hacer que mi madre me abandonara. Ha dicho que quería
habérmelo dicho antes, pero que no ha sido capaz. Se ha echado a llorar también
– hubo un silencio – Me han
contado cómo mis hermanos supieron de mi existencia.
– ¿De verdad? Me
extrañaba que tu madre se lo hubiera dicho después de no dejarles verte en
cuanto tuvieron edad para recordarte.
– ¿Nunca has pensado que
podría habérselo dicho yo?
– No.
– ¿Incluso a pesar de mi
vena despiadada?
– Ya te he dicho que es
una clase buena de falta de piedad.
– Tienes demasiada fe en
mí.
– Sí.
– Jihye se encontró a mi
madre llorando sobre un montón de viejas fotos. Eran mías. Mi hermana la
convenció de que le contara toda la historia.
– Tiene que ser muy persuasiva.
– Es muy testaruda.
– Como su hermano...
– Quizá.
– No hay ningún quizá
aquí – se echó a reír.
– Te mueves por aguas
turbulentas...
– Me gusta vivir
peligrosamente.
– Eso es cierto.
– ¿Cuántos años tenía tu
hermana?
– Doce. Se puso furiosa
con su padre. Le llamó monstruo y estuvo sin hablarle un año.
– Guau, parece más
cabezota que tú.
– ¿Sí?
– Tendré que tenerlo en
cuenta.
– Nunca me contó eso una
vez que contacté con ella. Me hizo creer que mi madre se lo había contado por
iniciativa propia, no quería que la odiara.
– También ha respetado la
distancia que has mantenido. Está claro que cree que tienes derecho a decidir
los términos de la relación con tu familia.
– Sí – siempre lo había apreciado.
– ¿Estás bien?
– Claro – no iba a alterarlo tanto una simple conversación con su madre.
– Eres un hombre
asombroso, ¿lo sabías?
– Ya has dicho algo
semejante antes.
– Bueno, lo creo cada vez
más – aseguró Jae.
– Eres bueno para mi ego,
aunque no entienda qué te impresiona tanto.
– Es mucho perdonar a tu
madre y a su marido.
– Hace mucho tiempo que
los perdoné – no podía permitirse el lujo de odiar
alguien que quería forjarse una nueva vida –
Simplemente no confiaba en que fueran una parte positiva para mi vida. Has sido
tú quien me ha convencido de que les dé una oportunidad.
– Te amo, Yunho.
– Gracias.
– De nada – rió – Hay que ser un gran
hombre para olvidar el pasado y mirar el presente.
– Me alegro de que
pienses así.
– Así que tu familia va a
venir. Dime que ya has reservado la iglesia.
– Como somos flexibles en
el día de la semana, no ha habido problema. Mientras hablamos, mi secretaria
está reservando los vuelos de tu familia. Llegarán el fin de semana, así que
tendrán tiempo de hacer algo de turismo hasta el jueves, que es la boda.
Volaremos a Grecia con Yoochun y Junsu el domingo después de su boda.
– Me resulta extraño
pensar que nos casamos dentro de dos semanas. En Grecia como había soñado.
– Es lo que querías – y también lo que
quería él.
– Y tú has hecho que
suceda.
– He sido un poco
heterodoxo en mis métodos.
Habían descubierto que casarse en Grecia requería mucho papeleo
y la fecha podía retrasarse más de lo que querían. Yoochun había sugerido una
ceremonia civil en Seattle y después la bendición en Grecia. Jaejoong había
estado de acuerdo y Yunho había coordinado los eventos.
– ¿Cómo va la búsqueda
del vestido?
– Espléndidamente,
gracias. He encontrado uno perfecto.
– Estupendo.
– Va a costar más que el
PIB de un país pequeño.
– No importa – quería que todo fuera perfecto para Jae.
– Gracias – suspiró.
– De nada.
– ¿De verdad crees que no
nos estamos apresurando?
– ¿Tienes dudas? – sintió un nudo en el estómago.
– ¡No! No.
– ¿Has cambiado de
opinión sobre ir al altar con una buena barriga?
– Tampoco.
– Entonces no nos estamos
apresurando, sólo somos diligentes.
– Bien. Ah, Hyunjoong
llamó hace un momento.
– ¿Qué quería? – preguntó temiendo que fuera la causa de sus dudas.
– Finalmente ha asumido
que nos casamos.
– Él no está invitado.
– No quería una
invitación, bueno no del todo.
– Ese hombre no tienen
vergüenza.
– Y aún no sabes la razón
de su llamada.
– Déjame adivinar...
¿quería un préstamo?
– ¡Sí! ¿Cómo es posible?
– Para un hombre como
él... Muy fácil.
– Supongo que sí, pero
hubo un tiempo, y ahora me cuesta aceptarlo sin considerarme un idiota, que
quise a ese hombre... o al menos al hombre que creía que era.
– Tiene los pies de
barro.
– Todo su cuerpo es de
barro.
– ¿Quieres que saque a su
empresa de apuros?
– ¿Querrías tú si yo
quisiera? – parecía más curioso que otra cosa.
– Sí.
– Ni siquiera has dudado.
– Quiero que seas feliz.
– Incluso si quisiera que
lo hicieras, dejar dinero a Hyunjoong sería tirar el dinero. La mayoría de sus
buenos diseñadores han dejado la empresa. Yo le sugerí irse a unas oficinas más
pequeñas cuando aún trabajaba allí, pero a él le gustaba la gran impresión que
daba a los clientes. Sigue pagando un alquiler en Nueva York mucho mayor del
que necesita.
– No quiere reconocer lo
mal que lo ha hecho y el efecto que eso tiene sobre la empresa.
– Jamás lo ha hecho. He
hecho alguna llamada y me he enterado de que la mayoría de su personal es
temporal desde hace un año. Siempre más apariencias que sustancia.
– Así que... ¿nada de
préstamo?
– No.
– Lo siento.
– Yo también, por la
gente depende de su empresa para vivir y por su tío, que aún vive.
– Bueno, entonces tu ex
no es un problema entre nosotros.
– Ya te he dicho que no
lo era.
– Sentías algo por él
tiempo después del divorcio – le recordó.
– Sí, pero lo he
superado. Con tu ayuda.
– ¿Dónde dormimos esta
noche?
– En mi casa. Los de la
mudanza vienen por la mañana.
– Estoy deseando que
vivamos juntos.
La mudanza fue fácil y Jaejoong se sorprendió de lo bien que sus
cosas se integraron en el apartamento de Yunho. Ayudó que le diera carta blanca
en la decoración y los muebles. Después, él apreció los cambios que había
hecho.
– ¿Por qué me miras así?
– preguntó él.
– ¿Cómo?
– Como si fuera el hombre
perfecto.
– ¿Por qué no iba a
hacerlo?
– Nadie es perfecto, Jaejoong.
– Cierto, pero no tienes
que ser perfecto para que te ame. Sólo tienes que ser perfecto para mí.
– ¿Ha llegado tu vestido?
– Sí.
– ¿Quién lo ha diseñado?
– No te lo voy a decir,
tendrás que esperar a la boda de Grecia para verme en todo mi esplendor.
– ¿No lo vas a llevar en
la ceremonia civil?
– No – le gustaba tomarle el pelo con eso, ¿quién iba a pensar que le
importaría el vestido?
– Supongo que te pondrás
uno de tus trajes de ir a trabajar, es día de diario.
– Supongo que lo verás
cuando estemos allí.
– No pienso llevar una
venda en los ojos hasta allí.
– Y yo no pienso pasar la
noche en tu apartamento el día antes.
– ¿Por qué no?
– Por tradición.
– Pero... Bueno, pero la
tradición tiene más aspectos, no pienses que vas a dormir fuera de nuestra cama
ninguna noche después de la boda.
– Anotado.
– Quiero decir incluso la
noche antes de la boda de Grecia.
– Bueno, pero dejaré la
cama temprano y no me verás hasta la iglesia.
– Eso es aceptable.
– Sé que vamos corriendo,
pero quiero respetar las tradiciones.
– Ningún problema,
recuerda que son el doble, tenemos dos ceremonias. ¿Y dónde vas la noche antes
de la boda de aquí?
– Junsu me ha invitado a
quedarme con él y Yoochun. Vamos a ir en limusina al juzgado. Yoochun te
llevará a ti.
– Ya lo habéis planeado
todo.
– ¿Alguna objeción?
– Podré soportar una
noche solo.
– Sobrevivirás – le dio un beso en los labios.
– Seguro que no pegaré
ojo.
– Será mejor que sí,
espero una noche de bodas para recordar.
– Todas las noches que
pasamos juntos son para recordar.
– Para ser un hombre que
niega ser romántico dices unas cosas...
Continuara
\\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
Yunho tiene muchos aspectos lindos y hasta parece enamorado de Jae si una persona enamorada no se comporta asi entonces como?
ResponderEliminarYunho es muy considerado con Jae,espero que se de cuenta de que quiere a Jae
ResponderEliminarYunho esta mas que enamorado, ama tanto a Jaejoong que teme perderlo, por eso cada vez que pasa algo pregunta si sigue pensando en su boda, es todo un amor y Jae le da seguridad para estarlo.
ResponderEliminarGracias! !!
Yunho ama totalmente a Jae, le contó lo de sus padres y deciddio perdonar a su madre por el. Ay que lindo. Están enamoradisimos
ResponderEliminarYunho puede ser romántico pero nomas con su Jae por que lo ama y lo hace comportarse así con el sin que el mismo Yunho se de cuenta de ello pero su Jaee si que lo nota
ResponderEliminarGracias
Dime Yunho todo lo que haces, dices por Jaejoong si no es amor que es? Estas enamoradicimo de Jae no lo puedes ver deja ese trauma el nunca he dejara
ResponderEliminarDiooos que bella pareja hacen estos dos, Yunho puede jurar y perjurar que no ama a Jae pero cada cosa que hace resulta una revelación de su amor y en este cap no dejo de soltar palabras que gritan su amor inconciente por Jae. Que lindo que alla boda doble.
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