Yunho se quedó un poco más en Gwangju hablando con la gente, tratando de averiguar más acerca del ataque y la razón. Desafortunadamente no hubo respuesta para sus preguntas. Los vampiros locales estaban tan o más sorprendidos que él por el ataque sorpresivo de los demonios. Más tarde cuando llegó al castillo y les hizo preguntas al consejo, obtuvo más de lo mismo. Nadie tenía la más mínima idea del comportamiento de las extrañas criaturas.
El vampiro subió a su habitación después
de la larga charla, para sacarse la armadura, tomar una ducha y ver a Jaejoong.
Tal vez no en ese orden en específico. Jinki le había dicho que Jaejoong había
subido a descansar porque se sentía algo cansado.
En cuanto Yunho entró a la habitación que
compartía con su esposo, lo primero que notó es que las pesadas cortinas de su
cama estaban corridas, lo que significaba que detrás de ellas estaba Jaejoong durmiendo
desnudo. La sola imagen mental hizo que Yunho quisiera olvidarse de la ducha e
ir directamente a ver a Jaejoong, pero se conocía demasiado bien para saber que
una vez que viera a su esposo simplemente tendría que tenerlo. Así que se
obligó a encaminarse hacia la ducha quitándose la armadura en el camino.
Una vez en el baño, ni siquiera esperó a
que el agua terminara de calentarse y simplemente entro y comenzó a lavarse
rápidamente. Su erección ya era notoria solo imaginando a su esposo, no quería
ni imaginar en el momento en que lograra verlo. Jaejoong simplemente lo volvía…
irracional. Y la verdad no le molestaba ni un poco. Últimamente había llegado a
conocer un poco más al rubio y cada vez lo encontraba más adorable, extraño y
divertido. Yunho estaba simplemente… fascinado con el rubio.
Yunho salió de la ducha completamente
desnudo y pasando lentamente una gran toalla negra por su cuerpo húmedo, para
acabar usándola en su cabello. Las cortinas de la cama seguían cerradas y no se
escuchaba ningún sonido dentro, así que el vampiro supuso que su esposo
seguiría durmiendo detrás de ellas.
Dejando caer la toalla en el suelo
cubierto de césped, el vampiro se dirigió a la cama y estiró la mano para
correr una de las pesadas cortinas negras. Allí justo en el centro de la cama
estaba Jaejoong boca abajo en toda su gloriosa desnudez. Los ojos del vampiro
recorrieron hambrientos el cuerpo delgado y perfecto del salcor. La piel de
Jaejoong parecía brillar bajo la luz de la habitación, y Yunho sonrió de lado.
La piel de Jaejoong siempre brillaba de esa forma, justo después de que Yunho
lo había ayudado a recargar su cuerpo, lo cual significaba…
Yunho se arrodilló en la cama y se acercó
lentamente al rubio, con cuidado de no despertarlo. Sus ojos no dejaban de
recorrer toda la expansión de piel cremosa que podía ver. El cuerpo de Jaejoong
era fuerte y suave al mismo tiempo, perfecto. Yunho se acomodó entre las piernas
ligeramente abiertas de su esposo y acarició lentamente los muslos del rubio,
instando al salcor dormido a que abriera las piernas un poco más para él.
Jaejoong lo hizo, con un ruidito tierno en sus labios separó un poco las
piernas y Yunho confirmó sus sospechas. La entrada del rubio estaba rosada,
toda cubierta de lubricante y lista para
ser penetrada. Era evidente que su esposo no había podido esperar a que Yunho
llegara para comenzar. El vampiro decidió con una sonrisa llena de lujuria que
el rubio merecía un castigo por haber comenzado sin él, así que bajó el rostro
hacia la entrada de Jae y lamio lentamente la piel rosada. Jaejoong gimió
profundamente, pero el moreno se dio cuenta que su esposo seguía dormido, así
que continuó. Su lengua acariciando el interior de su esposo, yendo cada vez
más profundo hasta que solo eso no fue suficiente, entonces el vampiro tomo las
nalgadas del rubio y las apartó con un firme apretón para poder llegar más
profundamente dentro de la hermosa criatura que era su salcor. En cualquier
otro momento esto le habría parecido… demasiado. Pero con Jaejoong nunca nada
era suficiente. El rubio era… simplemente… suyo.
- Yun… yun…ho… - gimió Jaejoong
despertando lleno de deseo y algo confundido.
Si bien el rubio no estaba del todo
despierto, su cuerpo era otra historia. Las caderas de Jaejoong ya se movían
tratando de tener alguna clase de fricción contra su dolorosa erección y al
mismo tiempo acercarse más a la talentosa lengua de su vampiro. Yunho sonrió mentalmente
y continuó con lo que había empezado, soltando una de las nalgas pálidas
después de darle un firme apretón, para poder recorrer el cuerpo del rubio con
la mano libre. Jaejoong se removió debajo de él jadeando cuando Yunho lo
penetró con más firmeza con su talentosa lengua. Sin poder hacer mucho más, el
rubio se aferró al almohadón que había estado usando para abrazar y trató de
acallar los gemidos que podía contener, mientras sus caderas parecían querer
hacer un agujero en el colchón.
Cuando Yunho notó que su salcor estaba
muy cerca de acabar, se alejó de la entrada del rubio dejándolo terriblemente
vacío muy repentinamente.
- Yunho… - se quejó Jaejoong mirando a Yunho por
sobre el hombro, rogándole con la
mirada.
- ¿Qué estuviste haciendo mientras yo no estaba,
Jaejoong? – preguntó Yunho con la voz
ronca, mientras se estiraba hacia la botella de lubricante que veía asomando debajo de una de
las almohadas.
- Yo… te extrañaba… quería que volvieras… y
después… ah! – Yunho acababa de
penetrarlo con uno de sus elegantes y largos dedos, cubierto en lubricante.
Yunho movió el único dedo que tenía
dentro del salcor y casi inmediatamente agregó otro. Jaejoong ya se había
preparado antes de que Yunho llegara, así que el vampiro estaba simplemente
tratando de lubricar y torturar aún más a su esposo.
- ¿Y después, Jae? – preguntó Yunho en
el oído del rubio mientras se acomodaba
sobre el muchacho sin sacar los dedos de su interior y dejando que sintiera lo listo y necesitado que
estaba de él.
Como siempre a Jaejoong le costaba hacer
algo tan superficial como conectar ideas cuando su vampiro estaba haciendo que
su cuerpo se sintiera tan necesitado. Así que por unos momentos solo pudo
jadear y gemir, mientras el tercer dedo de su esposo se abría paso dentro de su
cuerpo.
- Por… favor… Yun… - logró articular
el rubio.
- ¿Qué es, Jaejoong? ¿Qué quieres? – jadea el vampiro
mordisqueando el lóbulo del rubio.
- Tu… a ti… den… tro…
Al vampiro le habría encantado seguir
torturando a su esposo, pero él también
estaba siendo torturado por la espera. Así que decidió hacer lo que su salcor y
el cuerpo le pedían. Sacando los dedos del interior del rubio, se estiró para
agarrar la botella olvidada de lubricante y dejó caer una buena cantidad en su
mano, que esparció en su erección.
- De rodillas, Jaejoong… - ordenó el
vampiro, enderezándose para darle lugar
al salcor para moverse.
Jaejoong se arrodillo en la cama mientras
su rostro seguía enterrado en la almohada que abrazaba. Yunho aferró las
caderas del rubio con una mano y con la otra se acomodó en la entrada rosada.
Con un ligero ajuste se deslizó dentro del apretado calor de su esposo. Los dos
jadearon cuando se unieron para después comenzar a mover las caderas
rápidamente para encontrarse el uno al otro.
El moreno controlaba la fuerza de los
embates con ambas manos en las caderas del rubio que se movía desesperadamente
bajo él. Si le preguntaban al vampiro cuál era su lugar preferido en el mundo,
la respuesta definitivamente sería dentro de Jaejoong. El cuerpo del salcor parecía
estar hecho para el vampiro, o así es como él se sentía cada vez que estaba con
el rubio.
Jaejoong se aferraba a las sabanas, las
almohadas y a los que sea que sus puños encontraran. Esa posición no le
permitía pagar su desesperación en el cuerpo de su esposo, así que solo podía
aferrarse a lo que sea que tuviera al alcance y a empujar contra el glorioso
miembro del vampiro para que llegara más dentro de él.
- Yunho… bésame… - pidió el rubio
entre jadeos
El vampiro no respondió, simplemente
deslizó una de sus manos de la cadera de Jaejoong hacia su pecho y lo ayudo a
levantarse para quedar pegado a su pecho. Jaejoong jadeó, cuando la nueva
posición lo empujó más dentro de su interior tocando ese punto de nervios que
lo volvía loco. El rubio escuchó a su vampiro gruñir antes de que con su mano firme
girara su rostro, guiándolo hacia sus labios.
El beso era desesperado y hambriento,
ambos moviéndose frenéticamente tratando de llegar al orgasmo que sentían muy
cerca. El salcor como siempre sintió que su cuerpo se llenaba de energía de
vida al tener a su Yunho dentro. Sin dejar de besarlo, el vampiro deslizó la
mano desde el rostro del rubio hasta su erección olvidada y comenzó a
masturbarlo. El rubio se separó de los labios de su esposo con un jadeo.
- Córrete para mí, Jaejoong. Déjame… joder…
déjame verlo…
Yunho sentía que el rubio estaba cerca,
porque sus paredes habían comenzado a cerrarse con más firmeza alrededor de él,
solo necesitaba unos minutos más y el vampiro estaba demasiado cerca y no
quería acabar antes que su esposo. Con la mano de Yunho subiendo y bajando
rápidamente sobre su erección, su pene abriéndose paso sin piedad dentro de él
y sus labios devuelta sobre los suyos robándole el aliento, Jaejoong no pudo contener
más el orgasmo que había estado conteniendo. El rubio gritó el nombre de su
vampiro en éxtasis, derramándose en su mano y en la cama. El moreno por su
lado, necesitó solo unas pocas embestidas más para derramarse dentro del rubio
con un gruñido.
Ambos se derrumbaron en la cama,
sudorosos y cubiertos de semen. Yunho acercó a Jaejoong hacia sí y lo abrazó
por detrás, inhalando el aroma de su cabello húmedo.
- Volviste a salvo… - comentó el rubio
pegándose más al duro cuerpo del moreno.
- No fue difícil… ¿te preocupé?
- Si…
- Me diste la fuerza para derrotar ejércitos – comentó el moreno
abrazado al salcor con más firmeza – no tienes que preocuparte.
- Siempre me preocuparé. Los salcor no
luchamos guerras, porque tememos perder
a nuestros compañeros. Y por lo que dijeron los simpáticos de tus sombras, siempre estarás en
una. Tú y nuestros niños…
Yunho hizo que Jaejoong se girara, para
que quedaran de frente.
- No será así. Solo sabiendo que tú estás
aquí, las guerras se detuvieron. Antes
de que tú llegaras aquí, eran diarias. – Yunho apartó un mechón húmedo de cabello de la
frente del rubio con cariño – se detuvieron. Y si algún día tenemos
niños, ellos sabrán que tienen aún menos
oportunidad de derrotarnos. No te puedo prometer que nunca iré, pero puedo prometer que no será
continuamente y que siempre volveré.
Aunque tenga que huir, volveré.
Jaejoong sonrió tiernamente y pasó los
brazos por los hombros del moreno.
- Te creo – respondió el rubio
Yunho le devolvió la sonrisa y se acomodó
cómodamente sobre él, sosteniendo su peso en sus rodillas. El vampiro miró al
salcor a los ojos unos minutos antes de bajar a sus labios. Lo besó lenta y tiernamente
durante unos momentos, hasta que algo le golpeó el rostro. Se separó del rubio
con un sobresalto y levantó la mirada para encontrarse con una planta que
colgaba del sauce llorón que estaba sobre sus cabezas. Jaejoong se rió
cantarinamente.
- Ups – dijo con una sonrisa pícara.
- ¿Tú crees que algo más crecerá si te tomo de
nuevo? – preguntó el moreno con su voz
un tono más bajo del normal
- Averígualo…
>>>♥<<<
Horas después, Yunho despertó con unos
suaves golpes en la puerta. Sabía de quien se trataba y no tenía ganas de
levantarse de la cama para ir a verlos, pero se obligó a recordar que tener a
Jaejoong en su vida también implicaba a esos hombres que estaban buscándolo.
Así que con un suspiro se levantó de la cama y se puso el primer pantalón flojo
negro que encontró. Tomó una camisa al mismo tono y poniéndosela se acercó a la
cama para cerrar las cortinas que ocultarían a Jaejoong, que estaba durmiendo
plácidamente debajo de las mantas. El vampiro sonrió y abrió las puertas para
encontrarse con K que le pidió que lo siguiera al despacho. Yunho lo siguió sin
nada más que un asentimiento.
En el despacho se encontró con el grupo
entero, y simplemente se dirigió al escritorio para sentarse, abotonando dos
botones en el camino. Estaba seguro que Jaejoong lo había mordido y rasguñado
en partes visibles, pero no se sentía en lo absoluto avergonzado al respecto.
- Su alteza, queríamos presentarle a alguien.
–
comenzó K
- ¿Presentarme? ¿A quién? – preguntó Yunho
confundido
Por toda respuesta, Sungmin se dirigió a
la puerta y salió un momento para volver con un hombre que llevaba traje y un
maletín consigo. El hombre hizo una profunda reverencia apenas entrar, antes de
acercarse para pararse junto a K.
- Este hombre es el Dr. Park Choong Jae. Solía
encargarse de la salud del antiguo rey,
su alteza.
- Ah! Jung Yunho… un placer – saludo Yunho
extendiéndole la mano al vampiro parado
frente a él.
El vampiro lo miró confundido unos
segundos, antes de apresurarse a tomar su mano y estrecharla con firmeza.
- ¿Qué lo trae por aquí? – preguntó Yunho
- Tengo el honor de ser quien sirve a la
familia real, su alteza. Y pedí a K aquí
presente que me dejara tener una entrevista con usted. .
- ¿En que lo puedo ayudar? – Yunho se sentó y
señaló los asientos enfrente de él al
doctor para que se sentara.
El doctor se sentó y el resto de los
hombres en la habitación también.
- Como usted sabrá, su majestad, nosotros no
tenemos mucha información acerca de lo
que la ingesta de sangre de salcor le hace a nuestra clase. La información que logramos recolectar
se limita a las experiencias de algunas
horas de vampiros muy antiguos. Como usted sabrá, estos efectos incluían un incremento
considerable de fuerza, energía y
rapidez. Acompañado de una aguda vista y el momentáneo cambio de color de ojos.
Yunho asiente ante la información que ya
conoce muy bien.
- Su caso es totalmente diferente, majestad.
El primer cambio evidente es que sus
ojos se tiñeron de verde y los registros que guardamos dicen que a los vampiros
que pudieron alimentarse de un salcor en el pasado, el iris se les tiñó de un tono marrón
rojizo. – Yunho frunce el ceño pero
continua escuchando atentamente – Por
otra parte, las ingestas de sangre de
salcor no ocurrían más que una vez en la vida y por ende los cambios en los vampiros eran
temporales. Usted ha estado bebiendo esa
clase de sangre constantemente hace varios meses ya, sino me equivoco. ¿Puedo preguntar la
frecuencia con la que se alimenta?
- Todos los días, a veces varias veces al día.
– contestó el moreno
- ¿Y ha notado usted algún otro cambio, además
de los que he mencionado? – preguntó el
hombre sacando una libreta y una pluma de su maletín.
- No… no que yo sepa. Solo me siento poderoso.
El doctor anotó algo y luego miró a
Yunho, antes de sacar otro documento de su maletín que puso en el escritorio
frente al rey vampiro.
- Me he tomado la libertad, y espero que no le
ofenda, de revisar el examen médico que
se le hizo a usted durante su entrenamiento militar.
- ¿Y hay algún problema con él?
- No, su majestad. Pero aquí dice que su estatura
es de 1,84 ¿Verdad?
- Si, esa es mi estatura.
- ¿Le molestaría que le tomara algunas
medidas, majestad? – pregunta el
doctor
Algo perplejo, Yunho consiente al pedido
y se pone de pie, dejando que el doctor le tome las medidas tanto de estatura
como de hombros y pecho. Cuando acaba el vampiro de anotar todo en su libreta,
le agradece a Yunho y le pide que se siente de nuevo. Yunho observa al hombre
comparar sus notas con el informe militar y luego asentir lentamente.
- Su majestad, su estatura actual es de 1.89.
Sus hombros y pecho también son más
amplios.
- ¿Qué? – pregunta Yunho confundido
-
Tengo la teoría su majestad, de que la continua ingesta de sangre salcor, está provocando cambios permanentes en
su cuerpo. Por esa razón solicité verlo.
Quisiera pedirle su consentimiento para hacerle unos análisis para determinar si los
cambios se detendrán o continuarán su
curso.
Yunho entiende sin que el doctor lo ponga
en palabras. Lo que él quiere saber es si Yunho continuara siendo un vampiro
normal, o se convertirá en un monstruo incontrolable del que tendrán que
disponer.
- Si… está bien. Haga lo que necesite hacer.
- También quería pedirle permiso, para tomar
una muestra de la sangre de su esposo.
Para estudiarla por separado y saber más acerca de los cambios que está sufriendo y que tal vez
sufrirá.
- Le preguntaré a Jaejoong, pero no creo que
haya problema.
- También podría servir para determinar la
clase de habilidades o necesidades
tendrán sus futuros hijos, majestad.
Continuara
\\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
O.o ese doctor me da mala espina...sera el espia? Podria ser.. Yunho y Jae .... Pfff tan calientes, nadie es tan sexy y ardiente como Jae, capaz de volver loco a Yunho y a cualquiera. Gracias!!!
ResponderEliminarEl doctor ya me dio miedillo con todo lo q dijo o.o sera q yunho tenga un cambio extraño? Quizás mas adelante hasta podria salir a la luz del sol.
ResponderEliminarEse doctor da cosa,que mas cambios tendra Yunho?????
ResponderEliminarpues espero que los cambios sean permanentes en fuerza y guapura pero de eso a convertirse en un monstruo no lo creo solo si atacan o lastiman a su Jae si lo aria pero por defender lo suyo
ResponderEliminarGracias
Ese doctor espero no sea el traidor, porque esta sacando mucha información de ellos y quizás mas cuando analice hasta la de Jae.
ResponderEliminarGracias!!!
De donde salió ese Doctor??? No me da confianza, después del rollo del Demonio ese creo que voy a desxonfiar de todos en torno a ellos. Jajaja Mucho chudado con Jae y su exutación le dicen "Mi alma" y pum tienes una nueva maceta para regar kajaj.
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