Después de dos semanas de vivir en el
castillo, las cosas comenzaban a acomodarse en la vida de Yunho. No es que todo
hubiera dejado de resultarle extraño, pero al menos ahora estaba más acomodado
con su rol y su rutina. Su madre se había mudado con ellos el mismo día que se
le pidió y se estaba llevando de maravilla con Jaejoong. Tan así que Yunho sentía
que su madre estaba más enterada de Jaejoong que él mismo.
Las clases que le estaban impartiendo
eran mayormente para manejarse en la guerra. Pelea cuerpo a cuerpo, armas y
como usarlas, entrenamiento de supervivencia, básico de primeros auxilios, estrategia
y táctica en batalla, y ajedrez, porque según K era un juego que era muy
parecido a la guerra. Después estaban las clases que estaban más orientadas
hacia la gobernación de su pueblo, cosas como política, economía, historia, costumbres
y modales, y montón de mierdas más en las que ya no quería pensar.
Jaejoong por otro lado tenía clases más
orientadas hacia civilizarlo para que viviera entre su gente como uno más, o
así lo había explicado K a Yunho, quien no estaba para nada seguro que Jaejoong
alguna vez pudiera vivir como uno más, dado que Jaejoong era… irreal. Las pocas
horas que le quedaban libres a Yunho, las pasaba con Jaejoong. Con su madre
allí, no podía acceder a cada una de las veces que Jaejoong le pedía que lo
tomara, pero tampoco descuidaba al rubio en ese sentido. De todas formas, que
su madre estuviera allí, hizo que Yunho tuviera más tiempo para hablar con el
rubio y conocer más a fondo su forma de ser. Jaejoong no solo era parlanchín,
sino que era raro también. A veces salía de la nada con preguntas o respuestas
que nadie se esperaba y provocaba la risa tanto de su vampiro como de su
madre-política.
Otra adición en la nueva vida de Yunho
había sido Donghae, que se había mudado a vivir con ellos también, para ayudar
a Yunho a proteger a Jae cuando el sol estaba alto en el cielo. K le había dado
el título de “acompañante real” como
una variación de “dama de compañía”
por obvias razones. A Yunho le había costado convencer a Donghae de dejar su
hogar, pero finalmente se las había arreglado para convencerlo, mencionando de paso
que pensaba invitar a Eunhyuk a la mansión a que lo visitara a menudo. Ahora
Yunho tenía que pensar en excusas para invitar al dueño del bar al castillo.
Aún así Yunho había acompañado a Jae a verse con su primo y su mejor amigo al
bosque, para pedirles que vinieran a vivir con ellos también. Convencer al YooSu,
como Jae se refería a ellos, había sido más difícil que convencer a Donghae,
pero finalmente Jaejoong lo había logrado después de la cuarta vez que fue a
verlos. Tenían que estar llegando a fines de esa semana. Ese par iba a ser de
mucha ayuda para que Yunho pudiera saber más acerca del rubio, sin contar que Jaejoong
había mencionado que necesitaba la ayuda de alguien de su gente si es que
tenían un niño, así que Yunho se sentiría más a gusto con ellos cerca. El único
problema era que tenía que ver cómo iba a mantener a los vampiros del castillo
lejos de las yugulares del par. El contrato que la madre de Jaejoong había
firmado con el consejo protegía al rubio y nada más que al rubio, así que
proteger al par quedaba enteramente en manos de Yunho. Aunque siendo el rey y
todas esas mierdas ahora, tal vez Yunho podría redactar otro. Como sea, Yunho
anotó en su lista mental que tenía que revisar el documento para ver
exactamente lo que decía.
Así que esa tarde cuando Yunho despertó
junto al salcor, su cabeza estaba tan llena de preocupaciones y pensamientos
que no se dio cuenta de que había algo raro en él. Se levantó de la cama y
caminó arrastrando los pies y desperezándose hacia el baño donde tomó una ducha
de agua caliente, se afeitó y lavó los dientes. Salió y se puso un pantalón flojo
negro y una camiseta gris. Sin hacer ruido bajo las escaleras descalzo en
dirección a la cocina en busca del mayordomo con el que últimamente se estaba
sintiendo más cercano y le pidió a Jinki que arreglara que les llevaran un
desayuno para él y para Jaejoong a la habitación, ya que después de todo era
sábado y podía darse el gusto de quedarse en la cama con el rubio un poco más.
Una vez que Jinky le aseguró que prepararía todo enseguida, Yunho tomó una
manzana de la fuente que estaba en el centro de la gran mesa de mármol y
perezosamente se dirigió hacia la habitación una vez más, saludando un
asentimiento a todos los empleados madrugadores que se cruzaba en el camino. En
cuanto abrió una de las puertas dobles de su habitación, se encontró con Jaejoong
sentado en el medio de la cama, completamente desnudo y mirándolo fijamente con
sus enormes ojos grises llenos de sueño y confusión. Era increíble, pero el
pálido muchacho se veía adorable hasta cuando recién despertaba.
Yunho sonrió ante las vistas y se acercó
hacia el rubio con la alfombra de césped
natural que su salcor había puesto allí, haciéndole cosquillas en los
pies desnudos. El vampiro se arrodilló en la cama y tomó al rubio en sus brazos
firmemente, mientras regaba aquel delicado cuello con besos y mordiscos
juguetones. Saboreando a Jaejoong e inhalando ese aroma tan delicioso que se
desprendía de su piel. Jaejoong sin embargo parecía algo ausente mientras se
dejaba hacer, acariciando suavemente los fornidos brazos del moreno.
- ¿Cómo amaneciste…? – preguntó Yunho
antes de interrumpir la respuesta del rubio con un beso lento pero apasionado.
Jaejoong le había enseñado que apasionado
no siempre tenía que ser frenético y desesperado. Apasionado y lento era en
muchas ocasiones aún mejor, ya que Yunho podía saborear enserio la boca y los
labios del rubio. Entreteniéndose cuanto quisiera en mordisquear aquellos
labios rojos y llenos, jugando con la lengua rosada todo lo que quisiera…
Cuando Yunho finalmente liberó los labios
del rubio, este ya tenía ese rubor en sus mejillas que le hablaba a Yunho de la
necesidad de su salcor, así como los colmillos extendidos suyos le hablaban a
Jaejoong de la de él.
- Solo… - respondió Jaejoong con la voz ronca
- ¿Disculpa? – preguntó Yunho
perdido, habiendo olvidado la pregunta en primer lugar.
- Amanecí… solo…
Yunho frunció el ceño confundido antes de
que la niebla que cubría su cerebro se disipara lo suficiente para dejarlo
entender. Sonriendo atrajo a Jaejoong más contra sí y enterró el rostro en su
cabello inhalando suavemente.
- Solo salí un momento a hablar con Jinky para
que nos trajera el desayuno aquí… pensé que te gustaría…
- Fuiste sin mi… - dijo Jaejoong
rodeando al vampiro con sus brazos igual de firmemente que Yunho.
- Si, solo fueron unos segundos y no quería
despertarte… no dormiste mucho esta mañana… - comentó el vampiro con una sonrisa de
idiota en el rostro.
Jaejoong sonrió también y asintió contra
el pecho del moreno.
- También te duchaste y te vestiste sin mí…
Yunho frunció el ceño al ver que Jaejoong
seguía listando las cosas que hizo esa mañana sin él como si tratara de decirle
algo que a Yunho se le estaba escapando.
- Si lo hice… Jaejoong… ¿Estas molesto?
- No… solo te estoy tratando de mostrar que ya
no necesitas tenerme a tu alrededor todo el tiempo…
Yunho se queda mirando a Jaejoong
confundido hasta que las piezas finalmente caen en su sitio. Había pasado. La
feroz necesidad de tener a Jaejoong en su rango de visión cada segundo del día…
había pasado. No es que no sintiera deseo por Jaejoong o la necesidad de
protegerlo y cuidarlo… pero ya no se sentía como si tuviera que cuidarse de
cada sombra que rondaba cerca del rubio. Había podido ir a tomar una ducha en otra
habitación separada de la que ocupaba Jaejoong sin que todo su cuerpo estuviera
completamente tenso o su mente lo torturara con posibles escenarios de lo que
le podría estar pasando a Jae mientras estaba fuera de su vista. Yunho se
sentía casi… normal. Bajó la mirada para mirar a Jaejoong y ver si algo se
sentía diferente cuando lo miraba, pero los sentimientos eran muy similares a
los anteriores. Lo único que había cambiado era esa necesidad casi
incontrolable de mantener a todo el mundo alejado del rubio. Eso no quería
decir que si alguien se atrevía a tratar de meterle mano a su esposo él no iba
a arrancarle el brazo a mordiscos, sino que si alguien caminaba cerca de Jaejoong
él no se sentiría incómodo con ello. Imaginar a su madre abrazando a Jaejoong
no le molestaba, ni tampoco imaginar a Siwon enseñándole a Jaejoong a
defenderse. Era… bueno era una reacción normal.
- Sucedió… yo… soy normal de nuevo… - murmuró Yunho
mirando fascinado a Jaejoong.
Jaejoong sonrió a su vampiro y asintió
una sola vez de forma adorable. Aunque Yunho pudo notar que había algo en su
mirada, algo que hablaba de miedo o incertidumbre.
- Si sucedió… - Jaejoong se estiró
para darle un beso suave a Yunho en los labios – ahora viene la pregunta importante…
¿Aún me quieres a tu alrededor?
La pregunta toma al vampiro completamente
por sorpresa, mientras siente sus ojos queriendo escapar de sus cuencas.
- ¿De qué estás hablando? ¡Por supuesto que
sí! ¿Por qué pensarías de otra manera? – pregunta Yunho confundido.
Jaejoong no puede evitar sentirse
aliviado ante la agitación de su vampiro. Había estado temiendo el momento en
que Yunho se acostumbrara al vínculo entre ellos, pero al parecer se había
estado preocupando en vano. Gracias a todos los dioses…
- No tengo experiencia con vampiros, mi Yunho…
sé cómo reacciona un salcor una vez que se acostumbra al vínculo, pero no tenía
ni idea de cómo reaccionarias tú una vez que te acostumbraras. Temía que te arrepintieras
de todo esto… que me pidieras que me fuera. – confesó el rubio acariciando la nuca del
moreno.
Yunho negó lentamente con la cabeza sin
apartar la mirada de la del salcor.
- Escucha… sé que no hemos tenido el tiempo
que quisiéramos para poder llegar a conocernos como es debido. Todo este
acuerdo entre tu madre y K, hizo que las cosas se complicaran para nuestra
relación, y ha sido difícil llegar a encontrar tiempo para los dos, pero nada
de eso cambia el hecho de que tú eres el que los dioses dictaminaron perfecto
para mí. Si las circunstancias fueran otras, si pudiéramos haber hecho esto de
otra forma, quizás no tendríamos tantas dudas. – Yunho tomó el
rostro de Jaejoong entre sus manos, haciendo que el rubio lo mirara – pero déjame decirte algo. Lo que conozco
de ti… lo que pude ver hasta ahora, me gusta. Tú me gustas… no es ningún sacrificio para mi estar
contigo. Y si bien normalmente me habría tomado más que solo dos semanas para
casarme con alguien, confío en que algún día pueda llegar a ser el esposo que
tú mereces.
Jaejoong aferra las manos de Yunho y
asiente lentamente.
- Llevará tiempo, Jae… las personas
normalmente salen durante años, y aun así no se conocen por completo. Pero estoy
dispuesto a tratar si tú también lo estás.
-
Te dije que te enseñaría… no me retracté… - le recordó el rubio
La pareja se sonríe mutuamente mirándose
fijamente a los ojos unos segundos, como si estuvieran sellando un pacto
silencioso, cuando unos leves golpes en la puerta los sacan de su pequeña
burbuja personal.
- Debe de ser Jinki… ábrele mientras yo tomo una ducha rápida – le dice Jaejoong
a Yunho antes de levantarse para dirigirse al baño, caminando desnudo como es
su costumbre.
Respirando profundamente, Yunho se
levanta de la cama y va a abrirle la puerta a Jinki, que trae consigo un
carrito cargado de comida. Yunho se hace a un lado para dejarlo pasar y cierra
la puerta detrás del vampiro cuando este le desea que disfrute de su desayuno
antes de salir del claro de bosque en el que se había convertido su habitación.
Yunho no toca el desayuno que piensa
comer con Jaejoong, solo camina hacia la cama y se acuesta en ella para
esperar, y mientras lo hace reflexiona acerca de cómo se siente. Desde que el
salcor llegó a su vida, Yunho muchas veces tiene dificultades para descifrar
que es lo que está sintiendo. El vampiro se siente muy a gusto con Jaejoong, le
encanta estar con él y para nadie es un secreto que lo desea físicamente, pero
a veces siente que no conoce al rubio lo suficiente. Jaejoong es su esposo, la
única persona que él tocará jamás y con la que planea vivir toda su vida. Es un
gran título para alguien a quien acaba de conocer hace apenas un mes. Hay una
muy buena razón por la que las personas se casan solo después de haber estado
juntos por años. Uno simplemente necesita saber si esa persona es la adecuada
para vivir a tu lado por todos los años que te queden de vida. Nadie piensa
cuando se va a casar “De todas formas si
las cosas no funcionan, puedo tener un amante o dos” Uno siempre se casa
pensando que puede hacerlo funcionar. Yunho se casó rogando que las cosas
fueran a funcionar. Si era completamente honesto consigo mismo, tenía miedo.
Miedo de arruinar las cosas. Miedo de lastimar a Jaejoong no pudiendo
satisfacer el rol de esposo, miedo de hacer algo que lo haría sentirse mal
consigo mismo, miedo de lastimar a su gente si tomaba decisiones erróneas,
miedo de que el rol que se le había dado se le subiera a la cabeza y se
atreviera a utilizar a Jaejoong solo para mantener esa posición. Jamás había
hecho algo por el estilo, pero jamás había sido rey tampoco. Yunho no sabía cómo
todo eso lo iba a afectar, y se sentía jodido. Pero sobre todo, tenía miedo de
traer criaturas a este mundo que serían infelices si él tomaba malas
decisiones. ¿Acaso se arrepentía de casarse con Jaejoong? No… Jaejoong lo hacía
sentir más que nadie que el haya conocido o con quien se haya relacionado
antes. Tanto que cada acción de su vida estaba siendo cuestionada una y otra
vez. Yunho no estaba acostumbrado a ello. Él siempre había sido la clase de
hombre que se sienta, piensa las cosas y toma una decisión y se apega a ella.
Por eso toda incertidumbre lo tiene tan agitado. Porque antes si se equivocaba
se jodía solo, ahora arrastraría a otros con él.
Estaba tan sumido en sus pensamientos que
no se dio cuenta cuando Jaejoong salió del baño, hasta que el salcor se le
acomodo en el regazo, todo húmedo y con el cabello goteando.
- No hagas eso… - lo reprendió el
rubio haciendo un puchero.
- ¿Disculpa? – preguntó Yunho
enfocando su mirada perdida y en el rostro de su esposo.
- No tortures tu mente tu solo. Para eso están
los tipos que te siguen a todas partes…
Yunho sonríe débilmente y le acaricia la
mejilla al rubio.
- Lo siento… es que mi mente se llena de cosas
que no puedo evitar pensar. Desearía poder aclarar el camino, pero me es
difícil. ¿Cómo te diste cuenta que me estaba torturando mentalmente? – pregunta el
moreno estirándose para cubrir al rubio con una sábana, y al mismo tiempo
usarla para secarlo un poco.
Esa era otra de las cosas que tenía el
rubio, se reusaba a secarse. Cuando Yunho le había preguntado la razón, el
simplemente le había dicho que no veía el punto de meterse voluntariamente al
agua a refrescarse, si después se iba a pasar un trapo para quitar todo el
frescor de su piel. Solo Jaejoong…
- Siempre que lo haces pierdes la mirada, te
cruzas de brazos y pierdes por completo tu conexión con el entorno. Es como si estuvieras
contemplando un campo de batalla en el que no te puedes inmiscuir. – respondió el
rubio dejando que Yunho lo cubriera, solo porque le gustaba la textura suave de
la tela de las sabanas negras.
- Lo siento, es que…
- No te disculpes – lo interrumpió el
rubio – Solo háblame. Dime que es lo que
tienes en mente. Si no puedo ayudarte, al menos quiero escucharte.
Yunho deja fregar los brazos de Jaejoong
con la sabana y levanta la vista para encontrarse con esos hermosos ojos de
frente y su boca simplemente se libera.
- Es que… tanto está ocurriendo tan rápido y
tan de repente que me siento como si estuviera en una montaña rusa ¿Sabes?
Mareado por que no puedo enfocar la mirada en lo que cruza con tanta rapidez a
mi lado, porque un segundo estoy de cabeza y al siguiente derecho de nuevo,
porque todo va muy rápido y es… extraño y sorpresivo.
- ¿Montaña rusa dijiste? ¿Cómo esas que vimos
en la película del otro día? – pregunta Jaejoong
Yunho sonríe y asiente, recordando uno de
los momentos que tuvo con el rubio y su madre.
- Entonces está bien… - dice Jaejoong
asintiendo.
El vampiro frunce el ceño y mira a
Jaejoong con duda en los ojos.
- ¿A qué te refieres con que está bien?
Jaejoong dibuja el contorno de los labios
de Yunho con su dedo mientras responde.
- Por lo que pude entender, las montañas rusas
no son malas. Son divertidas. Si estás en ella mucho tiempo te mareas y te
sientes enfermo, y es entonces cuando te bajas y descansas. Una vez que te calmas
y respiras profundamente, todo vuelve a estar bien, y entonces te subes de
nuevo. Porque quieres subirte de nuevo…
- ¿Qué estas tratando de decirme, Jaejoong? – pregunta Yunho
- Que te bajes. Que tomes un respiro y vuelvas
a tierra firme. Vuelve a lo que es familiar para ti, ten tu momento de
tranquilidad, organiza tus ideas a solas y luego vuelve a mí. Pero porque
quieres volver a mí…
Yunho se queda mirando fijamente a
Jaejoong con la boca ligeramente abierta. Cada vez que habla con Jaejoong, el
salcor siempre hace que se calme. Siempre le muestra que no tiene que asustarse
o poner nervioso. Siempre le da una salida, una solución. Jaejoong lo calma y
lo pone nervioso. Jaejoong lo asusta y lo tranquiliza. Jaejoong le trae problemas
y soluciones. El vampiro se ríe fuerte. Se ríe con ganas, porque de repente se
siente más ligero.
- Te tomaste muy enserio tu misión de hacer
que me enamore de ti ¿verdad?
Yunho anda preocupado pensando en todo lo que le ha pasado últimamente pero afortunadamente nuestro jae logra calmarlo, yunnie entonces ya supero su etapa de dependencia hacia jae. Veremos que pasara después o.o
ResponderEliminarYunho esta superando su dependencia de Jae ya no tiene que wstar pegado a el,Jae tenia miedo de que Yunho ya no lo quiera mas a su lado pero no es asi,Yunho esta preocupado por tdo lo que ha pasado pero Jae lo tranquiliza
ResponderEliminarJae tiene el don de tranquilizar a su hombre pero ya lo a enamorado y por eso Yunho se preocupa de su futuro tengan a sus bebos sin pendiente que no creo que Yunho se canse de su Jae el es tan tierno y comprensivo con Yunho que lo a enamorado sin que Yunho se entere aun de ello
ResponderEliminarGracias
A Yunho ya le cayo el veinte de su responsabilidad de todo. Jae es su delirio y también quien calma sus pensamientos de todo, Jae lo ha enamorado.
ResponderEliminarGracias!!!
Ay me encanta la actitud de Jae¡¡¡ es tan inteligente y lindo a la vez. No hay manera de que Yunho no termine total y absolutamente enamorado de él. Pienso que es mil veces mejor decubrir a Jae por sus naturalidad y actos expontaneos pero estoy de acuerdo en que el Yoosu será de mucha ayuda¡¡¡ Dios tengo el kokoro hecho pedasos(¡.¡) mi Chunnie va a casarse(¡.¡){¥.¥}
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