Yunho comenzó a preocuparse después de
cinco minutos enteros en los que su esposo no dejó de llorar. Jaejoong
simplemente se aferraba a la camiseta de su vampiro y lloraba como si alguien
le hubiera quitado lo que más quería. Lo único que mantenía al rey de los
vampiros más o menos cuerdo era el hecho de que Junsu y Yoochun no parecían
preocupados por lo que sea que le estaba sucediendo a Jaejoong, así que no
podía ser algo malo.
Dos minutos más tarde, su madre bajo las
imponentes escaleras que conducían al salón principal con una expresión
preocupada en el rostro. Con pasos ligeros se acercó al par que seguían
abrazados.
- ¿Qué sucede, Yunho? ¿Joongie está bien? – preguntó la
vampiresa con el ceño fruncido.
- No tengo idea, Umma. Jaejoong no me dice y
aquel par tampoco – respondió Yunho
señalando con un gesto de la cabeza hacia donde el YooSu se había sentado, en uno de los mullidos
sillones.
Yunho no pudo soportar más la
preocupación y finalmente comenzó a separar a Jaejoong de su cuerpo para poder
mirarlo a la cara. Tuvo que luchar un poco con el salcor, pero finalmente logró
separarlo lo suficiente para poder verle el rostro a su hermoso rubio. Sus
enormes ojos grises estaban rojos y aún inundado por las lágrimas. El vampiro limpió
las lágrimas con sus pulgares y vio como otra vez Jaejoong parecía llorar con
más fuerza.
- Jae… me estás asustando. Háblame. ¿Qué
sucede? ¿Por qué lloras? – le preguntó a
su rubio no dejando que esconda su rostro una vez más.
- Yun… Yun… ho… - Yunho habría
sonreído por lo lindo que se veía su rubio hablando entre hipidos, pero su
preocupación por lo que fuera que lo
estaba haciendo llorar era más grande. –
mi… espalda…
Yunho frunció el ceño y tocó casi sin
pensar las delicadas alas tatuadas en la piel del rubio.
- ¿Quién te hizo esto? ¿Te duele? Jae, no
entiendo nada… Creí que saliste para
tomar sol…
- Aniyo… Yun… ho… ho… agi… agi… - contestó Jaejoong
antes de volver a forzar su entrada en
los brazos de Yunho.
- ¿Agi? – murmuró el vampiro confundido. Yunho
había estado trabajando con los tres
salcor, tratando de aprender mejor su lenguaje, pero aún tenía dificultades.
Junsu pareció compadecerse al fin del
pobre vampiro y se enderezó en el sofá sonriéndole a Yunho.
- Agi es bebé, Hyung. – respondió Junsu
risueño.
El silencio fue completo en la sala
principal, roto solamente por los sollozos del hermoso rubio. Los engranajes
del cerebro de Yunho parecían tener muy poco aceite, porque las ideas estaban
tardando mucho más de lo normal en conectar. Agi… bebé. Jaejoong… Agi. Jaejoong… be… bebé. Cuando finalmente
su cerebro logró conectar las dos ideas juntas, su madre gritó estridentemente
detrás de él, dando saltitos en el lugar como niña chiquita. Junsu y Yoochun comenzaron
a reír ante la reacción de la mujer. El único que parecía hecho de sal era
Yunho, que no parecía poder salir de su estupor. Un… bebé…
El hermoso rubio siguió llorando en los
brazos de su vampiro, que inconscientemente parecía estar aferrando a su esposo
con más fuerza que antes. La madre de Yunho se unió al abrazo del par y también
lo hicieron los dos salcor, pero ni el vampiro, ni su esposo lo notaron.
Después de unos momentos, la conciencia de Yunho pareció volver y tomando a Jae
en brazos lo llevó hacia el sofá más cercano, donde se sentó con su salcor en
el regazo.
Jaejoong dejo de ocultarse y permitió que
su esposo tomara su rostro entre sus grandes y cálidas manos. Su llanto se
había transformado en hipidos lastimeros, pero sus ojos seguían inundados de
lágrimas que no habían sido derramadas.
- ¿Jaejoong… tú… bebé? – Yunho no parecía
estar en condiciones de formar una
oración coherente para hacer la pregunta más grande de su vida.
El rubio estudió el rostro de su esposo
unos momentos, no muy seguro de cuál sería la reacción de su vampiro. Jaejoong
estaba increíblemente feliz con lo que le estaba sucediendo, pero su esposo no
había mostrado señales de estar molesto ni contento. Lentamente, el rubio
asintió, respondiendo la pregunta del castaño.
Yunho solo parpadeó durante unos segundos
antes de atraer a Jae contra su cuerpo para aferrarlo firmemente. Jaejoong no
sabía cómo tomar esta reacción, si como algo positivo o negativo.
- Yunho… - llamó el rubio
- Jaejoong… tú… ¿No lo quieres? ¿Por eso
lloras? ¿Por eso estas triste? – preguntó el
vampiro aferrando al pálido muchacho contra su pecho.
Jaejoong comenzó a revolverse, tratando
de aflojar el agarre que Yunho mantenía sobre él para poder mirar a su marido a
la cara, pero Yunho no parecía dispuesto a dejarlo ir.
- ¡Claro que no! Lloro porque soy muy feliz…
Yunho aflojó el agarre en su esposo solo
entonces para poder mirarlo a cara. Sosteniendo el rostro bañado en lágrimas de
su rubio, el vampiro pudo leer felicidad en sus ojos. Jaejoong estaba llorando
porque estaba feliz, no porque estuviera sintiéndose miserable.
Yunho sonrió tanto en ese momento que
podía sentir como los músculos de su rostro protestaban.
- Te amo, Jaejoong…
La declaración del vampiro solo logró que
más lágrimas se derramaran por el rostro de porcelana. Jaejoong sentía tanta
felicidad, tanto amor y tanto alivio que no sabía cómo expresarlo todo más que
con lágrimas.
- Y yo a ti, Yunho…
Sin poder dejar de sonreír, el vampiro
procedió a quitarle el aliento a su rubio de un beso lleno de felicidad. Junsu
y Yoochun se sonreían de oreja a oreja, mientras que la madre de Yunho
comenzaba a derramar lágrimas propias.
Después de unos minutos, Yunho se separó
de su esposo y sonrió apoyando su frente contra la de él. Ninguno de los dos
decía nada, y eso de alguna forma estaba perfectamente bien para ambos. Como si
estuvieran comunicándose sin palabras. Como si ambos estuvieran tratando de
llegar a términos con todo lo que la repentina noticia les había hecho sentir.
Finalmente el vampiro se separó y acomodó
el cabello de su rubio con cariño, detrás de sus perfectas orejas.
- Jae… ¿Qué con los tatuajes? – preguntó el
vampiro bajando la mano inconscientemente para recorrer lentamente el
contorno de las alas en la espalda
marfileña.
- Esa es la forma en la que nos enteramos
cuando viene un bebé. Aparecen marcas
negras en nuestra piel, con alguna forma en particular. Mi madre tiene nueve hojas en
forma de corazón a lo largo del interior
de su brazo derecho – explicó Jaejoong fregándose los ojos y la nariz de una forma que al rey le
pareció adorable.
- ¿Entonces eso significa que tú te llenarás
de alas? – preguntó Yunho acariciando las
caderas de Jaejoong.
El rubio se recostó suavemente sobre el
pecho desnudo de su vampiro, suspirando contento al encontrarse en los brazos
de su Yunho. Los brazos fuertes del moreno se enredaron en su cintura al
instante, atrayéndolo contra su pecho con un suspiro de satisfacción.
- Puede ser… No sé cómo lucirá… - contestó el rubio
finalmente, sonriendo simplemente ante
la idea de más bebés. Muchos bebés que llenarían ese enorme lugar que Jaejoong
llamaba hogar.
- Hermoso… un hermoso ángel… - murmuró Yunho
contra el cabello rubio.
- Awwww – Junsu murmuró subiéndose al regazo de su
Chunnie para recibir amor también.
Junsu y Yoochun habían decidido esperar
un poco más antes de tener niños, no porque no tuvieran suficiente amor el uno
por el otro, todo lo contrario. El par quería estar juntos todo el tiempo, sin
tener que regalarle un solo minuto a nadie más. Además, ambos eran muy jóvenes,
los salcor no solían encontrar a sus parejas tan temprano en la vida, Junsu y
Yoochun habían sido una sorpresa para todos. Al menos hasta Jaejoong. Como siempre,
el rubio tenía que hacer todo diferente del resto, así que no solo había
encontrado a su destinado siendo joven, sino que dicho destinado era de otra
raza y ahora iba a tener un niño a solo meses de haberse casado.
Junsu observó, como la madre de Yunho
desaparecía, solo para volver seguida de Jinki y una horda de mucamas de
rostros risueños, cargando copas y comida. Yunho levantó la mirada brevemente
cuando todos comenzaron a felicitarlos a ambos por la buena noticia, pero él no
respondió nada, simplemente asintiendo una sola vez en su dirección. La verdad
no es que tratara de ser rudo o descortés, sino que los instintos protectores
asesinos habían aparecido de nuevo ahora que sabía que su esposo tenía a su
hijo creciendo en su interior. El rey vampiro casi se había olvidado lo difícil
que era mantener la compostura en ese estado cuando su esposo estaba tan cerca
de tanta gente, así que el impulso de gruñir y amenazar lo había tomado por
sorpresa. Aceptó la copa que Jinki le ofrecía, mordiéndose los labios para no
enseñarle los colmillos al pobre vampiro por acercarse. Una vez que todos
brindaron a su salud, Yunho tomó de un solo trago el contenido de la copa antes
de dejarla sobre la pequeña mesa de la sala y levantarse con su esposo en
brazos. Todo el mundo lo miró sorprendido, pero a Yunho no le importó. Tenía
que sacar a Jaejoong de la sala.
- Yunho… ¿Dónde vas? – preguntó su madre
mirándolo con confusión en los ojos.
- Quiero… estas a solas con Jaejoong, Umma… lo
siento… - inmediatamente el rey vampiro
se giró hacia Jinki – Por favor cuéntale las noticias al consejo y diles que
no quiero que me molesten…
Yunho se fue sin esperar respuesta
directo hacia las escaleras, cubiertas de madre selva, que lo conducían a la
habitación que compartía con su salcor. Este por su parte estaba tan contento
en los brazos de su vampiro, que simplemente se aferraba a él y lo dejaba hacer
lo que quisiera. Yunho… su Yunho le había dado un bebé y eso era todo lo que el
rubio pensaba.
En cuanto llegaron a la habitación, Yunho
se aseguró de que la puerta estuviera propiamente cerrada antes de dejar a Jae
en el centro de la cama y recostarse junto a él. Sintiéndose más relajado
sabiendo que estaban los dos solos, Yunho acarició suavemente el rostro de
Jaejoong y simplemente lo miró a los ojos. El par solo podía yacer allí y
mirarse a los ojos como si se estuvieran viendo por primera vez.
- Jae… ¿Cómo… Tu dijiste… no me dijiste que
querías tener un… bebé… - murmuró
finalmente el moreno después de un rato.
Jaejoong se sonrojó un poco y se movió
hasta que quedó pegado contra el pecho de su vampiro. No quería que Yunho lo
mirara cuando se estaba siento extrañamente… tímido.
- No es un deseo que se exprese en voz alta…
el de tener un bebé. Umma dice que…
cuando estás con tu compañero y tú muy en el fondo sientes el deseo de tener un trocito de él y de ti
juntos es cuando sucede. Es… bueno… es amor, mucho, mucho amor el que se
siente y supongo que solo quieres… pues…
más. – El rubio suspira profundamente y despega el rostro del torso desnudo de su
vampiro para mirarlo a los ojos – Creo
que no me expliqué ¿verdad?
Yunho sonrió juguetón y afirmó el agarre
que mantenía sobre la cintura de Jae.
- Pues… Yo entendí que me amaste tanto que tu
corazón explotó y de allí salió el
bebé… ¿Verdad?
Jaejoong se carcajeó con ganas.
- Pero tú también ayudaste un poquito…
- ¡Solo un poquito! – exclamó el moreno
fingiendo estar ofendido.
- Si, solo un poquito chiquito – reafirmó el rubio
sonriendo ampliamente
- No me digas… - murmuró Yunho con
tono amenazante – porque yo recuerdo haber ayudado mucho… - comentó
con un tono seductor antes de bajar el
rostro para capturar los labios de Jaejoong en un beso.
El salcor se aferró firmemente a los
amplios hombros del vampiro, pero luego una de sus manos resbaló lentamente
para enredarse en sus cabellos oscuros. Yunho continuó un camino de besos por
el rostro de Jaejoong, hasta que este comenzó a reír simplemente por sentirse
tan feliz.
- Tienes que decirme, si es que tienes otras
necesidades ahora. Yo solo sé de los
embarazos de mi raza… y aun así no se tanto al respecto. – le comentó Yunho sosteniéndose con sus
brazos sobre Jae.
Jaejoong sonrió y acarició con su pulgar los
labios hinchados de su esposo.
- Yo no sé mucho tampoco, pero sé que a veces
voy a necesitarte más que de costumbre,
esposo mío. Y no te preocupes por tu alimentación, porque mi cuerpo se cura y no me hace daño que
tomes tu sustento de mí.
Yunho mordió el pulgar de esposo lo
suficiente para hacer que sangrara y bebió lentamente del pequeño reguero de
sangre sin quitar la mirada de esos ojos grises que había aprendido a querer en
tan poco tiempo. Jae jadeó al sentir los pequeños tirones de succión del
vampiro combinado con su mirada fija que parecía estar atravesándolo. Jaejoong
le había comentado a Junsu mientras se asoleaban la extraña fascinación que sentía
con los colmillos de Yunho. A Jae le gustaba ser la fuente de alimento y de
vida de su esposo. Le gustaba saber que era él quien le daba su fuerza y todos
los poderes sobrenaturales que tenía. Pero lo más raro era que la sensación
cuando alimentaba a su esposo también era placentera. Era cierto que la mordida
dolía un poco, pero cuando Yunho comenzaba a succionar su sangre, Jaejoong se
sentía… genial. Junsu lo había llamado loco y masoquista y ambos habían reído.
Yoochun le había dicho que tal vez se debía a que Yunho bebía de él
principalmente mientras tenían sexo. Pero justo como en ese momento, había
veces que Yunho se alimentaba de él sin que el sexo estuviera involucrado. Tal
vez si estaba loco…
Yunho continúo bebiendo unos minutos más,
sin estar consciente de lo que su esposo estaba pensando. Después de unos
momentos comenzó a lamer lentamente el pulgar, para que la herida cicatrizara y
sonrió.
- Me alegro de no tener que dejarlo… no hay
nadie tan delicioso como tú, Jaejoongie.
- Por supuesto que no – afirmó el rubio
abrazándolo y atrayéndolo para que
dejara que su peso cayera sobre él.
Yunho sonrió y se acomodó cómodamente
sobre su pálido esposo. De repente un montón de nervios comenzaron a
atormentarlo. Era como si solo en ese momento hubiera caído en cuenta de que
iba a ser padre. De que un niño o niña iba a depender de él para criarlo y
amarlo y darle todo lo que necesitaba. Una criatura que sería un hibrido… un
hibrido que no tenían ni idea de cómo cuidar o de las necesidades que tenía. El
primero de su clase. Tal vez más poderoso que ninguno o tal vez simplemente una
criatura sedienta de sangre y de sexo. Yunho se quitó ese pensamiento de la
cabeza tan pronto como se le ocurrió. No pensaría de esa forma de su hijo.
- Jae… quiero que vallamos con tu madre.
Tenemos que decirle lo del bebé y también
me gustaría hablar con ese oráculo de ustedes. Tal vez ella pueda decirnos algo respecto del bebé
y lo que necesitamos para cuidarlo…
- Si, hagamos eso…
- Jae… y si… si no logro cuidarlo… si lo daño
por no saber… si… - Jaejoong acalló
las siguientes palabras con sus labios.
- Lo haremos bien. Tú y yo…
Continuara
\\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
Un bebe!!! Awwww fruto de su amor y pasion xD . Jae es tan tierno, enserio q me dan ganas de comermelo. Gracias! Gracias!
ResponderEliminarAlgo sospeche y lo confirme kyaaaa un hermoso bebé viene en camino <3 felicidad total
ResponderEliminarYa lo sospechaba,tendran un bebe por eso Jae estaba llorando de felicidad
ResponderEliminarlo savia un bebe hermoso pechocho de ese par de hermosos genial me encanto el capitulo
ResponderEliminarGracias
Que hermoso un bebé YunJae, ahora me preocupo mas por lo que traman los demonios contra Yunho por medio de Jae.
ResponderEliminarGracias!!!
Oh Que hermoooso¡¡¡ un bebé aaaaahh me imaginaba que era eso o que era la señal de que su Yunho ya lo amaba al infinito y más allá😍😍 y Dabaaan doble regalo para Jae. Yunho no lo había ducho pero la feliz noticia le trajo a Jae ese "Te amo" que sé había esperado tanto. Aaayyy Yunho cositaaa¡¡¡ esta asustado de no ser un buen padre, es lógico que tenga esos temores. Lo malo aquí es que esos demonios van a atentar en contra de la felíz familia. NOOOO ORACULO PREVENLOS POR FAVOR.😢😢😢
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