Just One Drop. Cap 6

Jae, Changmin, y Junsu pasaron las siguientes cuatro semanas aprendiendo sobre las diferentes manadas que iban a estar presentes en El Encuentro.

Aprendieron los nombres de los Alfas y sus compañeros, si lo tenían. Aprendieron sobre las diferentes tradiciones y prácticas de las manadas. Jae encontró interesante que aunque había algunas cosas que eran universales en el mundo Canis lupis, las manadas eran muy individualizadas.

Ahora quedaban dos días antes de partir hacia los Alpes de Transilvania y ellos, junto con otros tres doceles sin pareja y ocho machos sin pareja, se encontrarían en la gran sala de reunión de la mansión para aprender a bailar.

— No necesito lecciones de baile — murmuró Jae en voz baja mientras permanecía de pie con Changmin y Junsu contra la pared del fondo.

— Creo que Siwon quiere que el baile sea clasificado apto para todo público — bromeó Junsu.

Jae fingió indignación.

— Disculpa, pero mi ropa permanece en su sitio.

— La mayoría de las veces — murmuró Changmin, estallando en risa junto a Junsu.

 — ¡Oh, VAMOS! ¡Fue solo una vez! — Gimió Jae — Lo juro, pierdo la ropa en una fiesta una vez y nunca dejarán de recordármelo.

— Oooh, ahora esto suena lo mío. — Key, el loba que había hablado en la reunión de la manada, llegó rebotando con otra chico — Oye, no hemos sido presentados formalmente. Soy Key y esta bestia es Seulong. — Ambos chicos mostraron sonrisas amistosas.

Aunque Seulong no era realmente una bestia, era muy alto. De pie junto al pequeño Key, ciertamente calificaba como una especie de bestia.

— Hola, Key. Soy Jae. Estas dos tontos son mis mejores amigos, Changmin y Junsu.

Ambos chicos desnudaron sus cuellos brevemente a Junsu. Se había explicado durante una de sus clases que, aunque Junsu no sostenía ningún poder real en este momento, la manada debía mostrar su respeto por su lugar con muestras de sumisión, como desnudar sus cuellos.

Junsu dio un solo movimiento de cabeza en reconocimiento a su sumisión.

— Así que, ¿están listos para el Festival de Machos 2017? — les preguntó Jae. Key sonrió.

 — ¿Festival de Machos?

— Parecía mucho más del siglo XXI que “El Encuentro”. ― Key dio un codazo a Seulong.

— Te dije que serían geniales, ¿no? ― Seulong sonrió.

— Sí, jefe. Lo dijiste. — Miró a Jae con complicidad — Él dijo que cualquiera que pudiera hacer de Yunho todo un manojo de nervios como tú lo haces tiene que ser genial.

Jae no sólo se rió de eso, él se carcajeó.

— Él hace que sea muy fácil. ― Key sonrió con él y agregó.

— Para que lo sepas, no sé lo que hay entre ustedes dos, pero ni yo ni Seulong tenemos planes para él.

Jae se puso serio y miró a los dos chicos. No se le había ocurrido a él hasta ese momento que podría haber otros en la manada que tuviera algún interés en Yunho. Antes de que pudiera detenerse, dejó escapar un gruñido. Jae vio como los ojos de Seulong y Key se abrieron de par en par y escuchó a Changmin tomar aliento agudamente, pero antes de que pudiera volverse, un fuerte brazo rodeó su cintura y lo apartó.

 — ¿Qué demon…? — comenzó él, pero fue interrumpido cuando una mujer en la esquina más alejada gritó.

 — ¡Tomen una pareja!

Jae se volvió bruscamente y se encontró cara a cara con Yunho.

— Hola, Jaejoong. — Él sonrió sin arrepentimiento.

— Yunho, qué bueno verte. ¿Han pasado, qué, tres semanas desde que me has agraciado con tu presencia?

— Ahh, sí. Acerca de eso… por favor, perdóname por mi ausencia. He estado trabajando en tus medidas de seguridad.

 — ¿Mis qué? — preguntó Jae con cautela.

Yunho tomó la mano izquierda de Jaejoong y la puso sobre su hombro, tomó su mano derecha con la suya izquierda, y luego envolvió su brazo libre alrededor de su cintura, atrayéndolo.

— Tus medidas de seguridad — le dijo de nuevo, ahora mucho más cerca de su oído — Siwon me ha puesto a cargo de tu seguridad durante El Encuentro, así que he ido y venido entre aquí y Transilvania trabajando en los problemas.

Jae abrió la boca en asombro, pero no dijo nada más. Estaba en realidad en un pequeño estado de shock después de no ver a Yunho durante días y días. Para tenerlo de pronto aquí en frente de él, tan cerca, que era un poco abrumador. Aunque no había manera en el infierno que él alguna vez lo confiese.

Bailaron en silencio durante unos momentos antes de que Jae espetara:

— Eres un muy buen bailarín. ― Yunho rió.

 — ¿No se te ocurrió que algo que caminara en cuatro patas sería capaz de bailar el vals?

Jaejoong le sonrió. Yunho casi podía ver los pensamientos formarse en su mente.

— En realidad, bailar el vals cuando estás en tu forma de cuatro patas, debería ser bastante similar a hacerlo en tu forma bípeda. Sólo que, no necesitarías una pareja porque ya tendrías un montón de piernas. — Jae no pudo evitar la risa que burbujeó ante su propia pequeña broma. Yunho le gruñó, pero fue sólo a medias.

Sus bromas fueron interrumpidas por otro grito.

 — ¡Cambio!

— Beta, ¿puedo interrumpir? — Hayami, el lobo del bar, estaba de pie al lado de un Jae y Yunho ahora congelados en el sitio.

Yunho abruptamente dejó ir a Jaejoong.

— Por supuesto. — Él asintió hacia el otro lobo y se marchó sin mirar atrás. Jae vio como Yunho se alejó y luego miró a Hayami.

 — ¿Quién le haló los calzones? — preguntó él en voz alta cuando una vez más asumió la postura de baile.

— Oh, él sólo está un poco dolido que interrumpiera. A él no le gusta mucho compartir sus cosas.

Jae miró hostilmente a Hayami.

— Yo no soy una de sus cosas — dijo entre dientes. Hayami se rió, pero lo cubrió rápidamente con una tos.

— Por supuesto que no lo eres.

El resto de la lección consistió en ir cambiando periódicamente de pareja. Todo el tiempo, Yunho mantuvo los ojos fijos en Jae y con quien sea que él estuviera bailando.

>>>♥<<<

— Entonces, ¿cómo te sientes acerca de todo este asunto de El Encuentro? — le preguntó Key a Jae.

Cuando terminó la clase de baile, los cinco chicos se habían ido en busca de chocolate caliente y ahora estaban reunidos alrededor de la mesa del comedor.

— Honestamente… — Jae hizo una pausa mientras tomaba un sorbo de su chocolate caliente — estoy un poco ansioso de participar. Es algo que tiene mi mente fuera de sí, me gustaría decir cosas desagradables, pero qué me condenen si él no es la bola de pelos más deliciosa de este lado del mundo.

— El chico está realmente mal — le dijo Junsu a Key y Seulong.

— Yunho es muy sexy, de eso no hay duda — concordó Key.

La cabeza de Jae giró bruscamente y un gruñido vino de algún lugar dentro de él.

Key levantó las manos en señal de rendición.

— Oye, no voy a infringir en tu lobo. — Él mostró su cuello a Jae y algo dentro de él se instaló. Se estaba volviendo raro.

Jae negó con la cabeza, tratando de despejar la niebla que llenaba su mente.

— Lamento eso. No sé qué fue eso, pero fue, caramba, no sé qué. ― Seulong habló por primera vez.

— Eras tú reclamando lo que es tuyo.

— Pero no hay señales de apareamiento.

— Aquí vamos — soltó Changmin. Junsu asintió en acuerdo.

— Una vez que le dan cuerda es como ver el conejito de Energizer. Es mejor que se pongan cómodos.

 — ¿Y si todavía no han aparecido porque tus genes están latentes? — ofreció Seulong.

Jae apoyó los codos en la mesa y luego puso su rostro entre las manos.

— He pensado en eso. Pero en serio, han pasado varios meses desde que nos conocimos y en esos varios meses estuve en un accidente automovilístico con quemaduras, descubrí que tenía sangre de hombre lobo, nos mudamos a un nuevo país, ah, y cumplí los dieciocho años. Se podría pensar que algo allí activaría, bueno, algo.

— Pero lo hizo — le dijo Seulong — Se activó el interés en ambas partes, ¿no es así?

Jae pensó en sus palabras.

 — ¿Cuándo comenzaste a notar realmente a Yunho? — preguntó Key.

— Después que desperté del coma. Él vino a mi habitación para ver cómo estaba. Lo cual era extraño, por decir lo menos. Recuerdo que pensé: “guau, eso es delicioso”.

Changmin rió.

— Él prácticamente tuvo que usar un babero alrededor de él por lo mucho que babeaba.

— Changmin, ¿cómo están esas próximas elecciones para alcalde? ― Junsu se quedó perplejo.

 — ¿Qué?

Changmin negó con la cabeza.

— Ni te molestes. Está falta de neuronas últimamente porque han sido fritas por la sobrecarga hormonal.

Jae puso los ojos en blanco e hizo una señal en “L” con los dedos mientras pronunciaba: “Lo que sea”.

Seulong comprobó su reloj.

— Bueno, se está haciendo tarde, así que supongo que deberíamos irnos. Búsquennos en el Festival de Machos y vamos a pasar el rato. Nosotros los marginados debemos permanecer juntos.

Jae sonrió.

— Suena como un plan. Fue realmente genial conocerlos a ambos.

Changmin y Junsu chillaron en acuerdo y se despidieron a medida que los otros dos chicos se iban del comedor.

— Creo que deberíamos dar por terminada la noche — dijo Junsu, derribando lo último de su chocolate caliente — Un día menos antes de que nos dirijamos a las colinas recubiertas de testosterona en Transilvania.

Los tres chicos enjuagaron sus tazas y se dirigieron a sus habitaciones.

>>>♥<<<

Jae acababa de llegar a su puerta cuando él lo sintió. Alguien estaba observándolo. No había duda en su mente de quién se trataba. Se volvió y vio a Yunho de pie en el otro extremo del pasillo, mirándolo.

Ninguno se movió durante varios minutos. Entonces él comenzó a caminar hacia él.

Jae no sabía si entrar a su habitación, correr, o permanecer congeladp y muy posiblemente desmayarse debido a la falta de oxígeno. Sus largas zancadas devoraron la distancia entre ellos más rápido de lo que hubiera creído posible y, de repente, él estaba allí, a menos de un pie de distancia de él. No podía hablar. Lo único que podía hacer era mirar a esos increíbles ojos color ámbar.

Yunho cerró los ojos y respiró hondo. Una vez más detectó ese pequeño bocado de canela en su aroma.

— Jaejoong — susurró.

— Ajá — fue todo lo que Jae pudo decir.

La mano derecha de Yunho se estiró y apartó el largo cabello rubio de su cara y cuello.

Se inclinó hacia adelante y puso su nariz contra su cuello, justo debajo de la oreja, y volvió a respirar hondo. Jae en serio pensó que iba a desmayarse. «Esto no puede estar pasando». Él quería pellizcarse para asegurarse de que estaba realmente despierto. Cuando Yunho retrocedió, vio que sus ojos ámbar estaban ahora brillando.

— No sé lo que está pasando entre nosotros, Nae ma-eum-ui ju-in — le dijo Yunho con voz ronca — Te diré que me asusta.

 — ¿Te asusta? ¿Cómo puede algo asustarte?

Yunho rió cuando acunó suavemente su cara, su pulgar acariciando tiernamente la línea de su mandíbula.

— Hay mucho que no sabes sobre mí, Jaejoong, gran parte de mi pasado que ha dado forma a lo que soy hoy. — Hizo una pausa mientras lo miraba — No puedo estar lejos de ti, y ahora nuestro condenado Alfa me ha hecho tu protector.

— Y tú no quieres ser mi protector — interrumpió Jae con un susurro.

Yunho escuchó la inseguridad en su voz, pero lo admiraba por no apartar la mirada de él cuando lo expresó.

— El problema no es que no quiero ser tu protector, es que quiero ser más.

— Oh — exhaló Jae.

— No sé cómo voy a salir de esto, este… — Yunho buscó las palabras.

 — ¿Festival de Machos? — ofreció Jae, lo que trajo una sonrisa de infarto de Yunho. Él casi se desmayó.

«Tienes que controlarte», se dijo. «Kim Jaejoong no se desmaya. Babear, definitivamente. Mirar fijamente sin vergüenza, sin duda. Pero desmayarse está prohibido.»

Él decidió que su diálogo interno estaba realmente empezando a salirse de control.

— Sí, este Festival de Machos. No sé cómo voy a conseguir pasar por él sin matar a otro lobo.

 — ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?

— No toques a otro hombre. No dejes que otro hombre te toque. — Los labios de Yunho se tensaron mientras hablaba, traicionando su cuidadosamente transmitido control.

— Está bien, no tocar. Lo tengo.

Una vez más se miraron el uno al otro en silencio. Gradualmente, Yunho comenzó a inclinarse hacia él y Jae se dio cuenta que iba a besarlo. También fue entonces cuando se dio cuenta de lo desesperado que lo deseaba, anhelaba ese beso. Sus ojos empezaron a cerrarse mientras esperaba, y esperaba.

«¿Qué demon…?», pensó mientras abría los ojos. Él no se había movido más cerca.

 — ¿Vas a besarme? — preguntó Jae audazmente.

Yunho sonrió, pero se fue tan rápido como había llegado.

— No puedo.

Él frunció el ceño.

 — ¿No puedes, o no quieres?

— No es así de simple, Jaejoong. — Yunho comenzó a retroceder, pero Jae le agarró la mano y la llevó de nuevo a su rostro. La sostuvo junto a su mejilla y dejó que su calor se filtrara en él. Nunca había sentido nada mejor que su toque en toda su vida.

— Es así de simple. O lo haces o no. Es una elección, Yunho. Tú elección. Así que no me digas que no puedes. A menos que tus labios estén súper pegados a algún objeto. Entonces, ¿qué es?

— Creo que tienes que hablar con el doctor Jeong, entonces vas a entender lo que está en juego a partir de algo tan inocente como un beso.

Observó a medida que el brillo perverso demasiado familiar llenaba los ojos de Jaejoong.

 — ¿Quién dice que tiene que ser inocente?

Yunho dio un paso atrás esta vez y él lo dejó ir.

— Duerme un poco, Jaejoong. Te veré mañana — le dijo con suavidad.

Después de una pequeña sonrisa a él, se fue.

Jae entró en su dormitorio después de ver a Yunho alejarse hasta que no podía verlo más.

— Nos vemos en el otro lado, ¿Jae? ¿En serio? — se preguntó en voz alta—  ¿Quieres que alguien te pida escribir un reporte experto sobre cómo ser eficazmente patética? Porque déjame decirte, rubio, lo eres por todas partes.

«Patético», pensó, «soy un groupie y estoy hablando conmigo mismo.»

— Ughh.

Rápidamente pasó a través de su rutina de prepararse para la cama, todo el tiempo recordando la sensación de la piel de Yunho sobre la de él, su aliento en su nuca. No había manera de que sobreviviera esto con su corazón intacto. Él sabía que cuando estuviera todo dicho y hecho, resultaría en un cascarón vacío si no terminaba con Yunho a su lado.

La verdadera pregunta que se encontró enfrentando después de su pequeño encuentro con la bola de pelos en el pasillo fue: ¿cómo vas a ir en la búsqueda de un compañero cuando prefieres estar tratando de convencer al que quieres perseguir de lo que le estaba abofeteando constantemente en la cara?

— Sí, buena suerte con eso — se dijo Jae.

>>>♥<<<

— Así que, ¿supongo que te veré en un par de días? — le preguntó Junsu a su padre a través de su teléfono celular.

— Sí. Y voy con Dahae. Ella realmente quiere conocerte. ¿Estás bien con eso?

— Sí, está bien. Estaba previsto a suceder un día, ¿cierto? No hay tiempo como el presente — le dijo Junsu, su voz saliendo anormalmente alta. Se sintió nivelado mientras Yoochun envolvía sus brazos alrededor de él por detrás y colocó un suave beso en su cuello.

— Gracias, Junsu. Sé que es mucho pedir. Así que te veré pronto, entonces. — Él desconectó la llamada.

Junsu dejó su teléfono celular sobre la mesita de noche.

— Bueno, esto debería ser divertido. Va a ser acogedor, un poco de conocer y saludar — le dijo a Yoochun, frunciendo el ceño.

— Va a estar bien, Junsu, es una hacienda grande. Si tú y Dahae no se llevan bien habrá un montón de lugares a los que puedes escabullirte.

Junsu se retiró de sus brazos y se volvió hacia él bruscamente.

 — ¿Escabullirme? No me escabullo, hombre lobo. ― Yoochun sonrió y le guiñó un ojo.

— Sabía que eso lo haría.

Junsu gruñó y lo derribó en la cama.

— Así que, ¿crees que si picas mi orgullo voy a ser menos propenso a evadir la confrontación que tan desesperadamente quiero evitar?

Yoochun asintió.

— Eso lo resume todo.

— Qué bien me conoces ya, problemática bola de pulgas.

— Otra vez con las pulgas. — Él gruñó y le hizo cosquillas. Junsu chilló, tratando sin éxito de luchar contra él. Finalmente él cedió y lo atrajo hacia sí — Todo estará bien, Luna — susurró.

— Lo sé — concordó él — pero siempre hay una variable que no se contabiliza, dispuesto a tirar las cosas fuera de la alineación. Entonces ya no está todo bien.

— Ahh, amor. ¿De dónde proviene tal pesimismo?

— Creo que la preocupación de Jae se me está pegando. Sólo deseo que él y Yunho pesquen o corten el cebo de una vez.

 — ¿Pesquen o corten el cebo? No estoy familiarizado con eso — dijo Yoochun, con el ceño fruncido.

— Eso significa seguir adelante con ello o superarlo. Es tan obvio que están destinados a estar juntos.

— Él no puede reclamarla sin signos de apareamiento. Él tiene que participar en El Encuentro — le advirtió Yoochun.

— Entonces habrá un baño de sangre — dijo Junsu sombríamente — Debido a que el primer hombre lo suficientemente valiente como para poner un dedo sobre Jae va a ver de primera mano lo que sucede cuando otro toca un compañero ajeno. Con signos o no, el lobo de Yunho ha reclamado a Jae. Y el lobo de Jae, lo poco que pueda ser, ha reclamado a Yunho, por no hablar de su corazón.

Ambos se quedaron en silencio, mientras pensaban acerca de las consecuencias que estaban seguros vendrían. Pero al igual que un tren a toda velocidad sin frenos, nada menos que un milagro podría detenerlos.

>>>♥<<<

― ¿Crees que fue sabio hacer de Yunho su protector? — le preguntó Heechul a su compañero.

Siwon continuó mirando a la carretera mientras conducía hacia el lugar de El Encuentro. Sabía que era una apuesta riesgosa colocar a Jae al cuidado de Yunho.

— No lo sé — admitió — Supongo que estoy tratando de obligarlo a entrar en acción. Tal vez si él ve a otros persiguiéndolo, conseguirá superar ese miedo y hará un movimiento. O podría ser sólo la muerte de algún pobre lobo.

Heechul le observó atentamente mientras hablaba, notando las líneas tenues que corrían a lo largo de su piel. Incluso después de dos siglos, su compañero todavía estaba increíblemente guapo, pero parecía que el estrés de la vida se ponía al día con él.

— A veces los lobos dominantes tienen que ser empujados hasta el borde cuando no ceden por su cuenta. ¿Por qué crees que sea así? — El tono de Heechul era bromista.

Los labios de Siwon se levantaron ligeramente.

— Incluso nosotros los dominantes tenemos que tener un defecto, Luna, de lo contrario, no sería justo.

Heechul se rió y negó con la cabeza a su engreído compañero.

>>>♥<<<

— Veo algo verde — anunció Changmin.

— Árboles — gritó Key, mientras Seulong decía— Hierba.

— No — contestó Changmin.

 — ¿Cuál es el objetivo de este juego otra vez? — preguntó Key.

— Entretenimiento sin sentido — dijo Jae — Es por lo que son conocidos los americanos.

Yoochun y Yunho rieron al oír las palabras de Jae.

Siwon había planeado la asignación de conducir, por lo que Jae, Junsu, y Changmin habían sido emparejados con Key y Seulong, así como Yunho y Yoochun. «Una gran familia feliz», pensó Jae mientras miraba alrededor de la cabina de la Hummer. Estaba muy contento de que Key y Seulong hubieran resultado ser geniales. Habría sido una gran jodida pérdida de tiempo que resultaran ser tontos.

 — ¿Más adivinanzas? — preguntó Changmin.

— Creo que ya hemos tenido suficiente de Yo Veo, Min — le dijo Junsu.

El rostro de Changmin decayó brevemente, pero se animó cuando dijo:

— Bueno, ¿qué tal si…?

Antes de que pudiera terminar, Jae lo cortó.

 — ¿Qué tal si discutimos los planes cuando lleguemos a este pequeño festival de “Conozcamos al Papá del Bebé”?

Todo el vehículo estalló en carcajadas ante la jerga de Jae. Él se sonrojó furiosamente cuando Yun le dedicó una sonrisa de infarto.

 — ¿Cómo pueden todos contenerse de hacerse pis cuando él está cerca? — preguntó Key, secándose las lágrimas que brotaron de sus ojos.

— Sin duda, es difícil — le dijo Junsu — Y a veces es aconsejable llevar una muda de ropa si vas a estar cerca de él durante un periodo prolongado de tiempo.

Después de las risas y bromas, finalmente permanecieron en silencio, hasta que Yoochun retomó la pregunta anterior de Jae.

— Creo que esta noche hay una gran reunión con todas las manadas para sentar las reglas básicas y el propósito detrás de El Encuentro — explicó Yoochun — Habrá un montón de parejas acopladas por todos lados y Alfas para mantener a los machos bajo control.

— Siento como si tuviera que llevar un impermeable o algo así. — Jae sólo bromeó a medias.

Key rió.

— Supongo que, ¿tienes miedo de que alguien te pida una caminata a oscuras?

Jae sonrió.

— Sabía desde el momento en que respondiste mordazmente a Siwon que me agradarías.

Yunho puso los ojos en blanco.

— Genial, ahora realmente estamos en inferioridad numérica.

— No lo olvides, chucho. — Jae le arrojó un trozo de papel arrugado pero él lo atrapó antes de que lo golpeara.

— Te gusta tentar a tu suerte, ¿verdad, Jaejoong? — le preguntó.

— Tentar, o simplemente darle un enorme empujón. Lo que sea que funcione. — Él le guiñó un ojo y luego se deslizó hacia abajo en su asiento — Trataré de contar algunas ovejas antes de llegar allí. Tengo la sensación de que voy necesitar mi ingenio.

— Eso podría ser un problema, Jae. Tendrías que tener… — comenzó Changmin.

— Ni una palabra más, Changmin. — Las palabras de Jae fueron seguidas por las risas de los otros chicos, y entonces el vehículo cayó en silencio.

>>>♥<<<

KangTa observaba como sus lobos acomodaban la sala de reuniones con sillas y mesas para las manadas. La manada americana ya había llegado y estaba siendo instalada en sus habitaciones. Las otras debían llegar en cualquier momento.

Los ojos de KangTa siguieron el movimiento alrededor de la habitación, pero su mente estaba en otra parte. No podía dejar de preguntarse si finalmente encontraría su verdadera o verdadero compañero entre los que venían a El Encuentro. Dos siglos era demasiado tiempo para estar sin un compañero.

Sobre todo cuando los otros Alfas estaban todos acoplados. Él no era un Alfa débil de cualquier modo, pero era un hecho que un Alfa acoplado era un Alfa fuerte. Así que, independientemente de su propia fuerza, hasta que estuviera acoplado él no tendría ninguna oportunidad contra otro.

KangTa fue sacado de sus pensamientos cuando las dobles puertas de la gran sala se abrieron.

Vio como entraron Siwon y su compañero. Detrás de ellos vio a su Beta y Yoochun, el Príncipe de los Lobos TVXQ. El tamaño de ellos bloqueaba cualquier vista de quienes podrían estar detrás de ellos. KangTa estaba seguro de que era un movimiento táctico por parte de Siwon. Sus jóvenes estarían bien protegidOs. «Eso podría ser un problema, pero no uno insuperable», pensó.

— Caramba — susurró Junsu mientras las puertas dobles se abrían y entraban en una habitación inmensa — ¡Mira este lugar!

— Me siento como la Bella en La Bella y la Bestia — le susurró Changmin a Jae— Ya sabes, ¿cuándo él entra en el gran salón de baile por primera vez?

— Bueno, estás en lo correcto en una cosa, Min — murmuró Jae mientras él también observaba a sus alrededores — no estamos cortos en bestias.

Jae inclinó su cabeza hacia atrás ante la provocación de Junsu y su propia boca cayó abierta al ver la altura del techo. Esa no era la única cosa que tenía sus bocas contra el suelo recién encerado. Pintado en el techo había un bosque cubierto de nieve reluciente. De alguna manera, el artista había logrado un efecto casi tridimensional, y con sólo mirarlo sentías como si estuvieras cayendo en la pintura. Entre las colinas y los árboles había lobos. Algunos corrían, otros permanecían en calma.

El tema era bastante obvio una vez que lo pensabas, se dio cuenta Jae. No había ni un único lobo solo. Cada uno estaba emparejado con otro. Y mientras miraba más tiempo podía ver que cada par era conmovedor. Los lobos corriendo lado a lado estaban pintados de manera que sus colas se entrelazaban mientras corrían, los que estaban sentados juntos tenían a uno agazapado cerca del otro, y aquellos acostados tenían un lobo literalmente acurrucado alrededor del otro, protectoramente, abrigadoramente. Era hermoso, y el significado era claro: los lobos no estaban destinados a estar solos. Fueron creados para un compañero.

Jae sacó los ojos de la convincente pintura cuando sintió un tirón en la manga. Se dio la vuelta justo cuando Seulong estaba haciéndoles señas a todos para que siguieran.

— Este apuesto caballero se ofreció a enseñarnos nuestras habitaciones — les dijo Seulong.

Jae miró de vuelta y vio que Siwon estaba hablando con otro hombre que parecía estar a cargo de algo. Es probable que no fueran necesarios. Miró a Junsu y asintió en dirección a donde Seulong se dirigía.

— Cuenta conmigo. ¿Tú?

— Lidera el camino — respondió Junsu.

Jae no sabía si debía decir algo a Yunho, pero pensó, «él tiene oído de lobo, seguramente nos oirá salir». No sólo eso, no había manera que Yoochun no vigilara a su pequeño lobo. Así que se encogió de hombros y siguió al resto fuera de la sala grande. De espaldas no se dio cuenta que Yunho asintió a Hayami, una orden silenciosa para mantener un ojo en los chicos hasta que él pudiera irse sin que pareciera una falta de respeto.

— Siwon. — KangTa levantó la voz para hacerse oír por encima de la habitación mientras se abría camino hacia el Alfa coreano — Me alegra tanto que hayas podido venir.

— Quiero que nuestra especie prospere tanto como tú, KangTa. Nuestra manada aprecia tu invitación y por darnos la oportunidad que nuestros miembros solteros de la manada conozcan, posiblemente, a sus verdaderos compañeros.

Yunho sintió que su piel comenzaba a picarle a medida que Jaejoong estaba cada vez más lejos de él. Estaba muy cerca de hacer caso omiso al protocolo e ir tras él, pero eso haría que Siwon quedara mal a los ojos de otros lobos y él no haría eso a su Alfa.

Siguió recordándose que Hayami mantendría un ojo en él y no dejaría que otros lobos se le acercaran. Aún así, su lobo estaba inquieto. «Esta va a ser una semana muy larga», pensó Yunho.

 — ¿A qué hora debo hacer que mi manada baje para el encuentro de esta noche? — preguntó Siwon a KangTa.

— Comenzaremos a las seis, por lo que probablemente querrás tenerlos un poco antes para conseguir una mesa. Haré que dos de mis lobos les muestre sus habitaciones. — KangTa miró alrededor de Siwon en donde los chicos habían estado de pie sólo unos momentos antes — Parece que los machos dominantes ya se han dado a conocer a tus chicos. — Él se rió entre dientes.

Yunho gruñó, pero antes de que pudiera conseguir sonar mucho más alto Yoochun le dio un codazo fuerte en el costado. Yunho tosió. Abalanzó sus ojos sobre Yoochun, quien tuvo el descaro de guiñarle. Su compañero pelirrojo ya le estaba contagiando algunas mañas.

Después de que KangTa y Siwon terminaron de hablar, Siwon se dirigió a los miembros de la manada que se habían quedado con él.

— Sigan a esos dos caballeros, nos van a llevar a nuestras habitaciones. — Siwon indicó dos lobos de pie justo en frente de una gran escalera en la entrada. Mientras subían las escaleras, Siwon se posicionó entre Yoochun y Yunho.

— Quiero que ustedes dos y Leeteuk vayan y se aseguren que los chicos se mantengan fuera de problemas hasta esta noche.

— Como tú digas — dijeron Yoochun y Yunho al mismo tiempo.

Cuando llegaron a la cima de la escalera, la cabeza de Yunho giró bruscamente a la derecha. Una risa alta provenía por el pasillo en esa dirección.

Le dio un codazo a Yoochun.

— Mi apuesta es que encontraremos problemas por ese lado. — Indicó la dirección de donde las risitas venían.

 — ¿Sobreviviremos esta    semana? — preguntó Yoochun a Yunho con cansancio.

 — ¿Qué es esta mierda de sobreviviremos? Estás emparejado, puedes ir y esconderte con tu pareja. Yo, por otro lado, tengo que estar justo en el medio de las festividades. — Yunho dijo la palabra como si fuera una enfermedad.

Yoochun se rió y le dio unas palmaditas en la espalda a Yunho.

— De cualquier forma en que pueda ayudar, Beta, lo haré. Pero no te envidio cuando se trata de ser responsable de Jae.

— No hay duda. Él es imposible.

— No lo querrías de cualquier otra manera, ¿verdad?

— No en mi vida — admitió Yunho descaradamente.

Justo cuando llegaron a la puerta de la que todo el ruido venía, oyeron, por primera vez, las risas masculinas. Yunho gruñó mientras agarraba el picaporte y abría la puerta de golpe. Yoochun estaba justo detrás de él, buscando inmediatamente en la habitación por Junsu. No estaba tan enfadado como Yunho porque había sido capaz de sentir a Junsu, y sabía que no había peligro.

Por supuesto, el peligro no era para nada en lo que Yunho estaba preocupado, pensó Yoochun.

>>>♥<<<

Jae casi salió rodando de la cama mientras reía. Los dos chicos que los llevaron a sus habitaciones eran divertidísimos, aunque no era completamente por ellos. Ellos simplemente no entendían mucho de los dichos estadounidenses que decían y cuando repetían o trataban de utilizar la jerga americana, el resultado era muy gracioso.

— Así que, ¿te está gustando Corea? — le preguntó el lobo llamado Jiro.

— Bueno, hace frío — comenzó Jae — pero está bien. Tenemos que salir de juerga y bailar. Hayami allá — Jae señaló a Hayami, quien estaba de pie en una esquina con los brazos cruzados sobre el pecho, viéndose muy parecido a un mini-yo de Yunho — nos enganchará unas bebidas. Él incluso me deja bailar en la barra.

— Perdóname, ¿pero qué es eso de salir de juerga? ¿Y cómo te enganchas a una bebida?

Jae, Changmin, y Junsu no pudieron evitar la risa que burbujeó ante su inocente pregunta.

— Lo siento, Jiro. No nos estamos riendo de ti — le explicó Changmin cuando él comenzó a verse aún más confundido — Es sólo que realmente no pensamos en cómo nuestras palabras deben sonar tan raras para alguien que no utiliza el mismo idioma.

Jiro ondeó su mano, obviamente, no ofendido.

— Bueno, salir de juerga es como ir a un bar o un club, ya sabes, algún lugar para pasar el rato. Cuando dije enganchar, quise decir, como que nos ayudará o nos conseguirá algo.

Jiro sonrió y miró a su compañero de manada Hangeng.

— Creo que me gusta este término “enganchar”. ¿Qué te parece? ― Hangeng asintió. — Entonces, ¿sería correcto que yo diga que quiero enganchar contigo?

Eso fue todo, incluso la fachada estoica de Hayami se vino abajo. La sala entera estalló en carcajadas. Esta vez Jae cayó de la cama y aterrizó junto a Jiro, quien lo ayudó a levantarse justo cuando la puerta se abrió de golpe.

Jae miró hacia arriba y la primera palabra que vino a su mente voló fuera de su boca:

 — ¡Mierda!

Golpeó sus manos sobre su boca, lo que sólo hizo que perdiera más el equilibrio y cayó hacia delante, sobre el regazo de Jiro. Para nada bueno.

La sala de repente se hundió en un silencio sepulcral.

Los ojos de Yunho aterrizaron en Jiro y luego en Jae mientras luchaba por enderezarse del regazo de Jiro. Sus ojos comenzaron a brillar y, por primera vez en mucho tiempo, su lobo ganó.

Jae vio con completo horror como ocurrieron varias cosas a la vez. Yunho se abalanzó sobre Jiro al momento que Yoochun, Hayami y Leeteuk, quienes aparecieron de la nada, se abalanzaron sobre Yunho. Jae sintió ser tirado hacia atrás y cayó sobre su trasero.

— No hemos estado aquí ni treinta minutos — dijo Junsu, sentándose a su lado.

Changmin se empujó desde la alfombra en el otro lado de Jae.

— Vaya, eso es impresionante.

Key y Seulong, quienes habían estado sentados cerca de Hayami, se acercaron también.

— Creo que sé en dónde tengo que estar si quiero entretenimiento gratis — bromeó Key.

— Siiiiiip — dijo Jae con un estallido en la “p” — Sólo llámenme horario estelar, porque si este tipo de mierda me sigue durante toda la semana, mi raiting está obligado a dispararse.

Junsu resopló.

— Lucy, explícame este lío. — Él utilizó su mejor voz de Ricky Ricardo.

— Ahh, Ricky, sólo quería darte una sorpresa — respondió Jae.

Changmin rió con ellos. A continuación, el grupo colectivo de cinco se encogió cuando Yunho consiguió un buen puñetazo a la cara de Jiro antes de que los otros machos finalmente lo retiraran.

«Demonios, él es fuerte», pensó Jae.

Finalmente Yunho se recompuso y se sacudió a los demás.

— Estoy bien — dijo, levantando sus brazos en señal de rendición.

Jiro limpió la sangre de su labio, sus ojos brillando ahora en un verde espeluznante.

Leeteuk se puso en medio de los lobos, sus manos tendidas entre ellos, como para mantenerlos a raya. Yunho gruñó cuando Jiro continuó mirándolo a los ojos. Jiro finalmente cedió y bajó la vista.

Jae murmuró:

— Por Dios Santo…

— Charlie Brown — terminó Changmin.

Los ojos de Yunho cayeron sobre Jae, lo cual lo hizo estremecerse, sólo que no sabía por qué, ya que no había hecho nada malo.

Jae continuó sosteniendo su mirada y cuanto más tiempo la sostenía más enojado se ponía. Finalmente él se puso de pie, causando que Junsu y Changmin se apresuraran a sus pies, no queriendo ser los únicos en el suelo. Yoochun caminó hacia Junsu y tomó su mano.

— Tenemos que irnos — le dijo él con suavidad.

«¿Crees que es prudente dejarlos en este momento?» le preguntó Junsu a través de su vínculo.

«Definitivamente» respondió Yoochun al momento que tiró de él hacia la puerta.

Cuando nadie más hizo por seguir a Yoochun y Junsu, Yunho gruñó:

 — ¡Todos fuera!

De repente, todo el mundo estaba en movimiento. Jae sonrió para sus adentros mientras comenzaba a dirigirse hacia la puerta con todos los demás. Oyó a Key reír detrás de él, obviamente, dándose cuenta de lo que él estaba tratando de hacer.

 — ¡JAEJOONG! — La voz de Yunho se envolvió alrededor de él, deteniéndolo de inmediato.

«Maldito Beta» pensó.

— Buen intento — susurró Key mientras pasaba rápidamente delante de Jae.

— Grita realmente fuerte si necesitas ser rescatado — le dijo Seulong, y luego le dio un guiño — Enviaremos a alguien.

— Sí, gracias por eso, chico lobo.

La puerta se cerró, dejando a Jae a solas con un muy grande y muy enojado lobo.

Él se dio la vuelta lentamente y se dirigió hacia la ventana, casi de manera casual.

— Así que, ¿te está gustando el clima? — preguntó, como si él no acabara de casi desgarrar a un hombre por la mitad.

 — ¿Qué parte de “no toques a otro hombre” no entró a través de esa cabeza dura tuya, Jaejoong? — La voz de Yunho era profunda y baja.

Oh, infiernos no, pensó Jae. Él no acaba de insinuar lo que creo que hizo. Él se dio la vuelta y le clavó sus ojos azules hielo.

 — ¿Sabes qué, Yunho? Creo que todo esto — hizo un gesto entre ellos — es un conflicto de intereses. Sí, cuanto más pienso en ello, más creo que es perjudicial para tu salud que estés a cargo de mi seguridad.

 — ¿Un conflicto de intereses? — repitió sarcásticamente.

— Exactamente. En realidad, tu interés en mí ha causado que tu buen sentido se convierta en conflictivo, o defectuoso. Espera, te tengo algo mejor que eso: tu buen sentido ha dado a tu trasero un beso de despedida en salida a la puerta, saludándote y sonriéndote con buenos deseos.

Yunho permaneció de pie atónito ante la ira en su voz. «¿Por qué está enojada?», se preguntó. Él era el que lo había encontrado en el regazo de otro lobo. Oh, eso no era algo bueno para que él rememore. Sintió que sus caninos trataban de alargarse y respiró hondo, tirando de su lobo de regreso.

— Lo único que sé es que estamos separados por cinco minutos y tú ya estás acurrucado con un cachorro.

— A-acu-acurrucado — Jae estaba tan enojado que ni siquiera podía conseguir sus palabras — Si abrieras tus malditos brillantes ojos y dejaras de saltar a conclusiones, habrías visto que yo no estaba acurrucado en su regazo. Me caí de la cama y aterricé junto a él. Tu intromisión me sorprendió y perdí el equilibrio, ahí es cuando terminé en su regazo.

— Él está interesado en ti — espetó Yunho.

— Por supuesto que está interesado en mí, bolsa de pulgas. Hay todo tipo de intereses aquí.

Jae no pudo evitar provocarlo, era tan apestosamente fácil. Casi podía ver el vapor que subía desde su cabeza ante sus palabras.

— No estás ayudando, sabes.

— No preguntaste si necesitaba ayuda, B. Irrumpiste aquí pensando lo peor de mí y luego actuaste como un bárbaro. Entonces me acusas de tirarme a propósito a algún tipo que ni siquiera carajos conozco. — Jae llegó al punto donde realmente quería a Yunho fuera de su habitación. Sus emociones estaban en carne viva. Había estado divirtiéndose, riendo y, claro, coqueteando un poco. Pero muy a su pesar, sin importar cuán calientes eran Jiro y Hangeng, quienes, por cierto, eran mega calientes, él no estaba interesado. «Entonces Yunho tenía que venir y ser todo, bueno, todo Yunho.»

— Mira, tenemos que tomar un descanso, ¿de acuerdo? Ve a buscar un Kit Kat y dame un respiro.

Yunho ladeó la cabeza hacia un lado, obviamente no entendiendo su referencia.

Él negó con la cabeza.

— No importa, sólo vete. ¿Eso es más claro para ti?

 — ¿Quieres que me vaya? — Yunho dio un paso atrás, obviamente sorprendido por su declaración.

«Sí, bueno, eso es lo que te pasa por ser algo que rima con palo», pensó Jae con rabia.

 — ¿No puedes entenderlo a través de tu cabeza dura? — Le arrrojó las palabras a su cara.

Yunho sintió como si le hubiera abofeteado, y se dio cuenta de cómo sus palabras deben haberlo hecho sentir.

— Jaejoong… — Dio un paso hacia él, con una voz mucho más suave. Jae levantó la mano para mantenerlo a raya.

— Guárdatelo. No estoy listo para escuchar cómo lamentas haberme lastimado y bla, bla, etc, etc. ¿Está bien? Sólo quiero descansar antes de esta noche.

Jae se acercó a la puerta, la abrió, y esperó.

Yunho se quedó allí por un momento, todavía completamente sorprendido de que él lo estuviera botando. Finalmente él negó con la cabeza y caminó para salir. Mientras pasaba por la puerta lo oyó murmurar:

— Sería bueno si pudieras tratar de no hacer pis en mi puerta. — Luego la cerró de golpe. Yunho escuchó el bloqueo de la misma.

Jae apoyó la espalda contra la puerta y se deslizó al suelo. Levantó las rodillas y miró alrededor de la habitación. Estaba adornada elegantemente con un candelabro y salvia. Tenía un efecto relajante… bueno, cuando no había de pie un hombre lobo haciendo estragos en el medio de él.

Cerró los ojos mientras inclinaba la cabeza hacia atrás.

— Bueno, esto ha empezado espléndidamente. Te caes en el regazo de alguien y todo se va al infierno en un instante — le dijo a nadie en específico.

Jae saltó cuando alguien llamó a su puerta. Puso los ojos en blanco y gruñó:

 — ¡Vete, bola de pelos! ¡Te dije que ya terminé con esto!

— Jae, es Luhan. Creo que tenemos que hablar. ― Los ojos de Jae se abrieron y se puso de pie.

— Creo que lees mi mente.

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Continuara \\(^_^)//...

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