Just One Drop. Cap 10

― ¿Me estás pidiendo que te permita tomar represalias contra el Beta coreano? — preguntó KangTa al lobo que estaba parado frente a él, el mismo lobo que había agarrado a Jae.

— Sí, Alfa. Él no le pertenece a él. No tenía derecho a atacar.

— Tal vez no es su pareja, Chen, pero es un compañero de su manada — le recordó KangTa.

— Aun así, él todavía podía haberlo manejado de otra manera, no tenía que derramar sangre.

KangTa se quedó callado por un momento mientras consideraba sus opciones. Esta situación podría realmente trabajar a su favor… si la jugaba muy bien. Se volvió hacia Chen.

 — ¿Por qué no atacar a aquel que le permite a Yunho tales libertades? — El otro lobo miró hacia él, traicionando su interés. KangTa continuó— ¿Por qué no eliminar al que controla a Yunho?

Chen no podía negar que eliminar al más poderoso Alfa del siglo lo atraía.

 — ¿Cómo podría eliminarlo? Es demasiado fuerte y está protegido.

Chen observó a KangTa sacar un pequeño frasco de la obviamente cara chaqueta que estaba usando.

— Dos gotas de esto en su bebida y, el gran y feroz lobo se derrumba. ― Fue entonces cuando Chen se dio cuenta de lo que había en el frasco.

— Menispermum — susurró.

— Conocida de otro modo como Moonseed — coincidió KangTa — Bien hecho. Debes saber, entonces, que el jugo que sale de esto es mortal. — Chen asintió — Así que tu tarea es poner esto en su bebida. He simplificado eso invitando a los Alfas a cenar conmigo en privado. Cada uno tendrá su propio lugar marcado con sus nombres. Tú serás uno de los lobos que servirán esa noche y te asegurarás de que Siwon obtenga la bebida especial. Después podrás ver con satisfacción cómo el gran Alfa se marchita lentamente. Verás que, a diferencia de la Kamalah, la Moonseed mata lentamente, hace que la víctima sufra.

Chen sonrió ante la idea de poner a uno de los lobos más grandes sobre sus rodillas.

 — ¿Cuándo es esta cena?

— En tres días. Te quiero aquí a las 5:30 p.m.

KangTa despidió al lobo. Después envió a un mensaje de su teléfono: “Tengo órdenes para ti.”

Pocos minutos después su contacto de la manada Coreana entró en la habitación.

— Tengo un plan armado para la muerte de Siwon. Tu trabajo consistirá en sacar a Jae en una búsqueda inútil para encontrar el antídoto para la Moonseed. Mientras ustedes están fuera buscando, de alguna manera Jae caerá en una de esas inoportunas grietas en la montaña.

— El antídoto para la Moonseed es la Wolfsbane. — La frente del contacto se frunció — Crece por todos lados. ¿Cómo lo llevaré tan lejos?

— Me aseguraré de destruir toda la Wolfsbane más cercana a la finca, lo cual te obligará a vagar para buscar más lejos. La realidad es, que en verdad no quiero la Wolfsbane, pero necesitaré algo de la planta para engañarlos cuando le administremos el llamado antídoto. Verás, cuando está en su forma líquida son casi imposibles de distinguir. De hecho, la única persona que yo sé que puede distinguirlas son las sanadoras gitanas. Pero, convenientemente, no hay un sanador gitano alrededor — explicó KangTa con una sonrisa de satisfacción.

Observó mientras su contacto pensaba en el plan, luego asintió.

— De acuerdo. ¿Cuándo?

— Siwon será envenenado en tres días. Jae me parece del tipo héroe. Serás capaz de convencerlo para que vaya contigo, no hay problema.

El contacto no dijo nada más y se fue.

KangTa sonrió. Su plan se estaba armando bastante bien. Era pura suerte que Chen haya acudido a él en busca de venganza. Ahora la culpa por el veneno caería sobre sus hombros. KangTa se quedaría al margen e incluso sería capaz de actuar como si estuviera ayudando. En tres días iba a ver el Alfa coreano caer sobre sus rodillas y, en última instancia, ver su fallecimiento.

>>>♥<<<

Siwon y Heechul se sentaron en una pequeña sala de reunión con los otros Alfas y sus compañeros, con excepción de Junho, quien estaba pasando tiempo con Junsu. Siwon había sido el que llamó a la reunión, sintiendo que sería mejor tomar las consecuencias de las acciones de su Beta de frente.

 — ¿Averiguaste exactamente lo que provocó a tu Beta? — preguntó Jiro, Alfa de la manada de Taiwán.

— El lobo que estaba entrenando a Jae estaba tocándolo inapropiadamente. Aparentemente Yunho vio al lobo tocándolo antes de que Jae pudiera manejarlo por su cuenta. — Siwon esperó para ver si alguno lo contradecía. Nadie habló así que continuó— Como ustedes saben, Yunho es Beta de mi manada. Jae es un docel sin pareja, haciendo de eso su trabajo protegerlo ya que él no tiene ningún compañero que lo haga.

— Estoy de acuerdo en que debía protegerlo — habló Jin — La pregunta es, ¿fue demasiado lejos?

— No creo que su condición sin pareja deba decidir la cantidad de defensa que le está permitida. — Heechul se dirigió a Jin — Si alguna pareja emparejada hubiera sido agarrada con tanta fuerza de modo que los moretones y marcas de garras se hicieran visibles, su compañero mataría al infractor. No habría ninguna lucha hasta la sumisión como lo hizo Yunho. El lobo que tocara a un compañero de esa manera estaría firmando su sentencia de muerte. ¿Nuestras parejas no emparejadas valen mucho menos?

— No. No, Heechul. No quise decir eso en absoluto. — Jin dio marcha atrás, claramente incómodo con la imagen que Heechul pintó.

— Si ellos no valen menos entonces Yunho fue tolerante. ¿Estás de acuerdo?

Siwon trató de ocultar la sonrisa que amenazaba con extenderse por su rostro mientras observaba a su compañero meter a los Alfas en cintura.

— Tengo que estar de acuerdo contigo, Heechul — intervino Jiro — No creo que ninguna acción disciplinaria sea necesaria. Se ha resuelto. Yunho puso al cachorro en su lugar, y estoy seguro de que el joven lobo ha aprendido su lección acerca de lo que sucede cuando uno toca a una pareja inapropiadamente.

Siwon se levantó, jalando a Heechul junto con él.

— Les agradezco a todos por discutir el asunto. Si hemos terminado… — Dejó colgando la frase.

— Siwon, todavía están planeando unirse a nosotros en la cena para los Alfas, ¿cierto? — preguntó KangTa mientras Siwon y Heechul se dirigían a la puerta.

— Sí, gracias. Asistiremos.

>>>♥<<<

— Entonces, ¿te está gustando la vida en manada, Junsu? — preguntó Dahae mientras él, Junsu, Junho y Yoochun estaban sentados juntos en una de las muchas salitas en la mansión.

Yoochun tenía su mano sobre el respaldo del sofá en el que él y Junsu estaban sentados. Movió su mano por debajo de su cabello y sus dedos trazaron las marcas de su piel… las conocía de memoria. Junsu intentó no temblar ante el toque de su compañero.

«¿Podrías por favor, comportarte?» preguntó Junsu, utilizando su vínculo.

«Sólo estoy frotando tu cuello, amor. No es como si estuviera tocando…»

«Yoochun, no te atrevas» amenazó Junsu antes de que él pudiera terminar la frase. No ayudó el que él se imaginara lo que había estado a punto de decir. Junsu sólo sabía que su rostro estaba rojo como un tomate.

«¿Está tomando notas cuando estás cerca de Jae?» Yoochun le envió otra imagen y Junsu estuvo a punto de saltar y salir de la habitación ante eso. «Si tan sólo pudieras ver la hermosa sombra roja con la que está brillando tu piel en este momento. Te ves bastante delicioso.»

— Realmente he estado disfrutándolo. Estoy aprendiendo mucho sobre la historia de la manada, la cual me parece muy interesante — respondió Junsu, más secamente de lo que pretendía. Yoochun iba a pagar por su tonto juego.

Junsu pasó la siguiente hora hablando con su papá y Dahae, todo el tiempo tratando duramente de ignorar las palabras e imágenes de su compañero, unas que harían incluso a Jae sonrojarse.

«Quiero que sepas que esto significa la guerra» prometió Junsu mientras se despedían.

Yoochun se rió entre dientes mientras colocaba su mano en la parte baja de su espalda.

 — ¿Quieres ir a ver a Jae? — le preguntó.

— Esa es probablemente una buena idea. ¿Crees que Yunho le está permitiendo tener visitantes?

Yoochun se echó a reír.

 — ¿Estás diciendo que va a ser un poco sobreprotector ahora?

— No. — Junsu lo miró por el rabillo del ojo — Estoy diciendo que va a ser completamente irracional y tendremos suerte si no lo hace vestir sacos en lugar de ropa cuando esté en público.

 — ¿Yo era tan malo?

— Uhm, Yoochun, no me dejaste salir de tu vista excepto para ocuparme de cosas personales durante más de un mes. Así que, sí. Fuiste así de malo y algo más. — Junsu lo golpeó con su hombro.

— Parece que no éramos los únicos preocupados por él — dijo Yoochun mientras se unían a Changmin, Key y Seulong en la puerta de Jae.

— Hemos estado tocando por cerca de cinco minutos. O Yunho lo ha amarrado y no contesta la puerta, o él no está aquí — les dijo Changmin.

 — ¿Crees que todavía están en la sala de reuniones? — preguntó Junsu.

— Vale la pena intentarlo — aportó Key.

— Apuesto diez dólares a que se reconciliaron y están besuqueándose — anunció Junsu.

— Tomaré tu apuesta y le subo cinco. Digo que se reconciliaron pero el besuqueo no estuvo considerado en el orden del día. — Key les guiñó un ojo.

— Eres condenadamente retorcido. — Junsu sonrió — Jae lo amaría.

>>>♥<<<

Yunho despertó cuando sintió a Jaejoong moverse. En algún momento él había tomado una almohada y apoyó su cabeza en su regazo. Él había acariciado su cabello hasta que él mismo finalmente se había quedado dormido. No podía recordar un momento en que hubiera dormido tan bien, incluso sentado en posición vertical sobre un asiento de dos plazas.

Jaejoong tenía a su lobo prácticamente ronroneando. Estaba tan contento de tenerlo tan cerca, tan relajado en su presencia. Bajó la mirada y notó que estaba empezando a despertar. Pasó el dorso de sus dedos por su mejilla y los ojos de él se abrieron. Lo miró y sonrió. En ese momento podría haberle pedido cualquier cosa y él habría derribado imperios para que ocurriera.

— Hola — murmuró él.

— Hola a ti.

Él estiró los brazos hacia arriba y arqueó la espalda como un gato despertando de una larga siesta en el sol.

Yunho se aseguró de mantener los ojos pegados a su cara y fuera de su hermosa silueta. Cuando él lo miró de nuevo, él apartó el cabello de su cara y se inclinó para capturar sus labios con los suyos.

Cuando él retrocedió, él estaba sonriendo como el gato de Cheshire.

— Más — ordenó él.

Yunho rió entre dientes cuando él envolvió su mano alrededor de la nuca de su cuello y lo atrajo hacia él. Él colocó sus manos en sus caderas y estaba arreglándoselas para arrastrarlo a su regazo cuando la puerta detrás de ellos se abrió de golpe.

 — ¡Yo gano! — gritó Junsu.

— No, no lo haces — contrarrestó Key — Mira sus manos. Definitivamente no sólo estaban besándose. Había un poco de manos en acción evidentemente.

— Oh, yo no diría evidentemente — añadió Seulong — Más bien como la posibilidad de manos en acción.

Changmin se volvió.

— Mi respeto por ti está creciendo a pasos agigantados. ― Seulong sonrió y le guiñó un ojo.

La cabeza de Jae se levantó de golpe para mirar por encima del hombro de Yunho.

 — ¿Qué diablos están ladrando? — gruñó, claramente no contento con la interrupción.

— Tenían una apuesta — ofreció Changmin.

 — ¿Una apuesta? ¿Una apuesta sobre qué?

— Tu virtud — contestó él secamente. La boca de Jae se abrió.

— Ya he sido toqueteado una vez hoy y mira lo que conseguí. ¿De verdad crees que estoy listo para más?

Yunho gruñó. Él lo atrajo hacia sí para así poder susurrarle al oído.

— No es un buen tema para traer a colación, nene. ― Jae le dio un beso en la mejilla.

— Lo siento, B.

Junsu miró a Changmin, quien estaba tan estupefacto como él.

 — ¿Él tiene un lado suave? — murmuró Junsu.

 — ¿Él acaba de utilizar las palabras “lo siento” y “B” en la misma frase? — contrarrestó Changmin.

— Supongo que cada criatura tiene su debilidad. La suya es similar a la mía. — Junsu sonrió — Calientes y sensuales hombres peludos.

Key y Seulong rieron.

— Me gusta el mío con crema batida — dijo Jae con complicidad a los dos lobos. Luego miró a Junsu — ¿Con qué te gusta el tuyo, Rojo?

Yoochun habló rápidamente.

— No respondas eso, Luna.

Yunho rompió con una carcajada por la firmeza en la voz de Yoochun, y los chicos todos continuaron detrás de él. Yoochun ni siquiera esbozó una sonrisa.

— Entonces, ¿qué trajo al grupo variopinto a vernos? — preguntó Jae una vez que la risa estuvo bajo control.

— Fuimos a tu habitación para ver cómo estabas, pero no estabas allí — le dijo Changmin.

 — ¿Todos ustedes?

— Eres de la manada — respondió Seulong como si eso fuera todo lo que había que decir.

El teléfono de Yunho sonó y Jae se elevó para que pudiera llegar a su bolsillo. Ya que eran todos súper entrometidos, se aseguraron de ser lo más silenciosos posible mientras él respondía a la llamada.

 — ¿No lo hicieron? — preguntó Yunho.

La sala se quedó en silencio mientras él escuchaba.

— Está bien. Sí, lo tengo. Gracias, Siwon. — Cerró el teléfono y levantó la vista para encontrar seis pares de ojos clavados en él.

— Entonces, ¿hay un plan para esta noche? — preguntó casualmente.

Jae puso los ojos en blanco.

— Escúpelo, lobo.

Yunho agarró su muñeca y lo tiró hacia adelante. Él cayó contra su pecho. Envolvió sus brazos alrededor de él, disfrutando de la libertad de tocarlo.

— Ese era Siwon — dijo finalmente.

— Sí, como que averiguamos eso cuando le diste las gracias y utilizaste su nombre. — Los ojos de Jae se estrecharon — Inténtalo de nuevo.

— Estás irritable esta noche, ¿no? — bromeó Yunho.

— Creo que me gustabas más cuando eras taciturno — murmuró Jae, lo que sólo le hizo reír y acercarlo más.

— Siwon me informó que los Alfas han decidido no someterme a ningún castigo por mis acciones contra el mestizo que te tocó. — Las palabras de Yunho se volvieron más ásperas mientras hablaba.

— No habría tenido ningún sentido para ellos el castigarte — le dijo Yoochun.

 — ¿Por qué dices eso? — le preguntó Junsu a su compañero.

Yoochun tomó su mano y tiró de él hacia él, metiéndolo bajo su brazo.

— Cualquier hembra o docel con pareja que hubiera sido tocado de esa manera habría visto como su compañero destrozaba al infractor miembro a miembro.

Junsu se estremeció ante la amenaza en su voz. Jae ladeó la cabeza hacia Yunho.

— Aw, ¿el pequeño lobo peludo haría un juguete del pervertido por mí? — bromeó, apretando las mejillas de Yunho como lo haría a un bebé.

Yunho quitó suavemente sus manos y tomó su rostro entre las suyas.

— Voy a matar al próximo hombre que te toque. Ya he terminado de jugar agradable — dijo, chasqueando los dientes mientras sus colmillos descendían.

— Changmin, consigue una manguera. — Jae sonrió con malicia — Porque eso fue tan malditamente caliente y estoy ardiendo.

Yunho entornó los ojos, pero lo suavizó con una sonrisa.

— Ohhh nooo — gimió Changmin — Pensé que era malo antes que el ninfómano tuviera una válvula de escape. Ahora él tiene su propio niño juguete.

Yunho gruñó.

— No soy un niño juguete — dijo, claramente ofendido.

— No te preocupes por él, B. Sólo está frustrado sexualmente — aplacó Jae.

Yunho conmocionó a la habitación en silencio cuando miró a Changmin y bromeó secamente:

— Bienvenido al club.

La cara de Jae se volvió ocho tonos de rojo.

Junsu se recuperó primero.

— Maldito infierno, no sabía que Jae tenía ese color en su repertorio de piel.

Key y Seulong se rieron mientras Jae trató de recuperarse. Él ocultó su flamante rostro rojo en el cuello de Yunho. Él le frotó su espalda con dulzura y le murmuró palabras en coreano.

«Nota mental», pensó Jae. «Averiguar lo que está diciendo… Corrección, estrangular al lobo por bromear sobre sus necesidades en frente de mis amigos, luego, averiguar lo que está diciendo.»

— Entonces, ¿qué vamos a hacer esta noche? — preguntó Yoochun. Jae se sentó, habiéndose finalmente recobrado.

 — ¿No hay algún tipo de algo que hacer esta noche?

— Sí, pero mi padre piensa que es mejor que pasemos desapercidos. Sólo hasta que las cosas se tranquilicen.

— Bueno, mi voto es que ataquemos el comedor, antes de todo — anunció Jae.

Changmin puso los ojos en blanco.

— Aquí vamos con la jerga militar.

 — ¿De dónde saca eso? — preguntó Junsu, sacudiendo la cabeza.

— No puedo decidir si él estuvo en las fuerzas especiales en una vida pasada o se cayó de cabeza cuando era niño. — Changmin se encogió de hombros.

— Definitivamente no caí de cabeza, Changmin querido. Mi cabeza está perfectamente redondeada, libre de cualquier contusión — dijo Jae con altivez.

Seulong, quien por lo general se quedaba en silencio y observaba, se rió entre dientes.

— Sólo un estadounidense describiría la forma de su cabeza como si se tratara de alguna clase de forma de arte especial para ser apreciado.

Jae se levantó del sofá, enderezando su ropa y ajustando su cola de caballo. Le sonrió ampliamente a Seulong.

— En serio, chico lobo. ¿Estás viendo la misma cabeza que yo veo en el espejo? — Le preguntó mientras él hacía un movimiento circular alrededor de su cabeza — Esta es la manera en que Dios les muestra que él es de hecho capaz de crear la perfección.

Junsu y Changmin resoplaron mientras Yoochun y Yunho rieron. Jae miró hacia Yunho cuando le oyó murmurar:

— Geuneun nollage gyeolko jungdan (él nunca dejará de sorprenderme).

 — ¿Tienes algo que decirme, B? — preguntó Jae dulcemente.

— Sólo que nunca he contemplado a una cabeza que poseyera tal absoluta perfección, nene — le dijo, inclinándose dramáticamente en la cintura.

Jae entrecerró los ojos.

— Definitivamente me gustabas más como sombrío y taciturno, bola de pelos.

Su respuesta fue una sonrisa maliciosa y un guiño.

>>>♥<<<

―Uf, si como otro bocado voy a vomitar — gruñó Junsu mientras miraba al festín en el que todos habían zanjado con gusto.

— Estoy de acuerdo, Thelma. — Jae se reclinó en su silla, frotando su vientre — Estoy tan lleno como una garrapata pegada a la carne de un mastín toro en un día caluroso de verano.

Junsu negó con la cabeza.

— Lo juro, Louise, realmente sabes cómo arruinar una buena actividad inducida por carbohidratos.

— Estoy para complacer, princesa lobo.

Key se levantó y se estiró mientras miraba alrededor de la habitación.

 — ¿Qué dicen de ir a nadar? Hay muchas posibilidades de encontrar una piscina en este criadero.

— Buena esa, “criadero”, me gusta. — Jae sonrió. Junsu se sentó y miró a Yoochun.

 — ¿Qué dices, hombre lobo? ¿Te animas a nadar? ― Yoochun asintió, pero no contestó en voz alta.

«Tú en un traje de baño… como si pudiera negarme a eso.»

Jae observó el intercambio entre Junsu y Yoochun y sabía que estaban usando su vínculo.

Algo en su corazón se tensó. Él quería esa intimidad, anhelaba tenerla con Yunho. Se volvió a mirarlo y lo encontró observando a Yoochun y Junsu también. Debió de sentir sus ojos sobre él, porque se volvió y encontró su mirada. Algo tácito fluyó entre ellos. Casi como si pudiera oírle decir que no se preocupara, ya llegaría su hora. Su respuesta fue: ¿Estás tan seguro? A lo que él gruñó, esta vez en voz alta. Jae sacudió la cabeza, asombrado de cuán en sintonía estaban el uno con el otro, y sin embargo, parecía haber un gran abismo entre ellos.

— Yo podría ir a nadar — habló Seulong.

— Sí, cuenten conmigo. — Jae se puso de pie, estirando su rígido cuerpo.

A medida que se abrían camino hacia el vestíbulo, Yoochun y Yunho reaccionaron.

 — ¿Qué oyes? — preguntó Junsu justo cuando Hayami cruzaba la esquina, casi derribando a Seulong.

— Oh. Lo siento, Seulong — le dijo mientras se enderezaba. Parecía nervioso y no se encontró con las miradas de Yoochun o de Yunho.

Yunho dio un paso adelante.

 — ¿Qué es todo ese ruido?

Hayami negó con la cabeza mientras miraba al suelo.

 — ¿Por qué siempre tengo que ser el que descubre las cosas? — murmuró.

— Hayami — le advirtió Yunho.

Finalmente Hayami levantó la mirada. No se dirigió a su Beta, en lugar de eso se dirigió a Yoochun.

— Creo que deberíamos buscar a tu padre y a algunos de los otros hombres. ― Yoochun asintió. Hayami echó a correr mientras Yoochun se volvía a Jae.

— Distráelo.

Jae pareció confundido por un segundo, pero se recobró rápidamente tan pronto como Yunho se movió en dirección a Hayami, la dirección del ruido. Jae no sabía qué hacer para distraer a un hombre lobo con más de un metro noventa que era diez veces más fuerte que él. Se retorció el cerebro en busca de ideas a medida que Yunho seguía adelante, lo hizo con lentitud, como si tuviera miedo de lo que iba a encontrar. Yoochun estaba de pie frente a él, tratando de convencerlo para quedarse.

Entonces la inspiración le golpeó. «Él es hombre», pensó Jae. Y sonrió.

 — ¡Oye, bola de pelos! — gritó Jae. Había un brillo malicioso en sus ojos mientras agarraba el dobladillo de su camisa y la tiraba por su cabeza, dejándolo con una muy delgada camisilla de seda.

— Esto no está para nada bien — le murmuró Changmin a Junsu.

Junsu negó con la cabeza mientras se pellizcaba el puente de su nariz.

— Te juro que vamos a tener que envolver su boca con cinta adhesiva y ponerle una camisa de fuerza.

Jae suspiró en broma.

— Los sacrificios que hacemos por nuestros hombres.

Yunho se volvió ante el sonido de la voz de Jae y él le dio un guiño.

 — ¿No quieres pasar el rato por aquí?

Y entonces él meneó sus dedos sonriendo.

>>>♥<<<

Hayami estaba golpeando a la puerta de Shindong cuando Siwon salió de su habitación.

 — ¿Qué está pasando? — preguntó Siwon. Hayami miró a los ojos de su Alfa brevemente.

— Necesitamos todos nuestros hombres. Ahora.

Heechul oyó la voz preocupada del lobo y siguió a Siwon hasta fuera.

 — ¿Qué pasó?

— Yunho va a armar una matanza si ve lo que acabo de ver y no lo detenemos.

 — ¿Qué has visto? — Siwon dio un paso adelante.

Hayami explicó rápidamente sobre el baile de Jae, Key y Seulong mientras que los machos de las otras manadas las grababan en vídeo.

— Alfa, no fue un pequeño baile inocente. Pero nuestros jóvenes no sabían que estaban siendo grabados, por lo que definitivamente no moderaron sus estados de ánimo, si sabe lo que quiero decir.

Heechul estaba sacudiendo la cabeza en señal de frustración.

— Así que, aunque Yunho les ordenó eliminar el vídeo, ¿alguien no lo hizo?

— Exacto. Ellos lo están mostrando en una de las salas de cine en este momento. Está lleno de machos. Creo que piensan que “en la unión está la fuerza”. Suponen que Yunho no puede tomar represalias con tantos de ellos presentes.

— Ellos no saben que él es un Alfa en su propio derecho. — La voz de Heechul fue baja.

— No, Luna. Yunho deliberadamente permite que otros lo subestimen. — Los ojos de Siwon se alzaron de golpe cuando Shindong, Donghae, Chansung, JR, y un par de otros hombres corrieron por las escaleras.

 — ¿Están al tanto de la situación? — preguntó Shindong.

— Hayami acaba de informarme. Dado que no se ha producido un pánico generalizado, ¿hago correctamente en conjeturar que Yunho aún no ha entrado allí?

Shindong y los machos con él no pudieron evitar las risas.

— Está por el momento… distraído.

 — ¿Siquiera quiero saber con qué? — preguntó Siwon secamente.

— No, Alfa. Usted definitivamente no quiere saber — respondió Shindong.

— Bien — espetó — Vamos. Heechul, por favor, ven y reúne a los chicos. Y llama a Luhan. Probablemente vamos a tener que usar un tranquilizante en él.

Había pasado mucho tiempo desde que Siwon había sometido a uno de sus machos de tal manera, pero Yunho era poderoso, y había encontrado a su compañero y no podía vincularlo a él. Esa era una combinación mortal, incluso sin la adición de los machos sin pareja a la mezcla. Siwon había subestimado los sentimientos de Yunho hacia Jae. Eso no iba a suceder de nuevo, si todos ellos sobrevivían a esto.

Los lobos siguieron a su Alfa mientras se abría camino por las escaleras con un único pensamiento determinado: tenía que evitar que su Beta destruyera a una manada entera… o dos.

>>>♥<<<

La camisilla de Jae cayó justo cuando Shindong y un montón de machos de la manada Coreana giraban la esquina ahora infame. Yoochun maldijo y se alejó.

Shindong y los ojos de los otros machos golpearon el suelo más rápido de lo humanamente posible mientras seguían corriendo, pero Jae escuchó a Shindong alto y claro al pasar.

— Sigue con el buen trabajo, latente.

Yunho estaba tan aturdido que no se había movido. Sus ojos brillaban y se veía mucho más enojado de lo que Jae lo había visto nunca. «Bien», pensó. «Al menos está funcionando.»

— Um… está haciendo un poco de frío aquí, Yunnie. — Jae se estremeció.

Yunho se movió más rápido de lo que sus ojos podían rastrear. Él lo agarró por la cintura y lo arrastró a una habitación vacía. Lo bajó con cuidado, pero rápidamente. Luego dio media vuelta y salió.

Antes de que él cerrara la puerta, gruñó:

— Cúbrete, hombre, y reza para que haya recuperado el control cuando regrese por ti. — Luego cerró la puerta con tanta fuerza que casi se cayó de las bisagras.

— Eso fue bien — gruñó Jae mientras se sentaba. Él se quedó inmóvil al abrirse la puerta, pensando que tal vez Yunho había decidido castigarlo ahora, pero Junsu, Changmin, Key y Seulong entraron. Junsu le arrojó a Jae la camisa que había descartado.

Seulong se acercó a Jae y puso una mano en su hombro.

— Sólo quería tocar al que deliberadamente provocó la ira de un Alfa — le dijo, y luego dio un paso atrás con una sacudida de cabeza.

— Él es Beta — la corrigió Jae mientras se ponía su camisa.

— No — discrepó Key — Él es un Alfa, sólo decide no tomar ese título. Definitivamente tiene todo el poder de uno. Algunos se preguntan si sería tan poderoso como Siwon si decidiera que ese fuera su camino.

Jae dejó escapar un profundo suspiro.

— Bueno, Yoochun dijo que lo distrajera. ¿Qué más sugerirías para detener un Alfa con represalias mortales en la cabeza?

— No estamos diciendo que el método no fuera eficaz. Sólo estamos diciendo que eres un lobo valiente. — La voz de Key en realidad sostenía un temor reverencial.

— Así que, ¿sabemos exactamente qué situación demencial hizo necesario que sacara las armas grandes? Valga el doble sentido, naturalmente. — Jae rió.

Junsu resopló.

— Sólo tú, Jae. Sólo tú.

>>>♥<<<

Después de que Yunho cerró la puerta, cerró los ojos y tomó una lenta respiración. «Tengo que ponerlo bajo control», se dijo mientras trataba de hacer retroceder a su lobo. Su compañero iba a hacer que cada hombre de su vecindad muriera. ¿Cuántos de sus compañeros de manada acababan de presenciar su pequeño truco? Apretó los ojos con fuerza, sólo para ver los moretones y marcas de garras que empañaban su piel. Su lobo gruñó. Bueno, eso no era algo en lo que necesitaba pensar. Finalmente, abrió los ojos y se volvió hacia Junsu.

— Él no va a dejar esta habitación.

Sin otra palabra, comenzó a moverse en dirección al ruido que había oído antes. Yoochun estaba tratando de mantener el ritmo y razonar con él al mismo tiempo.

— Beta, ¿no crees que tal vez deberíamos seguir el consejo de Hayami y esperar a nuestro Alfa?

Yunho no respondió. Cuanto más se acercaba más claro se hacía el ruido.

La cabeza de Yoochun se alzó de golpe cuando oyó la voz de Jae.

“Podremos estar bien, y ser súper sexys, pero suaves lobas no somos ni por asomo.”

Yunho se detuvo en seco. Las imágenes de Jaejoong y ese baile pasaron por su mente. Yoochun vio los caninos de Yunho descender, sus garras crecer, sus ojos brillar salvajes. Yoochun se movió rápidamente para ponerse frente a su Beta, lo cual fue probablemente la cosa más estúpida que podía haber hecho.

Yoochun trató de ser contundente.

— Yunho, detente.

Yunho lo golpeó a un lado como si no fuera más que una mosca molesta. Yoochun no estaba usando todo su poder, no quería provocar al ya enfurecido lobo. Cuando Yunho llegó a la sala de donde todo el ruido provenía, Siwon ya estaba allí con los otros.

Yoochun miró con horror como una habitación llena de hombres silbaban y gritaban mientras los chicos parte de su manada bailaban, oh, tan sugestivamente, en una enorme pantalla de tamaño cine.

Siwon se volvió a Yoochun.

— Detén la reproducción de eso.

Yoochun no esperó a ver qué pasaba. Entró en la habitación, empujando a otros machos fuera de su camino con el fin de buscar el origen de la secuencia de vídeo.

Yunho gruñó tan fuerte que la habitación quedó en silencio. Todas las cabezas se volvieron a ver a medida que el Beta Coreano tomaba todo su poder de Alfa, drenándolo de sus compañeros de manada.

 — ¡YUNHO! — rugió Siwon. Bien podría haber estado gritándole a una pared.

Yunho se abalanzó.

— Agárrenlo — ordenó Siwon a su manada. Ocho hombres descendieron sobre Yunho mientras él se lanzaba hacia delante. Los hombres gruñían contra su fuerza bruta. Le estaba tomando todo el poder a Siwon evitar que Yunho cambiara. Si él cambiaba, la única manera en que Siwon sería capaz de detenerlo sería cambiar también y tomarlo en su forma de lobo. Él no quería ni pensar en las consecuencias.

Todos ellos luchaban mientras Yunho empujaba, cortaba, e incluso mordía para librarse de sus manos. Siwon observó a Luhan corriendo por el pasillo hacia ellos, Heechul y los otros detrás de él. La rebeldía de los americanos estaba contagiando a su compañero, pensó secamente.

— Manténgalo quieto — gruñó Luhan mientras levantaba una gran jeringa y agarraba el brazo de Yunho.

Él hundió la aguja en su brazo. Ni siquiera se inmutó, si es que se dio cuenta. El émbolo descendió, empujando el poderoso sedante en su sistema.

Yunho siguió luchando, estaba a punto de liberarse cuando se desplomó.

>>>♥<<<

Jae vio como Yunho, luchó contra su manada. Él no pudo reprimir un grito mientras observaba, al poderoso y enorme Yunho derrumbarse. Jae salió corriendo y empujó a varios machos fuera de su camino.

 — ¡MUÉVANSE!

Jae colocó suavemente su cabeza en su regazo, colocando dos dedos en su cuello. Él dejó escapar un suspiro ahogado, su pulso era fuerte.

— Tenemos que moverlo ahora — dijo Luhan con firmeza — Eso no va a durar mucho tiempo.

— Jae — la voz de Siwon fue tranquila, gentil — tienes que dejar que nos lo llevemos.

Jae miró al hombre que se había convertido en su Alfa.

 — ¿A dónde lo llevan? — La voz de Jae era más pequeña de lo que nunca había oído.

— Vamos a tener que retenerlo hasta que pueda hablar con los Alfas acerca de su situación única — explicó Siwon rápidamente.

 — ¿Encerrarlo? — Las cejas de Jae casi rozaron la línea de su cabello — ¿Podré verlo?

Siwon negó con la cabeza.

— No hasta que hable con los Alfas. Jae, Yunho no puede controlar a su lobo en lo que a ti se refiere, y estos machos sin pareja no retrocederán, siempre y cuando parezcas disponible. Tengo que hacer esto para protegerlo de sí mismo, pero también de ellos.

Jae finalmente cedió. Se inclinó y lo besó en los labios antes de dejar ir a Yunho.

Él vio como nueve personas llevaron al hombre que amaba lejos para ser encerrado como un criminal. Los ojos de Jae se estrecharon mientras sus labios formaban una línea recta y firme.

— Susu— Changmin dio un codazo a su amigo, y asintió con la cabeza en dirección a Jae — mira ese rostro.

— Mierda — murmuró Junsu mientras observaba los engranajes perversos girar en el cerebro de Jae.

— Diría que esto va a sacudir a todos en esta monstruosidad que llaman casa — respondió Changmin automáticamente.

Ellos vieron mientras Jae se acercaba a Key y Seulong.

 — ¿Qué está tramando? — murmuró Junsu.

— Necesito que me hagan un favor — le dijo Jae a los dos lobos enérgicamente.

 — ¿Qué necesitas, compañero de manada? — preguntó Key.

— Quiero saber los nombres de los que planearon esto.

 — ¿Tienes un plan? — preguntó Changmin cuando él y Junsu se unieron al grupo.

— Puedes apostar tu trasero sin pelo a que lo tengo. — Los ojos de Jae casi brillaban. Seulong miró a Jae con aprensión.

 — ¿Deberíamos estar asustados?

— Siempre y cuando estés parado en este lado de la línea de trato de Kim Jaejoong, estás a salvo.

— Debidamente anotado.

 — ¿Pueden averiguarlo? — volvió a preguntar Jae. Seulong asintió.

— Creo que puedo. Hay un macho que ha estado echándome un vistazo. Creo que un poco de reciprocidad podría recorrer un largo camino.

La sonrisa de Jae se ensanchó. Estaba empezando a convertirse en un aspecto muy perturbador.

— Excelente.

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Continuara \\(^_^)//...

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