domingo, 10 de enero de 2016

El Acuerdo. Cap 15





Yunho se quedó un poco más en Gwangju hablando con la gente, tratando de averiguar más acerca del ataque y la razón. Desafortunadamente no hubo respuesta para sus preguntas. Los vampiros locales estaban tan o más sorprendidos que él por el ataque sorpresivo de los demonios. Más tarde cuando llegó al castillo y les hizo preguntas al consejo, obtuvo más de lo mismo. Nadie tenía la más mínima idea del comportamiento de las extrañas criaturas.



El vampiro subió a su habitación después de la larga charla, para sacarse la armadura, tomar una ducha y ver a Jaejoong. Tal vez no en ese orden en específico. Jinki le había dicho que Jaejoong había subido a descansar porque se sentía algo cansado.


En cuanto Yunho entró a la habitación que compartía con su esposo, lo primero que notó es que las pesadas cortinas de su cama estaban corridas, lo que significaba que detrás de ellas estaba Jaejoong durmiendo desnudo. La sola imagen mental hizo que Yunho quisiera olvidarse de la ducha e ir directamente a ver a Jaejoong, pero se conocía demasiado bien para saber que una vez que viera a su esposo simplemente tendría que tenerlo. Así que se obligó a encaminarse hacia la ducha quitándose la armadura en el camino.


Una vez en el baño, ni siquiera esperó a que el agua terminara de calentarse y simplemente entro y comenzó a lavarse rápidamente. Su erección ya era notoria solo imaginando a su esposo, no quería ni imaginar en el momento en que lograra verlo. Jaejoong simplemente lo volvía… irracional. Y la verdad no le molestaba ni un poco. Últimamente había llegado a conocer un poco más al rubio y cada vez lo encontraba más adorable, extraño y divertido. Yunho estaba simplemente… fascinado con el rubio.


Yunho salió de la ducha completamente desnudo y pasando lentamente una gran toalla negra por su cuerpo húmedo, para acabar usándola en su cabello. Las cortinas de la cama seguían cerradas y no se escuchaba ningún sonido dentro, así que el vampiro supuso que su esposo seguiría durmiendo detrás de ellas.


Dejando caer la toalla en el suelo cubierto de césped, el vampiro se dirigió a la cama y estiró la mano para correr una de las pesadas cortinas negras. Allí justo en el centro de la cama estaba Jaejoong boca abajo en toda su gloriosa desnudez. Los ojos del vampiro recorrieron hambrientos el cuerpo delgado y perfecto del salcor. La piel de Jaejoong parecía brillar bajo la luz de la habitación, y Yunho sonrió de lado. La piel de Jaejoong siempre brillaba de esa forma, justo después de que Yunho lo había ayudado a recargar su cuerpo, lo cual significaba…


Yunho se arrodilló en la cama y se acercó lentamente al rubio, con cuidado de no despertarlo. Sus ojos no dejaban de recorrer toda la expansión de piel cremosa que podía ver. El cuerpo de Jaejoong era fuerte y suave al mismo tiempo, perfecto. Yunho se acomodó entre las piernas ligeramente abiertas de su esposo y acarició lentamente los muslos del rubio, instando al salcor dormido a que abriera las piernas un poco más para él. Jaejoong lo hizo, con un ruidito tierno en sus labios separó un poco las piernas y Yunho confirmó sus sospechas. La entrada del rubio estaba rosada, toda cubierta de lubricante  y lista para ser penetrada. Era evidente que su esposo no había podido esperar a que Yunho llegara para comenzar. El vampiro decidió con una sonrisa llena de lujuria que el rubio merecía un castigo por haber comenzado sin él, así que bajó el rostro hacia la entrada de Jae y lamio lentamente la piel rosada. Jaejoong gimió profundamente, pero el moreno se dio cuenta que su esposo seguía dormido, así que continuó. Su lengua acariciando el interior de su esposo, yendo cada vez más profundo hasta que solo eso no fue suficiente, entonces el vampiro tomo las nalgadas del rubio y las apartó con un firme apretón para poder llegar más profundamente dentro de la hermosa criatura que era su salcor. En cualquier otro momento esto le habría parecido… demasiado. Pero con Jaejoong nunca nada era suficiente. El rubio era… simplemente… suyo. 


 - Yun… yun…ho… - gimió Jaejoong despertando lleno de deseo y algo  confundido.


Si bien el rubio no estaba del todo despierto, su cuerpo era otra historia. Las caderas de Jaejoong ya se movían tratando de tener alguna clase de fricción contra su dolorosa erección y al mismo tiempo acercarse más a la talentosa lengua de su vampiro. Yunho sonrió mentalmente y continuó con lo que había empezado, soltando una de las nalgas pálidas después de darle un firme apretón, para poder recorrer el cuerpo del rubio con la mano libre. Jaejoong se removió debajo de él jadeando cuando Yunho lo penetró con más firmeza con su talentosa lengua. Sin poder hacer mucho más, el rubio se aferró al almohadón que había estado usando para abrazar y trató de acallar los gemidos que podía contener, mientras sus caderas parecían querer hacer un agujero en el colchón.


Cuando Yunho notó que su salcor estaba muy cerca de acabar, se alejó de la entrada del rubio dejándolo terriblemente vacío muy repentinamente.


 - Yunho… - se quejó Jaejoong mirando a Yunho por sobre el hombro,  rogándole con la mirada.


 - ¿Qué estuviste haciendo mientras yo no estaba, Jaejoong? – preguntó  Yunho con la voz ronca, mientras se estiraba hacia la botella de  lubricante que veía asomando debajo de una de las almohadas.


 - Yo… te extrañaba… quería que volvieras… y después… ah! – Yunho  acababa de penetrarlo con uno de sus elegantes y largos dedos,  cubierto en lubricante.


Yunho movió el único dedo que tenía dentro del salcor y casi inmediatamente agregó otro. Jaejoong ya se había preparado antes de que Yunho llegara, así que el vampiro estaba simplemente tratando de lubricar y torturar aún más a su esposo.


 - ¿Y después, Jae? – preguntó Yunho en el oído del rubio mientras se  acomodaba sobre el muchacho sin sacar los dedos de su interior y  dejando que sintiera lo listo y necesitado que estaba de él.


Como siempre a Jaejoong le costaba hacer algo tan superficial como conectar ideas cuando su vampiro estaba haciendo que su cuerpo se sintiera tan necesitado. Así que por unos momentos solo pudo jadear y gemir, mientras el tercer dedo de su esposo se abría paso dentro de su cuerpo.


 - Por… favor… Yun… - logró articular el rubio.


 - ¿Qué es, Jaejoong? ¿Qué quieres? – jadea el vampiro mordisqueando el  lóbulo del rubio.


 - Tu… a ti… den… tro…


Al vampiro le habría encantado seguir torturando a su esposo, pero él  también estaba siendo torturado por la espera. Así que decidió hacer lo que su salcor y el cuerpo le pedían. Sacando los dedos del interior del rubio, se estiró para agarrar la botella olvidada de lubricante y dejó caer una buena cantidad en su mano, que esparció en su erección.


 - De rodillas, Jaejoong… - ordenó el vampiro, enderezándose para darle  lugar al salcor para moverse.


Jaejoong se arrodillo en la cama mientras su rostro seguía enterrado en la almohada que abrazaba. Yunho aferró las caderas del rubio con una mano y con la otra se acomodó en la entrada rosada. Con un ligero ajuste se deslizó dentro del apretado calor de su esposo. Los dos jadearon cuando se unieron para después comenzar a mover las caderas rápidamente para encontrarse el uno al otro.


El moreno controlaba la fuerza de los embates con ambas manos en las caderas del rubio que se movía desesperadamente bajo él. Si le preguntaban al vampiro cuál era su lugar preferido en el mundo, la respuesta definitivamente sería dentro de Jaejoong. El cuerpo del salcor parecía estar hecho para el vampiro, o así es como él se sentía cada vez que estaba con el rubio.


Jaejoong se aferraba a las sabanas, las almohadas y a los que sea que sus puños encontraran. Esa posición no le permitía pagar su desesperación en el cuerpo de su esposo, así que solo podía aferrarse a lo que sea que tuviera al alcance y a empujar contra el glorioso miembro del vampiro para que llegara más dentro de él.


 - Yunho… bésame… - pidió el rubio entre jadeos


El vampiro no respondió, simplemente deslizó una de sus manos de la cadera de Jaejoong hacia su pecho y lo ayudo a levantarse para quedar pegado a su pecho. Jaejoong jadeó, cuando la nueva posición lo empujó más dentro de su interior tocando ese punto de nervios que lo volvía loco. El rubio escuchó a su vampiro gruñir antes de que con su mano firme girara su rostro, guiándolo hacia sus labios.


El beso era desesperado y hambriento, ambos moviéndose frenéticamente tratando de llegar al orgasmo que sentían muy cerca. El salcor como siempre sintió que su cuerpo se llenaba de energía de vida al tener a su Yunho dentro. Sin dejar de besarlo, el vampiro deslizó la mano desde el rostro del rubio hasta su erección olvidada y comenzó a masturbarlo. El rubio se separó de los labios de su esposo con un jadeo. 


 - Córrete para mí, Jaejoong. Déjame… joder… déjame verlo…


Yunho sentía que el rubio estaba cerca, porque sus paredes habían comenzado a cerrarse con más firmeza alrededor de él, solo necesitaba unos minutos más y el vampiro estaba demasiado cerca y no quería acabar antes que su esposo. Con la mano de Yunho subiendo y bajando rápidamente sobre su erección, su pene abriéndose paso sin piedad dentro de él y sus labios devuelta sobre los suyos robándole el aliento, Jaejoong no pudo contener más el orgasmo que había estado conteniendo. El rubio gritó el nombre de su vampiro en éxtasis, derramándose en su mano y en la cama. El moreno por su lado, necesitó solo unas pocas embestidas más para derramarse dentro del rubio con un gruñido.


Ambos se derrumbaron en la cama, sudorosos y cubiertos de semen. Yunho acercó a Jaejoong hacia sí y lo abrazó por detrás, inhalando el aroma de su cabello húmedo.


 - Volviste a salvo… - comentó el rubio pegándose más al duro cuerpo  del moreno.


 - No fue difícil… ¿te preocupé?


 - Si…


 - Me diste la fuerza para derrotar ejércitos – comentó el moreno  abrazado al salcor con más firmeza – no tienes que preocuparte.


 - Siempre me preocuparé. Los salcor no luchamos guerras, porque  tememos perder a nuestros compañeros. Y por lo que dijeron los  simpáticos de tus sombras, siempre estarás en una. Tú y nuestros niños…


Yunho hizo que Jaejoong se girara, para que quedaran de frente.


 - No será así. Solo sabiendo que tú estás aquí, las guerras se  detuvieron. Antes de que tú llegaras aquí, eran diarias. – Yunho  apartó un mechón húmedo de cabello de la frente del rubio con cariño  – se detuvieron. Y si algún día tenemos niños, ellos sabrán que  tienen aún menos oportunidad de derrotarnos. No te puedo prometer  que nunca iré, pero puedo prometer que no será continuamente y que  siempre volveré. Aunque tenga que huir, volveré.


Jaejoong sonrió tiernamente y pasó los brazos por los hombros del moreno.


 - Te creo – respondió el rubio


Yunho le devolvió la sonrisa y se acomodó cómodamente sobre él, sosteniendo su peso en sus rodillas. El vampiro miró al salcor a los ojos unos minutos antes de bajar a sus labios. Lo besó lenta y tiernamente durante unos momentos, hasta que algo le golpeó el rostro. Se separó del rubio con un sobresalto y levantó la mirada para encontrarse con una planta que colgaba del sauce llorón que estaba sobre sus cabezas. Jaejoong se rió cantarinamente.


 - Ups – dijo con una sonrisa pícara.


 - ¿Tú crees que algo más crecerá si te tomo de nuevo? – preguntó el  moreno con su voz un tono más bajo del normal


 - Averígualo…



>>>♥<<<




Horas después, Yunho despertó con unos suaves golpes en la puerta. Sabía de quien se trataba y no tenía ganas de levantarse de la cama para ir a verlos, pero se obligó a recordar que tener a Jaejoong en su vida también implicaba a esos hombres que estaban buscándolo. Así que con un suspiro se levantó de la cama y se puso el primer pantalón flojo negro que encontró. Tomó una camisa al mismo tono y poniéndosela se acercó a la cama para cerrar las cortinas que ocultarían a Jaejoong, que estaba durmiendo plácidamente debajo de las mantas. El vampiro sonrió y abrió las puertas para encontrarse con K que le pidió que lo siguiera al despacho. Yunho lo siguió sin nada más que un asentimiento.


En el despacho se encontró con el grupo entero, y simplemente se dirigió al escritorio para sentarse, abotonando dos botones en el camino. Estaba seguro que Jaejoong lo había mordido y rasguñado en partes visibles, pero no se sentía en lo absoluto avergonzado al respecto.


 - Su alteza, queríamos presentarle a alguien. – comenzó K


 - ¿Presentarme? ¿A quién? – preguntó Yunho confundido


Por toda respuesta, Sungmin se dirigió a la puerta y salió un momento para volver con un hombre que llevaba traje y un maletín consigo. El hombre hizo una profunda reverencia apenas entrar, antes de acercarse para pararse junto a K.


 - Este hombre es el Dr. Park Choong Jae. Solía encargarse de la salud  del antiguo rey, su alteza.


 - Ah! Jung Yunho… un placer – saludo Yunho extendiéndole la mano al  vampiro parado frente a él.


El vampiro lo miró confundido unos segundos, antes de apresurarse a tomar su mano y estrecharla con firmeza.


 - ¿Qué lo trae por aquí? – preguntó Yunho


 - Tengo el honor de ser quien sirve a la familia real, su alteza. Y  pedí a K aquí presente que me dejara tener una entrevista con usted. .


 - ¿En que lo puedo ayudar? – Yunho se sentó y señaló los asientos  enfrente de él al doctor para que se sentara.


El doctor se sentó y el resto de los hombres en la habitación también.


 - Como usted sabrá, su majestad, nosotros no tenemos mucha información  acerca de lo que la ingesta de sangre de salcor le hace a nuestra  clase. La información que logramos recolectar se limita a las  experiencias de algunas horas de vampiros muy antiguos. Como usted  sabrá, estos efectos incluían un incremento considerable de fuerza,  energía y rapidez. Acompañado de una aguda vista y el momentáneo  cambio de color de ojos.


Yunho asiente ante la información que ya conoce muy bien.


 - Su caso es totalmente diferente, majestad. El primer cambio evidente  es que sus ojos se tiñeron de verde y los registros que guardamos dicen que a los vampiros que pudieron alimentarse de un salcor en el  pasado, el iris se les tiñó de un tono marrón rojizo. – Yunho frunce  el ceño pero continua escuchando atentamente – Por otra parte, las  ingestas de sangre de salcor no ocurrían más que una vez en la vida  y por ende los cambios en los vampiros eran temporales. Usted ha  estado bebiendo esa clase de sangre constantemente hace varios meses  ya, sino me equivoco. ¿Puedo preguntar la frecuencia con la que  se  alimenta?


 - Todos los días, a veces varias veces al día. – contestó el moreno


 - ¿Y ha notado usted algún otro cambio, además de los que he  mencionado? – preguntó el hombre sacando una libreta y una pluma de  su maletín.


 - No… no que yo sepa. Solo me siento poderoso.


El doctor anotó algo y luego miró a Yunho, antes de sacar otro documento de su maletín que puso en el escritorio frente al rey vampiro.


 - Me he tomado la libertad, y espero que no le ofenda, de revisar el  examen médico que se le hizo a usted durante su entrenamiento militar.


 - ¿Y hay algún problema con él?


 - No, su majestad. Pero aquí dice que su estatura es de 1,84 ¿Verdad?


 - Si, esa es mi estatura.


 - ¿Le molestaría que le tomara algunas medidas, majestad? – pregunta  el doctor


Algo perplejo, Yunho consiente al pedido y se pone de pie, dejando que el doctor le tome las medidas tanto de estatura como de hombros y pecho. Cuando acaba el vampiro de anotar todo en su libreta, le agradece a Yunho y le pide que se siente de nuevo. Yunho observa al hombre comparar sus notas con el informe militar y luego asentir lentamente.


 - Su majestad, su estatura actual es de 1.89. Sus hombros y pecho  también son más amplios.


 - ¿Qué? – pregunta Yunho confundido


- Tengo la teoría su majestad, de que la continua ingesta de sangre  salcor, está provocando cambios permanentes en su cuerpo. Por esa  razón solicité verlo. Quisiera pedirle su consentimiento para  hacerle unos análisis para determinar si los cambios se detendrán o  continuarán su curso.


Yunho entiende sin que el doctor lo ponga en palabras. Lo que él quiere saber es si Yunho continuara siendo un vampiro normal, o se convertirá en un monstruo incontrolable del que tendrán que disponer.


 - Si… está bien. Haga lo que necesite hacer.


 - También quería pedirle permiso, para tomar una muestra de la sangre  de su esposo. Para estudiarla por separado y saber más acerca de los  cambios que está sufriendo y que tal vez sufrirá.


 - Le preguntaré a Jaejoong, pero no creo que haya problema.


 - También podría servir para determinar la clase de habilidades o  necesidades tendrán sus futuros hijos, majestad.


 - Muy bien… hablaré con mi esposo.



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Continuara \\(^_^)//...
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6 comentarios :

  1. O.o ese doctor me da mala espina...sera el espia? Podria ser.. Yunho y Jae .... Pfff tan calientes, nadie es tan sexy y ardiente como Jae, capaz de volver loco a Yunho y a cualquiera. Gracias!!!

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  2. El doctor ya me dio miedillo con todo lo q dijo o.o sera q yunho tenga un cambio extraño? Quizás mas adelante hasta podria salir a la luz del sol.

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  3. Ese doctor da cosa,que mas cambios tendra Yunho?????

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  4. pues espero que los cambios sean permanentes en fuerza y guapura pero de eso a convertirse en un monstruo no lo creo solo si atacan o lastiman a su Jae si lo aria pero por defender lo suyo
    Gracias

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  5. Ese doctor espero no sea el traidor, porque esta sacando mucha información de ellos y quizás mas cuando analice hasta la de Jae.

    Gracias!!!

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  6. De donde salió ese Doctor??? No me da confianza, después del rollo del Demonio ese creo que voy a desxonfiar de todos en torno a ellos. Jajaja Mucho chudado con Jae y su exutación le dicen "Mi alma" y pum tienes una nueva maceta para regar kajaj.

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