KangTa
estaba en su oficina, la cual estaba
ubicada en la oficina central de la manada China, mirando
afuera hacia la fría y oscura noche. El usualmente despejado cielo estaba
velado por la oscuridad de ondulantes nubes. Las ventanas vibraron mientras el
viento aceleraba. Los árboles
se balanceaban, haciendo
que la nieve de las ramas volara a la distancia en la noche.
Su espalda estaba rígida por la tensión,
tenía sus hombros hacia atrás y las manos en los bolsillos de su pantalón
gris. Rodó su cuello en un intento
de aliviar la tensión,
pero no pudo sacudir la sensación de que estaba
pasando por alto algo
muy importante… alguna pieza de conocimiento que había sido enterrada en la
historia. Siguió preguntándose por qué Mona estaba tan dispuesta a ayudarle. Ella era poderosa, ya no necesitaba la protección de su manada,
y sin embargo se quedó.
Sus ojos marrones
se entrecerraron con un espeluznante brillo. Era tiempo de empezar a indagar, decidió.
¿Cuánto tiempo había pasado desde que había buscado en el pasado de su especie?
Siglos de historia, que si era olvidada podría ser perjudicial para ellos,
y sin embargo sabía sin lugar a dudas que los Canis lupis
se habían puesto demasiado cómodos en su lugar en esta tierra. Mona estaba
tramando algo, algo que le beneficiaría a ella y traería destrucción a todos en
su camino. Definitivamente era tiempo de dar un paseo en su pasado.
>>>♥<<<
Taemin apenas se había movido del lado
de Jae durante los últimos dos días. Jae no había vomitado sangre desde la
noche anterior, pero tenía miedo de dejarlo sin vigilancia incluso por un
momento. En todos sus siglos nunca había estado más avergonzado y más asustado
de sus acciones. Su egoísta
necesidad de protegerse a sí mismo
estaba costándole la vida a esté joven chico, y muy posiblemente la vida de su compañero también. Taemin negó con
la cabeza. No, se negaba a aceptar eso. No lo dejaría morir.
Minho
había ido en busca de Perizada. Se había ido horas antes de que Jae
comenzara a convulsionar y vomitar.
Entraba y salía de la conciencia, a menudo
murmurando incoherentemente. Taemin se puso a contarle sus historias,
compartiendo su pasado y muchas aventuras. De vez en cuando Jae abría los ojos,
pero estaban desenfocados, sin ver realmente.
Ahora
Taemin observaba cómo Jae comenzaba
a tomar respiraciones poco
profundas. Esta era la peor parte, cuando luchaba por respirar, y no había nada
que él pudiera hacer. Levantó a Jae con almohadas detrás de su espalda y
cabeza, tratando de ayudar a abrirle los pulmones, pero aun así Jae respiraba con dificultad y jadeaba.
—Por favor, Jae, no te rindas —susurraba Taemin fervientemente— Aguanta.
Minho te reunirá con tu compañero. Sólo aguanta, pequeño.
>>>♥<<<
Jae sintió su pecho apretarse y trató
desesperadamente de meter más aire en sus pulmones. Le dolía todo el cuerpo y
el vacío que continuaba tragándoselo se estaba volviendo insoportable. Sólo
quería que terminara. Escuchó una suave voz
en algún lugar de la oscuridad diciéndole que no se rindiera. Y a decir verdad,
la idea era tentadora, hasta que pensó
en su profunda voz, sus hermosos ojos color
ámbar, su asombrosamente fuerte cuerpo e inamovible voluntad. No podía darse por vencido, le debía mucho a él. Pero,
maldita sea, dolía. Trató de abrir los ojos pero no cooperaban. Levantar su
cabeza o cualquier otra parte del cuerpo, para el caso, estaba fuera de cuestión.
«Así que es así como termina», pensó. «Uno podría pensar que con todo lo que ha pasado en los
últimos meses, al menos, me iría en un resplandor de gloria. Pero no, aquí
estoy tendido en la casa de un sanador
gitano, maltratado, destrozado, y enfermo. Hombre, esto simplemente apesta.»
Jae pensó en sus padres y en cómo Junsu
y Changmin tendrían que inventar una historia de cómo murió. Su madre no lo
tomaría bien. Aunque su relación era tumultuosa en un día bueno, él era su único
hijo. Junsu tendría que cuidar de Changmin porque Changmin no llevaba muy bien
la pérdida. Jae todavía recordaba porque
lo encontraron en su patio delantero, escondido debajo de un arbusto, cubierto
de garrapatas. Changmin se había negado a hablar durante días. Finalmente Jae
le había pedido a su madre que lo llevara allí y que lo ayudara a hacer un
funeral para Changmin. No, Changmin no llevaba bien la pérdida en absoluto.
¿Y qué con Yunho? ¿Cómo manejaría su muerte? Por supuesto, el que ya no lo recordara podría no ser tan
malo, así que tal vez debería estar agradecido por la maldición. La idea de no
volver a ver su cara le provocaba un fuerte dolor en el pecho. Sintió lágrimas
deslizarse de sus ojos. Había estado llorando mucho últimamente y eso estaba
empezando a ponerlo nervioso, pero nada se podía hacer al respecto. Estaba
físicamente dañado, pero más aun emocionalmente. Ansiaba escuchar la voz de Yunho,
incluso si era él gritándole, dándole órdenes por
todos lados.
Recordó el día en que él se había
sentado con Yunho en ese sofá y lo abrazó, lo
besó, le mostró
con cada toque justo lo que él significaba para Yunho. Recordó
los mensajes de texto que se habían enviado entre sí cuando Siwon lo
había encerrado. La ternura en esos mensajes lo había calentado hasta los pies.
Jae quería vivir, pero incluso si no lo
hiciera, todavía se sentía muy bendecido de haber tenido esos cuatro días con
su lobo, su compañero.
>>>♥<<<
Changmin casi chocó con la espalda de
Peri cuando la Fae llegó a un abrupto alto. Levantó sus brazos y Changmin, Hayami,
Luhan y Yunho observaron con ojos bien abiertos como el aire delante de ellos
se propagaba y centelleaba.
—Este es el velo de las Fae. Nuestro mundo
está en otra dimensión. Nadie más que un Fae puede abrir el velo y sólo un Fae
puede conceder permiso para que otros puedan cruzar.
Justo cuando Peri estaba a punto de
pasar a través del velo, una profunda voz retumbó de entre los árboles.
— ¡Perizada!
Hayami y Yunho cambiaron a una postura
protectora entre la mujer y el macho no identificado que estaba saliendo
de los árboles
directamente hacia ellos.
—Minho. —Peri en realidad
pareció sorprendida, algo que parecía
fuera de lugar en él— ¿Supongo
que vienes debido al latente?
Yunho gruñó y dio un paso hacia el lobo al que
él llamó Minho.
— ¿Dónde está? —gruñó Yunho.
Minho lo miró y luego la comprensión lo
iluminó.
— ¿Tú eres su compañero?
Yunho asintió una vez y siguió gruñendo. Sus
ojos brillaban de color ámbar profundo y sus garras habían surgido. Hayami puso
una restrictiva mano sobre su Beta.
—Tú eres el compañero del sanador, tienen a
Jaejoong. — Yunho
no lo preguntó porque olía
algo en el lobo que era familiar, pero no lo era al mismo tiempo. Dio otro paso
hacia Minho y respiró profundamente, luego se volvió hacia Hayami y Luhan— ¿Trae
él su esencia?
Hayami y Luhan tomaron respiraciones
profundas por la nariz. Ambos dejaron salir gruñidos bajos.
—Sí, él ha estado con Jae. —Hayami se dio cuenta demasiado tarde
cómo sonó ese comentario y tuvo que contener a Yunho más fuerte y aclarar lo
que dijo— Él
ha estado en la misma habitación con Jae, Beta. —Hayami
bajó los ojos en sumisión, tratando de calmar al
embravecido lobo de Yunho.
—Minho, ¿cómo está? —Peri interrumpió la interacción de los
lobos.
—No está bien. Rara vez está consciente y ha
empezado a vomitar sangre.
—La voz de Minho carecía de emoción, pero sus ojos no ocultaban el miedo y el
dolor que sentía por el latente.
—Está empeorando más rápido de lo que pensaba —dijo Peri más para sí que para los que la rodeaban. Miró de nuevo el velo y luego otra vez al grupo que
estaba de pie observándola, esperando— Minho, debes traerlo conmigo. Taemin no
puede y no debe venir.
—Iré con él a buscarlo —anunció Yunho, y luego sin advertencia cayó de
rodillas. Su respiración se volvió entrecortada y cuando levantó la vista, Changmin
y Luhan jadearon.
— Yunho, tu nariz está sangrando… y tus oídos. —Changmin se colocó en cuclillas frente
a él y puso las manos sobre su pecho. Cerró los ojos y dejó que la magia en él
fluyera. Sintió su lobo luchando con el hombre, queriendo estar en control,
necesitando encontrar a su compañero. Changmin comprendió que el lobo de Yunho
sabía quién era Jae, había reconocido su olor, y lo estaba volviendo en alguien
muy peligroso.
Apartó la mano y abrió los ojos. Miró
hacia Luhan y Hayami.
—Su lobo reconoció su esencia. Está furioso.
No sé cuánto tiempo más Yunho podrá mantenerlo a raya sin dejar que su lobo
tenga el control, sobre todo porque está tan débil.
La voz de Luhan fue un mero susurro.
—Si su lobo se hace cargo mientras está en
ese estado todos estaríamos en peligro. Quitará lo que esté en su camino hasta
que lo tenga de vuelta.
—Hayami, acompañarás a Minho a su hogar y recuperarás
a Jaejoong. Minho, debes darte prisa.
Minho asintió y sin esperar a ver si Hayami
lo seguía, dio media vuelta y se fue por el bosque. A medio paso cambió a su forma de lobo y golpeó
el suelo con cuatro patas. Hayami se acercó a Changmin
y levantó su barbilla para que lo mirara. Él se acercó más, descansando su boca
junto al oído de él. Changmin se estremeció cuando sintió su aliento en la
oreja y el cuello.
—Cuídate —susurró Hayami y sus labios rozaron la sensible piel—Regresaré
por ti.
Antes de que Min pudiera responder él se
dio la vuelta y echó a correr, cambiando mientras lo hacía. Changmin se dio
cuenta que su pelaje era de un color gris plateado reluciente. Trató de tomar
algunas respiraciones profundas después de su pequeño encuentro, y cuando se dio la vuelta para
mirar a Luhan y Peri, Luhan estaba levantando una ceja.
Changmin se sonrojó.
—No sé, Luhan, así que ni siquiera preguntes. ― Luhan se rio por lo bajo, volviéndose
hacia Peri.
—Ahora esperamos —dijo
Peri mientras encontraba una rama caída de un árbol. Después de sacudir la nieve, se sentó.
—Soy pésimo esperando —murmuró Changmin mientras él y Luhan
se sentaban en ramas caídas frente a la Fae.
Yunho se movió para sentarse frente a un gran
tronco de árbol, escuchando las voces
a su alrededor pero manteniendo los ojos cerrados. Le tomó toda su
concentración mantener a su lobo bajo control.
— ¿Cómo crees que van las cosas con Junsu y
los demás? —preguntó
Luhan a Changmin.
—No lo sé. Me gustaría poder llamarles pero
mi teléfono no está recibiendo ni una señal.
—Tráeme tu teléfono —le dijo Peri sin preámbulos.
Changmin la miró y luego a Luhan. Él se encogió
de hombros en una manera de “por qué no”. Así que Changmin se levantó y se acercó a Peri. Le entregó
a la mujer su teléfono y vio como Peri lo tocó suavemente. Una
pequeña y brillante luz apareció debajo de su mano brevemente y luego se había ido.
—Aquí tienes —dijo casualmente, regresando el
teléfono a Changmin. Changmin miró la pantalla y vio que tenía las barras de
señal completas.
—Diabólico. ¿Cómo hiciste eso?
—Soy una Fae —dijo simplemente.
Justo en ese momento, como si fuera una
señal, el teléfono de Changmin comenzó a tocar una canción.
Changmin casi saltó
fuera de sus zapatos por la sorpresa ante el sonido rompiendo el
silencio del bosque. Escuchó por un momento antes de responder. El tono había
sido cambiado a “My Maria” de Brooks
and Dunn. El tono de llamada iniciaba con la línea: “Mujer gitana, eres una obra milagrosa para mí. Tú liberas mi alma como
un barco navegando en el mar. Él es la luz del sol cuando las estrellas están grises,
me trata tan bien, mujer, llévame contigo”.
Changmin se rió mientras contestaba el
teléfono. No tenía ninguna duda en su mente
de que Jae había confiscado, de alguna manera,
su teléfono y puso ese tono
de llamada allí después de que habían descubierto que Changmin era un sanador gitano.
— ¿Hola?
— ¡Changmin! ¡Oh, mí jodido Dios! No creí que
pudiéramos realmente llegar a ti pero me pareció que valía la pena intentarlo.
Estás en altavoz y tenemos algo de información para ti, mi dulce gitano. —Junsu sonaba tan emocionado de hablar
con él que casi hizo llorar a Changmin.
Yunho se espabiló y abrió los ojos ante el
sonido de la voz del pelirrojo.
— ¿Qué tienes para mí? —preguntó Changmin con impaciencia.
—Sabemos lo que romperá la maldición. ¿Estás
lista para esto, chico?
—Sólo suéltalo. —Changmin se preparó para lo peor, temiendo que sería algún horrible sacrificio que tendría que llevarse a cabo con el fin de arreglar
a Yunho. La respuesta fue
mucho más simple de lo que nunca imaginó y aun así más poderosa que cualquier
sacrificio físico que uno pudiera dar: el único sacrificio del corazón por
amor… el último sacrificio personal.
>>>♥<<<
Siwon y Heechul estaban sentados en la
improvisada sede que habían creado en la taberna de la aldea.
Como siempre, la habitación estaba
iluminada con lámparas de aceite
y un fuego ardía en la gran chimenea de piedra. La habitación estaba sorprendentemente limpia, los pisos
libres de polvo y suciedad. Heechul se dio
cuenta, y no por primera vez, que no había fotos colgadas en las paredes,
ni decoraciones adornaban
las mesas auxiliares o estantes llenos de libros,
pero aun así era
sorprendentemente cálida y acogedora. Lo que no había en el aire. Éste era pesado por la preocupación y la impaciencia de seguir adelante,
de hacer algo.
Al otro lado de los Alfas estaban
sentados Yoochun y Junsu. Leeteuk
estaba apoyado contra
la pared alejada
de la derecha, Key estaba
encorvadoen el suelo frente a la chimenea.
El fuego crepitaba y el viento hacía al frágil vidrio de las ventanas
estremecerse. El silencio
era ensordecedor mientras
los Alfas esperaban.
Junsu
se le quedó mirando al teléfono que había puesto
en el centro de su círculo, como si pudiera
ver a Changmin si se le quedaba
viendo el tiempo
suficiente.
Por último, Junsu habló:
—Amor. —Negó con la cabeza— El amor es lo que rompe la maldición.
El grupo escuchó a Luhan gruñir en voz
alta desde algún lugar cercano a Changmin.
— ¿Me estás tomando el pelo?
—Eso es lo que yo dije —concordó Junsu. De repente Siwon
habló.
—Changmin antes de entrar en esto, por favor
dame una actualización. ¿Asumo, dado que tu teléfono está funcionando, que
encontraron a Peri?
—Hola, Siwon, mi viejo amigo. —Escucharon una musical voz a través
del altavoz.
Siwon sonrió.
—Hola, Perizada. ¿Estás bien? ― Peri se rio entre dientes.
—Tan bien como se puede esperar en estos
tiempos.
—Me parece bien. Changmin, ¿cómo está Yunho?
—No está bien. Su lobo está luchando por
liberarse. —Changmin empezó
a explicar todo desde el momento
en que se fueron hasta el momento
actual— Así que, aquí estamos, esperando que Minho
y Hayami vuelvan con Jae —terminó.
Junsu
se dio cuenta que Changmin
debió de haber puesto su teléfono en altavoz
también cuando oyeron la voz de Luhan fuerte y
claro.
— ¿Cómo es que la maldición va a ser rota
cuando Yunho no reconoce a su compañero y por lo tanto no siente amor por él?
Hubo silencio al otro lado de la línea.
—Changmin, ¿dijiste que su lobo reconoció su
olor en Minho? —Siwon
rompió el silencio.
—Eso puede ser suficiente para ayudar a sacar
las emociones de Yunho a la superficie. Su amor por él no se ha ido,
simplemente está enterrado debajo de esa maldición.
— ¿Qué pasa con la sangre? —Preguntó Junsu— ¿Y
si intercambian su sangre? ¿Podría eso tal vez juntar de nuevo su vínculo, y en
consecuencia, desencadenar los sentimientos de Yunho hacia Jae?
—Es una posibilidad, y probablemente no sería
difícil ya que su lobo todavía reclama a Jae —acordó Siwon.
—También encontramos que el nombre de la
bruja es…
— ¡NO DIGAS SU NOMBRE! —La voz de Perizada irrumpió
a través del teléfono y llenó la habitación como si estuviera parada frente a ellos— No debes decir su nombre cuando puede ser
escuchado aquí —habló
calmadamente— Siwon, seguramente has explicado el poder en
un nombre. No debemos poner su nombre en el viento y llamar su atención.
— ¿Qué quieres decir con poner su nombre en el
viento? —preguntó Key, hablando por primera vez.
—Una bruja practica magia negra y llama a los
elementos para hacerlo… tierra, agua, aire y fuego. Ella puede usar el viento
para enviar su voluntad y llamar a los demás. Si su nombre es pronunciado al
aire libre, puedes apostar que lo escuchará.
—Mi error —murmuró Junsu, y luego añadió— Así que, espera. Peri, ¿tú sabes quién es ella?
—Por supuesto que sé quién es ella. La he
estado buscando durante siglos. Su poder crece y su maldad no conoce límites.
Debe ser destruida, pero hay una solo forma en que puede suceder.
— ¿Cómo? —preguntó Junsu.
—El tiempo para la revelación no ha llegado.
Mientras esperaban a que Minho y Hayami
regresaran, Junsu les dijo a los demás acerca de las mesas que JangWoo le había
mostrado y la historia detrás de ellas. Key sacó a colación lo del incendio y
cómo la bruja, cuyo nombre no se menciona, había de alguna manera
llegado hasta JangWoo.
Continuaron hablando hasta
bien entrada la noche, encontrando consuelo en estar finalmente reunidos con su
manada.
>>>♥<<<
Después de varias horas y aún sin Hayami
y Minho, Siwon ordenó a todos dormir un poco y a Changmin que los llamara tan
pronto como los otros regresaran. Junsu se enjugó las lágrimas mientras se despedía
de su amigo, luego dejó que Yoochun lo llevara al refugio de sus brazos.
—Ellos están seguros, Luna —susurró él.
—No van a estar a salvo hasta que estén aquí
con su manada. —Junsu
siguió a Yoochun a su dormitorio, y sin más palabras se metió en la cama,
acurrucándose en sus brazos. El sueño tardó un largo tiempo en llegar, mientras
ambos esperaban que sonara el teléfono.
>>>♥<<<
En algún momento
de la madrugada al día siguiente, Yunho dejó escapar un gruñido bajo desde su lugar
contra el árbol. Luhan se levantó de un salto y Peri se quedó mirando a la
bruma de la mañana. Changmin se sentó desde su improvisada cama, frotándose el
sueño de los ojos.
De repente Minho y Hayami salieron del
bosque, un Jae maltrecho y agotado en los brazos de Hayami. Yunho saltó a sus
pies, lanzándose hacia Hayami. Sus ojos estaban brillando y el gruñido
saliendo de él era todo lobo. Hayami miró a su Beta y se dio cuenta
que el lobo finalmente había ganado.
—Changmin, retrocede — le dijo Hayami.
Changmin había comenzado a moverse hacia Yunho cuando él se lanzó hacia
delante, tropezando por su debilidad.
—Su lobo está en control. Yunho ha salido de
vacaciones —le dijo Hayami con firmeza— Luhan,
aparta a Changmin.
Luhan obedeció sin rechistar,
manteniendo un ojo cauteloso sobre Yunho.
Yunho le gruñó a Hayami, el labio
levantado y mostrando sus afilados y largos caninos mientras hablaba.
—Mío.
Hayami asintió.
—Sí, es tuyo, pero está herido. Tienes que
ser amable con él.
Yunho intentó tomar a Jae de Hayami, pero él
no quiso ceder. Hayami bajó los ojos en sumisión, pero habló con firmeza.
—Permíteme bajarlo, Beta. No te perdonarías a
ti mismo si lo dejas caer.
Hayami se movió lentamente hasta el
jergón donde Changmin había estado acostado y colocó
suavemente el cuerpo
inerte de Jae y lo cubrió con una pesada manta.
Yunho empujó a Hayami firmemente.
—No toques.
Hayami desnudó su cuello a su Beta.
—Me refiero a él, reconoce su daño; no lo
quiero para mí. Él está muy enfermo.
Yunho se agachó junto a Jae, y de una manera
tierna que Changmin nunca había visto en ningún hombre,
apartó el cabello
de su cara. Él se inclinó y apretó
la nariz contra su cuello, respirando profundamente una y otra vez. Pasó las
manos por su cabello con ternura y luego sobre sus brazos. Apartó la manta y
pasó las manos por sus piernas. Changmin estaba confundido, la acción no era
sexual sino muy posesiva.
— ¿Qué está haciendo? — le preguntó Changmin a Hayami.
—Poniendo su olor en él. Tiene mi olor y el
aroma de Minho. Dos machos en él, es probable que lo esté volviendo loco.
Yunho luchó por el control y estaba
perdiendo. Su lobo lo conocía. Tan pronto como Hayami se había enfrentado en contra de su lobo.
Tomó todo en él evitar matar a Hayami cuando vio a su compañero en sus brazos.
Ahora, mientras miraba a su cuerpo inmóvil, tan débil y vulnerable, sabía que
su lobo no lo dejaría fuera de su vista.
Yunho se volvió hacia Peri con sus ojos
brillantes y mirada amenazante.
—Sánalo. —Su voz era profunda y gutural, no humana en
absoluto.
—Debemos llevarlo, y a ti a un lugar seguro.
Tenemos que cruzar el velo.
—Peri se volvió hacia Minho—Me comunicaré contigo cuando sea el momento
para que Taemin y tú vengan. Hasta entonces, permanezcan fuera de vista. Él no
debe ser capturado, sin importar qué.
Minho asintió, luego miró a Yunho, quien
estaba arrodillado junto a su compañero.
—Perdónanos, Beta. No queríamos hacerle
ningún daño.
Yunho gruñó.
—Tú sabes que no puedes razonar con su lobo,
sólo haz lo correcto. Esa es toda la disculpa que él va a necesitar.
Minho
asintió una vez, luego se volvió y tomó la dirección de la que Hayami
había emergido.
—Hayami, tendrás que llevar a Jae —le dijo Peri. Hayami vio la mirada
salvaje en los ojos de Yunho.
—Lo siento, señora hada, no va a suceder. Él
arrancará la cabeza de cualquiera si lo tocan.
Luhan dio un paso hacia Yunho. Se puso a
cuatro patas y se arrastró con la cabeza inclinada. Se detuvo a metro y medio
de él y se aseguró de que su cabeza estaba más baja que la suya.
—Beta, debemos moverlo y tú estás demasiado
débil. Por favor, déjame llevarlo.
—Mío —gruñó Yunho.
—Sí, él es tuyo. Ninguno de nosotros quiere
lastimarlo. Tú nos conoces, lobo, puedes oler que somos de la manada. Confía en
nosotros para cuidar de lo que es tuyo.
Yunho miró a Jaejoong, quien estaba luchando
por respirar, luego otra vez a Luhan.
—Sólo tú y el sanador pueden estar cerca de él.
Luhan dejó escapar el aliento que había
estado conteniendo y esperó a que Yunho se levantara. Yunho se hizo a un lado
para que él pudiera llegar a Jae. Tan suavemente como pudo, lo levantó,
interiormente haciendo una mueca por cuán ligero estaba.
Jae había perdido
una cantidad significativa de peso y se sentía muy frágil.
Cuando Luhan se volvió para enfrentar a los otros, se tensó cuando Yunho dio un paso hacia él. Pero él simplemente puso una mano suavemente
sobre la pierna de Jae, tan gentil con su compañero lastimado. Luhan se dio
cuenta entonces que él no planeaba dejar su lado y que incluso no podía apartar
una mano de él ni por un segundo.
—Vamos —dijo Peri mientras ella una vez más levantaba los brazos, provocando
que el aire brillara— Manténgase cerca.
Mientras pasaban a través del velo, Changmin
sintió una cálida sensación de hormigueo. Cuando desapareció, él miró a su
alrededor y se dio cuenta que estaban justo donde habían estado.
— ¿Nos fuimos a alguna parte? ― Peri asintió.
—Sin importar en dónde entres a Farie, este
imitará el mismo clima y la misma imagen para los seres humanos.
—Extraño —murmuró Changmin.
—No vamos lejos. Sólo mantengan el ritmo —espetó
Peri mientras tomaba un paso ligero.
Ellos habían caminado durante unos
quince minutos cuando llegaron a una casa de piedra de dos pisos. El musgo había crecido
sobre un lado de la casa,
y las ramas de los árboles se arqueaban sobre esta como una barrera protectora.
Varias
chimeneas se elevaban
desde la saliente
inclinada y el humo bailaba desde cada una, flotando hacia el
cielo. La puerta principal era arqueada y muy alta, había ventanas redondas a
cada lado de la puerta.
Cuanto más se acercaban a la casa, más
sentía Changmin como si estuviera entrando en una tierra encantada. Cuando
llegaron a la puerta y Peri la abrió, Yunho dejó escapar un gruñido.
—Hayami, entra y asegúrate de que esto es
seguro para los chicos.
― Hayami asintió y dio un paso más allá de la sorprendida Fae.
Peri puso los ojos en blanco.
—He olvidado cuán molestos pueden ser los
machos de su especie —le dijo a Changmin y a Luhan.
Luhan se rió entre dientes.
—Molestos es ser agradable. Si Jae estuviera
despierto te daría una descripción muy colorida de lo que piensa sobre los
machos.
—Creo que me va a gustar este Jae. —Peri sonrió y su rostro pareció
encenderse cuando lo hizo.
—Sin moros en la costa. —Hayami
sacó la cabeza por la puerta. Él buscó la mano
de Changmin y no esperó a que aceptara la suya, simplemente lo agarró y tiró de él hacia la casa.
Tan pronto como entraron, estaban en una
sala de estar gigante. Una enorme chimenea de piedra estaba en la pared más
alejada de la izquierda y un cálido fuego crepitaba y saltaba. El techo inclinado era un espacio
abierto todo el camino hasta el segundo piso y había
una barandilla que le permitía a uno mirar hacia abajo a la sala de estar.
Había una cocina en la parte trasera de
la habitación con todos los electrodomésticos
necesarios, y parecía
tan extraño para Changmin estar de pie en una casa en un reino diferente, mirando a
una cocina aparentemente normal. Había un gran sofá y varias sillas mullidas
cerca del fuego en un círculo, y en la pared alejada de la izquierda habían
altas estanterías llenas de libros de diversos tamaños. En la pared del fondo,
al otro lado de la cocina, había una puerta que daba a otra habitación.
—Luhan, lleva a Jae a ese cuarto de ahí —le instruyó Peri mientras señalaba la
puerta.
Luhan
llevó su preciosa
carga, con Yunho todavía sosteniendo la pierna de Jae, y lo
puso sobre la cama en la habitación. Era una habitación sorprendentemente grande
con una cama con ruedas.
Cuando Luhan bajó a Jae, se dio cuenta de lo suave que era
el edredón, y afelpado, mientras parecía envolverse alrededor de Jae tan tiernamente como un amante.
Había varias sillas en la habitación, un gran armario
y otra chimenea. La habitación era cálida y, a pesar de su tamaño, muy acogedora.
Luhan observó como Yunho se paraba junto
a la cama, mirando a su compañero, con la mano aún en su pierna. Él tomó una
silla y la empujó hacia Yunho.
—Beta, necesitas descansar. —Hizo un gesto hacia la silla.
El lobo de Yunho todavía miraba a través
de sus ojos. Él asintió una vez hacia él y se sentó, sin perder de vista a Jae.
Luhan lo dejó allí sin molestarlo más.
Vio que los otros estaban sentados
en las sillas y el sofá alrededor del fuego.
Changmin había colocado el teléfono en la mesa redonda de café en el centro
de su círculo. Él se dio cuenta que Changmin debía haber llamado a los
demás cuando escuchó a Changmin explicar acerca de Jae y Yunho. Su rostro era
serio cuando describió cuán maltratado se veía su amigo; lágrimas
estaban deslizándose por sus
mejillas. Hayami colocó una mano en la espalda baja de Changmin y Luhan notó
que sus ojos estaban brillando. Obviamente a él no le gustaba
ver a Changmin tan alterado.
—Nunca he visto a nadie tan cerca de la
muerte, Junsu. —Changmin hipó entre
lágrimas. Hayami finalmente tuvo todo lo que podía tomar, y atrajo a Changmin a
su regazo. Le susurró palabras de consuelo y acarició su cabello suavemente.
Changmin miró sus ojos color avellana y
aunque sabía que probablemente iba a
arrepentirse, cedió y apoyó la cabeza en su pecho.
Hayami dejó escapar
un suspiro de satisfacción y lo
apretó con más fuerza.
— ¿Yunho está con él? —La voz de Siwon llegó a través del
teléfono.
—Sí —respondió Peri— Su lobo reconoció a su compañero. No va a
dejar que nadie se acerque a él.
—Eso es bueno —dijo Siwon, luego se enmendó— bueno
que su lobo lo reconociera.
— ¿Así que no ha habido ningún cambio a pesar
de que han sido reunidos? ¿Puede el amor de un lobo, quiero decir, su amor
sería capaz de romper la maldición? —preguntó Junsu.
— ¿El amor es lo que va a romper la maldición?
—preguntó Hayami, habiéndose perdido esa
conversación. Changmin asintió contra su pecho— ¿Cómo puede algo tan simple romper algo tan
poderoso? —Hayami sacudió
la cabeza.
— ¿Simple? —Jadeó Changmin mientras se sentaba abruptamente y se
volvía a mirar a Hayami— ¿Crees que el amor es simple?
Los ojos de Hayami se abrieron ante la fiereza
en sus ojos y la firmeza de su
voz, un ciervo encandilado por los faros.
—Aquí vamos —oyeron ellos a Junsu murmurar en voz baja.
— ¿Cómo puede sorprender a cualquiera de
ustedes que el amor pueda romper la maldición? —Se dirigió Changmin
al grupo, sus ojos moviéndose de persona en
persona. Luego se quedó mirando el teléfono como si pudiera ver a través de
este— Ustedes, ¿de cuyo mismo componente genético los obliga a amar tan
profundamente que ni siquiera pueden sobrevivir sin su compañero? No es ninguna
coincidencia eso del dicho de que: “El
amor lo conquista todo”. Es una historia tan antigua como el tiempo.
Junsu resopló.
—Has estado esperando para usar esa línea. ― Changmin rio brevemente.
—Por fin me llegó mi día. —Luego se puso serio y sus ojos
volvieron a Hayami—. No hay nada simple sobre algo que puede
llenarte con la alegría más grande que alguna vez has conocido. Puede hacer que
los hombres construyan ciudades, aplasten enemigos, busquen maneras de mover
montañas, y pongan incluso al más grande de rodillas. No hay nada sencillo
sobre algo que puede rasgar a la mitad las propias costuras de tu alma, triturar
cada pedazo de dignidad que has tenido, y quitar cada inhibición de quién eres.
Hayami se inclinó hacia adelante y
extendió la mano hacia el chico que se había convertido en un hombre delante de
sus ojos.
—Changmin —susurró él.
Changmin se apartó de él en una rara
muestra de seriedad, haciendo caso omiso de su mano, mirando de nuevo al
teléfono.
—Yoochun, ¿crees que la maldición habría
funcionado en ti? ¿Crees que podrías haber olvidado a tu compañero?
Yoochun negó con la cabeza.
—No. No ya habiendo realizado los Ritos de
Sangre y el vínculo entre nosotros estando completo, pero sospecho que la
maldición no funcionaría sin el amor entre los dos. Estás en lo cierto, Changmin.
No hay nada más poderoso que el amor. Mi alma y la de Junsu se han hecho una a
través de nuestro vínculo. Ni las tinieblas pueden conquistar la luz con la que
nos cubre el amor.
—Está bien, yo estoy contigo —concordó Junsu— Pero,
¿cómo conseguimos que un hombre que no recuerda a su compañero recuerde que lo
ama?
—Él va a tener que vincularse con Jae —habló Peri. Todas las cabezas se
volvieron hacia ella.
—Es la única cosa que restablecerá el vínculo
cortado y, ostensiblemente, traerá los recuerdos de Yunho.
Luhan se inclinó hacia delante en su
silla, apoyando los codos en sus rodillas.
—Siwon, no será difícil convencer al lobo de
Yunho hacer los Ritos de Sangre, pero Yunho es otra historia. Él quiere
recordar a Jae, él quiere amarlo. Querer y hacer son dos cosas diferentes.
—Changmin. —Fue la voz de Heechul la que ellos escucharon esta
vez.
— ¿Sí? —respondió Changmin.
—Necesitas hablar con Yunho. Tú puedes ser
capaz de llegar a él.
—Voy a intentarlo.
De repente oyeron un gruñido mortal y el
sonido de algo golpeando el suelo duro. Changmin se dirigió en dirección a la
habitación, pero Hayami lo agarró por la cintura.
—Tú no vas allí con un lobo enfurecido.
—Hayami, suelta. Es mi mejor amigo el que
está allí. Yunho no va a hacerme daño.
—Changmin, ¿qué ha pasado? —La voz de Siwon tronó a través del
altavoz.
Luhan levantó el teléfono y comenzó a
hablar mientras se dirigía en dirección de la habitación, siguiendo al luchador Changmin
y, al parecer, el enojado
Hayami.
Entraron en la habitación y Luhan casi
dejó caer el teléfono.
—Alfa, vamos a tener que llamarte luego. —Antes de que él pudiera contestar, él
terminó la llamada y miró, horrorizado a un Yunho cubierto de sangre y a un Jae
sin vida.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
como crees como es esto posible por que haces esto por que lo dejas a qui quiero saber que paso por que Yunho esta cubierto de sangre y como que Jae esta sin vida esto tiene que ser una pesadilla espero que lo sea por fa el que sigue
ResponderEliminarGracias se a quedado de infarto esto quiero mas
Que fue lo que paso no puedo creer que Jaejoong este muerto y que Yunho haiga hecho algo malo y por que tuvieron que cortarle el vinculo si ellos no le hubieran dado de tomar nada a Jaejoong esto no estaria pasando gracias Poleht por este capitulo esperare con ansias el siguiente
ResponderEliminarMe encantó este capítulo, la posesividad de Yunho, la intensidad de Changmin al hablar del amor, el coquteo de Hayami... todo, sin embargo no puede ser que justo termine ahí y de esa manera. No creo que Yunho o su lobo sea capaz de hacerle algo a Jaejoong, algo debe de estar ocurriendo y por deosh JJ no puede morir >.<... En fin otro capítulo más que va genial, espero ansiosa el siguiente capítulo. Gracias por la actualización.
ResponderEliminarQqqqqq como sangre qqq 😨😨😨 q pasooo kyaaa ta emocionante xfa actualizalo pronto.. gracias
ResponderEliminarNooooooo porque lo dejas alli????? Es injusto
ResponderEliminarJae no puede estar muerto y menos ahora que esta con Yunho despues de todo lo que han pasado y sufrido.
Yunho aunque no recuerde a Jae su lobo si y lo trata con tanta dulzura sin lastimarlo,espero que perizada pueda hacer algo.
Actualiza pronto porfis no nos dejes sufriendo
No no, no... Jae no puede morir, porque?, actúen pronto, salvenlos ambos están muriendo.
ResponderEliminarQue emocionante has dejado este capitulo.
Gracias!!
Que!!!! por que lo dejas así.
ResponderEliminarLo has dejado muy emocionante, ya quiero saber que es lo que va a seguir, estoy segura que si los van a salvar.
Gracias.
No Jae no puedes irte así Noooo vamos lucha por quedarte con Yunho, meresen vivir su amor por todo lo que han tenido que superar. Lo que sea haya pasado en esa habitación no debe ser bueno pero no creo que Jae este muerto. Dios mio, Changmin defendiendo el hecho del amor como propisito y razón de todo fue hermoso, ame esa parte, imaginar su mirada y el ardor y convicción en sus palabras woooo increible¡¡¡¡ No Hay modo en que Hayami niegue el punto de ChangMin cuando su amor por él es tan grande que incluso no lo noto instalado comodamente en su ser. ¿De donde crees Haya que te brota ese instinto protector y posecivo por ChangMin si no del amor sin el cual tú no podrías ni mover in dedo? INCREIBLE CAP. VAMOS JAE NO VAYAS A LA LUZ REACIOOOONAAAA¡¡¡¡
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