jueves, 29 de junio de 2017

Out Of The Dark. Cap 11



Rápido, Yunho —decía Changmin mientras ponía sus manos en el pecho de Jae. Él no sabía qué hacer por su amigo. Esta vez no había sangre en sus pulmones. Era como si su cuerpo se estuviera rindiendo. Yunho rasgó su muñeca, sin importarle el dolor. Esperó para colocarla sobre la boca de Jaejoong hasta que Changmin le hubo dado dos respiraciones de boca a boca. Changmin comenzó la compresión cardíaca mientras que Yunho colocaba su muñeca en su boca y frotaba su garganta tratando de hacer que él tragara.

Junsu miraba mientras Changmin y Yunho trabajaban en el cuerpo roto de su mejor amigo. Las lágrimas llenaron sus ojos y los brazos fuertes de Yoochun se envolvieron alrededor de él.

Esto no debía ocurrir, Yoochun. Él no se puede morir. No puede. —Junsu se volvió hacia Yoochun y enterró su cara en su camisa. Estaba teniendo náuseas al escuchar a Changmin presionando en el pecho de Jae, esperando a ver si Jae podría respirar por su propia cuenta. Los minutos pasaron y Jae todavía yacía sin vida.


Changmin detuvo sus compresiones cardíacas y levantó la cabeza para mirar a Junsu. Sus ojos se hincharon de lágrimas y el sonido que vino de él rasgó cada corazón en la habitación.

No puedo salvarlo. — La voz de Changmin salió más como indignada que de dolor hasta que la verdad se hundió. Jae se había ido, y no había nada que Changmin pudiera hacer. Su cuerpo tembló de rabia mientras se levantaba—. ¡Para qué diablos soy bueno si no puedo SALVAR A MI MEJOR AMIGO! —Él estaba perdiendo el control rápidamente.

Junsu comenzó a ir hacía él, pero Yoochun lo retuvo. Hayami corrió a su alrededor y tomó a Changmin en sus brazos. Se resistió a él al principio, golpeando su pecho, negando su consuelo.

Changmin mío, déjalo salir. Grita, golpéame, patéame. Haz lo que debas. Te tengo y no te dejaré ir.

Changmin cedió contra él, llorando, temblando y completamente deshecho. Hayami lo recogió y se lo llevó fuera de la habitación. Necesitaba calmarse y sabía que él no lo podría hacer con todos mirándolo.

Yoochun se giró hacia su padre mientras miraba como la realización caía en Yunho.

Él no va a ser seguro. ― Siwon asintió.

Lleva a los chicos arriba. Los machos que se queden aquí. Tomará de todos nosotros reducirlo.

Yunho apartó dulcemente el cabello de Jaejoong fuera de su cara. Su sangre estaba en sus labios, pero de todos modos lo besó. Él estaba quieto, tan quieto, muy quieto. El sanador había detenido las compresiones pero Yunho se negó a darse por vencido. Le dio dos respiraciones boca a boca y reanudó el bombeo de su corazón. No podía morir. No moriría. Él no iba a sobrevivir sin Jae y el mundo no sería capaz de manejar la ira que reinaría debajo de Yunho. Jaejoong era lo único bueno que le queda.

Sintió unos brazos que lo retiraban y voces diciéndole que lo dejara ir.

«¿Qué lo dejara ir? ¿Están locos? Él nunca lo dejaría ir. Jaejoong era suyo. Él estaba vinculado a él, casado con él. Los demonios del infierno tendrían que devorarlo antes que él lo dejara ir.»

Él gruñó y rugió. Un brazo entró en la vista y Yunho saltó hacia él con sus enormes dientes. Todos ellos saltaron hacia atrás, como deberían. Mataría a la primera persona que tratara de quitárselo.

Cuando lo miró otra vez, dispuesto a hacerlo respirar y a su corazón a latir, lo afectó como un camión de cien toneladas. Él se había ido. Ninguna luz brillaba en su cara, ninguna sonrisa descarada o mordaz mirada. El chico a quien hace instantes había besado, bromeado, reclamado, se había ido.

Recogió su cuerpo y se movió hacia la cama, acostándolo con reverencia.

Salgan. Todos ustedes. Si valoran sus vidas saldrán de esta habitación. Ahora. — Yunho no levantó su voz. No tenía que hacerlo. La muerte estaba en sus ojos y el infierno le seguiría.

No prestó ninguna atención mientras, uno por uno, se fueron. El último fue su Alfa, quien hizo una pausa en la puerta. Yunho no reconoció la acción pero continuó mirando a su compañero. Su deshecho compañero, muerto.

Cayó de rodillas con gran estrépito. Enterró su cara en el estómago de él, absorbiendo tanto de su olor como pudo. Temía el momento en que empezaría a sentir el calor dejar su cuerpo. Recordó cómo fue cuando sostuvo a Jihye, su cuerpo frío y rígido. Esto no era nada como eso. Esto se sentía como si alguien le estuviera destrozando. Su corazón luchaba por latir, su respiración era corta y luchaba por cada una. Tal vez él se estaba muriendo. Tal vez él podría seguirlo hacia el otro lado. No quería ninguna vida aquí sin Jaejoong, él daría la bienvenida a la muerte como un amante, abrazando la fría oscuridad. Pero la muerte no venía.

 Yunho se quedó ahí sobre sus rodillas, su cara en la de su compañero. Una mano cepillándole el cabello, la otra sosteniendo su mano. Él no podía moverse. Si él se movía, entonces era real. Si se movía, ellos podrían llevarse su cuerpo y entonces no tendría nada que le quedara de él. Así que no se movería, se quedaría aquí y lo sostendría hasta que el mundo volviera a ser el mismo que una vez fue. Sabía que no era racional, pero ya no le importaba lo que era racional. De hecho, estaba tan perdido que decidió que si él se iba al otro lado, él iría llevando su marca.

 Yunho se puso más cerca de su cara. Empujó suavemente el cabello de su cuello y bajó su camisa ligeramente, revelando su hombro y su cuello. Lo besó suavemente sobre el lugar que él pronto marcaría.

Te amo, nene. Pronto estaré contigo. Muy, muy pronto. — Yunho se inclinó y sin vacilación, hundió sus dientes en su carne. Su sangre estaba aún caliente, pero apenas. Jaejoong sabía mejor de lo que él podría haber imaginado… estaba hecho para él, su sangre era perfecta para él. Se retiró y lamió su herida, luego colocó un beso en sus labios y volvió a apoyar su cabeza en su estómago.

Allí lo tienes, amor. Ahora ya está hecho. Llevaras mi marca por toda la eternidad. —Las lágrimas se deslizaron por el rostro de Yunho mientras finalmente lloraba por su pérdida. Le impactó el conocimiento de que nunca volvería a verlo sonreír, nunca sentiría su beso, nunca oiría sus palabras sarcásticas o sus declaraciones de amor al oído. Él no lo conocería como un lobo conoce a su compañero, o como un hombre conoce a su esposo. Nunca tendría la oportunidad, como él lo puso, a hacer bebés con él. Lloró y lloró por todas las cosas que se estaría perdiendo, no sólo por él, sino por la vida que iba a tener con él.

>>>♥<<<

La primera cosa que Jae notó fue lo bien que se sentía. Parecía que él había estado antes en tal dolor… ¿había sido un sueño?

Abriendo los ojos, supo inmediatamente que no estaba en su habitación o en la casa más allá del velo. Lentamente, se paró y miró a su alrededor.

Ya no estamos en Kansas, Toto —murmuró él en el vacío.

No había color, no había oscuridad. Sólo luz, una blancura a su alrededor. Era silenciosa y, si fuera honesto, realmente espeluznante. Esto no era un sueño. Todo parecía demasiado real.

¿Hola? —Él no gritó, pero habló con firmeza y lo suficientemente alto para que alguien que no estuviera parado en su cercanía lo escuchara.

Esperó.

Bueno, me trajeron aquí. Lo menos que pueden hacer es mostrarle el alrededor a uno.

Nada.

Por lo menos dime si estoy muerto o no.

Esa es la pregunta, ¿no es así?

Jae se giró en la dirección de la voz y vio, para su conmoción y confusión, a Perizada.

¿Qué haces aquí?

He venido a interferir donde no debería. Pero entonces, obedecer nunca fue mi fuerte.

Jae resopló.

Una mujer de las mías. —Él hizo una pausa y miró alrededor— Entonces, ¿estoy muerto?

Técnicamente, sí. Pero también no.

Vaya, eres muy comunicativa —dijo Jae sarcásticamente.

Se supone que morirías. Pero he visto lo que ocurre con tu ausencia en sus vidas. No es lindo. Así que voy a desafiar al destino. Creo que hicieron esto mal.

Sabes, dije eso mismo acerca de Dios dándome el cabello rubio. Uno pensaría que estos tipos lo hacían bien, siendo profesionales y todo eso.

Peri sonrió ante las agallas de Jae y apreció que no se estaba arrastrando o estaba asustado. Muchos seres humanos recurrían a perder los estribos cuando no entendían las cosas.

Entonces, ¿cómo regreso?

Peri levantó una solo ceja hacia él.

¿No estás preocupado por desafiar al destino? ― Jae meneó la cabeza, frotando su cara con la mano.

Acabo de vincularme con mi compañero y me he casado con el hombre que amo. Ni siquiera logré ir desde el altar a nuestra habitación. En serio, mujer, ¿has visto su cuerpo? Bueno, lo siento, pero he esperado mucho tiempo y he sido demasiado bueno para no tener un pedazo de eso. Así que me disculparás si no estoy temblando sobre mi cadáver acerca de desafiar al destino. Quiero volver; necesito regresar. Ellos me necesitan. Ya has visto a ese grupo disparejo. ¿Quién diablos los mantendrá en línea si no estoy allí?

Peri se estaba riendo entre dientes mientras que Jae terminaba su diatriba.

Oh cielos, va a ser divertido tenerte alrededor, Jaejoong, compañero de Yunho. Bueno, creo que tu compañero ha sufrido bastante. No ha matado a nadie todavía, pero el tiempo se está acercando cuando intenten tomar tu cuerpo. Alguien va a morir si no conseguimos regresarte.

Bueno, menos charla, mi amiga hada, y un poco más de acción.

Peri se acercó a Jae y puso sus manos sobre ambos lados de su cara. Ella estaba hablando un idioma que Jae no conocía. De repente Jae sintió como su cuerpo estaba siendo destripado y entonces estaba cayendo. Intentó gritar, pero ningún ruido salió.

Luego, se detuvo. Sintió a la calidez envolverlo y el aire llenó sus pulmones. Sus ojos se abrieron y jadeó mientras se sentaba, golpeando algo duro en su regazo. Miró hacia abajo ante los completos ojos aturdidos de su compañero.


>>>♥<<<



¿Yunho? —La voz de Jaejoong era ronca, como si no la hubiera usado en un tiempo.

 Yunho pensó que tal vez estaba alucinando, pero luego recordó que no le importaba. Él había tirado la racionalidad por la puerta.

Jaejoong. — Yunho abrió sus brazos para llegar a él, pero antes de que pudiera llegar donde estaba, Jae se lanzó contra él. Tiró de él con tanta fuerza.

¿Eres…? —Trató de alejarse para poder mirarlo— ¿Eres real? ― Jae soltó una risa.

¿Quieres que te muestre qué tan real soy, chico grande? ― Yunho sonrió y le acarició el rostro.

Lo eres, ¿verdad? Pero… —Él tropezó con sus palabras mientras miraba al chico que pensó había perdido para siempre— Regresaste a mí.

Nada podría mantenerme alejad de ti. Ni siquiera la muerte.

Yunho tomó su cara en sus manos y lo besó profundamente, luego lo levantó y lo sentó en su regazo, recostándose en la cama. Cuando por fin se echó hacia atrás, todo lo que podía hacer era mirarlo, acariciar su mejilla, su cabello. Inclinó su cabeza hacia el lado de la camisa que todavía llevaba y que revelaba sus marcas. Ahí estaban, sin cambios. Yunho pasó sus dedos a través de ellas y lo abrazó fuerte.

Mío.

Siempre. —Él lo besó en la nariz y río cuando le regresó el gesto.

No puedo creer que estés vivo. —Y una y otra vez, mientras besaba cualquier parte que pudiera alcanzar o tocar, él susurró— Te amo. Eres mío. Nunca te dejaré ir.

Jae lo dejó sostenerlo y hacer las cosas que necesitara para asegurarse de que en verdad él estaba aquí, en su regazo, respirando. Podía imaginarse lo que debió ser para Yunho verlo morir y luego aceptar que había perdido a su compañero, su otra mitad.

Finalmente cuando pareció calmado y recompuesto, acarició su cara y lo miró.

¿No deberíamos ir a decirle a los otros que no estoy muerto? ― Yunho acarició su cuello y besó el lugar donde la había mordido.

No estoy listo para compartirte todavía. —Besó su cuello y Jae se estremeció.

¿Por qué me dolió eso?

 Yunho en verdad pareció culpable.

En cierto modo te mordí. ― Jae frunció el ceño.

¿Cómo que “en cierto modo” me mordiste? ¿Cómo “en cierto modo” muerdes a alguien, bola de pelos?

No quería que fueras al más allá sin llevar mi marca. Y quería probarte —confesó a regañadientes—Eres mi compañero, mi esposo. No podía dejarte ir sin que tuvieras una parte de ti en mí. Al menos por el poco tiempo que iba a estar aquí. Planeaba seguirte en cuestión de días.

Jae se quedó sin aliento.

¿Qué? ¿De qué estás hablando?

No voy a vivir sin ti. No puedo. Soy peligroso sin ti. Hubiera matado a cualquiera, Jaejoong, a CUALQUIERA… Junsu, Changmin, Siwon, si hubieran tratado de alejar tu cuerpo de mí. No me mires enojado, amor. Estaría protegiendo al mundo de mi furia.

Jae pudo ver que Yunho estaba en verdad lastimado por su reacción. No quería ser la razón por su dolor de ninguna forma.

Lo siento, cariño. No me di cuenta. — Jae pasó sus dedos a través de su cabello y presionó su mejilla con la suya— Yo tampoco viviría sin ti. No guardo rencor contra ti.

 Yunho dejó salir una profunda respiración. Sus manos corrieron por su espalda desnuda, recordándole lo que había usado en su ceremonia vinculación.

¿Nene?

¿Hmm? —Jae lo acarició y Yunho cerró sus ojos, dejando que sus sentidos tomaran el control y se llenaran de su compañero.

¿Por qué falta la mitad de tu camisa? ― Jae se río entre dientes.

Pensé que así tendrías menos para quitar.

 Yunho gruñó y él sintió las vibraciones en su pecho.

Hubiera extrañado mucho eso. —Jae pasó sus manos sobre su pecho y las envolvió alrededor de su nuca.

¿Extrañar qué, amor?

El gruñido, la cosa de retumbar el pecho. ― Yunho río.

Haré el gruñido y la cosa de retumbar el pecho en cualquier momento que quieras.

Jae sonrió.

Te haré cumplir eso, sabes. Porque si estamos de pie en alguna fila y de repente tengo la urgencia de acurrucarme, es mejor que estés listo para retumbar tu pecho.

 Yunho presionó un beso en su cabeza.

En verdad no quiero abrir esa puerta. Quiero mantenerte aquí conmigo. Quiero terminar los Ritos de Sangre, contigo vivo esta vez —dijo, enfáticamente.

Jae se inclinó para poder ver sus ojos.

No vamos a abrir esa puerta hasta que los Ritos de Sangre estén completo. Los demás pueden esperar, pero no los Ritos de Sangre.

Jae jaló el cuello de su camisa hacia abajo sobre su hombro, e inclinó la cabeza para darle acceso a Yunho.

Él gruñó y su agarre se tensó sobre Jae. Cuando se inclinó hacia adelante, Jae sintió su lengua correr a través de su piel y luego un dolor agudo que se fue tan rápido como llegó. Jae envolvió su brazo alrededor de su cuello fuertemente. Había esperado algo de dolor, tal vez no un horrible dolor, pero al menos algo. Esto se sintió… bien. Sabía que Junsu había dicho que el intercambio era íntimo, pero nunca explicó el inmenso placer que viene con ello. Un gemido entrecortado escapó de los pulmones de Jae mientras sentía a Yunho jalarlo más cerca. Su boca era cálida y, aunque firmemente pegada a él, suave. Cuando comenzó a retirarse, Jae fue completamente desvergonzado cuando le susurró a su compañero:

No pares.

 Yunho río entre dientes.

No somos sanguijuelas, cariño. Solo tomamos lo suficiente para completar los Ritos y dejar nuestra marca.

Bueno, si se siente así cuando una sanguijuela hace lo que hace, entonces estamos subestimando seriamente el valor de ser una sanguijuela. —La cabeza de Jae se adormeció a nivel de su cuello mientras Yunho lamía la mordedura limpia.

¿Estás bien? —preguntó él gentilmente. Jae sonrió.

Mejor que bien. ―Yunho lo besó.

¿Estás listo?

Él asintió, luego preguntó:

En verdad tengo que morderte esta vez, ¿no?

Sí, amor. Sólo deja que tus instintos te guíen.

Jae se dio vuelta en su regazo para así poder estar frente a él, sus piernas envueltas a su alrededor. Yunho alzó una ceja hacia él.

¿Qué? Esto es más cómodo que voltear mi cuello. — Sus ojos estaban muy abiertos con inocencia, pero Yunho vio la leve sonrisa en sus labios.

Jae se inclinó hacia atrás lentamente mientras Yunho agarraba el borde de su sueter y lo sacó por su cabeza. Él trató de no babear sobre su compañero cuando miró su ridículo y tonificado cuerpo. Las marcas que cubrían el lado derecho de su pecho, hombro y brazo, y todo el camino hacia su cuello, era innegablemente sexy. Jae fue forzado a terminar de comérselo con los ojos cuando Yunho aclaró su garganta.

¿Te gusta lo que ves? —Él movió sus cejas.

Gustar es decir poco — admitió con valentía. La mirada en los ojos de Yunho se intensificó y Jae sintió un escalofrío bajar por su espina.

Completa los Ritos de Sangre, mi amor — susurró Yunho mientras volteaba su cabeza, desnudando su cuello para él.

Jae se inclinó hacia él, sosteniendo un lado del cuello de Yunho con una mano y apoyándose en su hombro con la otra mano. Aspiró su olor y cuando sus labios tocaron su piel, sintió su respiración vivificada. Como cuando se despertaba en la mañana y se estiraba, así sintió a su lobo despertarse y estirarse. Luego su enfoque regresó a su compañero. Jae sintió que sus dientes se alargaron, quería estar un poco sorprendido en el momento, pero el lobo que tenía escondido dentro de él, tenía una cosa en mente y era marcar a su compañero, completar esta danza milenaria de su especie.

Él abrió grande su boca y mordió. Sus dientes succionaron dentro de su carne sin resistencia. Sintió calidez y humedad fluir dentro de su boca y los brazos de Yunho se envolvieron a su alrededor, una mano descansando justo dentro de su camisa sobre sus marcas, la otra en la nuca de su cuello, sosteniéndolo junto a él. Como si él fuera a irse a alguna parte.

Jae no podía creer lo bien que sabía. Dulce, pero tan indescriptiblemente así. Enterró sus dientes más profundo y escuchó a Yunho reírse.

Un poco codicioso, ¿no? — Yunho tiró de su cabello gentilmente mientras hablaba — Jaejoong, nene, es suficiente.

Jae se alejó cuando había terminado, lamiendo la marca de mordedura. Estaba sonriendo de oreja a oreja cuando abrió sus ojos y lo miró.

¿Por qué sonríes, hermoso?

Eso fue jodidamente increíble.

 Yunho se río de él y gentilmente acarició su espalda. Estaban sentados en silencio, disfrutando uno del otro, abrazándose, cuando de repente Jae sintió un tirón dentro de él. Sus ojos se abrieron de par en par cuando el vacío que había estado presente desde que Taemin había roto su vínculo fue de repente llenado con luz intermitente.

Jae pudo sentir su vínculo tejiéndose por sí mismo de nuevo, y sus ojos encontraron los de Yunho, su conexión estaba restaurada.

¿Yunho?

Él lo jaló cerca de él, respirando su esencia.

Te escucho, nene. Te siento.

Jae dejó salir un largo suspiro de alivio cuando se desplomó contra él y comenzó a sentirse completo de nuevo.

¿Lo sientes? ¿El vínculo?

—respondió él — Puedo sentir tu presencia en mi mente.

Jae se sintió casi intoxicado con emociones mientras su presencia se mezclaba con la de Yunho. Sonrió hacia él mientras susurraba.

Hagámoslo de nuevo.

El ceño de Yunho se frunció.

¿Hacer qué de nuevo?

Ya sabes, lo de morder y eso. —Jae sonrió con malicia— Solo puedo imaginar que es probablemente más intenso cuando puedes sentir las sensaciones del otro. Creo que, como mi compañero, me debes la más maravillosa experiencia de los Ritos de Sangre.

 Yunho estaba sacudiendo su cabeza, una sonrisa en su rostro.

No podemos hacerlo de nuevo, amor. Todos necesitan saber que estás vivo y yo…

Antes de que pudiera continuar, Jae lo interrumpió con el ceño fruncido.

No te atrevas a decirme que tienes dolor de cabeza.

Sin pensarlo, Yunho tiró su cabeza hacía atrás y se carcajeó. Su cuerpo temblaba y Jae tuvo que envolver sus manos alrededor de él para evitar caer de su regazo.

Continuó riéndose mientras él lo miraba fijamente.

Cuando las puertas se abrieron, la risa de Yunho se cortó abruptamente y, en un movimiento nacido en él como un lobo, empujó a Jae instintivamente detrás de él y tomó una postura de protección frente a él.

Jae se inclinó hacia adelante para susurrar en su oído.

Mira lo que hiciste. Y no pienses que olvidaré lo que me negaste. Recuerda, mi dulce compañero, la venganza es una perra. —Jae le mandó una imagen de lo que tenía en mente y río cuando Yunho gruñó.

Deja de distraerme, Amor.



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Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…

7 comentarios :

  1. Siii jae esta vivo ahora solo.falta esperar la mejor parte 😏

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  2. Jae vive.. me alegro que hayan desafiado al destino, ellos merecen estar juntos. Ahora presiento que se van a preparar para la batalla final, ya tienen que poner fin a lo que esta pasando para que puedan vivir felices y en paz.

    Gracias por un capitulo más, estaré esperando con ansias la continuación.

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  3. que maravilla les dieron la oportunidad de seguir juntos pues ya habían sufrido bastante como para que Jae muera y Yunho de tras de el así que a Jae le encanto los ritos de sangre que quiso dobletear pero los interrumpieron por las risas de Yunho así que se tendrá que atener a las consecuencias de Jae que imagen le mandaría el canijo de Jae de seguro una muy subida de tono y muy caliente para des concentrar a Yunho
    Gracias

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  4. Que bueno que desafiaron al destino y es verdad deberian de estar ya en guardia para poder derrotar a la malvada bruja y castigar a Kangtan ya qye ellos hicieron que sufrieran tanto y ahora falta ver tambien la historia del Hayamin y gracias Poleth por no dejar morir al Yunjae ya que es mi pareja favorita 💞💝💘👍

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  5. Casi me da un infarto¡¡¡ juro que la crisis de ChangMin se me quedó corta, no podia ser que Jae se fuera. PERIZADA ES GENIAL¡¡¡ Creo que ella y Jae harían una mancuerna se miedo. Estoy muy feliz por que al fin se pertrnesen de la punta del pue al extremo del cabello mas largo. Pobre Min Dios Hayami es tan bello con él. Super Capitulo Poleth mil gracias¡¡¡

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  6. Ya hicieron el vínculo de sangre, ya se restableció el vínculo telepático que tenían, ahora a vencer a esa bruja y sus aliados. Perizada es genial.

    Gracias!!!

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  7. Te lo suplico
    Actualiza pronto , no me puedes dejar así , muero por saber la verdad , por favor no tardes en actualizar
    Increíble cap
    Gracias poleht

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