Junsu tropezó mientras él y los demás
subían una colina considerablemente empinada. Yoochun le pasó un brazo
alrededor de su cintura, atrapándolo antes de que él cayera de cara en la
nieve.
—Gracias a Dios por los reflejos de lobo —murmuró.
Yoochun le guiñó un ojo y le dio un beso
en la mejilla.
—Yo siempre te atraparé, Junsu.
Lo soltó y continuaron hasta
la colina, siguiendo a JiMin, con Heechul, Leeteuk
y Siwon en la retaguardia.
—Con riesgo de sonar muy parecido a un niño
de cinco años, ¿ya llegamos? —se quejó Junsu.
JiMin lo miró, luego a los otros, y se
dio cuenta de que estaban seriamente arrastrándose. Junsu más que los otros,
porque no era totalmente Canis lupis. JiMin los había estado presionando duro,
y en veinticuatro horas solo había permitido que se detuvieran dos veces y
fueron breves pausas. Ella miró hacia delante y entrecerró los ojos. La vista
del ojo de un hada estaba más allá de cualquier cosa que los seres humanos
pudieran entender.
—Serán otro día y media noche antes de que
estemos allí, y eso si no nos detenemos.
—Tenemos que detenernos para dormir por lo
menos durante un par de horas —habló Siwon desde detrás de ellos.
—Sin ánimo de ofender, Alfa, pero quedarse no
es sabio. —JiMin miró a la
pequeña bolsa que estaba junto a su cadera. Ella solo la usaría como un último
recurso, pero era necesario en este punto. Sacó pequeñas ostias y se las
entregó a Junsu.
—Dales tres a cada persona. Dejen que se
disuelvan en la boca —explicó
JiMin.
Junsu se giró para hacer lo que se le
instruyó, luego se volvió rápidamente a JiMin.
— ¿Qué es esto exactamente?
—Es energía —dijo JiMin simplemente.
—Bueno, eso lo aclara —graznó Junsu— Eres
tan vaga como las bolas de pelos.
JiMin ladeó la cabeza hacia un lado.
— ¿Bolas de pelos? ― Junsu soltó una risita.
—Lo siento, mala costumbre. Me refería a los
hombres lobo. ― JiMin
miró detrás de Junsu a Yoochun.
—Tú eres el príncipe de tu pueblo y él te
llama una bola de pelo.
—Lo creas o no, él me ha llamado de peores
formas — le dijo Yoochun,
sacudiendo la cabeza.
JiMin sacudió la cabeza con
incredulidad, murmurando:
—Los humanos son tan extraños. —Comenzó a caminar de nuevo y dijo por
encima del hombro— Deben comenzar a sentir los efectos en unos
momentos.
El grupo continuó, y fiel a la palabra
de JiMin, comenzaron a sentir los efectos de la comida Fae. Mientras la energía
de Junsu de las extrañas ostias alcanzaba su punto máximo, se volvió para mirar
a Yoochun con una sonrisa maliciosa.
— ¿Qué está pasando en esa cabeza tuya, Luna?
—Yo estaba pensando en lo que Jae podría
sugerir como uso de estas ostias. —Junsu se rió en voz alta cuando Yoochun enarcó las cejas.
— ¿Quién dice que Jae es la única a la que se
le ocurriría una cosa así? —
Su voz estaba llena de deseo persistente, incluso en medio de toda la confusión
que estaban soportando.
La respuesta de Junsu fue reírse y poner
los ojos en blanco ante su compañero, quien, hombre lobo o no, todavía era un
hombre.
>>>♥<<<
14 Días Después de la Maldición.
Yunho no entendía por qué estaba nervioso por
darle a Jaejoong más de su sangre. Es cierto, era una experiencia muy íntima, pero bajo las circunstancias
él sentía como si todo lo que debería sentir era el deseo de asegurarse de que él
sanara. En verdad, incluso con Jae consciente solo en breves períodos, se
estaba enamorando de él, y quería desesperadamente que él todavía sintiera los
sentimientos que Changmin dijo que sentía por
él.
Colocó una mano bajo su cuello y lo
elevó suavemente para levantarlo. Luego se mordió
su otro brazo lo suficientemente profundo como para asegurarse
de que la sangre fluyera libremente. Colocó la herida sobre los labios de Jae,
presionando suavemente el labio inferior para abrir su boca. Contuvo la
respiración mientras esperaba para ver si él respondía por su cuenta. Después
de varios segundos, para su alivio, los labios de Jaejoong se pegaron a su
brazo y comenzó a tomar lo que él ofrecía. Yunho cerró los ojos, agradeciendo a
la gran Luna el que Jaejoong estuviera finalmente lo suficientemente fuerte
como para beber sin persuasión. Trató de no pensar en lo mucho
que le gustaba que él pareciera ansiar su sangre, que lo
reconociera a él como suyo. Para un compañero, era una cosa muy potente.
Cuando
empezó a retirar
su brazo, sonrió
al oír el ruido decepcionado que provino de él.
—Tú me dejarías
seco si te dejo. —Mientras Yunho envolvía la toalla que había dejado en su regazo alrededor
de su brazo sangrante, su cabeza se levantó al oír el sonido de una voz ronca.
—No soy una maldita bolsa de pulgas vampira.
Yunho no pudo detener la amplia sonrisa que se
extendió por su rostro mientras miraba a los ojos azules de Jae. Aunque tenían
una niebla por encima de ellos, todavía sostenían misterios que él anhelaba
descubrir.
Apartó suavemente su cabello lejos de su
cara y pasó el dorso de la mano contra su mejilla.
—Puedes no ser un succionador de sangre, pero
admítelo, nene, te gusta mi sangre —se burló Yunho. Las palabras parecían naturales, casi una segunda
naturaleza.
Jae puso los ojos en blanco.
—Realmente quiero estar asquead por eso, pero
sabes bien. No puedo decidir si eso me convierte en un psicópata o a ti en un
raro.
—Si eres un psicópata entonces yo también
porque no puedo esperar a probar tu sangre —confesó Yunho sin vergüenza.
La frente de Jae se frunció mientras
miraba fijamente a los ojos de Yunho. Sus palabras l confundían.
—Tú. —Él tomó una respiración entrecortada que le hizo encogerse por el
dolor— ¿Tú me recuerdas?
Yunho estaba negando con la cabeza a medida
que respondía suavemente:
—No, nene, no. Deseo recordarte más que
cualquier otra cosa.
—Entonces, ¿cómo puedes decir eso? ¿Cómo
puedes querer probar mi sangre?
Yunho trató muy duro de no tocarlo, pero
era imposible. Él ya no podía mantener sus manos lejos de Jae más de lo que
podría detener la marea de balancearse. Agarró fuerte
su mano y frotó su pulgar suavemente a través de ella.
—Mi lobo conoce a su compañero. Él se acuerda
de ti. Incluso si yo no quisiera quedarme aquí contigo, incluso si no quisiera
recordarte, recordar el amor que sentía por ti, él no me dejaría salir de esta
habitación. Si me voy de tu lado incluso por segundos él se pone salvaje.
— ¿Por qué? —preguntó Jae, realmente no entendiendo.
—No hay nada más peligroso que un macho Canis
lupis dominante cuando su compañero está herido e indefenso. Pero necesito que
entiendas, mi lobo no es el único que te quiere, Jaejoong. Yo te quiero. Te
necesito para que me ayudes a recordar.
Jae estaba dolorido y su cuerpo estaba
luchando desesperadamente para volver a hundirse
en el olvido, pero con la ayuda de la sangre de Yunho, él fue
capaz de mantener la compulsión a raya. Observó
con incredulidad mientras
una lágrima se escapó del ojo de Yunho. Su mandíbula se apretó y, aunque
parecía vulnerable, nada en él se veía débil o menos amenazante.
Él seguía acariciando su mano mientras
hablaba.
—Necesito que me recuerdes quién soy. — Yunho miró a sus ojos, sabiendo que
las siguientes palabras que saldrían de su boca iban a ser difíciles— Ellos… ellos saben qué romperá la maldición.
Los ojos de Jae se agrandaron.
—Entonces, ¿por qué estamos aquí sentado
discutiendo que de alguna manera trate de llenar tus recuerdos?
—Porque el amor es lo que rompe la maldición. — Yunho vio como el aliento de Jaejoong se hacía superficial. No quería hacerle
daño, era la última cosa en la tierra que él quería. Su lobo
estaba enojado de que él le estuviera causando dolor y presionándolo para que
lo dejara tomar el control— Quiero amarte, Jaejoong. Quiero amarte más
que a nada. Pero quererlo y hacerlo no son lo mismo cuando se trata de la
maldición. Te miro y siento algo. Tú me atraes y anhelo estar cerca de ti, no
solo mi lobo, yo, el hombre anhela estar cerca de ti.
Jae estaba temblando mientras escuchaba al hombre que amaba más que a nada decirle que no lo amaba. Oh, quiere
amarlo, bueno, que malditamente fabuloso. Él quiere levantarse de la maldita
cama y golpearlo con un auto 2x4, pero,
como él siempre dice, deseo en una mano y tonterías en la otra y ver cuál se
llena primero.
No se dio cuenta que lo había dejado de escuchar hasta que oyó: “Ritos de Sangre” y “romper la maldición” en la
misma frase.
—Espera, perdón, ¿di eso de nuevo?
Yunho respiró hondo. Era obvio que estaba
frustrado.
—Dije: Siwon piensa que si llevamos a cabo
los Ritos de Sangre, traerán las emociones suprimidas a la superficie. Y es lo
único que va a salvar tu vida. Tu lobo necesita a su compañero. Él ya no está
latente, y cuando el vínculo entre nosotros fue seccionado, la oscuridad en mí
llegó a través de ti. No vas a vivir sólo de mi sangre, Jaejoong.
El dolor que estaba apretando el pecho
de Jae comenzó a tornarse en ira e
incredulidad ante la sugerencia de Siwon.
— ¿Él quiere que nos vinculemos porque piensa
que va a romper la maldición? ¿En serio? ¿Estás jodidamente tomándome el pelo? —Él ni siquiera se molestó con todo el
asunto de salvar su vida, él no iba a tocar eso ni con un palo de quince
metros.
Yunho estaba sorprendido por el veneno en su
voz.
—Tú eres mi compañero. ¿Por qué no habríamos
de vincularnos?
Jae lo miró con incredulidad. Yunho volvió la cabeza mientras
se pasaba la mano por el
cabello. Fue entonces cuando Jae vio las marcas en el cuello de Yunho. Marcas
que no habían estado allí antes. Él se acercó lentamente, rechinando los
dientes por el dolor, y agarró su barbilla, girando su cabeza aún más para
poder ver bien.
— ¿Tus marcas cambiaron?
Yunho esbozó la sonrisa de infarto que siempre
le daba ganas de meterse en su regazo y ronronear. Por la leve sonrisa en su hermoso
rostro, era obvio que
él sabía el efecto que estaba teniendo
en él tanto si Yunho se acordaba
de él o no.
—Sí, cambiaron.
Jae casi saltó, luego gimió por el dolor
que le causó, mientras Yunho agarraba el dobladillo de su camisa y comenzaba a
levantarla. Sus ojos se agrandaron cuando vio las marcas, idénticas a las de
Yunho, a lo largo de su costado derecho, empezando por debajo de la cintura de
sus pantalones de deporte y continuando hacia arriba. Sin ser consciente de lo
que podría estar mostrándole a Yunho, continuó levantando la camisa para mirar
las marcas mientras ascendían hasta el lado de su pecho derecho. Jae no se dio
cuenta que Yunho había estado rastreando las marcas con el dedo hasta que se
contuvo y se aclaró la garganta. Él agarró su camisa y la tiró hacia abajo.
No sabía qué decir. Una parte estaba más
que feliz, otra parte de él enojada de que sucedió mientras su compañero no
tenía ni idea de quién demonios era él, y otra parte más estaba enojada debido
a la ubicación.
— ¿Por qué tienen que estar allí? —gimió. Yunho entrecerró los ojos,
confundido.
— ¿Por qué te molesta que esté en tu costado?
—Yoochun enloquece cada vez que alguien ve
las marcas de Junsu.
—Como debería —gruñó Yunho.
—Oh, mantén tus bragas puestas, Yunho. Estoy
molesto porque me imagino que, si alguna vez me recuerdas, vas a ser incluso
peor que Yoochun al respecto. Lo que significa que ya no puedo usar bikini. Así
que es tan poco genial. ¿Sabes cuan viejo y poco cool me mirare usando mi
bañador un una camisa?
Yunho estaba negando con la cabeza cuando
habló:
— ¿Acabas de enterarte de que tenemos otra
confirmación de que somos compañeros, y estás preocupado por los trajes de
baño?
—Ya te acostumbrarás a ello —dijo
Jae con aire ausente. Cerró los ojos un
momento, tratando de reunir sus fuerzas.
—Necesitas descansar —le dijo Yunho, sus palabras una orden. Jae
abrió los ojos y los apuntó hacia él sin mover la cabeza.
—Voy a descansar después de haber dicho lo
que me plazca.
— ¿Siempre eres tan poco razonable?
—No. —Jae sonrió dulcemente— Por lo general soy peor. —Él le sostuvo la mirada, algo que solo Siwon
tenía permitido hacer—No voy a vincularme contigo. —Él ignoró el gruñido proveniente del pecho de Yunho—
No voy a realizar los Ritos de Sangre con un hombre que ni siquiera se
acuerda de mí. Si he entendido bien de Junsu, el acto de realizar los Ritos de
Sangre es aún más íntimo que el sexo.
—Tú eres mi compañero. — Yunho
estaba tratando de mantener la calma,
no quería asustarlo—Llevas mis marcas, compartimos un vínculo
mental, mi lobo te conoce, y tú me amas.
Sus últimas palabras fueron una bofetada
en la cara de Jae.
—Amo a mi Yunho, ¡AL MÍO! Tú no eres él. Así
que no te atrevas a tratar de usar mi amor como palanca para conseguir lo que
quieres.
— ¡TE quiero! — Yunho se levantó de la cama y estaba
peleando para evitar entrar en fase. Sus ojos brillaban de color ámbar
brillante— Eres mío, Jaejoong, y si los Ritos de Sangre son lo
que van a salvar tu vida, entonces eso es lo que haremos.
—No soy una maldita posesión, lobo. Y si lo
fuera, estoy jodidamente seguro de que no le pertenecería a alguien que no sabe
quién soy. —Jae odiaba que hubieran lágrimas corriendo por sus mejillas, odiaba que alguien
tuviera tanto poder sobre él.
—Actúas como si fuera mi culpa que no me
acuerde de ti. Yo no hubiera sido maldecido si no me hubieras pedido que
salvara a tus amigos. Dejé que me convencieras de dejarte, mi compañero, a
morir. Debes de hacerme débil si te dejaría a ese destino. No me puedo imaginar
eligiendo a nadie más sobre mi compañero, nunca.
La boca de Jae había quedado abierta
cuando Yunho había dicho que él
lo hizo débil; lo había escupido como si fuera desagradable. Tenía las manos en
puños y pensó que podría romperse un diente por tener la mandíbula tan
apretada. Pero él no había
terminado. Obviamente sentía
que no había pisoteado su
corazón lo suficientemente fuerte.
Yunho se arrodilló a su lado de la cama,
poniéndose a pocos centímetros de
su cara. Estaba temblando de rabia mientras decía sus palabras entre dientes:
—No voy a renunciar a ti. No voy a volver a
una solitaria y oscura existencia. No voy a dejar que tu egoísmo aparte tu vida
de mí, aparte a mi compañero de mí. No me acuerdo de cómo estábamos antes, tal
vez me entregué a todos tus caprichos, tal vez me acurruqué debajo de tu obvia
naturaleza Alfa, pero ya no más. Yo soy tu compañero, es mi trabajo protegerte,
incluso de ti mismo.
Jae apenas podía respirar mientras
escuchaba a Yunho,
su compañero, su amor, ordenarle y llamarlo egoísta, y
desconocer por completo sus sentimientos. Estaba a punto de decirle que se
fuera de su habitación, sin golpearlo. Pero él simplemente no podía dejar las
cosas así. Tenía que seguir siendo un imbécil dominante que pensaba que todo el
mundo debía inclinarse ante él.
—Podría nunca ser el hombre que era antes de
la maldición, podría nunca ser el hombre que amabas, y podría nunca amarte. Pero
el destino te dio a mí y vamos a aprender a sacar lo mejor de ello.
Nada en la tierra, ni su debilidad o
dolor, ni la sangre que podía sentir empezando
a fluir desde su nariz y orejas,
ni siquiera su amor por este lobo podría
haberlo detenido.
Jae retiró su mano y golpeó a Yunho en
la cara tan fuerte como pudo, una cara que él anhelaba
mirar por el resto de su vida. Él se sacudió mientras las lágrimas brotaban de sus
ojos. Apenas podía ver mientras se echó hacia atrás y le dio una bofetada a su
aturdida cara de nuevo. Él sólo se
arrodilló allí, la conmoción de sus acciones aún sin penetrar su mente.
— ¡FUERA! ¡LÁRGATE AHORA! ¡NO QUIERO VOLVER A
VER TU CARA DE NUEVO! —Jae tomó aire mientras
se inclinaba hacia
adelante y trató de empujar a Yunho. Él gritó cuando
sintió un fuerte dolor en su costado, como un cuchillo
deslizándose en él. Estaba tratando
de hablar a través de todo
el gorgoteo en su garganta, se dio cuenta
que la sangre estaba burbujeando desde su estómago.
Jadeaba mientras trataba de gritar de
nuevo, pero sólo salió en una débil voz entrecortada:
—No vuelvas. —Él lo miró directo a los ojos cuando
dijo sus últimas palabras antes de que se desmayara— No
te quiero.
Yunho alcanzó a Jaejoong cuando su cuerpo cayó
hacia adelante. Su sangre una vez más empapaba su camisa. Mientras sostenía a
su compañero en sus brazos, se dio cuenta que había ido demasiado lejos. Él
había sido el egoísta, y ahora posiblemente lo había perdido para siempre.
>>>♥<<<
Su corazón empezó a apretarse en su
pecho y la respiración se le dificultó, Yunho ni siquiera se dio cuenta
cuando la puerta
se abrió fuertemente y la
habitación comenzó a llenarse de gente.
— ¿Qué demonios le ha pasado?
Junsu y los otros acababan de llegar a
la casa cuando escucharon los gritos. Al principio Siwon les dijo a todos que
esperaran, que no sería prudente interrumpirlos, especialmente si Yunho no
tenía el control de su lobo. Pero tan pronto como los gritos se detuvieron, Junsu
había tenido suficiente. Con Yoochun sobre sus talones, irrumpió en la
habitación, justo a tiempo para ver a su mejor amigo caer hacia adelante,
la sangre brotando
de áreas en las que definitivamente
no debería estar brotando.
Heechul, Changmin y Junsu
dieron un paso adelante para tomar a Jae de Yunho,
y todos saltaron atrás al mismo tiempo
cuando él gruñó
en señal de advertencia.
La voz de Siwon se elevó por encima del
rugido.
—Suéltalo, Beta. AHORA.
El poder de la orden tuvo a Yunho
entregando el cuerpo de Jae mientras trataba de luchar contra la compulsión.
—Peri —Siwon se giró para mirar al hada— átalo.
— ¿Crees que es sabio? —preguntó él.
—Él no es seguro. Átalo. ― Peri asintió una vez.
—Qué así sea.
Ella caminó hacia el otro lado de la
cama donde Yunho todavía se arrodillaba en el suelo. Sus hombros se hundieron
en derrota y no opuso resistencia cuando ella puso las manos en su pecho y
murmuró palabras ininteligibles.
—Ya está hecho —anunció, luego salió de la habitación
para dejar a los lobos cuidar de sí mismos.
Después
que habían dejado a Jae en la cama, todos los doceles
se pusieron a trabajar. Changmin
puso las manos en su amigo y le despejó los pulmones. Mientras tanto, miró por cualquier otro daño, asegurándose de
no dejar ninguna parte de él sin examinar.
Cuando apartó las manos, comenzó a
desplomarse, pero fuertes brazos estaban allí para atraparlo.
—Te tengo, Changmin mío —oyó a Hayami susurrar en su oído
mientras lo colocaba en una silla. Changmin levantó la vista para mirar a Heechul,
Key, Junsu y Luhan limpiar la sangre de Jae y cambiar sus ropas. Él respiraba,
su corazón latía… Pero, ¿por cuánto tiempo?, se preguntó Changmin solemnemente.
Varias horas más tarde, mientras caía la
noche, Junsu y Changmin se sentaron al lado de un Jae inconsciente. De vez en
cuando Junsu pasaría un paño caliente en la frente de Jae, necesitando hacer
algo.
— ¿Qué crees que ha pasado entre ellos? —susurró Changmin, sin saber por qué
sentía la necesidad de ser silencioso.
—No tengo ni idea, pero Yunho es un lobo Alfa
dominante, lo que significa que es propenso a decir cosas estúpidas.
Changmin rió débilmente ante las
palabras de Junsu. Saber que él realmente no estaba bromeando lo hacía aún más
divertido.
—Él no va a durar sin su sangre.
—Lo sé —respondió Junsu, luego continuó firmemente— Él
no va a sobrevivir sin el vínculo.
—Su vínculo es… —Changmin hizo una pausa, tratando de
encontrar la palabra— poderoso.
—Conociendo a Jae, probablemente le dijo que
no iba a unirse con él si no se acordaba de él. —Junsu miró a Changmin— Si él
se lo dijo, eso explicaría su comportamiento rabioso, y por supuesto, nuestro
pequeño manso Jae se quedó sentado aquí en silencio diciendo: “Sí, querido”…
Por supuesto que no —terminó
Junsu bruscamente.
19 Días Después de la Maldición.
Pasaron los días y Jae todavía
permanecía inconsciente. Yunho permanecía atado por la magia de la Fae, y Junsu
y Changmin rara vez dejaban el lado de Jae.
Cinco días después de la pelea de Jae y
Yunho, Jae se despertó. Lo primero que vio fue los ojos esmeralda de Junsu, seguido
rápidamente por los de
color miel de Changmin.
—Hola, chiquito —susurró Junsu. Jae puso los ojos en blanco, y por desgracia, incluso
eso dolía.
—No me hables como si fuera un niñito, Rojo.
Y, Changmin, quita esa maldita sonrisa tonta de tu cara.
Oyó a Changmin
reír desde alguna parte detrás
de la cabeza colorada rizada que
le bloqueaba la vista.
—Te preguntaría cómo te sientes, pero debes
estar mejor que antes si tienes energía para ser mandon. —Junsu sonrió y le guiñó un ojo.
—Es la única cosa en la vida que me da
placer, pero no le des demasiada cuerda. —Jae giró ligeramente la cabeza para mirar alrededor de la habitación,
tratando de no llamar la atención… sí, eso no funcionó.
—Él no está aquí. —Jae
sintió caer su corazón al oír las palabras de Junsu.
Él debió haber notado la angustia en la cara de Jae porque se apresuró a
añadir—: Quiero decir, él está aquí, sólo que no en esta
habitación.
— ¿Por qué me importa dónde demonios esté
después de las cosas horribles que me dijo?
—Oye, Jae, ¿cómo te está yendo con ese
compromiso de parar de maldecir? —preguntó Changmin sarcásticamente.
—Me estoy muriendo, Changmin. Realmente no me
importa un comino las malas palabras que puedan salir de mi boca. De hecho, sé
lo que quiero que ustedes dos mocosos pongan en mi lápida. “Kim Jaejoong, 1993
– 20… —Él hizo una
pausa—. ¿Ya es 2011?
Junsu asintió.
—Sí, el Año Nuevo vino y se fue. Resulta que
no se detiene por las maldiciones de hombres lobo y compañeros moribundos.
—Huh —murmuró Jae—. Imagínate eso. De todos modos, 1993 – 2011.
“Esto es para todos ustedes, hombres lobo. Vamos, levanten sus copas. Todos
ustedes, bolas de pelos infestados de pulgas, pueden besarme el trasero.” Luego
pongan tres puntos seguidos por: “Pon eso en tu pipa y fúmatelo”.
Junsu y Changmin estaban tratando de no
reírse considerando que su amigo estaba, de hecho, muriendo. Pero, en serio,
sólo Jae pediría algo así en su lápida… y de verdad.
—Jae, me niego a poner eso en tu lápida. —Junsu
negó con la cabeza ante su precoz amigo— Y me
niego a hablar de esto, porque no te vas a morir.
—Bueno, no voy a hacer los Ritos de Sangre
con ese idiota.
— Yunho todavía está allí dentro, Jae. Él
todavía te ama y te quiere.
—Oh, él me quiere, lo dejó bien claro, pero
el idiota insufrible también me dijo que quizás nunca me amará de nuevo, pero
que simplemente tendríamos que sacar lo mejor de eso.
Junsu se giró hacia Changmin.
—Ves, te lo dije. Macho dominante. ¡Poof!
Palabras estúpidas.
—Sé que él te hizo daño. Y tienes todo el
derecho a querer castrarlo. Pero en el fondo, Jae, tú lo amas. Él es tuyo tanto
como tú eres suyo. Por favor, piensa en ello. Te queremos, no queremos perderte —declaró Changmin.
Junsu y Changmin enjugaron las lágrimas
al ver a Jae cerrar los ojos con frustración evidente.
—Puedo estar a solas, ¿por favor?
Los chicos sabían que Jae realmente
debía estar lastimado si quería estar solo. Jae odiaba estar solo.
—Vamos a estar justo fuera de la puerta. Te
queremos, Jae. ― Jae
asintió.
—Lo sé. Los quiero también.
Mientras Jae yacía allí mirando hacia el
techo, sintió una lágrima deslizarse por su mejilla mientras escuchaba el
aullido doloroso de un lobo, su lobo. Quería odiarlo.
Él quería nunca volver a verlo. Sin embargo, la verdad era que se estaba muriendo sin él, y no
sólo porque no había tenido su sangre, sino porque lo estaba destrozando por dentro no tenerlo cerca.
Lo único que le impedía gritar por él era su orgullo.
Está bien, eso sería un motivo realmente estúpido para morir.
Podía imaginar lo que Junsu y Changmin pondrían en su lápida:
“Aquí
yace nuestro terco amigo. Aunque él lo amaba y realmente lo intentó, encontró
el final demasiado pronto a causa de su orgullo absurdo.”
Sí, así es como sería. Y aun así, yacía
allí con sus labios apretados y dolor en su corazón. Las lágrimas le
acariciaban las mejillas donde manos amorosas una vez habían hecho lo mismo.
>>>♥<<<
—No quiere comer, Siwon. —La voz de su compañero estaba llena de
preocupación.
—Él está penando por Jae. Creo que si Jae
muere, morirá también, independientemente de los Ritos de Sangre. —Siwon no estaba tratando de ser
irrespetuoso con la situación de Jae, él sólo estaba diciendo la verdad.
—Tienes que hablar con él. Necesitas arreglar
esto.
—Luna, soy Alfa, no Dios.
—Oh, ¿ahora quieres actuar como si no puedes
hacerlo todo? Ahora no es el momento de retroceder. Jae, al igual que Changmin
y Junsu, es como un hijo para mí. No voy a perderlo. Ve a solucionar esto, Siwon.
Ahora.
Siwon miró a los ojos de Heechul y vio
la determinación allí. También sabía que si él no hacía caso de sus palabras
tendría que pagar por ello.
—Está bien, Naui. Voy a hablar con él.
Él soltó el aliento que había estado
conteniendo, besó a su compañero suavemente, y luego lo empujó en dirección a
la puerta.
Siwon
encontró a Yunho en un pequeño cobertizo detrás de la casa donde la Fae estaba dejando que se
quedaran. Peri había usado su magia para hacer el cobertizo cálido en el
interior cuando Yunho había sido colocado allí, todavía bajo el hechizo encadenante.
— ¿Qué estás haciendo? —preguntó Siwon con firmeza.
Yunho miró a su Alfa con confusión.
— ¿Qué quieres decir? Estoy aquí, sentado sin
poder moverme, y siento que me estoy muriendo. ¿Qué se supone que debo hacer?
—Necesitas hacer frente a esto, Yunho.
—Te dije lo que le dije. Él nunca me
perdonará. — Yunho negó con
la cabeza, mirando el suelo— Yo no merezco su perdón.
— ¿Sabes cuántas veces le he hecho daño a Heechul?
¿Cuántas veces mi naturaleza dominante ha permitido a palabras estúpidas volar
con ira?
—Tú y Heechul se conocen, se aman. Eso es
diferente.
—Tú amas a Jae. Él te ama. Hay solo una
diferencia…
—Es algo difícil. No me acuerdo de él —interrumpió Yunho.
—Estás languideciendo por tu compañero. No
sólo tu lobo, sino tú. No comes, te estás rindiendo. Y ni siquiera están vinculados
aún. Si eso no es amor, entonces, ¿qué diablos es? —Siwon se agachó delante de su Beta y lo
miró a los ojos— Voy a desatarte. Irás con él esta noche. Vas
a arreglar esto. Él te necesita, y más que eso, tú lo necesitas.
Yunho asintió. Inmediatamente sintió lazos invisibles desaparecer, podía
moverse de nuevo.
—Él me dijo que no quería volver a verme.
— Yunho, ni tú ni Jae hacen nunca lo que el
otro le dice. Parecía estar funcionando para los dos, ¿por qué cambiar ahora? —Siwon le guiñó a Yunho, que parecía
muy confundido ante las palabras de su Alfa.
Antes de que Siwon se alejara, le dio
una orden más.
—Come algo. Él va a necesitar tu sangre.
Yunho se estremeció ante el conocimiento de que no se había hecho cargo de su compañero. Él lo había dejado
lastimado, dolorido, y necesitándolo. Vaya, qué buen compañero era. Resopló un
sonido de disgusto consigo mismo, entonces se dirigió
al interior, la ansiedad llenándolo mientras se preguntaba qué diría su compañero.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
si Yunho si ama a Jae solo que creo yo que no puede reconocer el sentimiento pues todos se dan cuenta de ello y el no si antes ya se amaban y ahora lo hacen de nuevo pues Jae nunca a dejado de amarlo pero su orgullo no lo deja actuar y dejarse amar y Yunho no sabe que ya lo ama y piensa que solo su lobo se da cuenta de ello siendo que el inconsciente mente se deja morir por el rechazo de Jae si lo ama y que se lo diga para que Jae se relaje y se deje curar
ResponderEliminarGracias
Es verdad Yunho talvez no lo recuerda pero ya lo amma y Jaejoong deberia de dejar ese orgullo estupido y acertar hacer el rito de sangre para que el se pueda acordar y asi poder derrotar a esa bruja y a Kangtan gracias Pometh por este capitulo esperare el siguiente con ansias
ResponderEliminarEs verdad Yunho talvez no lo recuerda pero ya lo amma y Jaejoong deberia de dejar ese orgullo estupido y acertar hacer el rito de sangre para que el se pueda acordar y asi poder derrotar a esa bruja y a Kangtan gracias Pometh por este capitulo esperare el siguiente con ansias
ResponderEliminarDisculpa parece que escribi mal tu nombre Poleth disculpa nuevamente
ResponderEliminarJae es muy terco y solo por orgullo no acepta a Yunho cuando el no tiene la culpa asi como lo dijo no pidio ser maldecido,no hay duda de que ellos se aman espero que entren en razon
ResponderEliminarUno terco y el otro enojon. lo bueno es que Yunho va a tomar cartas en el asunto y tratara de arreglar las cosas, espero que JaeJoong no le gane el orgullo otra vez y no quiera aceptar a su compañero, ya que depende mucho de que lo haga.
ResponderEliminarMorí de risa con la participación de Heechul y Siwon, hay se ve quien lleva los pantalones en la relación.
Gracias por un capitulo más, espero con ansías el siguiente.
Jae deja que Yunho tenga el vínculo de sangre contigo para que no mueran ninguno de los dos.
ResponderEliminarGracias!!!
Creo que Yunho se siente tan impotente por no recordarlo y Jae se siente tan herido
ResponderEliminarYa era hora de que alguien le dijera a Chunnie que está malcriando a Junsu... Seguro que JiMin penso "Bola de pelos"... si claro...Junsu pero te encanta que sus "pulgas" brinquen en tu tapente jajajaj. Dios Jae es un orgulloso de primera, que parte de "Yunho tu lobo esta maldíto" no entiendeees no te olvidó por voluntad. Deja de ser tan victima berrinchuda y piensa que estas dañando el Hombre que amas. Aissshhh me siento frsutrada Jae que Si lo recuerda debería entender el dolor y ademas es verdad que él orillo a Yunho a tal situación. Yunho debería decirle que tan poderoso es su lazo que incluso se ha enamorado de él por segunda vez. Jae deja de ser taaan cabezota¡¡¡¡ yaaaaa. AY hayaaamiiii hizo que la piel se me pusiera Chinita son ese Mio¡¡¡ gracias por el Cap
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