lunes, 30 de enero de 2017

Belleza e Inocencia. Cap 6


Tres semanas más tarde, Jaejoong colgó el teléfono de la cocina. Había estado ayudando a Leeteuk a preparar la comida cuando había recibido la llamada.

No son malas noticias, ¿verdad? ― dijo Leeteuk, levantando la vista de la tabla de cortar.

No muy buenas. Mi madre... Al parecer, nuestra casa familiar tiene que venderse.

Finalmente he convencido a tu padre para que acepte vender la casa, puesto que es la única forma de pagar todas esas deudas ― le había dicho su madre ― No ha sido fácil convencerlo, por supuesto. Me ha llevado semanas. Y aunque no quería discutir con él, había que hacerlo. No quedará nada. Lo que no se lleve el banco se lo llevarán los otros acreedores. Tendrá que seguir con ese trabajo, lamentablemente, y yo intentaré encontrar algo también. Tendremos que alquilar un sitio pequeño en algún lugar...


El intento de su madre de poner tono de humor hizo que a los ojos de Jaejoong asomaran unas lágrimas, pero él pestañeó para ahuyentarlas.

Si no hubieras sido tan torpe con la asignación mensual de Yunho, podrías haberte permitido alquilar una bonita casa para ti y el pequeño Changmin. Tendrás que explicarle tus nuevas circunstancias y pedirle la asignación completa. ― Jaejoong no le contestó, pero pedirle algo a Yunho era lo último que haría en su vida.

No sabía nada de él desde el día en que había nacido el niño, cuando había levantado al niño en brazos y le había dicho que tenían que elegir un nombre juntos.

Él había aceptado su propuesta, y juntos le habían puesto Changmin, como si fueran padres de verdad.

Desde entonces no había sabido nada de él. Había hecho lo que había pensado hacer desde el principio: desaparecer y dejarlos solos.

Jae se decía que Yunho había hecho lo que él había esperado, entonces, ¿por qué se sentía como si hubiera perdido algo?

No tenía sentido.

Jaejoong se quitó el delantal que Leeteuk había insistido en que usara, aunque no valía la pena proteger su maltrecha ropa de embarazado. No tenía más ropa porque había pensado que, cuando tuviera al niño, enseguida volvería a su casa.

Llevo demasiado tiempo teniendo una vida de lujo y descanso. Ya es hora de que vaya a ayudarlos en este trance.

Sus padres debían de estar deprimidos por perder Rising Sun, su padre maldiciéndose, y su madre, leal a él, le estaría echando las culpas a todo el mundo e intentando no llorar.

Miraré los horarios de los vuelos.

Jaejoong sonrió a Leeteuk y se dirigió a las escaleras.

El cuarto del bebé había sido el primer indicio de que él y Changmin permanecerían una o dos semanas más en casa de Yunho después de que KangIn y Leeteuk lo hubieran ido a buscar a la clínica. No sabía cuánto tiempo más se hubiera quedado si no hubiera recibido la llamada de sus padres de aquella mañana. ¿Hasta que Yunho hubiera vuelto? ¿No era capaz de marcharse antes de verlo?, se preguntó.

Se enfadó consigo mismo por aquel pensamiento.

Siempre le agradecería su apoyo y amabilidad durante su trabajo de parto, pero eso no quería decir que quisiera volver a verlo, se dijo.

Se inclinó encima del cuco donde estaba durmiendo su hijo. Sintió una punzada de amor.

No se había dado cuenta de que en cuanto había cerrado la puerta de la cocina, Leeteuk había ido al teléfono.

Jaejoong estaba esperando impacientemente que volviera KangIn. Estaba sentado en una silla en el salón de la primera planta.

KangIn te llevará a casa de tus padres ― le había dicho Leeteuk cuando había asomado la cabeza en la habitación del niño mientras Jaejoong daba de mamar al niño ― Ha ido a hacer un recado, así que puedes comer antes de marcharte.

Oh, sí a él no le importa...

Sería estupendo viajar en la comodidad del espacioso Lexus que usaban los Park y el avión privado de Yunho, en lugar de tener que llevar al bebé y todas sus cosas en un transporte público.

¡Por supuesto que no! ¡Será un placer para él! Os echaré de menos a ti y al bebé ― agregó Leeteuk― En cuanto termines, ven a comer...

Comió, ayudó a Leeteuk a recoger, y luego hizo el equipaje. Así se pasó el tiempo. Pero ahora, esperando, parecía que no pasaba más...

Sería duro tener que dejar aquel mundo de comodidades y lujo, y conformarse con la sola alegría de ver a su hijo.

Pero había sido un breve interludio y tenía que volver a la realidad.

Tenía mucho que hacer. Arreglar Rising Sun para venderla no sería tarea fácil. Necesitarían un ejército de pintores, decoradores, jardineros y un largo etcétera que no podían pagar. No, él tendría que volver a poner en marcha su negocio. Su madre, cuando había ido a ver al bebé, le había dicho que podía cuidar al bebé mientras él trabajaba. Sería una pena dejarlo, pero tendría que hacerlo. Y luego, por supuesto, tendría que buscar un alquiler barato para vivir.

El motor de un coche llamó su atención y lo hizo ponerse de pie. Como esperaba a KangIn, se decepcionó cuando vio a Yunho salir del Ferrari.

Se alejó de la ventana y se puso la mano en el corazón, que latía aceleradamente. Tenía las rodillas flojas mientras atravesaba la habitación. Odiaba el modo en que aún podía afectarle la presencia de Yunho.

Intentó recordar que ya no había nada entre ellos, y que él seguiría adelante con su vida.

Bajaría a hablar con él y le diría que él se marcharía con Changmin en cuanto volviera KangIn. Y le agradecería su ayuda y hospitalidad, aunque no muy efusivamente.

Salió al corredor decidido a hablar con Yunho.

Pero él se adelantó y subió a la habitación del niño, que estaba al lado de la de él.

Jaejoong tomó aliento y lo siguió, con un nudo en el estómago y un torbellino emocional en su interior al verlo de pie al lado del moisés, acariciando la mejilla del niño.

Él podría estar al lado de él, ambos adorando aquella nueva vida que habían creado, en la seguridad de un compromiso de amor entre ellos, con un futuro juntos por delante.

Pero por un momento se sintió excluido.

Jamás sería así. No eran realmente una familia, se recordó. Posiblemente su hijo sería una novedad para él, pero el eomma de su hijo era un compañero más de cama, nada más.

No te preocupes. No voy a seguir viviendo de tu caridad por más tiempo. ¡Desapareceré de tu vista en cuanto venga KangIn! ― dijo él.

No sabía de dónde le habían salido aquellas palabras, llenas de rabia. Posiblemente de su caos interior de emociones, que había hecho que traicionara su intención de pronunciar un adiós cortés y frío.

Yunho se irguió lentamente. Se giró.

Sus ojos, notó él, eran como dos trozos de hielo y su gesto, duro. Seguramente lo consideraba maleducado y digno de reproches, como le había dicho anteriormente, pensó él.

Algo que él no aguantaría de nadie, y menos de una ex amante que no valía nada para él.

Cierra la puerta cuando te marches. Y avísame cuando venga KangIn ― le dijo Jaejoong, disponiéndose a irse.

Yunho se acercó a él. Le puso la mano en el brazo y le dijo:

¡No me digas lo que tengo que hacer! ― cerró la puerta de la habitación. ― Desde ahora, soy yo quien digo lo que se hace. Te aconsejo que lo aceptes de buen grado. De otro modo, sufrirás las consecuencias de mi disgusto.

¡Estoy temblando! ― dijo Jae irónicamente. ― Recuerda que me habré ido en cuanto KangIn vuelva, ¡así que le darás órdenes al aire!

Yunho lo hizo ir hacia el salón.

Compórtate ― lo llevó hacia el sofá ― Tengo algo que decirte relacionado con tu futuro. Y el de mi hijo.

«¿Qué?», pensó él.

Jaejoong se sentó, preocupado, pensando qué se le estaría pasando a Yunho por la cabeza. Él lo miró.

Había dicho «mi hijo», y él se había dado cuenta cómo había mirado al pequeño Changmin mientras dormía hacía unos minutos, y cómo lo había tenido en brazos en la clínica.

Sintió que se le helaba el corazón. ¿Querría quitarle al niño? No podía hacer eso, ¿no? ¡Él no se lo permitiría!

Jaejoong se quitó el pelo de la cara, y le dijo:

¡Habla de una vez! En cuanto llegue KangIn, me marcharé. Con Changmin. ― Yunho levantó una mano para acallarlo, y él cerró la boca instintivamente. Yunho apretó la boca, y dijo:

Leeteuk me ha llamado por teléfono para decirme que te marchas. KangIn no te llevará a ninguna parte. Le he dado permiso para que vaya a visitar a su hermano.

¡Entonces tomaremos un avión! ― dijo Jaejoong vehementemente.

Se dio cuenta de que Leeteuk lo había engañado, le había mentido acerca de KangIn. Durante aquel tiempo realmente había confiado en el hombre, e incluso lo había considerado un amigo, pensó Jaejoong.

Así que tendría que tomar un avión. No iba a pedirle a su padre que lo fuera a buscar al aeropuerto en su camioneta. Ésta estaba en tal estado que no lo llevaría lejos. Además, su padre conducía como un loco. Tenía la cabeza en las nubes...

¡Yamapi vendrá a buscamos!

¿Cómo no había pensado antes en él?, se preguntó.

Yamapi haría cualquier cosa por él. Siempre lo había hecho.

Se puso de pie, y sin mirar a Yunho empezó a caminar hacia la puerta, pero él bloqueó su paso y le sujetó los hombros.

No vas a ir a ningún sitio. Así que puedes olvidarte de tu caballero andante ― le dijo― Y no culpes a Leeteuk. Yo he tenido que estar fuera, pero le di instrucciones de que me avisara si notaba signos de que te querías marchar con mi hijo, y de que te retuviera aquí hasta que yo volviese. Afortunadamente, yo acababa de llegar de Italia para asistir a una reunión de directorio en la oficina de Seúl.

Por un momento, sus ojos se encontraron.

Sus tormentosos ojos negros con sus ojos avellana de acero. Él se excitó. Sintió vergüenza de sí mismo. Sabía lo despreciable que era él detrás de esa fachada atractiva. Entonces, ¿por qué él era capaz de hacerle sentir semejante deseo?

Él debería ser inmune a aquella poderosa sexualidad masculina.

¿Por qué? ― preguntó Jaejoong a Yunho, sabiendo la respuesta. Yunho quería a Changmin. Todo señalaba a ello.

Yunho lo hizo sentar en el sofá y luego se sentó él. Luego lo observó.

Jaejoong intentó no dejarse asaltar por aquella ola de debilidad que la estaba asaltando.

¿Qué haría él? ¿Contrataría a un equipo de abogados para conseguir la custodia del bebé? Él no lo dejaría. Lucharía por el bebé hasta el fin, pensó.

Porque sabía que Yunho era despiadado, un hombre manipulador con un montón de dinero que respaldaba sus acciones.

Sintió aprensión hacia él y la situación. Esperó a que Yunho le dijera algo. Él lo miró con frialdad, y le dijo:

¿Se te ha pasado la pataleta? ¿Vas a escucharme?

No quería escucharlo. Pero él quería saber cuánto antes qué quería. Jaejoong asintió.

Voy a casarme contigo ― dijo él.

Jaejoong se mordió el labio para convencerse de que no estaba soñando.

¡Yunho había hablado con una frialdad que parecía que acababa de anunciar que se iba a cortar el pelo!

Él se habría reído en su cara si no hubiera sentido ganas de llorar. Le dolía. ¡Cuánto había deseado en la isla que él le dijera aquellas palabras! Porque él le había dicho que lo amaba, y él le había creído.

Jaejoong bajó la cabeza y escondió el rostro entre su pelo. No podía dejar al descubierto sus emociones.

Yunho torció la boca.

«Una vez había estado a punto de hacerle esta proposición», pensó él. Había tenido el anillo preparado en el bolsillo de la chaqueta: con un diamante negro porque le recordaba su pelo.

Pero unas pocas palabras de su padre habían hecho que él la apartase de su vida. Él le había recordado que todos los jóvenes y mujeres eran iguales. Que no se podía confiar en ellos cuando se trataba de un hombre de su estatus.

Y ahora él estaba haciendo lo que se había prometido no hacer nunca: pedirle a un joven que se casara con él.

Pero era necesario.

Había descubierto su devoción a su hijo. Y sabía que no podía apartarlo de su vida.

Quiero a mi hijo ― dijo él, dando voz a sus pensamientos ― Lo ideal es que un niño viva con ambos padres. Permanentemente. Yo creí que alcanzaría con hacerme responsable de él y mantenerlo económicamente. Pero desde que lo he tenido en mis brazos he sentido que no era suficiente. Por lo tanto... tenemos que casamos. Porque, naturalmente, necesita también a su eomma.

Jaejoong, aún en estado de shock, se puso de pie.

No. No me casaré contigo. ¡No podría Soportarlo!

Tú querías casarte con mi riqueza... Entonces, ¿por qué no quieres hacerlo?

Jae lo miró, quemándolo con la mirada. Cuando había sentido que quería pasar el resto de su vida con él porque lo amaba profundamente, también había sentido que no podía vivir sin él. No había sabido que era rico. Ahora lo sabía. Y sabía otras cosas también.

Tú no me amas. No amas a nadie más que a ti mismo ― dijo él.

Amo a mi hijo.

No hace falta que nos casemos ― respondió Jaejoong.

Casarse significaba compartir su cama, darle derechos sobre su cuerpo. ¡Eso lo destruiría! Él se conocía muy bien. Si compartía la intimidad con él, volvería a dejarse seducir por Yunho. Sentía una gran atracción sexual por él, a pesar de todo. Y no quería exponerse a esa debilidad.

Si de verdad lo deseas, puedes ver a Changmin cuando quieras. Yo no voy a impedírtelo ― le ofreció él, desesperado.

Yunho lo miró con indiferencia. Jaejoong tembló, y agregó:

No funcionará... Me refiero al matrimonio. ¿Cómo puede funcionar? No nos amamos, y ambos sabemos que tú vas a irte con alguna de tus conquistas en cuanto puedas. Leo los periódicos, así que sé que eres un mujeriego, y que sueles tener siempre una mujer u hombre en el brazo ― protestó él― Vamos a terminar peleando, odiándonos, y acabaremos tirándonos los trastos a la cabeza... ¡Piensa en el daño que podemos hacerle a Changmin con un matrimonio así!

Yunho lo miró con una especie de desprecio burlón, y contestó:

No voy a estar en tu cama. Esa necesidad puede ser fácilmente satisfecha.

Aunque no había tenido ningún interés en otras mujeres o jóvenes desde que lo había conocido, pensó. Pero no iba a decírselo.

Y en realidad le hubiera gustado estar en la cama de Jaejoong, pensó sinceramente. La primera vez que lo había visto se había sentido tentado, se había pasado toda la noche fantaseando con la sensación de aquel cuerpo delicioso. Y la realidad había sido mejor que sus sueños...

Pero no quería que volviera a suceder. Él era suficientemente fuerte. ¿Acaso no habían moldeado su carácter como al acero?

Nuestro matrimonio será sólo un papel. Una fachada para que nuestro hijo tenga dos padres ― Yunho frunció el ceño ― Inmediatamente después de la ceremonia, civil, por supuesto, iremos a la casa de mi familia, en Busan, donde mi hijo crecerá con la libertad y la felicidad que necesita. Tendrá la infancia poco complicada que yo no he tenido ni disfrutado. Tú, como eomma suyo, compartirás mi riqueza y mi estatus, disfrutarás del respeto que acarreará eso, y a cambio, no te quejarás nunca. Si intentas alejar a mi hijo de mi protección, o tener un amante, pasarás a la historia.

Él se puso furioso.

Entonces, ¿tendré que vivir como una monja en una jaula de oro, lejos de mi familia y amigos? No, gracias. ¡Para mí no vale tanto una cama de oro!

A ti te gusta el dinero... Y el sexo. Pero no puedes tener ambos. Acostúmbrate a ello ― dijo con frialdad Yunho.

Jae se llenó de indignación.

¿Quién se creía que era?

Jaejoong se puso de pie, incapaz de permanecer más tiempo sentado.

En Jeju yo creí que eras el hombre más maravilloso, excitante y cariñoso que había conocido. ¡Ahora sé que eres un monstruo! ― exclamó Jaejoong ― ¡No me casaré contigo! ¡Y retiro el ofrecimiento de permitirte ver al niño! ¡No quiero que mi niño se contamine!

Siéntate ― Yunho le agarró la muñeca y tiró de Jae hacia él. Le clavó la mirada de acero.

La fuerza de su personalidad lo asustaba, pero le sostuvo la mirada. No quería que viera su debilidad.

Tienes una lamentable tendencia al drama... ― dijo él ― Tú pusiste la mira en mi riqueza, no lo niegues. Ya es hora de que dejes de comportarte como un niño mimado y te enfrentes al hecho de que no puedes manipularme. Convéncete. O dime qué quieres de nuestro matrimonio y me lo pensaré.

Jaejoong no dijo nada.

Nunca podría tener lo que quería. Pero no iba a decírselo.

En cuanto a negar que quería meter sus manos en su dinero... Que pensara lo que quisiera.

No pensaba dejar su corazón a sus pies y confesarle que lo único que quería era su amor.

¿No tienes nada que decir? Me lo he imaginado ― lo miró con desprecio ― Entonces te daré los detalles de mi proposición, y así puedes decidir qué camino tomar.

Jaejoong lo miró. Tenía las manos entrelazadas en el regazo, la boca seca de tensión, pensando con qué le iba venir ahora.

Primera opción: nos casamos, con las estipulaciones de las que te he hablado. Y es más: me he enterado de la situación de tu padre y que tendrán que vender la propiedad de tu madre Yunho se echó hacia atrás ― Si nos casamos, pagaré todas sus deudas y le daré un empleo en una de mis empresas para ayudarlo a superar sus... ¿excentricidades? Y no lo consideres un gesto filantrópico de mi parte ― dijo cínicamente ― No sería bueno para mi imagen que se sepa que mis suegros no tienen un céntimo ni una casa.

Él hubiera querido pegarle.

¡Te odio! ― exclamó Jaejoong.

Evidentemente, él veía a su familia con desprecio, como seres inferiores que aceptarían sus dictámenes con humillante gratitud.

Ignorando su interjección, Yunho continuó:

Sí, no obstante, rechazas mi proposición, te prometo que te quitare a mi hijo.  Legalmente. Te lo aseguro.

Yunho se puso de que y agrego:

Te dejo para que te lo pienses ― miro su reloj, y añadió ― Tienes una hora para tomas la decisión.



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Continuara \\(^_^)//...
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12 comentarios :

  1. Que cruel se esta portando Yunho con Jaejoong ojala que el acepte casarse y que lo haga sufrir asi como lo esta asiendo sufrir Yunho y tambien que lo trate con indifereferencia como el lo esta tratando y gracias Poleth por capitulo la trama se esta poniendo interesante

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  2. Aaaaa quiero que yunho sufra.
    Aslo pagar jae tu puede.
    Matalo de indiferencia

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  3. Ojalá que JaeJoong se ponga las pilas y acepte casarse para hacer sufrir a Yunho, como las tratar así a Jae ni siquiera le da oportunidad de hablar.
    Gracias Poleth por un capítulo más, me gusta mucho esta historia.

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  4. Lo mejor es casarse total no pierdes nada , ya casado te vengas de yunho por no creer en ti 😂
    Gracias por el capitulo ❤😍😁❤😍😁

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  5. OMG!!... cada capi es más y más intenso.

    Que mal que las cosas entre el YunJae aún no se han solucionado debidamente, pero es cuestión de tiempo, y el tiempo pone todo en su lugar...

    Al parecer Jae no tiene otra salida más que casarse con Yunho, no le ha dejado salida, sobre todo porque si no accede a sus deseos, le quitará al lindo Minnie...

    Ese Yunho se merece un poquito del sufrimiento que le está haciendo pasar a Jae...

    **********
    AMO ESTE FIC... GRACIAS POR COMPARTIR*

    http://lolitahoneyfunnybunny.blogspot.mx/

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  6. Yunho es muy malo con Jae y ya se paso de grosero y humillante con el y eso de que Jae lo quiere por interés es una gran mentira y cuando sepa la verdad se arrepentirá por lo duro que lo a tratado y espero que eso pase pronto para que deje de humillarlo
    Gracias

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  7. Yunho ya fue demasiado con Jae ahora practicamente lo amenazo si no se casa con el perdera a su hijo eso fue muy cruel,Jae deberia decirle que no quiere su dinero

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  8. Ashhhh hasta que punto ha llegado Yunho y vuelvo a repetir...toooodo por el padre de Jae >:( si no hubiese metido su cuchara q feliz seria Jae con Yunho.
    Ojala pronto yunjo sepa de ello y busque el perdon de Jae. Gracias por los caps amiga.

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  9. A Jae no le queda de otra mas que casarse, pero entonces que se ponga las pilas, saque el mejor provecho a su físico, lo conquiste y lo haga sufrir un poco ahora él.

    Gracias!!!

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  10. Quiero dos también...😒😒 Uno, un mazó para golpear a Yunho por pasarse de grosero, si quiere lo mejor para su hijo, incluyendo la infancia perfwcta esa necesita de dos padres que se AMAN A MORIR. Y no un padre terco y mandón😢😢😢 Dos:Una cubeta de agua fría para Jae, el necesita despertar y hacer que Yunho se trague sus palabras. Ya quiero que se vuelvan a enamorar... bueno no enamorados estas, que lo niegan es distinto... pero que se reconcilien y se amen para que Yunho ponga a Jae coml unico Diós de su deboción.Si claro lo quiere enclautrado por que lo ama jajaj Y Yoochun y Junsu no tendran parte aquí???

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  11. vuelvo a decir no me gusta este yunho... es más solo quiero que sufra.

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  12. Yunho te aviso que es mejor que corras porque te pateare los huevos X-(...Asssh Jae, tú también tienes culpa, eres muy pasivo Y.Y

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