¿Fan service?

 Autor: Kimiko_Suzumiya
Extension: One shot

Yunho entró al camerino con el estruendoso sonido de los gritos y aplausos de los fans resonando en todo el lugar. El concierto había resultado espectacular, pero estaba terriblemente exhausto.

A esto hay que sumarle un pequeño problema. Un pequeño problema con nombre y apellido: Kim Jaejoong. Su compañero de banda. Su amigo del alma. La única causa de la gran excitación que sentía en ese momento. El muy maldito se le había insinuado durante todo el concierto, moviendo sus caderas de una forma tan jodidamente sensual, bailando para él… hasta se había atrevido a besarlo… un pequeño y suave roce de labios que ocasionó un estallido de euforia por parte de las fans, y una dolorosa y placentera sensación entre sus piernas.

Pues bien, tenía dos opciones: una era darse una ducha de agua fría. La otra era darle rienda suelta a su imaginación y satisfacerse a sí mismo, ya que buscar al causante de todo aquello no era una opción.

Se sentó en el cómodo sillón que era parte del mobiliario de su lujoso camerino, y comenzó a recrear en su mente lo vivido instantes antes, pudiendo ver a la perfección al protagonista de sus fantasías. Con lentitud comenzó a acariciarse, deslizando una de sus manos hacia abajo hasta alcanzar su miembro, masajeando por encima de la ropa, mientras imaginaba que eran las manos de su amigo las que le provocaban semejante placer. A cada minuto aumentaba su excitación, tenues gemidos casi inaudibles escapaban de su boca.

-¿Necesitas ayuda con eso?

Abrió los ojos sorprendido… y creyó morir de vergüenza cuando vio a Jaejoong justo frente a él, observándolo con una sonrisa insinuante. Sumamente turbado, apartó su mano, pensando qué diablos podía decir o hacer. Aún no salía de su asombro, cuando vio como su amigo se arrodillaba y sin darle tiempo a reaccionar, metió sus manos en su pantalón, sacó su pene y se lo introdujo en la boca.

Yunho sintió que moriría de placer ante semejante escena. Si estaba soñando, rogaba no despertarse jamás. Su miembro completamente erecto se introducía una y otra vez en esa cálida y húmeda boquita que lo estaba conduciendo a la locura.

Su amigo era bastante hábil, al punto que llegó a preguntarse si era la primera vez que lo hacía. No puedo evitar sentir una puntada de celos atravesando su pecho, al momento que tomaba con fuerza sus cabellos rubios, obteniendo el control de la situación, marcándole el ritmo.

Tenía los ojos entrecerrados, no podía dejar de observarlo. Como amaba esa carita… la delicadeza de sus rasgos, esa hermosa y tentadora boca que ahora se encontraba realizando un maravilloso trabajo…se deslizaba con lentitud por toda la extensión de ese enorme miembro, dando pequeños besos y mordiscos ocasionales que le provocaban unas deliciosas sensaciones al mayor. Al cabo de un momento, Yunho sintió que se estaba acercando al clímax… pero no quería que todo acabara tan pronto. No sabía porque Kim estaba haciendo eso, ni que pasaría después con su amistad y tampoco le interesaba en ese momento… solo quería disfrutar de ese cuerpo que era su obsesión desde hace ya tiempo atrás.

Tomó su rostro con ambas manos, haciéndolo subir hasta la altura de su rostro, fundiéndose en un apasionado beso.

Lentamente, el rubio fue acomodándose sobre él, colocó una pierna a cada lado de sus caderas, y comenzó a moverse para seguir estimulándolo.

Sin dejar de besarlo, Yunho le sacó la ropa, y luego se desnudó él también.

Ya desnudos completamente se miraron un instante a los ojos y comenzaron a besarse con pasión, sus lenguas se chocaban, se degustaban, mientras la excitación continuaba creciendo.

Yunho tomó el miembro de su amigo y comenzó a masajearlo lentamente, provocando que los gemidos del rubio aumentaran de volumen.

Dios. Como le prendían esos sensuales sonidos y la privilegiada vista que tenía de su rostro sonrojado, sus labios húmedos y su pecho agitado. Dirigió sus labios a uno de sus pezones, mordiéndolo suavemente, generando estremecimientos en todo su cuerpo. Kim se acercó más a él, lo abrazó y mordió el lóbulo de su oreja, susurrándole con una voz cargada de lujuria…

-Métela ya… por favor…

Y a él le hubiera encantado hacerse rogar, pero realmente no podía, no aguantaría mucho tiempo más en esa situación. Con delicadeza lo recostó en el sillón, posándose sobre él y mirándolo directamente a los ojos extendió dos de sus dedos para que los lamiera. Sumisamente, los introdujo en su boca, sin apartar la vista de los oscuros y atrapantes ojos de Yunho.

Sin poder resistir más, el mayor llevó sus dedos a la entrada del más joven, comenzando a prepararlo para recibirlo. Aunque se moría de ganas por entrar ya, lo que menos pretendía era lastimarlo…

Finalmente, tomó su propio miembro y comenzó a introducirlo lentamente. Cuando estuvo completamente adentro dejó escapar un ronco gemido… era tan estrecho, lo apretaba tanto que creyó que acabaría en ese instante… Kim dejó escapar una lágrima, quejándose levemente por la intromisión. Ambos permanecieron inmóviles, con los ojos fijos en los del otro.

Al cabo de un momento, Yunho comenzó a moverse despacio, aumentando poco a poco la velocidad a medida que el otro se iba acostumbrando, y el dolor se iba transformando en placer… un formidable placer que los embargaba, haciéndoles perder todo contacto con la realidad, donde lo único existente era el cuerpo de ellos dos fundido en uno solo.

Unos minutos después, el rubio acabó pronunciando un fuerte gemido, contrayendo su entrada y apretando aún más el miembro de Yunho, que alcanzó el clímax inmediatamente después.

Totalmente exhausto, se dejó caer sobre el pecho del más joven, escuchando los acelerados latidos de su corazón.

Realmente, no sabía que pasaría mañana, cuando tomaran conciencia de lo que habían hecho. Pero tampoco le preocupaba mucho. Había sido la experiencia sexual más grandiosa de su vida. Y esperaba que se repitiera pronto…

**FIN**