Luhan se aferró a la manija en el techo
de la avioneta que Jiho había conseguido una vez que habían llegado a Dallas. Él
nunca había volado en una tan pequeña y ya había decidido, después de treinta
minutos de traqueteo por todo el lugar, que nunca lo haría otra vez.
— ¿Cuánto tiempo dijiste que tardaría este
vuelo? —le preguntó a Jiho.
—Nos faltan alrededor de una hora y quince
minutos.
—Genial —murmuró él en voz baja.
No había sido tan difícil como había
pensado conseguir meter a Junsu en
el avión. Tuvo que darle otra dosis del sedante cuando Junsu había empezado a gemir de nuevo. Luhan tenía la
esperanza de que una vez que llegaran a su cabaña podía permitir que el sedante
desapareciera para que Junsu pudiera decirle
lo que estaba sintiendo. No había forma
de que él midiera el progreso de su enfermedad sin la contribución de Junsu.
>>>♥<<<
Jiho miró a el doctor Jeong y decidió
que ya era hora de que él explicara exactamente qué era lo que necesitaba
hacerse para arreglar a Junsu. No quería tener que esperar
para vincularse con él, sabía
que incluso ahora
Yoochun estaría haciendo todo lo posible por localizarlo.
—Dime otra vez lo que está mal con él —dijo
Jiho, más una orden que una
pregunta.
Luhan respiró hondo y soltó el aire
lentamente, sabiendo que era inevitable que esta conversación tuviera lugar.
—Recibió una transfusión de sangre humana. En
pocas palabras, debido a que él es
medio lobo esa parte de su sangre no la reconoce. Por lo tanto, está atacando a
las células. Células que ya han comenzado a fluir a través de su corazón, su hígado, sus riñones, todos sus músculos.
La sangre es el alimento
del cuerpo, llevando nutrientes y oxígeno a los órganos. Su cuerpo está
tratando de evitar que eso suceda porque piensa que la sangre que él recibió es
un virus.
El rostro de Jiho era sombrío cuando le
preguntó lo que tenía que hacerse.
—Él necesita sangre de hombre lobo para
reemplazar las células humanas que su cuerpo está atacando —explicó.
—Eso será fácilmente remediado.
—No sé si es tan fácil, Jiho. No sé si él tiene que recibirla por medio de un mordisco y tomar la sangre a través
de sus colmillos, ni siquiera sé si tiene colmillos, o si una transfusión
funcionaría —admitió.
—Sigue siendo fácilmente remediable, haremos
las dos cosas —dijo Jiho, con plena confianza en su
voz.
El resto del viaje transcurrió en silencio. Luhan se preocupaba por Junsu y por cómo Jiho
prácticamente había salivado ante la idea de Junsu tomando su sangre.
Luhan no estaba prestando atención
al hecho de que no estaba viendo ninguna de las cadenas montañosas
que perfilan el horizonte de Colorado.
Fue sacado de su estupor cuando oyó a Jiho
en su teléfono.
— ¿Está listo? —Le oyó preguntar— Bien,
deberíamos estar allí en unos minutos.
Al darse cuenta que algo no estaba bien,
Luhan miró por la ventana y pudo notar por el paisaje que no estaban en
Colorado.
— ¿Qué está pasando, Jiho? —preguntó con voz temblorosa,
traicionando lo nervioso que estaba.
—Cambio de planes. —Fue lo único que escuchó antes de que todo se volviera negro.
>>>♥<<<
Jiho miró la forma desplomada de Luhan,
sintiendo una pequeña punzada de arrepentimiento por tener que causarle dolor,
pero era necesario. Después de haber decidido llevarlo con él se dio cuenta que
él podía decirle a Junsu en dónde estaban y luego Junsu podría decirle
a Yoochun. No iba a permitirle
arruinar todo su trabajo duro si de repente decidía tener una conciencia. Así
que había llamado a uno de sus lobos, Sam, porque sabía que le era leal a él y
no se pondría en contacto con Junho, y le pidió que alquilara una cabaña en las
montañas Ozark en el sur de Missouri y le enviara las coordenadas, así como
encontrar un lugar para aterrizar. Su compañero de manada había hecho algo
mejor que eso. Había encontrado una cabaña con un campo vacío junto a él. Una
vez más, Jiho sintió como si el destino estuviese interviniendo. Él le dijo a Sam
que se subiera a un avión y volara hasta el aeropuerto más cercano a su ubicación, luego alquilara un auto y,
después de conseguir víveres, lo encontrara en la cabaña.
A medida que se acercaba
a la ubicación del campo, comenzó su descenso.
Vio la cabaña a la derecha del campo. Cuando las ruedas tocaron la tierra, el
avión rebotó ante el contacto. En general, no estaba tan mal como aterrizaje,
pensó Jiho.
Una vez que el avión se detuvo
completamente Jiho entró en acción, no
queriendo que Luhan despertara antes de que lo tuviera con los ojos vendados y esposado. Todavía iba a necesitar su ayuda con Junsu, así que pensó
que podía permitirle estar sin
las esposas bajo su supervisión mientras él atendía a su paciente. Se fue hacia
el lado del pasajero del avión y abrió la puerta. La forma inconsciente de Luhan
cayó fuera y él lo atrapó justo a tiempo para evitar que golpeara el duro
suelo. Agarró una bolsa de la tabla del suelo frontal y luego se dirigió en la
dirección que había visto la cabaña.
Cuando llegó a la puerta, recordó que
Sam le había dicho que el lugar que alquilaba las cabañas pondría una llave
debajo de la alfombra. Inclinándose cautelosamente hacia abajo para mover la
alfombra a un lado sin dejar caer al doctor, vio la llave plateada. A sus ojos
era un pequeño trofeo proclamando su victoria por haber llegado finalmente a su
destino con la que pronto sería su compañero.
Entró en la cabaña, sin molestarse en
mirar a su alrededor, y rápidamente puso a Luhan en la primera pieza de
mobiliario que vio. Metió la mano en la bolsa que había traído y tomó un par de
esposas. Lo inclinó hacia adelante, halando ambos brazos detrás de él, y
aseguró sus muñecas con las esposas. Sintiendo que por ahora eso sería
suficiente, se dirigió de nuevo al avión para buscar a Junsu.
Jiho agarró la bolsa de la intravenosa y
la puso sobre el estómago de Junsu para trasladarlo desde el avión a la cabaña. Bajó un extremo
de la camilla al suelo y luego la haló hacia adelante hasta que las
ruedas delanteras estuvieron en el borde de la puerta. Entrando
al avión, agarró
la parte delantera de la camilla y la bajó al suelo también. Jiho
tomó el resto de las bolsas que Luhan había traído con él y cerró la puerta del
avión. Empezó a empujar la camilla hacia adelante lo más rápido que pudo sin
hacer caer a Junsu de él.
Finalmente llegando a la puerta de la
cabaña una vez más, Jiho empujó la camilla dentro
de la cabaña, y esta vez se detuvo en seco, sorprendido por cuán despejada
era. El techo era a dos aguas y se elevaba por lo menos diez metros en el aire.
Había un ático al otro lado del lugar donde estaba parado que estaba abierto
para mirar por encima a la planta baja de la cabaña. Bajo el ático había un largo pasillo y podía ver varias puertas
que asumió llevaban
a los dormitorios. A su izquierda, a lo largo de la pared posterior
estaba la cocina, los gabinetes elaborados de un hermoso cedro. Había una
antigua olla de hierro fundido en la pared a la derecha, y en la isla que se
encontraba en el medio de la cocina había una
cocina de tope. Todos los aparatos tenían
frentes de cedro a juego que tenían que haber sido hechos a medida. A
su derecha vio una enorme chimenea de piedra y varias sillas y un sofá hecho de
cedro que parecía tener cojines de gamuza, todos formando
un semicírculo alrededor
de la chimenea. Había mantas tiradas en sillas y cojines
apilados en el suelo, por lo que era obvio que se trataba de un lugar de
comodidad, para relajarse y alejarse del resto del mundo. El lobo de Jiho hizo
un ruido sordo en aprobación del lugar que llamaría su guarida.
Necesitando averiguar el mejor lugar
para colocar a Junsu y Luhan, caminó por el pasillo hacia las distintas
puertas. Dos de ellas eran sólo regulares dormitorios cuadrados, cada uno tenía una cama de cedro y una mesita de noche. Entre las dos habitaciones había un
pequeño baño. La tercera puerta a la izquierda era el dormitorio principal, que
era más grande que los dos primeros y Jiho podía ver dos puertas que se abrían
a un amplio baño. Finalmente entró en la puerta
al otro lado de la habitación principal
y entró en un espacio
acogedor que parecía ser una biblioteca/estudio. Había estanterías que
cubrían la parte izquierda de la pared al otro lado,
llena de libros
de diferentes tamaños
y colores. En el centro de la
habitación había una alfombra mullida que, tras una segunda mirada, se dio
cuenta era una piel de oso. Alrededor de la alfombra había varias sillas de
cedro con mullidos cojines y mantas tiradas sobre sus respaldos. En la pared
más alejada de la puerta había un hermoso escritorio de cedro con un aparador
con estantes que tenían iluminación incorporada. Este era el lugar donde
pondría a Junsu y a Luhan. Ellos se sentirían cómodos aquí, y la mejor parte
era que no había ventanas en esta habitación.
Jiho regresó a la sala de estar y volvió
a cagar a Luhan. Lo llevó a la biblioteca y lo puso en una de las sillas de
cedro. Luego se fue y recogió a Junsu
de la camilla y lo colocó en una de las sillas que era más del tamaño de un
sofá de dos plazas. Cuando comenzó a salir de la habitación, oyó a Luhan gemir
y se volteó para ver que estaba despertando. Él gimió y trató de mover sus brazos,
sus ojos se abrieron de golpe al darse cuenta
que estaban atrapados
detrás de él. Mirando a su alrededor salvajemente,
tratando de orientarse, sus ojos se posaron
en Jiho.
— ¿Qué has hecho, Jiho?
—No podía tenerte diciéndole a Junsu donde
estábamos cuando de repente decideras que no podías
seguir adelante con la elección
que habías hecho. Así que decidí que lo mejor
sería no ir a tu cabaña. Lamento
tener que esposarte, pero hasta que pueda poner un candado en la parte exterior de esta puerta tendrás
que permanecer de esa manera.
—Sabes, podría simplemente cambiar y estar
fuera de ellas en un segundo —lo desafió, tratando de sostenerle la
mirada.
Jiho
gruñó y dio un paso hacia él, con los ojos brillantes. Luhan tuvo que dejar
caer la mirada. Mierda, era más dominante que él. Por supuesto que lo sería,
era un maldito Beta.
—Puedes tratar de cambiar, pero conoce esto:
hay sólo una razón por la que no soy el Alfa de una manada ¿Puedes adivinar
cuál es?
Luhan se dio cuenta que lo que él le
estaba diciendo era que su poder era
lo suficientemente fuerte como para evitar su cambio. Él tendría que ser material de Alfa con el fin de hacer
eso. Lo único que le haría más débil que otros Alfas, por supuesto, pensó,
mirando a Junsu…
—No tienes un compañero —respondió él.
—Eso será remediado lo suficientemente pronto —gruñó Jiho, sus ojos todavía brillando.
Jiho giró para salir de la habitación,
diciéndole que no se moviera. Independientemente de lo que le había dicho él trató de cambiar, pero Jiho le había dicho la verdad. El poder que él
tenía fluyendo a través de la casa impedía su
cambio.
Jiho regresó con otros tres juegos de
esposas. Se acercó a él y le agarró
uno de sus tobillos y le colocó la esposa, y luego con el otro extremo esposó
el carril de la silla de cedro. Luhan lo fulminó con la mirada mientras lo veía
asegurar a Junsu de la misma manera.
Cuando
Jiho se apartó, oyó gemir a Junsu. Él lo miró y vio que sus ojos revoloteaban y él estaba tratando de
moverse. Se quedó congelado, esperando, pero no tuvo que esperar mucho tiempo
mientras los ojos de Junsu se abrían. Él lo miró y luego trató de mirar a su alrededor, sus ojos encontrando a Luhan.
— ¿Doctor Jeong? —Su voz era ronca y llena de preguntas sin respuesta. Junsu volteó la
cabeza hacia él— ¿Jiho? —Él
gimió y trató de tirar de sus piernas hacia su pecho, pero no pudo ya que una estaba esposada al riel de la silla. Cuando pareció que el dolor había
pasado bajó la mirada hacia sus pies, y luego trató de tirar de sus brazos
alrededor, dándose cuenta de que estaba esposado—
¿Alguien quisiera explicarme por qué estoy esposado y no en el hospital? — preguntó Junsu, mirando
hacia atrás y adelante entre
el doctor Jeong y Jiho.
—Has sido secuestrado, Junsu. Jiho quiere
hacerte su compañero — respondió Luhan como si fuese un
hecho, y con mucha más verdad de la que Junsu esperaba.
Una vez más, el dolor atormentó el
cuerpo de Junsu y cerró los ojos, tratando de dejarlo fuera. Cuando pudo
respirar de nuevo miró al doctor Jeong.
— ¿Qué pasa conmigo?
Luhan le explicó lo mismo que le había
explicado a Jiho en el avión, pero se detuvo antes de que él le dijera cómo
podía ser sanado.
—Está bien, doc. No es posible que piense que
no sé qué usted debe saber cómo solucionar esto. ¿Por qué más lo habría traído Jiho?
Fue Jiho quien respondió.
—Necesitas sangre de lobo. La recibirás de
mí.
—Excelente —dijo Junsu sarcásticamente incluso mientras alcanzaba
a Yoochun con su mente.
«¡Yoochun!» Él no pudo contener el miedo que se
vertió en el vínculo entre ellos. Estaba dolorido, podría morir si no recibía
sangre de hombre lobo, y algún lobo demente había decidido una vez más que él
debería ser suyo. Dicho lobo quería que él tomara su sangre y, sí, tener miedo
era un eufemismo en este punto.
Junsu sintió unos brazos alrededor de él
y una mano acariciando su rostro. «Junsu.» El desesperado dolor que escuchó en la voz de él fue suficiente para
traer lágrimas a sus ojos.
>>> ♥
<<<
Changmin y Jae escucharon mientras Siwon
les contaba a todos lo que había sucedido con la manada de Coldspring.
Cuando
los lobos habían
regresado de su reunión, con los ojos brillantes y el poder emanando de
cada uno de ellos aspirando el aire de la habitación, les hizo saber que tenían
malas noticias.
—Ahora que sabemos
quién lo tiene, ¿cómo podemos
averiguar a dónde se
lo llevó Jiho? —le preguntó Heechul a su compañero.
—He estado pensando en eso y lo único que se
me ocurre hacer en este momento sería interrogar a los lobos de Junho.
—Siwon se volvió hacia el Alfa— ¿Cómo te sientes sobre eso?
Junho asintió en aprobación.
—Yo estaba pensando lo mismo. No sé si Jiho
hubiera confiado en cualquiera de mi manada, pero la única manera de saber con
seguridad es interrogándolos. —Se volvió a sus lobos— Lee,
Phillip, Dalton, y Aidan, serán los primeros.
Siwon se levantó y se dirigió a Hani.
—Si no te importa, preferiría que ustedes
esperen en la cocina. — Antes de que Hani pudiera objetar, Jae
tomó su mano.
—Vamos, señora K. Que las bolas de pelo hagan
lo suyo. Estoy seguro de que estarán encantados de informarnos una vez les
hayan sacado la verdad a golpes a estos cuatro.
—Jaejoong —gruñó Yunho.
—Guárdatelo, lobo —gruñó Jae de vuelta, levantando su mano en indicación que él no quería
oír lo que él tenía que decir— tú y yo bailaremos luego.
>>>♥<<<
Hani dejó que Jae la llevara a la
cocina, mientras que Changmin y Heechul los siguieron. Changmin fue directo a
la nevera y sacó una Coca-Cola. Volviéndose hacia Jae, quien había saltado
sobre el mostrador, él le tendió una, sabiendo que la estaría esperando. Luego Changmin tomó la suya y fue a pararse
al lado de Jae, con la
espalda apoyada contra el mostrador. Heechul estaba frente a los chicos con Hani
a su lado.
—Heechul, ¿por qué Jiho se llevaría a Junsu? —le preguntó Hani al Alfa.
Heechul se quedó mirando el suelo por
unos momentos antes de responder:
—Puedo pensar en dos razones. Uno, piensa que
está ayudando a Junho al ser el encargado de tomar la decisión de llevarse a Junsu
para que así Junho no tenga que hacerlo.
—Si ese es el motivo
es más tonto de lo que parecía —dijo Jae entre tragos.
—La segunda sería la que yo siento que es
probablemente la razón, él quiere un compañero. No estoy segura de qué edad
tiene Jiho, pero por el poder que pude percibir en él, es lo suficientemente
mayor como para estar sintiendo los efectos de no tener un compañero —explicó Heechul.
— ¿Qué pasa con este asunto de los compañeros?
¿Es realmente tan importante como para que estos hombres lobo estén dispuestos
a arriesgar sus vidas? —le preguntó Changmin a Heechul.
—Para un humano, parece poco realista —respondió Heechul— La idea de un alma gemela, lo que llamamos
un verdadero compañero. Hay tantas facetas en la magia detrás de nuestra
especie. No lo entiendo del todo, sólo sé lo que he visto para ser verdad. Hay
una oscuridad en el alma de un hombre lobo. Está diseñado para ser feroz,
implacable, protector hasta el extremo y despiadado. Si un macho no encuentra a
su compañero, la oscuridad empieza a hacerse cargo y gradualmente comienza a
volverse loco, incapaz de controlar la oscuridad que una vez fue algo que
fortalecía a su familia, mantenía a su manada a salvo. A menudo los hombres lo describen como estando en guerra con el lobo. —Los tres estaban
escuchando con tanta atención que no se dieron cuenta que los lobos machos se
habían reunido en el fondo, escuchando— Su compañero es la luz que mantiene la
oscuridad a raya. Él llena el agujero que ha ido creciendo cada vez más grande
en su alma. Cuando se completa el vínculo entre compañeros, sus almas se fusionan, y el macho
será capaz de atar la parte oscura de su naturaleza y por fin estar en
paz con su lobo.
Hubo una pausa de silencio antes de que
alguien hablara.
— ¿Qué obtiene la pareja de ello? Me refiero a
que, suena muy bien para él, pero, ¿qué pasa con el agujero en el alma de la
pareja? —La pregunta de Jae
fue casi un susurro. Heechul ladeó la cabeza hacia un lado en un gesto muy
parecido a un lobo, sorprendido de que tal cuestión hubiera venido de Jae.
Heechul se acercó a Jae y puso su mano
debajo de su barbilla e inclinó la cabeza para que él estuviera mirando a la
cara de Heechul.
—Él consigue a un hombre que lo amará completamente y fielmente. Él consigue a un hombre que no sólo
salvará su vida, sino que dará la suya propia para mantenerlo a salvo. Él
proveerá para él sin importar el costo, él le dará refugio contra todas las
tormentas que vengan en su camino, él será el
encargado de traer una sonrisa a su cara cuando nadie más puede hacerlo.
Él consigue a un amigo, un amante, un compañero, el único hombre en este mundo
que puede completarlo y darle la
otra mitad de su alma.
Jae secó las lágrimas que habían comenzado
a caer por su propia
voluntad, sin entender por qué las palabras de Heechul se sentían como
si estuvieran grabándose por sí mismas en el corazón. Él sonrió hacia Heechul.
— ¿Eso es todo? —medio bromeó él, tratando de quitarse de encima las emociones intensas
que las palabras de Heechul habían despertado en él.
Heechul se inclinó hacia delante y le
dio un beso en la frente mientras susurraba:
—Con el tiempo, todo será revelado. No
pierdas la esperanza, por Junsu o por ti mismo.
Cuando Heechul retrocedió a su lugar en
el mostrador, fue entonces cuando Jae se dio cuenta que los lobos habían estado
escuchando las palabras de Heechul.
Sentía como si un agujero estaba siendo
grabado a fuego en la parte posterior de su cabeza y sabía quién lo observaba.
Se dio la vuelta lentamente y capturó los ojos de Yunho. Ellos brillaban y
nunca se apartaron de él. Después de varios minutos él por fin apartó la vista, incapaz
de pensar bajo su intensa
mirada. En cuanto se dio la
vuelta, vio a Yoochun y la expresión de su rostro amenazó con desgarrarlo. Él no había
pensado en cómo las palabras
de su madre le afectarían cuando su compañero, la otra
mitad de su alma, estaba en manos de otro lobo.
Siwon se adelantó y tomó la mano de Heechul
mientras se dirigía a todos.
—Los cuatro lobos que Junho trajo con él son
inocentes, no saben nada. Así que nuestro siguiente paso es ir a Denver y
hablar con el resto de su manada. —Siwon se volvió y miró hacia Hani, su rostro se suavizó mientras
contemplaba el rostro de una mujer que se mantenía unida por un hilo— Vamos
a alquilar un jet. No voy a tratar
de convencer a nadie de ir porque sería simplemente una pérdida de tiempo.
—Finalmente un lobo que sabe cuándo ha sido
vencido —dijo Jae, volviendo a su ser
sarcástico.
Siwon le lanzó una mirada que lo desafió
a decir más. Jae sabiamente decidió estar fascinado por la peladura en el
esmalte de sus uñas.
—El mayor obstáculo serán los padres de Changmin
y Jae. Hani, tú y Heechul van a
tener que ir con los chicos para hacerles saber que estaremos partiendo
inmediatamente, en vez de en un par de semanas. Diles que ha sido una
emergencia familiar y tenemos que volver a Corea lo más rápido posible. — Hani asintió, asumiendo una mirada de determinación en su rostro por
tener finalmente una tarea, algo que hacer en vez de esperar. Tomó las llaves
del auto en el mostrador y le indicó a los chicos y Heechul que la siguieran.
— ¿Cómo crees que tus padres van a tomar
esto, Jae? —preguntó
Changmin en voz baja.
—Oh, probablemente tan bien como la vez que
tomamos los tampones y los colgamos de los árboles frente a la casa del
Director Stephens.
— ¿Así de bien? —preguntó Changmin con sarcasmo.
—Recuerda, es por Junsu. Por lo tanto, lo que
sea necesario, Changmin. No me importa si tienes que sacar todas las tarjetas
de viaje de culpabilidad de tu arsenal, vamos a subir a ese avión a Denver.
¿Estamos claro?
—Estoy contigo —confirmó Changmin. Por Junsu
haría lo que fuera necesario para asegurarse de estar en ese avión.
>>>♥<<<
Yoochun subió por las escaleras hasta el
dormitorio de Junsu y cerró la puerta tras de sí. Respiró profundamente,
tomando su olor, dejándolo fluir sobre él. Sintió a su lobo empujando, gruñendo,
en busca de su compañero
en este lugar donde habían susurrado palabras de
amor, y compartido sus sueños para el futuro.
Acostándose en su cama, hundió la cara
en la almohada y fue allí que finalmente se vino abajo.
Sólo con Junsu podría dejarse ir alguna
vez. Recordó la noche antes del desafío cuando había derramado sus miedos en él.
Había desnudado su alma y él le había dado la bienvenida con los brazos
abiertos. Sus hombros temblaron mientras el dolor y el vacío lo amenazaban con
romper. Las últimas horas sin poder tocar su mente, sin saber si estaba bien,
casi lo había puesto de rodillas.
Él había escuchado a su eomma hablar de
la importancia de un compañero para el macho Canis Lupis y ahora Yoochun sentía
como si un cuchillo estuviera siendo empujado a través de su corazón. Cuanto
más había hablado él más se retorcía, destrozando músculos,
arterias, venas que enviarían la vivificante sangre por todo su cuerpo. Junsu era su
corazón y sin él su alma se marchitaría y decaería, al igual que los músculos y
órganos sin sangre. Sin Junsu, la oscuridad que desataría sería tal como la que
nunca se ha visto.
Yoochun respiró hondo, tratando de
llevar sus emociones bajo control. Necesitaba
pensar claramente y no permitir
que sus acciones sean dictadas
por la ira o el miedo, lo que
no traería a su compañero a casa segura. Se incorporó y se limpió la evidencia
de su dolor en su rostro. No iba a mostrar la profundidad de sus emociones a
nadie sino a su Luna. Sólo él tenía el derecho en sus heridas más profundas,
deseos, miedos. Sólo su Junsu.
Se levantó y caminó hacia la puerta y
cuando su mano agarró el pomo de la puerta, oyó en su mente una voz que habría
matado por volver a escuchar.
«¡Yoochun!» El miedo de Junsu se enlazaba en sus
palabras. Yoochun sintió el corazón en la garganta mientras su alma se estiraba
por su otra mitad. Su lobo gruñó, rugiendo por ser liberado.
«Junsu.»
A pesar de que lo intentó, no pudo
evitar la desesperación de por fin escucharlo, de finalmente sentir
que su vínculo ya no estaba vacío.
«¿Estás bien? ¿Estás herido?» Yoochun tenía que saber. A pesar de que
no podía hacer nada al respecto por el momento, tenía que saber.
«Me
duele, pero no porque alguien me haya hecho daño. Jiho nos ha secuestrado, a el
doctor Jeong y a mí.»
«¿Todavía
estás enfermo?»
«No
tan mal.» Yoochun sintió una
pausa antes de que continuara. «Estaré bien.»
«¿Puede
describir tu entorno para mí? Tal vez me dará algún tipo de idea de dónde te
encuentras.» Yoochun sabía que era una posibilidad remota, pero por otro lado, podría haber algo que Jiho había pasado
por alto que sería suficiente para delatarse.
«La
habitación en la que nos encontramos no tiene ventanas. Parece una biblioteca o
estudio.»
Yoochun esperó, sintiendo su intento de
examinar su entorno.
«Bien,
parece que tal vez es una cabaña de troncos. El mobiliario está hecho de algún
tipo de madera y las paredes son todas de madera como una cabaña. No veo nada
más que de ninguna pista acerca de dónde estamos.» La voz de Junsu estaba empezando a sonar muy
nerviosa.
«Luna.»
Yoochun suavizó su tono de voz hasta un
susurro en su mente mientras se imaginaba
acariciando su rostro,
envolviendo sus brazos alrededor de él y sosteniéndolo cerca. «Te encontraré.
Eres mío, yo siempre iré por ti.»
«Yoochun,
date prisa. Por favor.»
El por favor es lo que lo convenció. Su Luna no decía por favor, incluso
en la más extrema
de las situaciones, su Luna mandaba. Había algo que no le estaba
diciendo, pero no iba a presionarlo en estos
momentos.
«Junsu,
tengo que dejar que mi padre sepa que tú me has contactado. Estamos saliendo en
poco tiempo a Denver para interrogar a la manada de Junho. Esperamos que él
confiara en uno de los otros lobos y tal vez revelara adónde te estaba llevando» explicó Yoochun,
quería que él entendiera que si no lo escuchaba no era porque se hubiera ido.
«Estás
bien. Si soy capaz de averiguar cualquier cosa que creo que pueda ayudar, te lo
haré saber.»
Y porque no podía dejar de decirle,
empujó la imagen de él besándolo en su mente mientras susurraba:
«Te
amo, mi Luna.»
«Yoochun,
quédate conmigo.»
«Siempre.»
Su palabra era una promesa solemne para él
únicamente.
>>>♥<<<
Yoochun abrió la puerta y corrió
escaleras abajo. Su padre y los otros lobos estaban reunidos en la sala de
estar. No vio ninguna señal de los chicos y
asumió que no habían conseguido regresar todavía.
—Junsu me ha contactado a través de nuestro
vínculo —anunció, sin aliento, no por la excursión, sino del ritmo frenético de su corazón,
sabiendo que él estaba vivo y
hasta el momento ileso.
— ¿Fue capaz de decirte algo?
¿Te dio alguna
pista de dónde podrían estar? —le
preguntó Siwon a su hijo.
—Todo lo que me pudo decir fue que cree que
él lo tiene en una cabaña. Él dijo que la habitación en la que está no tiene ventanas, pero que el mobiliario
es de madera de bosque y las paredes eran de troncos, como una cabaña de
troncos.
— ¿Mencionó al doctor Jeong?
—Él dijo que Jiho los secuestró a los dos.
Parecía como si el doctor Jeong fuera tan víctima como Junsu, pero algo sobre
eso no me sienta bien —admitió Yoochun.
Siwon asintió.
—Estoy de acuerdo contigo. No veo al doctor Jeong
como el tipo de víctima. Él es una pareja Alfa, toma sus propias decisiones. —Siwon miró a cada uno de sus lobos— Si no han empacado, entonces háganlo ahora,
y sean rápidos. Junho, voy a dejar que mandes a tus lobos. No voy a pisar en tu
autoridad.
—Te lo agradezco, Siwon. Ya he enviado a
Dalton y a Lee para que consigan nuestras cosas del hotel, deberían volver en
cualquier momento.
—En este momento lo único que queda por hacer
es esperar a que Hani, Heechul, y los chicos vuelvan.
— ¿Crees que Hani puede convencer a sus padres
para que los dejen ir con nosotros? —le preguntó Yoochun a su padre.
—Si Hani no puede, son pocos los que pueden
resistirse a tu eomma.
— Siwon le dio a Yoochun
una sonrisa de complicidad, y por el momento, porque podía
sentir la presencia de Junsu en el fondo de su mente, él fue capaz de
devolverle una pequeña sonrisa. Era cierto, después de todo. Su eomma siempre
parecía salirse con la suya. De alguna manera era capaz de hacer que la gente
piense que lo que fuera que él estaba queriendo había sido su idea en primer
lugar. Le iban a seguir la corriente con una sonrisa en su rostro, completamente
inconscientes. Nunca lo había visto usarlo con malas intenciones, su eomma era
demasiado bueno de corazón para eso. Casi estalló en carcajadas ante la idea de
los pobres padres de Changmin y Jae cayendo, sin saberlo, bajo su hechizo.
Yoochun sintió a Junsu removerse en su
mente.
«Comparte
conmigo lo que está apaciguando tu ira, Yoochun.»
«Mi eomma
y tu madre están en casa de Changmin y de Jae tratando de convencer a sus padres
para que dejen que Changmin y Jae vayan a Corea hoy. Obviamente, eso no es cierto,
pero tenemos que decirles algo para que Jae y Changmin puedan venir, viendo como
harían autostop si no los traemos.»
«Veo
que estás aprendiendo» bromeó Junsu.
«Es curioso,
mi amor, pero Jae le dijo lo mismo a mi padre.» Podía
sentir el humor que él sentía por esto y se alegró de poder darle una pequeña cantidad
de distracción. «Lo que estaba pensando era, que mi eomma
parece tener la capacidad de conseguir lo que sea que quiera; la gente sólo le
sigue la corriente. Casi me siento mal por sus padres, con mi madre allí, no
hay forma de que no logre que ellos estén de acuerdo para que los chicos vengan
y encima de eso, van a pensar que es la mejor idea del siglo.»
Junsu estuvo en silencio por un momento.
Yoochun no podía recoger lo que estaba pensando o sintiendo, su capacidad de
bloquearlo estaba haciéndose más fuerte.
«Luna,
me dirías si te ha hecho daño.» Yoochun dio una orden en lugar de una
pregunta.
«Veo
que la distancia no afecta tu capacidad de ser mandón.»
No pasó desapercibido para Yoochun que él
había esquivado su comentario.
«Junsu.» La dejó oír un gruñido en su mente.
«Bajo
las circunstancias, estoy tan bien como se puede esperar, hombre lobo. Dime
cuando estés cerca de Jae y Changmin, me vendría bien una dosis de su tipo de
medicina.»
«Como
digas, mi amor, así será.»
Yoochun le daría el mundo si él se lo pidiera, y él movería montañas para que
esto ocurra.
>>>♥<<<
Jae y Changmin se sentaron en el asiento
trasero de la camioneta de Heechul, ambos atónitos por lo que había tenido lugar
en sus hogares. En un momento sus padres estaban completamente inseguros de
dejarlos ir y luego al siguiente Heechul estaba abrazándolos y haciéndoles saber
que eran bienvenidos a venir a Corea en cualquier momento.
Incluso les dijo que Siwon y él pagarían
por eso, y consiguió esto, sus padres estaban comiendo de las manos de Heechul
como si él estuviera sirviendo la mejor cosa desde el pan rebanado.
—Thelma, ¿podrías decirme qué pasó allí? —murmuró Jae, su voz como en un estado de trance.
—Estoy tan perdido como tú, Louise —dijo Changmin, luciendo tan confundido
como Jae.
Heechul le sonrió a los chicos en el
espejo retrovisor.
—Todo está en la presentación, niños. Si
puedes situar un diamante imperfecto delante de alguien, al principio todo lo
que ven son los defectos. Pero si lo tomas y le das la vuelta justo directo a
la luz, de repente los defectos quedan en el fondo, sacando a luz el resplandor
que se encuentra detrás de esos defectos.
—Maldita sea, él es bueno. —Jae sonrió.
Hani miró hacia atrás a Jae y a Changmin
y permitió que una pequeña sonrisa cruzara su rostro a pesar de que no llegó a
sus ojos.
Heechul repentinamente tuvo una de esas
miradas distantes que Jae y Changmin reconocieron inmediatamente.
— ¿Qué es lo que el gran jefe tiene que
decir? —preguntó Jae,
sin preocuparse en este momento si era de su incumbencia o no.
Si se refería
a Junsu, entonces
en lo que a él respecta era definitivamente
de su incumbencia.
— ¿Cómo sabías que estaba hablando con Siwon? —preguntó Heechul, con verdadera
sorpresa en sus ojos.
—Tienes la misma mirada que tiene Junsu
cuando él y su bola de pelo están utilizando su mojo mental. Aunque, le pregunté
una vez si estaba estreñido porque sólo tiene esa clase de mirada en su cara
cuando está estreñido.
—Todos los ojos estaban sobre Jae en el momento en que él dejó de hablar— ¿Qué? — preguntó él.
Hani dejó escapar una pequeña risa.
—Gracias, Jae. Necesitaba eso.
—Para eso es que estoy aquí, señora K. Su propio
comediante y alivio personal. —Jae volvió a mirar a Heechul— Así que en serio, ¿qué dijo?
Heechul miró a Hani, su rostro se
suavizó mientras decía:
—Junsu contactó a Yoochun a través de su
vínculo.
Hani respiró profundamente y cerró los
ojos mientras se relajaba.
— ¿Está bien?
—Siwon dice que le dijo a Yoochun que Jiho no
le había hecho daño, pero que estaba todavía sentía dolor de lo que sea que
estaba mal antes.
—Nunca tuvimos la oportunidad de hablar con el
doctor Jeong al respecto —dijo
Hani a nadie en particular.
— ¿Dijo si el doctor Jeong estaba con él? —le preguntó Changmin a Heechul.
—Junsu dijo que el doctor Jeong estaba allí y
que ambos habían sido secuestrados por Jiho.
Jae chasqueó la lengua.
—No sé si creer eso. El doctor Jeong tenía
agallas. No lo veo siendo intimidado por ningún lobo.
—Estoy contigo, Vern —concordó Changmin.
Unos minutos más tarde, se detuvieron en
la entrada de la casa de Hani. Todos saltaron de la camioneta y se dirigieron a la puerta,
que se abrió antes de que
incluso llegaran a ella. Yunho estaba en la puerta, luciendo tan odioso como
siempre, pensó Jae.
— ¿Qué, ningún beso de saludo? —lo aguijoneó él, por alguna razón encontraba satisfacción cuando podía
conseguir una reacción
de él. Jae no estaba preparado para la mirada que le
dirigió en respuesta a su observación. En realidad, parecía como si estuviera
considerando besarlo. Se apresuró a pasar frente a él y le escuchó reír, a lo
que Jae decidió no reconocer.
Una vez todo el mundo estuvo en la casa,
llenaron nuevamente la sala de estar, Siwon repasó otra vez lo que Junsu le
había dicho a Yoochun. Finalmente, les
contó el plan una vez que llegaran a Denver.
—Junho y yo decidimos que sería mejor si no nos
quedamos en su sede de la manada, sobre todo porque vamos a estar interrogando
a sus lobos y algunos podrían pensar que están siendo acusados de algo. Así que
nos alojaremos en un hotel cercano. Nosotros tomaremos mi camioneta, la cual
puede llevar a 9 personas, y la camioneta de Junho, que puede con 6, al aeropuerto.
Donghae, tu irás con Junho y sus lobos. Son las 2:00 p.m. Ahora bien, para
cuando abordemos el avión serán las 3:00 p.m. El vuelo es un poco más de 2 horas
y medias, por lo que debemos llegar a Denver alrededor de las 5:30 o 6:00 p.m.
¿Alguna pregunta? —
Nadie respondió, así que Siwon se volvió hacia Junho— ¿Tienes
algo que necesites decir?
—Ahora no. Estoy listo cuando ustedes lo
estén. —Siwon asintió
y, sin decir una palabra, se dirigió hacia Heechul. Todo el mundo lo tomó como
su señal para recoger sus cosas y encaminarse a sus vehículos asignados.
>>>♥<<<
Hani se paseaba
por la casa, asegurándose de que todas las luces
estuvieran apagadas cuando sintió una mano suave en su brazo. Se volvió
para encontrar a Junho mirándola con ojos que lucían tan atormentados como los
suyo propios.
—Sólo quiero que sepas que voy a hacer todo
lo posible para encontrarlo
—dijo Junho, y ella podía decir que quería decir cada palabra.
—Gracias —fue todo lo que pudo decir. No sabía qué más decir.
Aquí el amor de su vida estaba justo delante de ella, lo suficientemente cerca
como para tocarla, y sin embargo estaba
por siempre fuera
de su alcance. Pero era suficiente,
decidió Hani, que él amara a su hijo. Aunque él no la podía amar, si amaba a Junsu
y eso sería suficiente.
>>>♥<<<
Una vez que todos se montaron en los
vehículos, los bolsos de todos amontonados en la parte trasera
de cada una de las camionetas, Changmin
se tomó un minuto para mirar la disposición de
los asientos. Siwon, Heechul y Hani estaban en el frente, Leeteuk, Yunho
y Yoochun estaban
en la parte de atrás, y Changmin
y Jae estaban en el segundo asiento con Shindong sentado entre ellos.
Changmin se estiró sobre Shindong mirando hacia su malvado amigo.
— ¿Qué estás tramando, Lucy? —susurró Changmin.
Jae tenía esa mirada en su cara a la que
Changmin estaba muy acostumbrado. Changmin
pensó en él como el rostro antes de la tormenta.
—Oh, Ethel, ¿cómo puedes pensar posiblemente
que estaría tramando algo?
—Jae parpadeó inocentemente.
Changmin negó con la cabeza y se dio
cuenta una vez más mientras volvía a sentarse que Yunho estaba ubicado
directamente detrás de Jae. Genial, Jae estaba
en uno de sus estados
de ánimo donde sólo tenía que empujar
al león. Él no podía dejar las cosas como estaban.
Changmin se preparó
para lo que era seguro
un viaje entretenido al aeropuerto, por breve que sea.
Efectivamente, en no menos de diez
minutos Jae dejó escapar un suspiro dramático.
—Changmin, estoy tan malditamente cansado —anunció. Luego trató de
apoyarse en la ventana, luciendo como si estuviera tratando de ponerse cómodo.
Una vez que fue obvio que no iba a suceder, se sentó y miró hacia Shindong.
Él se encogió de hombros en una actitud de “qué diablos” y justo antes de que él apoyara la
cabeza en su hombro, Changmin vio a Jae guiñarle un ojo.
Changmin saltó cuando oyó el golpe en la
parte posterior de la cabeza de Shindong, y se volvió para mirar hacia donde el
golpe se había originado. Yunho
estaba fulminando al lobo con la mirada, sus ojos brillando peligrosamente. Sólo dijo una palabra, pero fue
suficiente para ponerle la piel de gallina a
Changmin.
—Muévete —le dijo Yunho. Shindong se levantó tan rápido que se
golpeó la cabeza contra el techo del vehículo.
Se deslizó en torno a Changmin y le dio
un empujón a su pierna con la suya indicándole que él quería que le pasara por
encima. Changmin miró hacia atrás a Yunho otra vez para ver que sus brillantes
ojos estaban ahora fijos en la parte posterior de la cabeza de Jae.
—Eres un chico muy malo. Ya te he dicho esto
antes, ¿verdad? —le susurró Changmin en el oído a Jae.
—Oh, amánsate. No me metería
con él si no fuera tan fácil,
pero él camina directo hacia ello, ¿sabes? Quiero decir, en serio, Changmin.
¿Cómo puedo pasar eso?
—Bueno, podrías hacer como el resto de
nosotros y crecer
—dijo Changmin en su tono maternal.
—Ahh, pero Ethel, querida, ¿dónde estaría la
diversión en eso?
—Dónde de hecho —murmuró Changmin.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
Ay cosonas de Jae haciendole jugaditas a Yunho jajaja estuvo genial...Pobre Junsu y yochun sufriendo x otro hombre lobo... Cuándo dejarán de reclamar a Junsu..Es tan deseado???
ResponderEliminarQuiero otro capítulo yaaaaa....Ayy quiero otro por fas....
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarOjala que Yoonchu llege a tiempo y pueda salvar a Junsu y Jae deja de atormentar a Yunho que te las va ha cobrar y tu sabes como y gracias por el capitulo esperare con ansias el siguiente
ResponderEliminarpor fin se a podido comunicar Junsu con Yoochun y están un poco mas tranquilos pero ese Jiho se quiere hacer su pareja y no creo que lo consiga o eso espero que llegue Yoochun a tiempo y termine con ese como hizo con el otro que quiso arrebatar a Junsu de su lado espero que lo encuentren antes de que pase algo malo y se lo lleve lejos de ese loco
ResponderEliminarJae no deja de molestar a Yunho y es divertido como cada que Jae hace una locura nueva Yunho cae redondito y logra ponerlo muy celoso de quien se atraviese en el camino de Jae
Gracias me encanto muy divertido
enserio me encanta como jae provoca a yunho ^^, ojala se resuelva pronto la situación de estos dos, por que me estoy volviendo loca, ohhh junsu podresito tener que pasar por todo eso, la desesperación de yoochun hasta yo la puede sentir en carne propia, porfis porfis sube otro capitulo es que uno no me es suficiente, todos los dias reviso si ya subiste un capitulo nuevo, es que enserio esta muy pero muy buena la historia, aun asi tratare de ser paciente y obviamente esperare con ansias el proximo capitulo :)
ResponderEliminarEstoy con Día..Yo todos los días reviso si ay actualización de esta historia...yo quiero más capítulos!!! X favor.....
ResponderEliminarGeenial geniiiiallll¡¡¡ al fin ha despertado y por lo que veo el Canis va ganabdo a la sangre ajena¡¡¡Pudieron hablaaar OMG que bello. Dios que bello todo lo que dijo Heechul, movió cositas en Jae woooo¡¡¡ jajaj Oh si si alguíen puede venderle panes a un panadero ese en definitiva es la Chula jajaja. Pobre ShingDong siendo objeto de la mente siniestra de Jae😂😂😂 Yunho controlate el no hizo nada😶😶. En la MMMM JiHo cabó su tumba. PELIGROSO EN SERIO, El TRIO ALFA SiYooHo seguro está maquinando como despellejar a ese traidor.
ResponderEliminarAl fin Junsu pudo comunicarse con Yoochun y darle un poco de paz. Espero pronto den con él antes que Jiho logre morderlo o ponerle de su sangre.
ResponderEliminarJae y Changmin son un verdadero respiro para todos, pues hacen que sonrían y se relajen un poco ante cada ocurrencia de ellos. Me encanta como Jae provoca a Yunho.
Gracias!!!