Junho salió al pasillo después de haber
pasado la mañana y parte de la tarde
con Junsu. Él podría decir que Yoochun realmente se preocupaba por él y estaba comenzando
a reconsiderar la invocación de sus derechos como Alfa. Si no lo hacia él lo
perdería, él se vincularía con Yoochun y partirían a Corea, justo cuando él lo
había encontrado. Tal vez era egoísta pero él no quería dejarlo ir. No aún.
Él no había tomado más que unos pasos
cuando Hani, Siwon, su compañero, su Beta y Jiho fueron andando hacia él. Esto
no iba a ser bonito.
— ¿Cómo ha ido? —le preguntó Hani.
—Muy bien, me contó todo sobre él. No es para
nada tímido. —Todos rieron con ese comentario,
obviamente en completo acuerdo.
—Entonces, ¿ahora qué? —fue Hani quien preguntó otra vez.
—Yo creo que necesitamos hablar. —Junho la miró a los ojos— Todos nosotros. —Se dirigió a cada uno delante de él.
Siwon lideró el camino hacia una privada
área familiar. Ninguno se sentó, no
queriendo ponerse en una posición vulnerable o
sumisa.
—Habla —ordenó Siwon. Este era el Alfa
hablando, no él padre de Yoochun.
—Estoy invocando los derechos como Alfa con
respecto a mi hijo, quien es un menor de edad —anunció
Junho con total confianza.
Siwon gruñó, causando que la confianza
de Junho vacilara momentáneamente, pero luego se recordó que él tenía todo el
derecho de dar un paso adelante, esto era una ley de manada.
—Sabes que tengo todo el derecho, Siwon, él
aún es menor de edad, es mi hijo, y se ha hecho evidente
que Yoochun no está listo para protegerlo de la manera que un compañero debería. —En esa última parte Yunho se lanzó hacia adelante. Siwon lo atrapó
antes de que Jiho pudiera interceptarlo.
— ¿Cómo te atreves a hablar otra vez de nuestro
príncipe con semejante falta de respeto? —gruñó Yunho.
—Yunho, retírate —habló calmadamente Siwon, pero había un impulso de poder en sus
palabras que se cernió por la habitación, empujando a todo el mundo de
rodillas, incluyendo a Junho.
Junho luchó contra la orden y logró
ponerse a sus pies.
—Voy a ignorar la falta de respeto que le has
demostrado a mi familia, Kim, y sólo lo voy a dirigir a la ley de la manada que
tú has traído a nuestra atención —le dijo Siwon.
— ¿De qué está hablando, Heechul? —susurró Hani.
—Sólo escucha Hani, y lo que sea que hagas,
mantente en calma —le dijo Heechul con firmeza.
—Calma, de acuerdo, lo tengo —respondió Hani.
—Tienes razón, es la ley de la manada que
tengas derecho a invocar los derechos de Alfa, pero necesitas estar seguro de
que esto es lo quieres hacer. ¿Te das cuenta que enojar a tu hijo adolescente
te hará la vida difícil, por decir lo menos? —Junho
no respondió.
— ¿Has pensado en lo que él quiere,
que es estar con Yoochun?
—le preguntó Heechul gentilmente.
—Lo hago, pero entonces los niños no siempre
saben que es lo mejor para ellos. Si él viene conmigo
lograré pasar algo de tiempo con él. Él puede usar
ese período lejos de Yoochun para darse cuenta si él es realmente lo mejor para él.
— ¿Ir contigo? ¿De qué diablos
estás hablando, Junho? —La mandíbula de Hani se apretó con furia.
—Calma, recuerda —le dijo Heechul a Hani.
—Él acaba de decir que quiere llevarse a mi hijo.
—NUESTRO hijo —interrumpió Junho.
—No, así no es como funciona, Junho. ¡Tú no
vienes y dices que eres su padre y que él debería irse contigo cuando él ni
siquiera te conoce!
—Hani, él es mitad lobo. Tú posiblemente no puedes saber todo lo que es mejor para él —trató de razonar Junho.
—Todos fuera —la voz de Hani fue como un látigo— ¡Fuera! ¡Todos! — Siwon asintió a Yunho y a su compañero.
—Jiho, ve —le
dijo Junho a su Beta.
Una vez que la puerta se cerró y ellos
dos eran los únicos en la habitación Hani enderezó su columna y miró a Junho en
la cara furiosamente.
—No sé quién te crees que eres, Alfa o no. Si
tratas de llevártelo, él te odiara. Él ama a Yoochun, ellos son compañeros, y
tú de todas las personas sabes lo que eso significa. Si tratas de apartarlos
partirás sus almas en dos.
Junho tomó un profundo respiro.
—No lo estoy apartando de él indefinidamente.
Él sólo tiene 17, Hani, él aún no es un adulto.
—Él tendrá dieciocho en dos meses, Junho, lo
cual deberías saber de haber estado cerca cuando él nació.
—Bien entonces, lo tendré por dos meses,
porque una vez que Junsu se vincule a él, él se irá, y yo acabo de
encontrarlo. —La voz de Junho era suave y Hani pudo escuchar el dolor en ella.
— ¿Por qué siquiera lo quieres con tantas
ganas? Seguramente tienes hijos hombre lobo de pura sangre con tu compañera, lo
cual por cierto no envidio.
Junho miró al piso cuando él hablo.
—Nunca fuimos capaces de concebir.
Las palabras golpearon a Hani como un
puño en el estómago, dejándola sin aliento.
— ¿Junsu es tu único hijo? —le preguntó.
—Sí.
Ninguno
de ellos habló durante varios
segundos. Fue Junho quien rompió el silencio.
—Hani, no estoy tratando de ser el chico
malo. Podría haberlo perdido en ese accidente. Él debería haber estado protegido,
y no te estoy culpando. Yoochun es responsable de él, él simplemente no está
listo, ellos necesitan tiempo para madurar. Si todo lo puedo obtener son dos
meses con él, entonces que así sea, pero tal vez si ellos retrocedieran un poco
verían que sería bueno esperar para vincularse.
—Estás tratando de intervenir en lo que el
destino ha ordenado. Te va a devolver el fuego, Junho. Si Junsu no quiere ir
contigo, te juro que haré lo que sea que esté en mi poder para evitar que
ocurra. Qué Dios te ayude cuando Yoochun
se entere. —Hani se volvió abruptamente y huyó de
la habitación, cerrando de golpe la puerta detrás de él.
Jiho entró justo después de la salida de
Hani.
—Eso ha ido bien —dijo Junho sarcásticamente.
—Siwon desea hablar contigo —le dijo Jiho.
Junho asintió su acuerdo para que Jiho
dejara entrar a Siwon.
Siwon ingresó a la habitación y su poder
le siguió. Junho podía sentirlo y rozaba sobre su lobo como si estuviera siendo acariciado en contra de su voluntad por todo su pelaje.
— ¿Qué vas a hacer? —preguntó Siwon.
—Lo que dije, Junsu viene a casa conmigo al
menos hasta que él tenga 18. Si él quiere estar con Yoochun después de eso,
entonces no lo puedo detener. Así que desde ahora hasta que él se vaya mis
lobos lo protegerán. Retirarás a tus lobos, y Yoochun puede estar aquí durante
el día pero no lo quiero durmiendo aquí.
—Que así sea. Más te vale mantenerlo a salvo,
Junho. Si algo le sucede al compañero de mi hijo mientras está a tu cuidado lo
tomaré de tu carne. —La voz
de Siwon fue de nuevo malditamente calmada,
pero el lobo de Junho no tuvo más opción que rendirse.
Siwon se volteó a Jiho.
—Necesitas venir y presentarte a Junsu.
Mientras lo haces traeré a Yoochun. —Siwon se giró y miró de nuevo a Junho—: Mantén a tus lobos atrás hasta que tenga a Yoochun
lejos del hospital. No tienes idea de lo que has provocado. Tendrás suerte si
mi lobo logra aplacarlo.
—Jiho, ve con Siwon y conoce a Junsu, llamaré
al resto de la manada
y les diré que esperen hasta que les diga que ingresen —ordenó Junho a su Beta.
Siwon dejó la habitación con Jiho detrás
de él. Junho tomó una respiración profunda, preguntándose por centésima vez si
estaba haciendo lo correcto.
>>> ♥
<<<
Siwon abrió la puerta de la habitación
de Jae y Junsu, y entró sin llamar. A estas alturas la cortesía no estaba en la
parte superior de su orden del día. Yunho estaba de pie contra la pared, su mirada
era fría y prometía muerte. Jae y Changmin estaban sentados en una cama
pareciendo muy confundidos, y Yoochun y Junsu estaban en su cama. Yoochun se
levantó bruscamente cuando vio al otro lobo entrar en la habitación con su
padre.
—Alfa, ¿quién es este? —preguntó Yoochun.
—Este es Jiho, el Beta de Junho. Ha venido a
presentarse a Junsu porque va a estar ayudando con la vigilancia —explicó Siwon.
Junsu sonrió y saludó, pero se dio
cuenta que algo andaba mal. Miró a Yoochun, quien seguía mirando mal a su
padre.
—Yoochun, necesito hablar contigo en el
pasillo, mientras que Jiho se presenta a sí mismo.
Yoochun gruñó.
— ¡Alto! —Ordenó
Siwon— Yunho se quedará aquí, él va a estar bien.
Yoochun se volvió hacia
Junsu y se inclinó para
besarlo. «Voy a averiguar qué está pasando, amor. ¿Vas a estar bien?»
«Estoy bien, Yoochun. Ve, haz lo que necesites, pero
luego vuelve a mí.» Lo besó suavemente y
sonrió a sus ojos ónix. Yoochun le dio a su mano un último apretón suave
y luego se volvió para
seguir a Siwon
fuera de la habitación.
Jiho se acercó a la cama de Junsu y le
tendió la mano.
—Junsu, soy Jiho, es un placer conocerte.
Junsu sonrió cortésmente, pero sus
palabras fueron tensas.
—Es un placer
conocerte también. —Junsu
apenas había conseguido decir las palabras cuando se oyó un fuerte gruñido y cosas
siendo estrelladas fuera de la puerta de la habitación del hospital. Junsu
empezó a levantarse— ¿Qué demonios es eso?
Yunho llegó a él antes de que Jiho
pudiera tocarlo.
—Junsu, quédate aquí por favor. Jiho y yo
estaremos justo afuera para ver lo que está pasando.
—Muy bien, por favor asegúrate
de que Yoochun esté bien. Él está bloqueando
sus pensamientos —le dijo Junsu.
Yunho asintió y luego se volvió a Jae y Changmin.
—Ustedes dos se quedarán dónde están.
—Una vez más me recuerda que debo estar
usando un collar que dice: “Si lo encuentras por favor llamar al hombre lobo
mandón que piensa que es mi dueño, al 1-800-cara-culo” —dijo Jae con sarcasmo.
Los tres chicos escucharon a Yunho
murmurar en voz baja:
—Pequeño, inteligente bocaza. —Mientras seguía a Jiho fuera de la habitación y al pasillo, que era una
ruina completa. Sillas habían sido arrojadas, y había vidrios rotos en el área
familiar, Yoochun se había vuelto loco. Yunho se volvió hacia Jiho— Si
algo le pasa a cualquiera de esos chicos, morirás por mi mano después de haberte sacado las garras y castrado.
—Voy a protegerlos —fue la única respuesta de Jiho.
>>>♥<<<
— ¡NO PUEDE TENERLO! —gritó
Yoochun. Su voz se tornó gutural, su lobo
empujando por hacerse cargo. Sus garras se habían empujado a través de sus
dedos y sus ojos estaban brillando azul lobo. Sus colmillos habían empezado a
alargarse.
—Yoochun, ¡PARA! —le gruñó Siwon.
Siwon le había llevado a la sala de
emergencia y estaba usando una de las áreas familiares para hablar con su hijo.
Heechul y Hani habían ido con ellos.
—Geuneun uli muli e soghan nal. (Él
me pertenece, a nuestra manada.) —suplicó Yoochun a su Alfa.
—Es ley de la manada, Yoochun. No puedo
pararlo.
— ¡ARRGGGHHH! —Yoochun dio un puñetazo en la pared,
perforando un gran agujero— Naneun paeg ui beob , dangsin-ui beob e
daehae geogjeonghaji anhneunda . geuneun nae pateuneo , nae yeonghon ui geu
meolli dallago (No me importa la ley de la manada,
de tu ley. Es mi compañero, mi alma y me pides que
me aleje de él). —Yoochun agarró una silla y la lanzó a
través de la habitación, haciendo añicos las ventanas de vidrio. Ni siquiera se detuvo antes de arrancar
el televisor de la pared, y arrojarlo por la ventana, haciendo que la
silla corriera su misma suerte.
—Yoochun es suficiente. —El poder de Siwon fluyó por la habitación, conduciendo a Yoochun de rodillas.
Los hombros de Yoochun se desplomaron en derrota, su cabeza colgó. Sus manos se
cerraron en puños, las garras que habían comenzado a cambiar se clavaron en sus
manos, cortando profundamente.
— ¿Qué harías si fuera eomma? —La voz de Yoochun fue tan baja que Siwon sólo la oyó debido a su
audición de lobo.
—Quisiera matar a cualquier cosa y cualquier
persona que me lo impidiera —admitió Siwon— Pero Junsu no está en peligro, y no es para siempre,
son sólo dos meses y luego
puedes completar el vínculo y los Ritos de Sangre. —Siwon sabía que estaba pidiendo lo imposible, él no querría estar
separado de su compañero por más de dos días, mucho menos por dos meses,
pero Yoochun y Junsu
eran ambos aún menores y no estaban
vinculados. Por ley de la manada, el padre
de Junsu tenía todo el derecho de hacer lo que estaba
pidiendo. ¿Qué podía hacer
Siwon?
—Puedes estar con él durante el día, pero él
pide que no pases la noche con él —le dijo Siwon, tratando de hablar lo
más tranquilo posible, sabiendo que provocaba a una bestia ya enojada.
—Geuneun mul-eo nayo? dangsin-eun dangsin-i,
juyo alpa ulpeu paeg dongbangsingi neun segye eseo , naneun bam-e nae
pateuneowa hamkke iss-eul su eobs-eo , dangsin eul myeonglyeong haessdago
balghyeossda uimihabnikka? (¿Él pide? ¿Quieres decir que te dijo, al
Alfa de la principal manada de Lobos TVXQ en el mundo, te ha ordenado, que yo
no pueda quedarme con MI pareja en la noche?) —gruñó Yoochun.
—Nan dangsin-i apeuge doeneun geos-eulo algo,
dangsin-i hwanan geo ihaehajiman, nan yeojeonhi dangsin-ui alpa yo, dangsin-i
na e jechulhaneun geos-ibnida ,Yoochun. (Entiendo que estés enojado, entiendo que te
está haciendo daño, pero sigo siendo tu Alfa, vas a someterte a mí, Yoochun).
Sabes que no voy a dejar que le pase nada a Junsu, confía en mí. Si no como tu
Alfa, entonces como tu padre.
Después de unos momentos de silencio Yoochun
finalmente se puso de pie y miró a su padre.
—No sé si puedo hacer eso. Pides demasiado, Kim
Junho pide demasiado. Puede que no sea el Alfa de la Manada de los TVXQ Coreanos, pero soy
más dominante que Kim. Él no tomará
lo que es mío. Lo siento, Alfa, pero
en esto no puedo obedecer. —Yoochun no esperó a que su padre respondiera cuando se volvió y salió de la sala de espera, dirigiéndose a
la habitación de Junsu.
>>>♥<<<
Jae y Changmin se acercaron y subieron a
la cama de Junsu.
— ¿Has obtenido algo por tu lado de la
recepción, Susu? —le preguntó Jae.
—Si te refieres a Yoochun hablando conmigo,
entonces no, me está bloqueando sus pensamientos. Sin embargo, estoy
consiguiendo una intensa ira de su parte. Sea lo que sea, Yoochun está
realmente cabreado —respondió él.
—Sin juegos de palabras, pero —Jae se rió— ¿lo entienden? REALmente cabreado, porque es
un príncipe… ¿alguien?, no… ¿nadie entiende? Está bien, entonces.
Changmin le dio unas palmaditas en la
pierna.
—En cualquier otro momento, te habría dado
totalmente apoyo, pero un hombre lobo casi destruyó completamente el hospital
en pedazos, por lo que en estos momentos los apoyos están en espera.
—Anotado. —Jae
chasqueó la lengua y guiñó en reconocimiento a la declaración de Changmin.
Junsu estaba empezando a sentir un poco
de pánico por el hecho de que Yoochun no le respondiera a través de su vínculo.
¿Qué podría estar haciéndolo enojar tanto?
—Esto es ridículo —se quejó Jae mientras comenzaba a levantarse de la cama y caminar
lentamente hacia la puerta de la habitación, arrastrando su vía intravenosa. La
abrió y sacó la cabeza. Yunho estaba de pie a la izquierda de la puerta con su
habitual pose, los brazos cruzados sobre el pecho, observando a todo el mundo
como si estuviera contento de arrancar los brazos a alguien si le dieran la
oportunidad. Sea como fuere, Jae tuvo que tomarse de dos segundos, bueno, tal
vez tres para reconocer que el hombre tenía un pecho muy bonito. No es una
opción, se dijo, y decidió que tendría que ser su mantra cuando estuviese
alrededor Yunho.
— ¿Pasa algo malo, Jae? —le preguntó con una molesta voz tranquila.
— ¿Acabamos de escuchar lo que sonó como un
tornado pasando a través de este pasillo y realmente quieres preguntarme si
algo está mal? ¿En serio? ¿Eso es todo lo que tienes?
¿De verdad vas a estar
allí y actuar como si todo es color de rosa?
Yunho levantó una ceja.
— ¿Qué pregunta te gustaría que te respondiera
primero? — Jae le gruñó.
—Oh, olvídalo —dijo mientras agarraba su vía
intravenosa y empezaba a caminar junto a él— Voy a averiguar qué demonios pasó sin la
ayuda del Señor “Soy un hombre lobo grande y malo, te voy a comer”. —Su voz se hizo más profunda con cada
palabra.
Mientras le pasaba, con una voz tan baja
que casi se lo pierde, le oyó murmurar:
—Puede que te guste.
Jae giró la cabeza bruscamente, a punto
de perder el equilibrio y volcar el poste de su vía intravenosa.
— ¿Acabas de hacer una broma? Porque si lo
hiciste entonces tenemos que hablar por teléfono con el control
del tráfico aéreo para decirles
que estén atentos al avistamiento de pequeños
cerdos con alas,
y tal vez incluso canalizar
el infierno para ver si los
lagos de fuego se han congelado.
—No sé de qué estás
hablando —le dijo a él, con la cara en blanco
cuando lo tomó suavemente del brazo y lo llevó de vuelta a la
habitación. Lo empujó suavemente dentro y cerró la puerta detrás de él.
Jae se quedó completamente estupefacto.
— ¿Encontraste algo? —preguntó Changmin. Tanto él como Junsu miraban a su amigo con expectación.
—Yo… —Jae no pudo conseguir que su boca
escupiera lo que su cerebro estaba tratando de reconstruir, por lo que sólo se
quedó allí de pie pareciendo confundido.
Changmin se levantó y se acercó a Jae y
comenzó a ayudarlo con su regreso a la cama.
— ¿Soy yo, Susu, o parece que la pequeña
criatura se ha quedado mudo?
—Nunca pensé que vería el día —coincidió Junsu— Sin embargo, para mayor claridad, Jae,
despiértate y dime si te enteraste de algo.
Changmin chasqueó los dedos delante de
la cara de Jae. Esto finalmente llevó a
su cerebro en sintonía.
—Está bien, tú —Jae apuntó con un dedo a Junsu,
quien a su vez se señaló
a sí mismo y pronunció “yo” a Changmin. Changmin se encogió de hombros— No tengo otra información más para darles
distinta a que el pasillo es un desastre, eso es todo lo que sé. —Jae se volvió y miró a Changmin— Yo, sin embargo, encontré que Yunho tiene
sentido del humor… creo, tal vez, más o menos, mierda no sé.
Antes
de que Changmin y Junsu pudieran pedirle
a Jae que aclare, la puerta de su habitación se abrió y Hani entró,
parecía muy cansada.
—Mamá, ¿qué está pasando? —le preguntó Junsu a su madre.
—Tenemos que hablar.
—Eso nunca es una buena señal —dijo Jae.
—Changmin, Jae, ambos necesitan quedarse y
escuchar, esto les afectará a los dos.
—No Jae, eso
nunca es una buena señal. La última vez que ella les pidió que se quedaran me
enteré que era medio hombre lobo —dijo Junsu, con voz temblorosa.
Antes de que Hani pudiera empezar
alguien llamó suavemente a la puerta.
—Adelante —gritaron los tres chicos. Heechul entró con
aprensión.
—Hani pensé que tal vez podría ayudar a
explicar las cosas si hubiera alguna pregunta.
—Eso sería genial, Heechul, gracias —le dijo Hani.
—Bien —dijo Hani, atrayendo una silla para sentarse. Puso los codos en sus rodillas
y bajó la cabeza, pasando
sus manos por su cabello — Déjame decirte
esto antes de que Yoochun llegue aquí, porque una vez que llegue nadie va a
poder acercarse a ti, Junsu.
—Mamá, me estás poniendo nervioso, ¿qué pasa?
—Junho está invocando derechos de Alfa como
tu padre, porque eres menor de edad —le dijo Hani, la frustración de su
encuentro anterior con Junho se escapaba en su voz.
Junsu
miró fijamente sin expresión a su madre, sabiendo que debería estar indignada aunque no estaba seguro
exactamente sobre qué.
—Heechul, traduce por favor —pidió Junsu, volviéndose para mirar a la eomma de Yoochun.
—Primero, quiero que todos prometan no decir
nada hasta que me haya explicado completamente —les dijo— ¿Tengo su promesa?
—Lo prometemos —dijeron los tres secamente.
—Junho no cree que tú y Yoochun sean los
bastantes adultos para ser compañeros.
Junsu
empezó a interrumpir, su rostro lleno
de obvia indignación, pero la mirada en los ojos de Heechul
era de puro Alfa y la boca de Junsu se cerró
de golpe. Heechul hizo un
gesto de aprobación con la cabeza y siguió.
—Debido a que él es tu padre,
también ayuda que sea el Alfa de su manada, y que tú tienes menos de 18,
puede invocar lo que es llamado como derechos del Alfa. Básicamente, está
diciendo que él puede evitar que Yoochun y tú se vinculen hasta que cumplas 18.
Quiere que regreses a Colorado con él y su manada por los siguientes dos meses hasta que cumplas 18. Cree que tú y Yoochun
deben madurar un poco, que Yoochun no está listo para ser un compañero y protegerte como debería.
—Luego
de que Heechul terminara de hablar, esperó
lo inevitable pero no llegó. En
cambio, Junsu se quedó sentado como una piedra, su respiración estable, sus
labios apretados en una línea recta.
«Yoochun, sé que puedes escucharme. Te necesito.» Junsu envió el pensamiento hacia Yoochun,
permitiéndole sentir su propio enojo, angustia y preocupación.
«Estoy en camino. Tienes que saber, Junsu, mataré a
cualquiera que intente alejarte de mí. A cualquiera.» La voz de Yoochun
fue como la muerte misma, fría, sombría e implacable.
Junsu se estremeció ante el sonido en su
mente.
«Sólo apresúrate, por favor» fue su única respuesta al edicto de él.
—Bueno, si Junsu no va a compartir con la
habitación la furia que indudablemente está sintiendo, desde ya permítanme —anunció Jae— ¿Kim Junho y qué ejército peludo va a
intentar, y permíteme reiterar eso, como en obligar, ansiar, luchar, aspirar,
buscar, y sin embargo infructuosamente pretender alejar a Junsu de
nosotros?
Changmin miró a Jae y no pudo evitar que
una sonrisa se extendiera por su rostro.
—Tu vocabulario nunca deja de sorprenderme. Justo cuando creo que todo lo que sabes soltar son blasfemias y
perversiones sales con un discurso digno de Corazón Valiente. Bien hecho.
Junsu habría reconocido los esfuerzos de
su amigo para defenderlo si la puerta no hubiera
volado abierta de golpe y un embravecido príncipe hombre lobo furioso entrara. Su poder se
arremolinó alrededor de ellos con tanta fuerza que Heechul soltó un gemido, sonando
alarmantemente como un lobo lastimado. Incluso
Junsu sintió el gen lobo inactivo dentro
de él querer someterse al poder
del lobo Alfa en Yoochun. Era dificultoso respirar el aire tan espeso por su
ira. Él se acercó a Junsu, cuya cabeza se agachó e inclinó a un lado para que
su cuello estuviera al descubierto. Era como si él supiera instintivamente
someterse con el fin de no provocar al lobo dominante y esperaba doblegarlo a
su rendición de esa forma. El lobo de Yoochun debió haber sido el único en control
de la conducción porque se inclinó
sobre Junsu y gruñó bajo. Él posó su rostro contra el cuello de él, respirando hondo, y su voz fue
gutural cuando habló.
—Mío.
Junsu giró su cabeza levemente e hizo lo
que ningún otro nunca sería capaz de hacer cuando este Alfa estaba de esa
manera, lo miró a los ojos.
—Sí, soy tuyo. —Tan pronto como las palabras salieron
de su boca, Yoochun empujó dentro todo su poder y de repente todo se sintió
como si un peso hubiera sido
levantado y pudieran volver a respirar.
—Nota para mí. —Changmin tosió para aclararse la garganta, intentando todavía aspirar
el aire— Nunca enojes a un Alfa.
—Buena decisión, Shelock —dijo Jae sarcásticamente mientras se recostaba en la cama, tomando respiraciones profundas. Arrojó su brazo sobre
su cara e intentó calmar su corazón acelerado.
Junsu miró alrededor.
— ¿Todos están bien? —Cuando todos asintieron afirmativamente
él se volvió y miró a su compañero— Siéntate —le
dijo él firmemente.
Los ojos de Yoochun seguían
brillando y Junsu
notó que sus manos humanas tenían garras. Su lobo seguía aquí
para jugar. Es bueno saberlo, pensó él.
Yoochun gruñó, o más bien su lobo gruñó.
Junsu exhaló con exasperación.
—Compañero, ya lo dejaste claro, todos nos
sometemos y bla bla bla, ahora, siéntate por favor junto a mí, ¿quieres?
Cuando Yoochun no accedió, Junsu se dio
la vuelta y miró a Heechul como diciendo: “arréglalo”.
Heechul se acercó donde Yoochun estaba
de pie y él se volvió y le gruñó. Heechul desnudó la garganta, cuidadoso de
mantener su cabeza más baja que la de él y para no mirarlo a los ojos.
—El lobo está en control
en este momento,
Junsu, así que hasta que Yoochun
pueda hacerlo retroceder un poco va a responder como un lobo Alfa salvaje.
— ¿Qué hacemos entonces? —preguntó Changmin.
—Todos simplemente cálmense —les dijo Heechul— Nadie salvo Junsu puede mirar a Yoochun
a los ojos directamente, y mantengan la cabeza más baja que la de él —explicó Heechul.
—Bueno, eso no es difícil de hacer, es una
montaña con piernas, aunque una montaña peluda —murmuró Jae a nadie en particular.
Junsu
volvió su atención
de nuevo a Yoochun. Él tomó su mano, atrayendo su atención desde su eomma.
Él lo miró y él pudo ver sus ojos
suavizarse. Se puso de pie lentamente, con cautela, porque a pesar de su rápida
curación él seguía sintiendo dolor, en especial cuando se movía.
—Tú siéntate —le dijo su compañero.
—No, yo me pongo de pie.
—Yo Tarzan, tú Jane —murmuró Changmin.
—Buena esa, me lo ganaste. Bien hecho,
Thelma. —Jae le sonrió a Changmin.
—Aprendí del mejor, Louise.
—Totalmente
cierto. —Jae
y Changmin chocaron
sus puños y se dieron
la vuelta para mirar a Junsu
quien se aclaró la garganta más fuerte de lo
necesario.
— ¿Qué? —dijeron ambos al unísono, encogiéndose
de hombros.
—Juro que tengo a mis propios tweedle dee, y
tweedle dumb. —Junsu puso sus ojos en blanco y se volvió una vez más hacia su compañero. «¿Qué puedo
hacer para ayudarte?» Junsu
habló a través de su vínculo, esperando calmar al lobo, quien estaba todavía al
mando del bote.
«Toca» fue la respuesta del lobo.
Junsu asintió en reconocimiento de su
respuesta. Junsu tomó sus manos y las puso alrededor de su cintura, envolvió
las de él alrededor de la cintura de Yoochun y luego subió las manos bajo su
camiseta de modo que su piel estuviera tocando la de él, luego puso su cabeza
en su pecho y escuchó el latido de su corazón.
Lo sintió apoyar su mejilla contra su cabello, y puedo escucharlo
inhalar. Junsu supo que él estaba inhalando
su aroma, el cual por alguna razón lo calmaba.
Él subió y bajó sus manos por su espalda disfrutando lo suave que era su
piel, lo fuerte que se sentía él.
«Te
amo» susurró
Junsu en su mente, vertiendo cada gota de emoción de esas dos palabras. Sintió
el profundo retumbar
de su pecho y supo que esto era lo que él necesitaba, al igual que los
lobos buscaban consuelo tocándose mutuamente, el lobo de Yoochun necesitaba
sentirlo, un recordatorio físico de que él era suyo, que él estaba a salvo.
«Gamsahabnida, dal man dangsin-eun jinjeong su (Gracias, Luna, solo tú puedes calmarlo).» Junsu exhaló
una profunda respiración ante el sonido
de la voz de Yoochun en su mente.
Se retiró lo suficiente para mirarlo a
la cara.
—Bienvenido —le
susurró.
Yoochun le dio vuelta para que su cuerpo
estuviera protegiéndolo de la vista y puso sus manos a cada lado de su rostro y simplemente lo miró, como si estuviera intentando memorizar todos sus rasgos.
—Nae salang eun jigeum kiseu (Mi amor, te besaría
ahora). — Yoochun habló tan suavemente que Junsu casi no lo escuchó.
— ¿Qué acabas de decir? —preguntó, inclinando la cabeza a un
lado con curiosidad.
—Dije que quería besarte ahora.
— ¿Entonces por qué seguimos hablando? —preguntó él con una mirada perversa en sus ojos.
Todos en la habitación dejaron de
existir en ese momento, lo único que Yoochun
podía ver eran los labios
en espera de Junsu. Se agachó al mismo tiempo que él se levantaba de puntilla
para encontrar sus labios ansiosos.
Por lo general cuando él lo besaba lo
empezaba suavemente, pero no esta vez. Yoochun dejó ir su rostro y envolvió sus
manos firmemente alrededor de él, acercándolo a su cuerpo. Junsu ignoró el
dolor punzante que tenerlo tan apretado a su alrededor le causó porque debido a
esto él ardería nuevamente.
Él envolvió sus brazos alrededor de su
cuello y se puso aún más de puntillas intentando acercarse, como si fuera
posible. Sintió su lengua deslizarse contra sus labios y un gemido escapó de
sus pulmones. Escuchó el gruñido bajo de Yoochun en respuesta. Junsu se retiró,
y respirando con fuerza él miró alrededor del hombro de Yoochun,
recordando que tenían audiencia.
—Se han ido —susurró
él, su respiración tan dificultosa como la de él.
—No me extraña, te estabas volviendo caliente
y pesado. —Él sonrió.
—Las palabras clave allí, Luna, son “estaba volviendo” —le dijo a él mientras suavemente lo llevaba a la cama donde él había
pasado el último mes mientras su cuerpo intentaba desesperadamente sanar.
Curarse no era lo que su cuerpo pedía justo ahora.
—Lamento si te lastimé mientras te abrazaba.
—Hombre lobo, si vas a lastimarme de esa
manera, lastímame por todos los medios. —Rió cuando él le gruñó falsamente y
desnudó sus dientes.
Se sentó en la cama y se recostó contra
las almohadas ante la insistencia de Yoochun. Él se inclinó contra él, apoyado
sobre un brazo, con cuidado de poner nada de peso sobre las piernas de Junsu.
Extendió su mano libre y alejó el cabello de él fuera
de su cuello, pasó sus dedos por su clavícula
y volvió a subir por su
cuello. Junsu se estremeció ante la sensación de esta mano en su piel. Él
continuó el trazo de este mismo patrón de una clavícula a la otra y luego
regresando a su cuello.
«Me encanta tocarte.» Escuchó su profunda
voz en su mente.
Le sonrió y pasó sus dedos a través de
su cabello, sacando un gemido de él
«Me encanta escucharte hacer esos sonidos, y me
encanta aún más ser yo la que los causa.» Junsu no pudo creer lo franco que estaba
siendo con él, y la poca vergüenza que tenía. Pero no la tenía, ya no más, este
era Yoochun, su compañero, su mejor amigo, su amor, y la última persona en el
mundo delante de la cual se sentiría avergonzado.
«Me alegra que finalmente lo estés entendiendo» dijo él en respuesta a los pensamientos de él.
Junsu tiró de su cabello en represalia a
que escuchara a hurtadillas. Él rió.
—No escuchar a hurtadillas, amor. Te he dicho
que es estar atento.
— ¿Entonces tengo tu atención? —susurró mientras trazaba sus labios con
sus dedos.
—Completamente —dijo él, sus labios apenas moviéndose. Estaba hipnotizado por su compañero, su toque, lo único que podía poner de rodilla
a su lobo.
—Bien, porque tal vez quieras prestarle
atención extra a lo que estoy pensando ahora mismo —él hizo una pausa mientras
se imaginaba en su mente lo que quería, necesitaba de Yoochun—
ahora —concluyó.
—Creo que puedo manejar la mayor parte de eso —dijo él a la vez que besaba sus dedos.
El ceño de Junsu se frunció.
«¿Todo no?»
«Eres
un malvado, perverso joven. Lo sabes, ¿cierto?» bromeó Yoochun mientras se inclinaba hacia adelante y lo besaba en el
cuello, pellizcando suavemente donde su marca estaría pronto.
«Aquí
vamos con todo el asunto del “pronto”.»
—Silencio, mi amor. No más palabras —dijo Yoochun entre los besos en su cuello, clavícula, y labios.
Y no hubo nada más por un largo tiempo.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
Feliz año nuevo! Espero q sigas este año dándonos felicidad con tus historias...
ResponderEliminarpues espero que Junsu se niegue a irse con el padre y que no permita que lo separen de Yoochun y que paso a qui por que ni Min ni Jae reconocieron a Jiho y ya lo vieron y no se acordaron de el que estuvo antes de el accidente parado por ahí
ResponderEliminarGracias y FELIZ AÑO
ChangMin ha de tener amnecia o algo pasa, no identificó Jiho😨, esperaba que él le tirara en la cara la basura traiciinera que es. Junho está muy inseguro y no está haciendo caso de su instinto, save que algo va mal pero no lo quiere reconocer. Ya han visto los alcanses de Yoochun. Jajajaj Jae me recirdo a los niños cuando quieren escapar del baño para evitar ña bucha jaja si cuenta se dió que Yunho lo manejo como soldadito de juguete jajaj
ResponderEliminarDespués de una escena tan tensa peligrosa, al fin calmo a Yoochun Junsu, ojala no lo separen de él y ese tal Jiho no pueda acercarsele, y esta Jae y Changmin ante lo tenso de la situación con sus ocurrencias siempre me hacen reír, son fantásticos.
ResponderEliminarGracias!!!