Mientras Luhan pasaba el paño caliente
por la espalda de Junsu, tratando de limpiar la sangre
seca, pensó en cómo finalmente había despertado después de haber sido noqueado
por Jiho, había gritado hasta que Jiho finalmente había regresado a la
habitación. Lo había avergonzado por la forma de tratar a su llamado compañero
y él finalmente había cedido y había traído un poco de agua tibia y
un paño para que pudiera limpiar la ensangrentada piel de Junsu. Él había
querido tratar de hablar con Jiho para que lo dejara ayudar a Junsu a tomar un baño caliente, pero no había sido capaz de despertar al pobre
chico en el momento. Luhan se imaginó que estaba en estado de shock por la
brutal forma en que el lobo lo había tratado. Demonios, él mismo estaba en
shock. Ahora que Junsu estaba despierto tenía miedo de cómo su mente lidiaría
con todo lo que le había sucedido a manos de Jiho.
— ¿Por qué lo hizo? —Junsu finalmente levantó
el rostro y miró a Luhan
a la cara.
—Oh, cariño, ven aquí. —Empujó la silla a la que su pierna
estaba esposada más cerca para poder
tomar a Junsu en brazos.
Junsu empezó a llorar
en silencio, con el rostro enterrado en el hombro de Luhan.
—Él me hizo beber su sangre y luego tomó la
mía. ¿Cómo me querrá Yoochun ahora?
—Él siempre te querrá, Junsu. Eres su compañero,
suyo y solo suyo —le
dijo Luhan mientras le frotaba suavemente la espalda.
—Todavía me duele. Pensé que se suponía que
su sangre me haría sentir mejor —le dijo Junsu.
Luhan retrocedió para mirar a Junsu.
— ¿En serio? ¿No te sientes ni un poco mejor? — Junsu negó con la cabeza.
—No, todavía me siento como si estuviera en
llamas, ardiendo por dentro. Él no me hizo nada sexual pero me siento tan
violado, tan sucio. —Junsu
cerró los ojos mientras las lágrimas corrían lentamente por su rostro.
—En cierto modo, lo que él hizo fue más
íntimo que el sexo.
—Se suponía que sería Yoochun, Luhan. Dios,
se suponía que sería Yoochun. No se suponía que fuera así.
—Lo sé, cariño. Lo sé. Es mi culpa, Junsu. —Ahora Luhan estaba llorando. Luhan
sabía que lo que decía era cierto, que era su culpa. Él había ayudado a este
monstruo a poner sus manos en Junsu. ¿Cómo podría vivir consigo mismo?—
Estaba tan enojado con Yoochun por quitarme a mi
hermano, que no quería que fuese feliz, que te tuviera. No pensé que Jiho te
haría daño. Pensé que como te quería como su compañero, te trataría
reverentemente como lo hacen la mayoría de los hombres con su pareja. Pero tú
no eres realmente suyo, no estás llevándote su oscuridad y eso sólo está
alimentando su locura. Lo siento tanto. Yo hice esto y me mereceré cualquier
castigo que tu Alfa decida.
—No estoy enojado contigo, Luhan. No me queda
ninguna emoción para estar molesto. Sólo quiero a Yoochun. Sólo quiero a mi
compañero. —Junsu
se echó hacia atrás y se
recostó en la silla en la que estaba esposado.
— ¿Todavía puedes sentirlo a través de su
vínculo? —le preguntó Luhan.
—Sí, pero no quiero que sepa lo que pasó. ¿Y
si él ya no me quiere? ¿Cómo va a querer tocarme alguna vez después de lo que Jiho
hizo?
—Junsu escúchame —le gruñó Luhan con firmeza— Yoochun
es tu verdadero compañero. No hay nada en este mundo que podría conseguir que
él deje de quererte. Él nunca dejará de buscarte. Tienes que creer eso. Déjalo
entrar, déjalo amarte, esa es la única cosa que te curará emocionalmente y
sospecho que solo su sangre te curará físicamente.
— ¿Qué pasa si él no me encuentra a tiempo? ¿Y
si me muero antes de que pueda darme su sangre? —Junsu pensó que vomitaría ante la idea
de no volver a ver a Yoochun, a sus amigos y familia.
—No pases este tiempo separado de él.
Alcánzalo a través de tu vínculo. Tienes que saber que el hecho de no dejarlo
entrar lo está matando y puedo notar que está matándote a ti.
La cabeza de Luhan giró bruscamente
hacia la puerta un segundo antes de que se abriera. Junsu no pudo evitar el
gemido que emitió, pero se armó de valor antes de dejar que el miedo se
apoderara de él. Decidió allí y en ese momento que este idiota no lo rompería.
No le permitiría quitarle a Yoochun.
—Estás despierto, por fin. —Jiho lo miró ferozmente, el desprecio
evidente en su rostro.
—Sí, bueno lamento hacerte esperar pero un
chico se cansa un poco cuando es atacado. Tendrás que perdonar mi falta de
consideración hacia tus sentimientos —gruñó él, sabiendo que no debería provocarlo pero incapaz de detenerse.
Luhan le puso una mano en la pierna, una
advertencia silenciosa.
—Sí, bueno como dije, tú me obligaste Junsu.
Ahora ya sabes. Si presionas, voy a presionar en respuesta, y siempre voy a
ganar.
Junsu no respondió, simplemente lo
fulminó con la mirada, encontrando su mirada fija sin pestañear.
Jiho se rió entre dientes.
—Veo que realmente eres un Alfa, es bueno
saberlo. Odiaría que fueses dominado tan fácilmente. ¿Dónde estaría la
diversión en eso?
—Jiho, te dije antes que si lo quieres como compañero,
entonces no lo estás haciendo de la manera correcta —intentó razonar Luhan con él.
—Me sentiré mejor una vez que mi compañero ya
no lleve las marcas de otro. Haré que le des a Junsu un poco de ese sedante, Luhan.
De esa manera no sentirá demasiado dolor cuando las haya quemado de su cuerpo.
Luhan jadeó.
—No vas a tocarlo, Jiho. Moriré antes de que
le pongas otra mano encima.
—Oh, no te preocupes, Luhan. Eso puede ser
arreglado. Pero primero pensé que te gustaría ver esto, dado que me ayudaste y
todo eso. ¿No se siente bien saber que el lobo que mató a tu Alfa nunca tendrá
a su compañero? Pensé que estarías feliz —se burló Jiho.
—No puedo esperar para ver a Yoochun rasgar
tus miembros uno a la vez. Me deleitaré con tus gritos y luego me bañaré en tu sangre.
—La mirada que Junsu le dio fue salvaje
e incluso él se sorprendió al oír el sanguinario sonido de su voz.
—Eres un luchador, me gusta eso. Te traeré tu
cena en un momento y luego deberías descansar un poco, amor. Mañana parece ser
un día bastante complicado para ti. —Jiho se rió entre dientes mientras se volteaba para salir.
Junsu observó mientras cerraba la puerta
detrás de él. Se dobló cuando el
dolor se extendió por su cuerpo.
—Junsu, ¿está empeorando el dolor? —preguntó Luhan con suavidad.
—Sí, sólo me duele. ¿Hablarías conmigo?
Distráeme por favor.
Luhan
pensó por un momento, tratando
de averiguar de qué hablar,
luego recordó a Jaejoong y su sangre.
—Descubrí lo que era diferente en la sangre
de tu amigo. — Junsu
la miró, con genuino interés en su rostro.
— ¿En serio? ¿Qué es? ¿Está bien?
—Él tiene sangre de hombre lobo.
—Cállate —respondió Junsu sin rodeos.
—Eh, está bien —dijo Luhan, confundido.
—Oh, no, no me refiero a que realmente te
calles. Es más como una declaración de “oh,
mierda”
—explicó Junsu rápidamente.
—Oh, bueno entonces, permíteme explicarlo. Jaejoong
tiene sangre de hombre lobo, aunque sólo un poco. Existe esta cosa llamada la
Regla de Una Gota. En realidad era utilizada para describir la cantidad de
sangre mezclada que una persona tenía en tiempos de la guerra civil cuando
habían empezado a existir las relaciones interraciales y la gente estaba
comenzando a ver a los niños mixtos entre los afroamericanos y los caucásicos.
Luhan
pasó los siguientes dos horas explicándole a Junsu todo acerca de la Regla de Una Gota, y cómo se
aplicaba a Jae. Junsu no podía creer lo que estaba escuchando y, sin duda,
había sido capaz de mantener exitosamente su mente alejada de su dolor. ¿Así
que tal vez era posible que Yunho fuese su compañero?
—Yunho ha estado actuando tan protector con Jae.
¿Es posible que él sea su compañero a pesar de que no han escuchado los
pensamientos del otro y que él no tiene sus marcas? —preguntó Junsu.
—Supongo que eso es posible dado que la
sangre de Jaejoong es bastante diluida. Supongo que podría requerir algo más
para que los signos de emparejamiento se revelen.
— ¿A qué te refieres con algo más?
—Tal vez se requiere una reacción física o
emocional importante para desencadenar la respuesta de emparejamiento —explicó Luhan.
—Eh, eso suena como lo que aprendí en
psicología sobre cómo las personas con genes latentes de enfermedad mental a
veces tienen que tener algún tipo de gran evento crucial en la vida para poner
en primer plano el gen.
—Ese es un buen punto, Junsu. Es muy posible
que sea similar a eso. —
Ambos se quedaron en silencio después de la larga conversación, ambos pensando
en las posibilidades. Junsu finalmente se acostó, agarrando una almohada de la
silla. Se giró hacia el lado opuesto a Luhan, necesitando un tiempo para
pensar. Sintió que Luhan colocaba una manta sobre él y agradeció en silencio
que pareciera comprender que Junsu necesitaba estar solo por el momento. Ese
tiempo a solas no duró mucho. Sintió un fuerte empujón en su mente y no podría
haber hecho nada para mantenerlo fuera.
«Junsu, no me excluyas. Por favor nunca me obligues a
entrar a la fuerza en tu mente así de nuevo.» Junsu podía oír la
desesperación en su voz.
«Lamento si te bloqueé, Yoochun, pero no sé cómo
hacerte frente en este momento.» Junsu se mordió el
labio para no llorar. No iba a romper a llorar antes de que le hubiese contado
todo, él tenía derecho a saberlo.
«Dime, Luna. Dime lo que sea que necesites decir, pero
primero escucha esto: siempre te amaré, siempre te necesitaré y te querré. No
te atrevas jamás a dudarlo, ¿queda claro?»
Maldito sea ese lobo, pensó mientras las
lágrimas escapaban de sus ojos.
«Como el cristal.»
«Bueno, ahora dime.»
Junsu decidió que sólo tenía que
arrancarlo como una curita y tal vez no dolería tanto.
«Él me obligó a tomar su sangre y luego me mordió.
Traté de luchar contra él, Yoochun, lo intenté, pero él era demasiado fuerte.
Arañó mi espalda porque vio tus marcas.» Antes de que Junsu
pudiera evitarlo estaba
soltándolo todo. «Él me dijo que mañana
va a quemar tus marcas de mi espalda. Tenía miedo de que no me quisieras más,
porque él me mordió.»
Junsu podía sentir la furia de Yoochun
emanando a través de su vínculo y trató de tranquilizarse a sí mismo para que
no pensara que iba dirigida a él.
«No hay nada que podría hacerme dejar de quererte.
Nada de lo que hagas o dejes de hacer me impediría estar contigo. Eres mío, Junsu.
Mío sin importar lo que pase.» Junsu sintió las
lágrimas correr por
sus mejillas. Sintió
los labios de Yoochun en los suyos cuando le envió el pensamiento de él
besándolo, abrazándolo.
«Te extraño, hombre lobo» susurró.
«Voy por ti. Sabemos dónde estás.»
«¿¡Qué!? ¿Dónde? ¿Dónde estoy? ¿Cuándo estarás aquí?» Junsu no podía creer lo que estaba
oyendo. Lo había encontrado. Sabía que él lo haría, nunca dudó que lo haría,
pero escucharlo traía un alivio que nunca había conocido.
«Estás en Missouri en las montañas Ozark. No sabemos
tu ubicación exacta, pero llegamos a Springfield hace un par de horas y estamos
de camino a Ozark ahora. Te encontraré así tenga que buscar en cada cabaña en
las montañas Ozark.»
«Sé que lo harás. Voy a estar esperando.»
«No lo provoques, Junsu. Tú sobrevive, ¿entiendes? Ese
es tu trabajo, sobrevivir.» Junsu podía sentir la intensidad detrás de sus palabras y sabía lo Yoochun le estaba pidiendo. Que hiciera todo lo necesario
para mantenerse con vida.
Sin importar lo que Jiho quisiera, Yoochun sólo me quería vivo.
«Tú sólo preocúpate por llegar aquí, deja que yo me
preocupe por mí. Te necesito, Yoochun. Quédate conmigo ahora, habla conmigo, y
dime cómo está mi mamá, y Jae y Changmin.»
Yoochun
le dijo todo lo que quería saber.
Le habló de lo fuerte
que era su mamá
y cómo Jae estaba volviendo loco a Yunho. Le contó cómo Changmin en realidad lo
había enfrentado respecto
a ir con él a ver a los lobos de Junho. Cuando se quedó
sin cosas que contarle de sus amigos, empezó a contarle la historia de los
Lobos TVXQ.
«¿De dónde vienen?» le preguntó él.
«La leyenda dice que fuimos creados por la diosa que
vive en la luna. Ella es la gran Luna. Los lobos en Corea se estaban
extinguiendo porque los cazadores los mataban por sus pieles. Con el fin de
ayudar a salvar las especies ella combinó el espíritu humano con el espíritu
lobo, creando al hombre lobo. Les dio a los humanos el poder y la fuerza del
lobo y al lobo la inteligencia del ser humano. Desde entonces, los lobos han
prosperado.»
Junsu pensó en la leyenda y se preguntó
si era cierta. Pensó que todo era posible ya que los hombres lobo incluso existían.
Ese pensamiento encendió otro.
«Yoochun, ¿hay otras cosas además de hombres lobo?»
«¿De verdad quieres saber la respuesta a eso, Luna?»
«En este momento, hombre lobo, las cosas que asustan
en la noche son las menores de mis preocupaciones.» Junsu no pudo evitar
pensar que era de su propia especie de la que tenía que temer.
«Entonces sí, mi amor, hay otras cosas además de los
hombres lobo. Pero creo que en este momento tienes que dormir un poco. Estaré
allí pronto.»
«Quédate conmigo.» Junsu bostezó y luego se estremeció cuando sintió el dolor propagarse
por su cuerpo.
«Siempre, Luna. Todavía estás sufriendo.» No era una pregunta.
«Sólo date prisa, hombre lobo.»
>>> ♥
<<<
Yoochun sintió a Junsu deslizarse en un
sueño inquieto. Podía sentir el dolor consumiendo su cuerpo y eso lo estaba volviendo
loco. Más que eso era el pensamiento de lo que Jiho le había hecho
a su amor. Yoochun iba a
extraer los colmillos de Jiho de su boca y luego hacérselos tragar por perforar
la preciosa carne de Junsu. Acababan de llegar a Ozark, Missouri y Yoochun
estaba vigilando los sueños de Junsu. Fue entonces cuando vislumbró los
recuerdos de él sobre Jiho, con el brazo presionado contra su boca, sus dientes
hundiéndose en su espalda. Yoochun dejó escapar un aullido en el vehículo que
hizo a todo el mundo cubrirse sus oídos.
— ¡Oríllate! —gritó Yunho a Siwon.
Siwon
miró por el espejo retrovisor y vio que Yoochun estaba
al borde del cambio. Se estacionó a un lado, y
justo cuando el vehículo se detuvo Yoochun salió por la puerta y cambiaba en medio
del aire. Yunho estuvo justo detrás de él. En un minuto un hombre, al siguiente un enorme lobo gris oscuro,
con patas blancas.
El aliento de Jae se quedó atrapado ante
la vista de Yunho en su forma de lobo. Era la primera vez que lo veía. Él era
magnífico. Él sonrió ante sus patas blancas. Tenía nuevo material.
«El lobo tenía calcetines. ¡Eso era demasiado valioso!»
Él y Changmin
se quedaron sin aliento cuando
Yoochun se volvió
hacia Yunho y chasqueó sus enormes dientes contra él. Yunho
lo esquivó justo a tiempo. Los dos lobos se rodearon entre sí, chasqueando y
arremetiendo, pero sin hacer contacto. Luego hubo un tercer lobo y cuando él se adelantó
y aulló, los otros dos cayeron al suelo, con las cabezas
bajas y dejando al descubierto su cuello. Él gruñó a los dos y luego, repentinamente hubo tres hombres
muy desnudos de pie
al lado de la carretera. Changmin chilló y se giró. Jae tuvo que forzar sus
ojos de los magníficos músculos que tenía Yunho.
—Costa despejada —oyeron decir a Heechul— Entraron
en el bosque.
—Bueno, eso fue estimulante. —Sonrió Jae. Changmin puso los ojos en
blanco.
—Sólo tú podrías pensar que ver a tres
hombres desnudos es vigorizante.
— ¿Habían tres? Caray, hermano, sólo vi a uno. —Jae cerró los ojos y volvió a ver la espalda desnuda
de Yunho. Las marcas de lobo a través de su piel bronceada eran impresionantes.
>>>♥<<<
— ¡Yoochun! —Gruñó Siwon— ¿Qué se te ha metido? Y Yunho, ¿qué demonios
estabas pensando enfrentándolo mientras estaba en ese estado?
Yoochun gruñó:
—No sabes lo que él le ha hecho a Junsu, lo
que va a hacerle si no llego hasta él.
— ¿Qué ha hecho? —preguntó Siwon con suavidad.
—No voy a deshonrar a mi compañero de esa
forma. Él es mío. —Yoochun
se volvió hacía Yunho— Mis disculpas, Beta. Sé que estabas
protegiendo a los chicos.
—No me puedo imaginar lo que debes estar
pasando, Yoochun. No es necesario ninguna disculpa —le dijo Yunho, apartando sus ojos por
respeto.
—Padre, quiero hablar con el Alfa de
Springfield. Quiero saber dónde está esa cabaña y quiero saberlo ahora.
—Yoochun, lo encontraremos —comenzó Siwon pero Yoochun, pero lo
interrumpió.
— ¡ÉL VA A QUEMAR LA PIEL DE SU ESPALDA!
Yunho gruñó bajo y Siwon rugió. Después
de que Heechul les había llevado
ropa a los tres lobos, Siwon sacó su teléfono y esperó a que Tyler, el Alfa de
Springfield, respondiera. Contestó al tercer
timbre.
— ¿Hola?
—Tyler, es Siwon. Tenemos que saber dónde
está esa cabaña ahora.
— Siwon continuó antes de que el otro lobo pudiera
interrumpir— Él
está pensando en retirar sus marcas de emparejamiento. ¿Quieres ser responsable
de eso?
No hubo ninguna respuesta durante varios
segundos.
—Bien, aquí están las coordenadas.
—Lo tengo, vamos. —Luego llamó a Leeteuk con las
coordenadas y designó un lugar para
encontrarse a la medianoche a un par de kilómetros a favor del viento desde la cabaña.
>>>♥<<<
Todos se subieron al auto y condujeron
para encontrar un motel en Ozark para hacer planes.
Siwon se detuvo en el estacionamiento
del hotel más bonito que pudieron encontrar. No era el Hilton, pero no estaban
planeando pasar mucho tiempo allí de todos modos, así que Siwon no iba a ser
exigente. Él y Heechul entraron al vestíbulo
para registrarse a una habitación. Jae podía oler la ira saliendo de Yoochun.
Espera, ¿oler la ira? ¿Qué demoni…? Eso no es posible. ¿Por qué siquiera
pensaría eso? Sintió una mano grande y cálida en el hombro, y sintió el
cálido aliento en su oído.
— ¿Estás bien? —le preguntó Yunho.
Jae volvió lentamente la cabeza para mirarlo. Era la primera
vez que había hablado con él desde la pequeña escena a un lado de la carretera.
—Um, sí, estoy bien. Sólo mentalizándome para
toda la situación de las operaciones encubiertas.
— ¿Operaciones encubiertas? —dijo Yunho de manera inquisitiva.
—Él tiene esta extraña obsesión con la jerga
militar y misiones. Sólo asiente y síguele la corriente —le dijo Changmin secamente.
Yunho
hizo un movimiento de “ahh” con la boca y luego le sonrió a Jae,
quien se sonrojó y se apartó rápidamente.
Siwon y Heechul se subieron al auto y
condujeron hacia el lado del edificio donde estaba la habitación. Todos se
bajaron y se dirigieron a la habitación designada.
Siwon, Yoochun y Yunho pasaron una hora
planificando y consiguiendo la ubicación de la cabaña marcada en un mapa. Una
vez que tuvieron los detalles elaborados Siwon se dirigió a todos:
—Los chicos y Hani van a esperar en el auto,
en el bosque donde nos van a dejar. Vamos en nuestras formas de lobo y nos
reuniremos con Leeteuk, Shindong y Donghae. Leeteuk va a llamar a Junho para
decirle que lleve a sus primeros cuatro y nos reuniremos a tres kilómetros de
la cabaña.
— ¿Cómo conseguirán traer de vuelta a Junsu si
están en forma de lobo?
—preguntó Changmin.
—Esperando que el doctor Jeong esté en su
forma humana y él pueda ayudar a que Junsu regrese. Leeteuk, Shindong, y yo los
escoltaremos mientras Yoochun acaba con Jiho. —Siwon miró a Yunho— Debe ser Yoochun quien lo mate, es su
derecho.
—Entendido —respondió Yunho.
>>>♥<<<
Hani se sentó con Heechul en la pequeña
mesa. Ninguno de los dos habló, pero se sentaron en amigable silencio, ya que
cada uno pensaba en el camino que sus hijos tomarían esta noche.
>>>♥<<<
Finalmente, a las 11:30 Siwon se
levantó.
—Vamos.
Eso fue todo lo que dijo y todo el mundo
estaba de pie saliendo por la puerta. Se dirigieron en silencio a la ubicación
en el mapa que los llevaba más cerca de la cabaña. La tensión en el vehículo
era palpable y Jae juró que si estiraba
su mano sería capaz de sentirla en su piel.
Después de veinte
minutos, Siwon sacó el auto fuera de la carretera y
condujo hacia los árboles que estaban al borde del bosque. Detuvo el vehículo
tan lejos como pudo para ocultarlo de la vista.
Siwon se dio la vuelta para mirar a su compañero.
—Te llamaré tan pronto como lo tengamos.
Tienes que quedarte y protegerlos.
—Como tú digas, Alfa —respondió Heechul— Sólo
asegúrate de traer a mi hijo y su compañero de vuelta.
—Como tú digas, mi Luna. —Se inclinó sobre el asiento y lo besó
suavemente.
>>>♥<<<
Yoochun esperó fuera del vehículo
mientras su padre hablaba con su eomma. Su piel moría de ganas por cambiar, su
lobo desesperado por salir a cazar. No podía creer lo cerca que estaba de él,
podía sentirlo.
«Luna,
estamos llegando. Prepárate.» Yoochun pudo sentirlo, pero él no respondió. Tal vez aún dormía. Lo
dejaría tranquilo durante unos minutos más, luego lo presionaría. Lo necesitaba
en alerta cuando atacaran.
>>>♥<<<
Jae se bajó del auto cuando Yunho lo
hizo.
—Oye, Yun. —Él
se dio la vuelta para mirarlo— Cuídate, ¿de acuerdo? — La sonrisa de Yunho fue lenta y
deliberada.
—Suenas un poco preocupado, Jaejoong.
—Por supuesto que estoy preocupado. Junsu los
necesita a todos ustedes para protegerlo, así que no dejes que te maten. Podría
dejarlo vulnerable. —Él
lo miró fijamente.
— ¿Esa es la única razón por la que quieres
que tenga cuidado? —Su
voz fue baja y suave como terciopelo.
Jae tuvo que sacudir la cabeza para
despejar la niebla.
—No, hay otra razón —susurró él. Torció el dedo haciéndole
señas para que se adelantara. Él se
inclinó para que él pudiera susurrarle al oído— Te acuerdas de Matty, ¿verdad? ¿Ese guapo enfermero
que me ayudó? Bueno, todavía no sabes si él cambió mi nombre. —Jae no pudo contener la sonrisa
maliciosa que se extendió por su rostro.
— ¿Cómo es eso de si él cambió tu nombre? —gruñó
Yunho y podía decir
que a él no le iba a gustar lo que venía.
La respuesta de Jae fue empezar a cantar
“Meet Virginia” mientras subía de nuevo al vehículo. Oyó el gruñido
de Yunho y le pasó seguro a la puerta
justo cuando él se abalanzó sobre él. Lo miró a través del cristal y le
guiñó un ojo.
—Kim Jaejoong, ¿qué le has hecho a ese pobre
lobo ahora? —le
susurró Changmin a su travieso amigo.
—Sólo le di un incentivo extra para regresar
con vida.
>>>♥<<<
Luhan se esforzó por escuchar cualquier
pequeño ruido que pudo, pero no hubo nada. Ni pasos, ni una tos, risa o
respiración, y ningún latido cardíaco. Jiho los había dejado solos. Bueno, era
más tonto de lo que parecía, decidió. Él se inclinó y gentilmente pero con
firmeza sacudió a Junsu.
—Junsu, despierta, tenemos que largarnos
extremadamente rápido. —
Junsu se sentó aturdido.
— ¿Qué?
—Jiho y su mini-yo no están aquí. Escuché
salir el vehículo hace poco y pensé que uno de ellos había quedado atrás, pero
no hay nadie aquí. Nos largaremos de aquí ahora.
— ¿Cómo? —preguntó Junsu.
Repentinamente, donde Jeong Luhan estaba
una vez, un lobo de tamaño
mediano gris y blanco se sentaba. El lobo sacó sus patas de las esposas y luego
Luhan cambió de nuevo. Ahora
había un Luhan muy desnudo
sentado frente a Junsu.
—Siento lo de la ropa, riesgos del cambio.
—No es gran cosa —dijo
Junsu tratando de ser lo más indiferente posible.
Él observó mientras Luhan comenzó a
registrar la habitación, presumiendo por algo para forzar la cerradura de las
esposas. Cuando no pudo encontrar nada volvió y examinó la silla a la que
estaba esposado.
—Bien, voy a tratar de romper la estructura —le dijo. Junsu lucía un poco
escéptico— Oye, hombre lobo, ¿recuerdas? —dijo Luhan, un poco ofendido.
—Mi error —dijo Junsu, levantando sus manos en señal de
rendición.
Luhan agarró la silla donde las patas
delanteras se reunían con el travesaño del marco y tiró con todo lo que tenía.
Al principio no creía que fuera a funcionar, pero luego sintió la madera ceder
y luego agrietarse. El marco se rompió.
—Genial —dijo Junsu, impresionado por la fuerza de Luhan.
Él fue capaz de deslizar la esposa
enseguida por el extremo roto de la barra transversal.
Junsu se levantó y se estiró, incapaz de
creer que fuera libre… más o menos.
Luhan tomó su mano.
—Vamos, tenemos que llegar lo más lejos
posible. Una vez que estén de vuelta serán capaces de rastrearnos así que
tenemos que correr en círculos y luego tratar de encontrar un poco de agua para
ocultar nuestro olor.
Junsu asintió.
—Está bien, doc. Vamos a hacer esto. — Luhan se detuvo un momento. —Junsu,
de verdad lo siento.
Junsu levantó una mano para detenerlo.
—Guárdatelo, sólo consigamos sacar nuestros
traseros de aquí. Nos ocuparemos del resto más tarde, ¿de acuerdo?
Se tomaron de las manos, mientras
atravesaban la cabaña lo más silenciosamente posible, mirando a su alrededor
constantemente para asegurarse de que realmente estaban solas. Tan pronto como
estuvieron seguros, fueron directamente a la puerta principal.
Una vez más, salieron sigilosamente. Luhan
tomó una profunda respiración, olfateando el aire.
—No están aquí. Vámonos. —Con eso empujó a Junsu al porche
adentrándose hacia la noche. Corrieron arduamente y rápido a través de los
árboles. Junsu no sabía cómo Luhan podía ver, pero se alegró de que pudiera,
porque de lo contrario él estaría íntimamente familiarizado con uno de estos
adorables árboles por los que pasaban rápidamente.
Junsu estaba tratando fuertemente de
mantenerse en pie, pero Luhan estaba haciéndolo muy difícil. Justo cuando lograban
un ritmo Luhan haría una curva
cerrada, lo que lo hacía tropezar unos pasos antes de conseguir el equilibrio de nuevo.
Esto continuó durante
lo que pareció horas, pero probablemente no fue
más de 30 minutos y luego finalmente encontraron un arroyo.
Luhan ni siquiera dudó mientras corría
directamente allí.
Sin detenerse metió a Junsu en el agua fría.
La respiración de Junsu se atascó cuando la frialdad pareció
filtrarse en sus huesos. Luhan nunca redujo
la marcha. De repente, Junsu se dobló cuando el dolor atravesó su cuerpo.
—Junsu, ¿estás bien? —preguntó Luhan mientras impedía que Junsu
cayera de cabeza en el arroyo.
—No lo sé. Es difícil respirar, el dolor es
tan intenso.
—Trató desesperadamente de arrastrar aire esforzando sus pulmones. Sintió a Yoochun
removerse en su mente.
«Junsu,
puedo sentir que estás dolorido. ¿Estás bien? Estamos en el bosque de camino a
la cabaña.»
Junsu
no pudo contener el sollozo
de alivio que salió. Él estaba aquí.
Yoochun estaba aquí y lo rescataría.
«Ya
no estamos en la cabaña. Jiho y el otro lobo salieron, nos escapamos» le dijo Junsu.
«¿Dónde
estás? ¿A qué distancia de la cabaña están?»
—Luhan, Yoochun quiere saber a qué distancia
de la cabaña estamos —le
dijo Junsu a el doctor.
Luhan miró en la dirección que acababan
de venir.
—Probablemente a unos tres kilómetros al
este. No lo suficientemente lejos. ¿Por qué?
—Ellos están aquí en el bosque por nosotros.
«Yoochun,
él dice que estamos a unos tres kilómetros al este de la cabaña. ¿Qué tan lejos
estás?»
Justo en ese momento se oyó un
estridente aullido enojado en dirección de la cabaña.
—Están de regreso. —Luhan
agarró la mano de Junsu y empezó
a correr de nuevo— Tenemos
que ir más lejos. Una vez en su forma de lobo serán capaces de correr rápido.
«Yoochun,
Jiho está de vuelta en la cabaña. ¿Dónde estás?» Junsu sabía que su voz sonaba temblorosa, incluso si estaba en su mente.
«Estamos
a un kilometro y medio de la cabaña. Dile a Luhan que tenemos un auto estacionado
a tres kilómetros al oeste de él.»
Junsu estaba tratando de nuevo de
mantenerse en pie mientras corrían a través del arroyo. El nivel del agua
cambiaba constantemente y hacía difícil mantener el equilibrio.
—Yoochun dijo que tienen un auto estacionado a
tres kilómetros al oeste de la cabaña. —Ante sus palabras Luhan cambió de dirección y se arrastró fuera del
arroyo, llevando a Junsu detrás
de él. Se detuvieron brevemente y él observó como Luhan levantó la nariz en el
aire y respiró hondo, luego maldijo en voz baja. Escuchó el susurro y crujido
de las hojas, y sabía por qué Luhan estaba maldiciendo. Jiho los había
encontrado. Sin pensarlo soltó a Luhan y echó a correr. Lo escuchó gritar su
nombre, pero no se detuvo. No podía parar. Todo lo que podía pensar era que no había manera
de que fuera a estar a merced de Jiho de nuevo. Él prefería morir antes que
pasar por eso otra vez.
>>>♥<<<
Luhan
observó mientras Junsu corría, luego se dio la vuelta
hacia donde podía escuchar a Jiho
corriendo. Él tomó una decisión entonces. Había metido a Junsu en esto y haría
cualquier cosa que pudiera para sacaro de ello. Cambió a su forma de lobo y
esperó a Jiho quien venía a través del bosque. Él se detuvo justo al borde del
arroyo, y su forma de lobo era enorme, mucho más grande que Luhan.
Él le gruñó, mostrando sus dientes.
Recordó cómo había maltratado a Junsu, cómo se había forzado a entrar en él, y
eso alimentó su ira. Vio como Jiho dio un par de pasos hacia atrás y luego saltó.
Pasando el arroyo
sin ningún problema y
aterrizó a varios metros de él.
Empezaron a dar vueltas entre sí, en
busca de una apertura. Luhan sabía que no tenía comparación con Jiho en tamaño,
pero era rápido. Si pudiera mantenerlo distraído para que así Junsu pudiera
llegar al auto, podría ser suficiente. Jiho dio un paso y él gruñó y chasqueó
los dientes contra él. Se lanzó hacia adelante, sabiendo que su audacia lo tomaría por sorpresa. Estuvo
en lo cierto. Fue hacia abajo y se aferró a una de sus piernas. Luhan
escuchó a Jiho ladrar y luego sintió
sus dientes enganchándose en su costado.
Él retorció su cuerpo,
dejando ir su pierna y rodó para salir de su mordedura. Continuó rodando hasta
que estuvo en cuatro patas de nuevo. Jiho trató de lanzarse por él antes de que
pudiera enderezarse, pero él saltó a un lado. Estuvo tan cerca que sintió el
aire de su mordedura rozar su pelaje. Él se dio la vuelta más rápido de lo que hubiera
pensado que podría
en un lobo de su tamaño y agarró su pierna
trasera derecha antes
de que pudiera moverse. Sintió
un chasquido y dejó escapar un gemido fuerte.
Jiho soltó la pierna y se alejó. Estaba
burlándose de él. Él sabía que nunca podría derrotarlo. Él dejó escapar un
gemido mientras trataba de poner el peso en la extremidad rota. Jiho levantó el
labio superior en una mueca y se lanzó de nuevo. Luhan trató de saltar fuera
del camino, pero su peso se movió de manera desigual y Jiho fue capaz de
agarrar la pierna trasera izquierda. Se retorció y giró, tratando
desesperadamente de salir del agarre de la muerte que tenía en él. Volvió
a sentir un chasquido y el dolor corrió por su pierna
hasta su columna vertebral.
Ahora se daba cuenta que no tenía intención de matarlo, sólo lo quería inmóvil. Él se recostó en el suelo, su cuerpo
agitado, sus dos piernas rotas yaciendo inútiles. Él comenzó a arrastrarse hacia adelante con las piernas delanteras. Jiho hundió sus dientes en su cuello
y apretó. Él no lo rompió, pero mientras el mundo a su alrededor se
nublaba, se dio cuenta que estaba cortando su aire, y entonces todo se volvió
negro.
>>>♥<<<
Junsu corrió a ciegas, con los brazos
echados hacia delante, tratando desesperadamente de impedir irse de cara contra
un árbol. Se sintió horrible al dejar a Luhan pero la idea de Jiho poniendo sus
manos sobre él era demasiado. Tropezó con la rama de un árbol caído, cayendo
hacia delante, pero se aguantó con sus manos. Se levantó de nuevo y comenzó a
avanzar sin molestarse en desempolvar sus manos.
«¡Yoochun! Jiho nos encontró. Me asusté y salí
corriendo y dejé atrás a Luhan. No sé dónde estoy.» Junsu contactó con él, con la esperanza de
que tal vez estuviera cerca de él.
«Lo estamos rastreando. Acabamos de pasar la cabaña hace
aproximadamente un kilómetro y medio. Sigue corriendo, Junsu. Te encontraré.»
Junsu asintió y luego recordó que no
podía verla.
«Por favor, date prisa.» Junsu escuchó
un aullido no muy lejos detrás de él. «Está cada vez más cerca.»
Junsu siguió corriendo, pero cayó al
suelo cuando el dolor que se hacía más intenso sacudió su cuerpo. Él se puso de
lado, mordiéndose el interior de la mejilla para no gritar.
«Luna, ¿qué es? Puedo sentir tu dolor.»
«El dolor está empeorando. Lo que está pasando con mi cuerpo,
es cada vez peor.» Junsu cerró los ojos y trató de tomar respiraciones lentas y profundas.
Empujando más allá del dolor, él giró sobre sus manos y rodillas y comenzó a
gatear. Si arrastrarse era todo lo que podía hacer por el momento entonces que así
sea, pero no sólo se quedaría allí en el suelo, esperando a que Jiho llegara y lo hiciera jirones.
Desafortunadamente, él no llegó muy lejos antes de que escuchara un gruñido
detrás de él. Volvió la cabeza y por supuesto un enorme lobo negro y gris estaba
allí. Su cabeza estaba baja, todo el pelaje en su amplio cuerpo parecía estar
de punta. Junsu se volvió, no queriendo darle la espalda y cayó sobre su
trasero. Comenzó a tratar de deslizarse hacia atrás alejándose de él cuando
comenzó a avanzar hacia él.
— ¿Por qué haces esto? —le preguntó, con la esperanza de tal vez distraerlo — ¿Por
qué me quieres, cuando sabes que no soy tu verdadero compañero?
Junsu chilló cuando, de repente, ya no
había un gran lobo ante él, sino un hombre desnudo en su lugar.
— ¿Tienes alguna idea de lo que se siente estar
solo? ¿Estar vacío por dentro y sentir que estás siendo consumido por ello? Es por
eso que estoy haciendo esto. Necesito un compañero. Hay tan pocas mujeres y jóvenes,
y Yoochun todavía es un cachorro. Él tiene un montón de tiempo antes de que la oscuridad
comience a volverlo loco. Pero yo, soy viejo. Necesito un compañero.
Junsu mantuvo los ojos bien puestos en
su rostro mientras le escuchaba. Podía ver el dolor en su cara, pero después de
lo que le había hecho no sentía pena por él.
—Tienes que darte cuenta ya que no voy a
hacer que la oscuridad desaparezca para ti. Tiene que saber que sólo tu
verdadero compañero o compañera puede hacer eso —intentó razonar.
—Será mejor una vez que nos apareemos. Eso
nos hará uno y luego la locura será contenida.
—Jiho, eso no va a suceder. ¡Yo no soy tuyo!
Nunca seré tuyo.
Jiho se abalanzó hacia él, empujándolo
sobre su espalda. Él agarró sus
manos y las empujó hacia el suelo mientras se inclinaba hacia delante poniendo
su nariz contra su cuello. Junsu gimió por su cercanía, odiando la sensación de
su piel contra la suya.
—Ya ni siquiera hueles como él —gruñó—
Hueles a mí. ¿De verdad crees que te va a querer una
vez que huela a otro lobo sobre ti?
Junsu miró directamente a los ojos de Jiho.
—Yoochun siempre me querrá sin importar lo
que me hagas.
Jiho rugió ante su audacia, pero no
retrocedió. Él tomó sus manos y las levantó
sobre su cabeza,
sosteniendo ambas muñecas
con una de sus manos.
Con su mano libre lo agarró de la barbilla, manteniendo su cara en el
lugar mientras se inclinaba hacia adelante. Junsu se dio cuenta que iba a
tratar de besarlo y comenzó a golpear
salvajemente. Él lo sostuvo con más fuerza
y él se estremeció por el
dolor de sus muñecas. Agarró su cara más fuerte mientras sus labios brutalmente
bajaban hacia los suyos. Él retorció su cuerpo tratando de quitarse de encima a Jiho pero era
demasiado grande. Antes de que pudiera apartar
sus labios, Junsu abrió su boca y lo mordió con fuerza.
Jiho rugió cuando él le soltó la boca.
Mirándolo penetrantemente, Junsu se estremeció ante la mirada feroz en sus
ojos.
— ¿Será así, entonces? —le preguntó mientras echaba su mano
hacia atrás. Junsu se dio cuenta
que iba a pegarle y trató de quitar la cabeza del camino. Él cerró
los ojos, esperando el golpe. Nunca llegó. En cambio, el peso que era Jiho había desaparecido repentinamente
cuando fue arrojado de su cuerpo.
Junsu abrió los ojos para ver a Yoochun
inclinado sobre él.
— ¿Yoochun? —susurró su nombre mientras las lágrimas comenzaban a
rodar por su rostro.
—Estoy aquí, amor. —Yoochun se estiró por él, pero se
detuvo cuando él gritó de dolor.
—Se está poniendo peor —dijo entre los dientes apretados.
—Vamos a sacarte de aquí tan pronto como los
demás nos alcancen. — Yoochun se interrumpió cuando
sintió los dientes
hundiéndose en su brazo. Él gruñó
en voz alta y se volvió hacia Jiho. Se abalanzó sobre él y cambió en medio del
aire.
— ¡Yoochun! —gritó Junsu mientras
veía a los dos grandes
lobos chocando en el aire. Sonidos de rugidos, gruñidos y
dientes chasqueando llenaban el aire. Junsu se irguió para poder ver la batalla
que se desencadenó ante él. Se quedó
sin aliento cuando vio a Jiho agarrar el costado de Yoochun, pero no debió
tener un agarre firme porque Yoochun se escabulló. Estaba tan fascinado con
observar a Yoochun y Jiho que no se dio cuenta de los otros cinco lobos que
lentamente se acercaban sigilosamente hacia él. Se sobresaltó cuando sintió una
nariz fría tocando su brazo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que Yunho llevaba
a Luhan en su forma de lobo.
—Yunho, ¿está vivo?
—Lo está. Tiene las dos piernas rotas, pero
creo que esas son sus únicas lesiones —le dijo Yunho— Junsu, vamos a llevarte hasta el auto que
está esperando con tu madre y tus amigos. ¿Puedes caminar?
—No voy a dejar a Yoochun —dijo con firmeza.
El más grande de los cinco lobos le
gruñó bajo. Él lo miró y supo que tenía que ser Siwon. La energía fluyendo de
él era inconfundible.
—No lo voy a dejar, Siwon. Puedes gruñir y
rugir todo lo que quieee…
— Junsu no pudo terminar cuando agarró su estómago y trató de respirar a través
del dolor.
Yunho miró hacia Siwon.
—Permíteme ayudarlo a terminar esto. Sería
más rápido y podremos sacarlo de aquí.
Siwon
sacudió su gran cabeza de lobo una vez y gruñó. Junsu
decidió que debía de ser un no. Todos ellos voltearon de golpe sus cabezas de vuelta a la lucha cuando hubo un fuerte aullido.
Junsu no podía creer la cantidad de
sangre apelmazada en el pelaje de Yoochun, estaba en todas partes. Se tapó la
boca para no gritar. Seguramente no era toda su sangre, él oró porque no fuera
toda suya. Vio como Yoochun saltó hacia adelante y se enganchó
a Jiho brevemente, luego dándole
a su cabeza un rápido tirón, lo vio rasgar la piel y
carne mientras más sangre se derramaba de Jiho.
Mientras él seguía mirando,
con ganas de volverse, pero no siendo
capaz de apartar los ojos, se dio cuenta
que cada vez que Yoochun
se lanzaba hacia delante,
literalmente, tomaba otro bocado de Jiho. Había agujeros en todo el cuerpo de Jiho y la sangre se derramaba de él.
Él se estaba debilitando por la pérdida de sangre y lo vio tropezar. Yoochun
se aprovechó del momento de debilidad de Jiho.
Se lanzó, aterrizando sobre su espalda y hundió los dientes en su cuello. Él
vio como Yoochun comenzó a agitar su cabeza una y otra vez como un cachorro con
un nuevo juguete para masticar y luego escuchó un fuerte chasquido. El cuerpo
de Jiho quedó inerte en las mandíbulas de Yoochun. Junsu se dio cuenta que le había roto el cuello al lobo.
Yoochun dejó caer el cuerpo sin vida y
echó la cabeza hacia atrás y aulló. Junsu se estremeció cuando los otros cinco
lobos e incluso Yunho en su forma humana aullaron por la victoria con él.
Cuando los aullidos cesaron Junsu añadió su propio
aullido, pero el suyo era de dolor
cuando una vez más se doblaba
por el mismo. Sólo que esta vez el dolor era demasiado. Contuvo el aliento y
sintió que las lágrimas se filtraban de sus ojos justo antes de desmayarse.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
Ay Dios.. Pobrecito Junsu q yochun haga algo para ayudarlo...Lo bueno dentro de lo q cabe es q aunque jiho mordió a Junsu y viceversa no se completo el rito de sangre ya q jamás se perdió el vínculo entre el yoosu.....Ahh muero x leer el próximo capítulo... Además fue muy interesante saber lo de Jae, x fin tendrá una esperanza para estar con Yunho... X favor no tardes en dar el siguiente capitulo....Ya quiero leerlo...!!!!
ResponderEliminarcomo sufre Junsu pero ya esta Yoochun con el y espero no sea demasiado tarde para que Yoochun le de su sangre y pueda terminar con ese veneno que le esta matando y se pueda recuperar ´pronto
ResponderEliminarJae se pondrá feliz por que Yunho regresara de una pieza y el tendrá que recompensar a su Yunho que puede que sea el su pareja de vinculo y serán felices y no sufrirá mas Jae por que Yunho lo tendrá a el de por vida y no estará esperando a nadie mas por que ya lo a encontrado y ese es Jae
Gracias
Ojala que Yoonchu y Junsu hagan el rito de sangre para que Junsu se pueda curar y le pueda contar a Yunho y Jaejoong que ellos tambien son parejas que emocionante esta el capitulo esperare el siguiente con mucho entusiasmo
ResponderEliminarOhhhh por dios, me que pasara ahora, me estoy comiendo las uñas de la desesperación, ya quiero que suceda ese acontecimiento para que por fin la sangre de jae despierte y se den cuenta él y yunho que son compañeros 😀😀, esperaré con ansias el próximo capitulo
ResponderEliminarPor fin!!!... por fin Junsu ha conseguido ser libre y Yoochun a matado a su captor... su sufrimiento al estar separados a terminado...
ResponderEliminarSólo queda que Yoochun se encargue de sanar a Junsu y mimarlo después de todo el tormento que ha pasado...
Ojalá que en el próximo capi haya mucho mucho amor del YooSu*
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http://lolitahoneyfunnybunny.blogspot.mx/
Aaahhh Junsu pobrecillo😢😢 no la ve llegar. Al fin Ese Jiho pago su crimen. No creí que se dieran las cosas así, soy mala a querer que Junho presenciara el duelo con sus primero cuatro. Eso habría marcado verguenza para ese Beta traodor. Pero lo que importa es que mi Yoochun llegó a Salvar a Su Luna. Fue precioso que Yunho se pusiera empatico con Chunnie y ayudarlo a contener la ira fue tan de Brother que me emocione¡¡¡ y Jae jajaj ese niño mientras Changmin se recreo el ojo con TRES cuerpazos Jae se deleitó con uno yaun así fue super creativo su "Me vale Lobo pero tu regresas por que regresas". Creo que mi romantica escena del rito y emperejamiento va a cambiar a un estado de crisis, lo primero es que Yoochun sane al delfín. Gracias¡¡¡
ResponderEliminarYo también pensé lo mismo q tú..Q Ahora ya no será el romántico rito xq lo q ocupan es salvar a Junsu y lo único q lo salvará es el intercambio de sangre entre ellos 2
EliminarAl fin lograron dar con Junsu y eliminar a Jiho, Luhan esta vivo, herido pero bien, ayudo a Junsu y con eso espero lo perdonen.
ResponderEliminarJae se preocupo por Yunho, ahora que se enteren que si tiene una gota de sangre de lobo, que hará, seguro Jae se le declarará a Yunho, porque este con su timidez no creo lo haga rápido.
Gracias!!!