S.O.R. Cap. 1 Baile de estrella porno

Día de hoy

— Yunho —llamó el profesor Shim durante la asistencia.

Hasta el día de hoy cada vez que escuchaba ese nombre quería huir. A pesar de que no era “mi Yunho” todavía dolía. El dolor de perderlo se había adormecido con el tiempo, pero nunca se había ido. Habían pasado diez años desde que lo vi y todavía no podía olvidarlo. Me recuperé rápidamente de ello y regresé mi atención de nuevo al podio. No podía esperar para terminar mi último semestre de la escuela de posgrado.

Me pasé dibujando por el resto del día antes de dirigirme al trabajo.

—Saben que los aman, saben que los quieren follar. Sé qué hacer. Presentando… a nuestro propio Hero y Xiah. —Eunhyuk, el MC de los clubes, canturreaba en el micrófono.

Salí hacia la elevada plataforma con mi mejor amigo y compañero de piso Junsu, excepto que aquí yo era Hero y él era Xiah. Junsu y yo nos conocimos durante el tercer año en el internado al que mi madre me envió una vez que nos mudamos con Beomsoo.

Nuestra canción Porn Star Dancing de My Darkest Days sonaba a través del estéreo haciendo que el piso temblara. Me encantaba la emoción, me llenaba de adrenalina. Miré alrededor de la habitación poco iluminada que sobre todo estaba alumbrada desde el escenario. La parte delantera del escenario estaba alineado con bancos, mientras que el resto del club tenía mesas y un amplio bar. Double D es un club de lujo para caballeros en el centro de Seúl y es frecuentado por hombres que tienen más dinero que sentido común. Ellos venían aquí para cenas de negocios y despedidas de solteros, y yo hacía un montón de dinero. Ganar, ganar.

Me agarré del tubo y empecé a girar. Eché mi cabello hacia atrás juguetonamente. Coqueteando, desaté la parte superior de mi negro traje de cuero charolado, dándoles un vistazo de mis pezones antes de lazarlo fuera del escenario. Un cliente habitual llamado Jinmo deslizó un par de billetes de cien dólares en mis pantalones cortos. Era atractivo para ser un hombre mayor, con brillantes ojos cafés y una cabeza rapada como una bola de billar. Era dulce como un pastel y me había ofrecido una gran variedad de regalos extravagantes para que fuera su novio (él en parte sólo estaba bromeando). Besé la parte superior de su cabeza dejando una huella de labial rojo y le guiñé el ojo antes de volver mi atención hacia el resto de la multitud. Junsu estaba trabajando al otro lado como el principe estrella porno que era. Ya había perdido la parte superior de su atuendo y tenía a un grupo de una despedida de soltero arrojándole dinero.

— ¡Quítatelo! —gritaban ebrios. Él se puso de pie sacudiendo su dedo hacia ellos.

La canción se transformó en Shook Me All Night Long de AC/DC. Junsu y yo hicimos nuestro baile ensayado antes de salir del escenario. La sala estalló en aplausos pidiendo una repetición.

— ¿Cómo te fue? —pregunté, una vez que estábamos en la sala de descanso. Me desabroché mis zapatos negros de charol con tacón de ocho centímetros y los arrojé dentro de mi bolso. Agarré una toallita de removedor de maquillaje y me quité el exceso de sombra de ojos, me puse lencería normal y ropa casual. Estaba exhausto y feliz de que hubiera terminado por esta noche.

No había hablado con mamá desde hace un par de meses después de que nos mudamos a Incheon y papá se distanció de mí cuando me gradué de la secundaria, así que trabajaba en Double D para ayudarme a pagar las deudas, pero sobre todo para pagar la escuela.

Un par de meses después de mudarnos, durante las vacaciones de primavera, las cosas se pusieron realmente feas con mamá, tan feas que la policía estuvo involucrada. Me fui y nunca regresé. He estado por mi cuenta desde entonces. No me gusta pensar en esa noche, al igual que no me gusta pensar en Yunho. La única persona en la que expresamente confiaba más que a nadie en el mundo, la que terminó rasgando limpiamente mi corazón de mi pecho y lo pulverizó en una licuadora.

—Hice trescientos cuarenta y cuatro dólares, nada mal para nuestro segmento de ocho minutos. —Chocamos los cinco— ¿Y tú?

Saqué mi dinero y lo conté. Jinmo me dio quinientos y con el otro dinero que obtuve había hecho un total de $721.

—Setecientos veintiún dólares. —Guiñé un ojo, metiendo el dinero dentro de la pretina de mi bóxer.

— ¡Mierda! No está mal, chico caliente. Deberíamos conseguir un trago para celebrar. Wonbin está trabajando en el bar esta noche. —No me gustaba mezclar negocios con placer, pero Junsu tenía un enamoramiento enorme con Wonbin, así que sabía que no me iba a librar de ir.

—Está bien, pero sólo uno. Tengo clase mañana temprano —dije severamente.

—Sí. —Él enganchó su brazo en el mío y fuimos a conseguir un asiento en el bar.

—Oigan, chicos sexys —dijo Wonbin— ¿Qué les puedo conseguir?

Wonbin era lindo, en una especie de el-chico-de-al-lado. Tenía el cabello castaño y ojos marrones que se arrugaban cuando sonreía. Sólo había estado trabajando aquí durante unos tres meses y parecía lo suficientemente agradable, pero yo no me tomaba la oportunidad de realmente conocer a la mayoría de la gente aquí, a diferencia de Junsu.

—Me gustaría un slippery nipple —ordenó Junsu coquetamente, batiendo sus pestañas postizas.

—Quiero una Corona con limón, no lima.

—Aquí tienen, dulzuras. Eso fue un infierno de multitud por allá —comentó él mirando a la multitud de la despedida de soltero que estaban animando desagradablemente a los bailarines actuales.

—Eh. Estuvo bien. Hemos tenido mejores —dijo Junsu.

— ¿Están listos para una multitud enorme el sábado? ¡No puedo creer que alquilaran el club por una noche! Debió haberles costado una fortuna.

—Estoy seguro de que será memorable al igual que todas las demás —dije secamente. Me encantaba el dinero de las despedidas de soltero, pero todas eran iguales. Sólo un montón de hombres ebrios tratando de conseguir un pedazo de culo.

Terminé mi cerveza y dejé a Junsu hablando, más como coqueteando, con Wonbin. Lo besé en la mejilla y le dije que lo vería en casa. Le dije adiós a Dan, que era el guardia de seguridad que vigilaba la puerta del garaje del estacionamiento.

—Tenga una buena noche, joven Kim.

—Tú también, Dan, y te dije que me llamaras Jae.

Me metí en mi descapotable Infiniti IPL G arrojando mi bolso en el asiento del pasajero. Pasé media hora conduciendo a casa, pensando en todo el trabajo escolar que tenía esperándome.

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Continuara \\(^_^)//...

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