POV Jae
Logré recogerme a mí mismo del suelo y
subir a mi cama después de que Yunho se fuera.
Estaba de cuatro meses y medio de embarazo
cuando sucedió y no había hablado de ello desde entonces, dolía demasiado. Las
únicas personas que lo sabían eran las autoridades y Junsu. A mi madre le dieron
cinco años de libertad condicional, apenas un castigo, si me preguntas. Mi padre tenía una nueva familia en Inglaterra,
pero acordó seguir pagando la escuela privada. Los padres de Junsu amablemente
me recibieron en su casa durante las vacaciones y descansos escolares. Empecé a
ir al gimnasio en un esfuerzo por resolver mis frustraciones. Me gustó la forma
en que me hizo sentir. Me sentí poderoso. Me gustó lo que hizo por mi cuerpo
también, la poca grasa de bebé que tenía se había convertido en enjuto musculo.
Una vez que cumplí dieciocho años mi
padre me cortó financieramente. Aunque tenía un poco de dinero de la beca ni
siquiera era suficiente para cubrir la matrícula, y mucho menos los gastos de
vivir solo.
Yo estaba viviendo de trabajos
ocasionales cuando un día estaba
chequeando un supermercado local y fui abordado
por Rain. Pensé
que era sólo otro idiota tratando de meterse en mis pantalones, pero él
me dio una tarjeta y me dijo que echara un vistazo a su club. El prometió que
podía hacer buen dinero. Cuando ser camarero y niñero ya no rendían más, hice
mi primer viaje a Double D. Observé los bailarines en escena y sentí la música
en mis venas. Rain me ofreció un ensayo y después de esa primera vez me quedé
enganchado.
Yo estaba obteniendo más de mil dólares
bailando un par de horas a la semana.
Pronto había ganado habituales que
golpearon mi media aún más alto. Tuve la oportunidad de pagar la escuela y uno de los regulares poseía una concesionaria
Infiniti donde me consiguió un buen precio por un nuevo Infiniti ILP G Cabrio
que pagué en efectivo. Junsu empezó un par de meses después de mí. Él era mejor
en eso que yo, probablemente porque rezumaba
confianza y era un coqueto
nato. Muy pronto habíamos
ahorrado lo suficiente para un pago inicial y comprar una pequeña casa de dos
habitaciones en las inmediaciones de Itaewon. Desde el exterior nadie sabría lo
que hacíamos. Yo era el estudiante de maestría en la Universidad Nacional de
Seúl y Junsu un gran diseñador en FIT. Mi vida estaba exactamente donde yo
quería que estuviera y ahora Yunho viene a estrellarse en él y ponerla boca abajo.
— ¿Puedo pasar? —preguntó Junsu. Estaba de pie en mi puerta comiendo lo que sólo podía
suponer que era la comida china que Yunho había traído antes.
—Por supuesto —dije recogiendo una pelusa invisible en mi edredón.
—Siento lo de esta mañana. Yo no sabía que
iba a aparecer así. Así que se lo dijiste, ¿no? —Yo sabía que él escuchó la mayor parte.
—Sí. Lo hice.
—Cariño, lo siento. ¿Y ahora qué? —Me di cuenta de que estaba preocupado por mí.
— ¿Qué quieres decir? Le dije que fuera a
tener una buena vida.
—Jae, ¿no te parece que ambos se merecen un
cierre? Después de hablar con él,
sinceramente, creo que quiere otra oportunidad. Él, obviamente, todavía te ama
si va a través de todos estos problemas.
—Él está comprometido y yo tuve un cierre hace
años. Lo encontré yo mismo—escupí.
—Sabes mejor que nadie que hacer un gran
cambio de vida da miedo. Pero ¿sabes lo que es aún más aterrador?
Remordimiento. Creo que si dejas que esta oportunidad pase de largo vas a
lamentarlo. Creo que te lo debes a ti mismo.
Yo creo que ayudaría. No es como si te fueras
a casar. Basta pensar al respecto ¿de acuerdo?
Asentí con la cabeza. Él se bajó de la
cama y me dejó pensar. Tuve un par de novios
en los últimos años, pero nada serio
y sólo Yunho y otro más cayeron en esa categoría. No era su culpa que no durara. Yo sabía lo que quería en una
pareja y mis estándares eran bastante altos. Me acordé de mi visitante no
deseado de esta mañana, con el que yo probablemente, subconscientemente comparé
cada hombre en mi vida. Cuando era un niño yo sentí que alguien debía habérmelo
enviado. Él era mi caballero, mi seguridad. Yo no quiero ni pensar en lo que
habría sido sin él todos esos años.
Mi teléfono me alertó de que tenía un
nuevo mensaje. Era de él. Lo leí y supe que era la letra de una canción de
Buckcherry. Saqué mi iPod y puso la canción en repetición.
Cerré los ojos y pensé en el día que
conocí a Yunho.
Yo tenía seis años y era inseguro,
recién había perdido mis dos dientes delanteros.
— ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera! —Mamá estaba gritando mientras me arrastraba a la puerta principal por el
cabello y cerraba la puerta detrás de mí. No sabía qué la había enojado tanto.
Yo sólo le pedí ayuda con mis deberes. Me dirigí hacia el árbol de roble
gigante en frente de mi casa y me senté en el columpio que papá me había hecho.
Oí crujir las hojas y volví la cabeza para ver de
dónde venía el ruido. El sol brillaba en su rostro. Tenía pelo castaño oscuro y
ojos color avellana con motas grises.
—Hola —respondí, balanceando tímidamente mis pies.
—Hola, soy Jung Yunho. Nos acabamos de mudar
al lado.
—Mi nombres es Jaejoong, pero todo el mundo me
llama Jae. Excepto mi madre, ella me llama mocoso.
—No creo que seas un mocoso —Estaba sonriendo— ¿Quieres un
empujón?
Negué con la cabeza solemnemente.
— ¿Estás bien? Te ves triste. —Negué con la cabeza de nuevo. Estiró su mano para tomar la mía. Se
sentía bien, era cálida y reconfortante. El me sacó del columpio y comenzó a
caminar a un gran sauce llorón entre nuestras casas. Explicó que se acababa
de mudar aquí desde Busan. Estaba nervioso
acerca de empezar
en una nueva escuela, pero
ahora estaba feliz de que estaríamos yendo a la misma. Nos convertimos en
mejores amigos al instante. En segundo, me pidió que fuera su novio. Éramos
perfectos juntos.
Parte de mí siempre sintió como si
estuviéramos destinados, pero tenía que pensar en mi corazón. No estaba
acostumbrado a hacerme emocionalmente vulnerable y él está prometido.
«Tal vez Junsu tiene razón. Me preguntaba si
él era feliz. No parecía que lo fuera. Tal vez ambos podamos conseguir un
cierre y yo podría finalmente ser capaz de seguir adelante.»
Sentí
las lágrimas silenciosas escapando. Enjugué mis ojos con un
pañuelo de papel y cogí mi teléfono del extremo de la mesa. Sabía que necesitaba
disculparme. Me senté ahí durante muchísimo tiempo luchando conmigo acerca de
qué decir antes de finalmente enviarle un mensaje
de texto de vuelta. Decidí que lo siento era un buen comienzo.
«Yo: Ey.
Lo siento por lo de antes, no te merecías eso.»
«Yunho:
No, no lo hacía, pero lo entiendo mejor ahora. Yo tampoco debería haber parado
simplemente. Supongo que sólo pensé que te sentirías más cómodo en tu casa.»
«Yo: Qué
puedo decir, soy obstinado…»
«Yunho:
Siempre lo fuiste. Por cierto, estoy cancelando el compromiso. No lo hice por
ti, sólo pensé que deberías saberlo. Me di cuenta de que estaba haciéndolo por
la razón equivocada. »
«Yo:
Deberías ser feliz, Yunho. »
«Yunho: No lo soy. No lo he sido durante mucho tiempo, simplemente no tenía el valor para admitirlo. »
«Yo:
Conozco el sentimiento. Tuve un poco de bajón cuando te fuiste. »
«Yunho: Lo
siento… desearía que las cosas fueran diferentes. Desearía que me hablaras Jae,
tengo tanto que necesito decirte. »
«Yo: No
puedo. Dame un poco de tiempo…»
«Yunho:
Tanto como necesites. Sabes dónde encontrarme. »
Caminé penosamente a través del resto
del día y me las arreglé para hacer un montón de cosas. Pasé el lunes de
compras con Junsu. El martes almorcé con mi amigo Changmin.
—Bueno, nunca adivinarás a quién vi durante
el fin de semana — dije.
—Si nunca lo adivinaré simplemente dímelo —bromeó.
—Yunho.
— ¿Cómo tu
Yunho? —Parecía sorprendido.
—Sí. Vino al club para su despedida de
soltero el sábado. Luego el domingo apareció en casa. —No podía contarle a Changmin acerca de perder al bebé, él sabía que yo
no podía tener hijos, pero no sabía por qué.
— ¿Qué hiciste?
—Intenté echarle, pero fue persistente. —Reí— Hablamos un poco, y luego peleamos un poco.
Es un lío Changmin. Estoy tan confundido. No sé qué hacer.
— ¿Qué te dice tu corazón? Sé honesto y no te
preocupes por herirme, sólo la verdad.
—La verdad es que parte de mí siempre lo
amará, al igual que parte de mí siempre te amará a ti. No sé lo que quiero
ahora mismo. Sólo quiero terminar el semestre y
comenzar mi vida con tan pocas complicaciones como sea posible.
—Sabes que aún estoy enamorado de ti. Sé que
no podemos volver a estar
juntos ahora mismo, pero sólo quiero que seas feliz,
Jae.
—Eres una de las mejores personas que
conozco, Changmin. Me has ayudado más de lo que nunca sabrás. —Terminamos nuestra comida y hablamos un poco más. Podía decir que
estaba disimulando su dolor y sabía lo que él quería, pero yo no podía dárselo.
Rompimos las cosas porque, en mi opinión, yo era mercancía dañada y no podía
darle la familia que sabía que quería. Le dije que lo vería el jueves y me
dirigí al trabajo.
Una semana había pasado y nada de Yunho.
Parte de mí estaba aliviada, pero la otra parte estaba triste.
Aún no sabía qué hacer,
pero no quería hacer el primer movimiento.
Como si fuera una señal mi teléfono
sonó.
«Yunho:
¿Quieres venir? Podemos ver una peli o algo. ¿Pediré comida?»
«Yo:
No sé si es tan buena idea…»
«Yunho:
Por favor. ¡Será como en los viejos tiempos! Es domingo, deberías
relajarte. »
Quería decir que no, pero era demasiado
débil.
«Yo:
¿Cuál es tu dirección? »
«Yunho: 515
de la calle 72, NYC
«Yo:
te veo en 1 hora. »
Fui al baño para comprobar mi cara antes
de dirigirme a la casa de Yunho. Mi teléfono pitó.
«Yunho:
Aparca en el garaje. El código para entrar es 62810. »
Cuarenta y cinco minutos después entré
en el edificio de Yunho. Parecía que consistía todo en pisos elegantes. Le
envié un mensaje de texto haciéndole saber que estaba allí. Se reunió conmigo
en el vestíbulo llevando un par de pantalones grises de estar por
casa y una camiseta negra ajustada. Presionó el botón en el ascensor para el
piso veintitrés. Salimos del ascensor y caminamos al apartamento de la esquina.
Abrió la puerta a un amplio vestíbulo que conducía a una sala de estar y a un
área de comedor formal. A mano derecha estaba una cocina de última generación,
con armarios negros y encimeras de granito oscuro, y todo lo último en electrodomésticos de acero inoxidable. Las paredes estaban todas pintadas de un pálido gris
perla. Tenía elegante mobiliario de cuero negro en la sala de estar. La mesa
del comedor era de cristal y tenía ocho sillas de cuero negro. En la pared
había un aparador con un espejo de gran tamaño colgando sobre él. Era
masculino, pero no lo que estaba esperando.
—Bonito lugar.
—Gracias, lo compré el año pasado. Vamos,
cogeré algunos menús de comida para llevar y puedes elegir lo que quieras. —Entró en la cocina y me tendió un puñado de menús. Opté por ordenar
algo de la tienda de delicatessen de abajo, ya que era rápido y él dijo que la comida
era decente. Pedí una ensalada césar de pollo y él pidió un filete con queso.
La comida llegó veinte minutos más tarde. Comimos en la barra de desayuno de la
cocina. Era un poco incómodo porque no creo que ninguno de nosotros supiera qué decir.
—Gracias por venir, Jae. Lo digo en serio.
—Claro. —Me
encogí de hombros— Lo siento Yunho. No debería haberte lanzado
esa noticia así, pero me enfadaste tanto que simplemente salió. No fue culpa
tuya. Sólo quiero que lo sepas.
—Lo siento por irrumpir así. No estaba
pensando. Sólo quería tanto verte.
—Entonces…
— ¿Quieres un tour? Podemos ver una película o
podríamos hablar. Lo que sea que quieras está bien.
—Claro. Tienes una impresionante vista de la
ciudad desde aquí arriba.
—Sígueme. —Me llevó
por el pasillo. Señaló al baño de invitados.
Estaba pintado de un azul pálido con azulejos grises y azules
y un lavabo de mármol. La siguiente habitación era un despacho que
alojaba toneladas de libros,
un escritorio, un sofá y un par de sillas.
La siguiente habitación era
su dormitorio principal, que era como la mitad del tamaño de mi casa. Estaba
pintada de un gris más oscuro. El mobiliario de su dormitorio era negro,
mientras que las sábanas eran de unos masculinos cuadros blancos y grises.
Tenía un balcón a un lado y un baño principal en el otro. Había una gigantesca
pantalla plana montada sobre su aparador, miré a hurtadillas en una puerta
abierta, tenía un vestidor para morirse.
El baño principal tenía una bañera con capacidad
para varias personas y un plato de ducha separado con lo que parecían como
toneladas de cabezales de ducha diferentes.
—Esto debe haber costado una fortuna —balbuceé, asumiéndolo todo.
—Me dieron un buen precio, pero no fue
barato. No pude renunciar a esta vista. Valió cada centavo. Además, hay un
portero, un gimnasio, y tengo un aparcamiento, que es un bien escaso en la
ciudad. No me gusta no tener un coche. —No lo hizo sonar condescendiente.
—Sé a qué te refieres, es por eso que nos acomodamos
en las afueras. —Reí.
—Me gusta tu casa. Por lo que vi es bonita.
—La compramos hace un par de años, está en un buen vecindario
y lo bastante lejos de la ciudad para tener algo de paz y tranquilidad, pero lo
bastante cerca para el trabajo y la diversión.
— ¿Qué haces para divertirte?
—Bueno, he estado realmente ocupado
escribiendo mi tesis así que no me ha dejado demasiado tiempo libre para otras
cosas que no sean trabajo y escuela.
— ¿Sobre qué es tu tesis?
—Romeo y Julieta. Irónico, ¿eh?
—Mucho. —Sonrió.
—Es sobre la suerte y el destino. Cómo Romeo
y Julieta planeaban formas para estar juntos,
pero quedan atrapados
en la guerra cósmica de sus familias. El innegable poder del amor y la perdición de la
familia, lo que es un poco similar a nuestra propia historia —dije tristemente.
— ¿Amó mi corazón hasta ahora? ¡Renuncia a
ello, vista! Pues nunca vi la verdadera belleza hasta esta noche —dijo Yunho con un falso acento
británico haciéndome reír tontamente.
—También me encanta esa frase. No te tomaba
mucho por un admirador de Shakespeare —bromeé.
—Esa frase nunca había sido más cierta antes
de este momento Jae —dijo, haciéndome sonrojar.
—Gracias.
— ¿Qué película te gustaría ver? O podríamos
hablar.
—No me importa. Lo que quieras está bien.
—Tengo Romeo y Julieta si quieres, tal vez te
ayudaría con la tesis. —Sonrió.
—Perfecto. —Le
seguí de vuelta a la sala de estar donde cogió el DVD.
—Uhm, ¿te importa verla en la habitación? Los
sofás no son tan cómodos como parecen, además el sonido es mejor allí.
—No sé… —Estaba
preocupado acerca de caer en viejos patrones demasiado rápido.
—Vamos, prometo que seré un perfecto
caballero. —Puse los ojos en blanco mientras tomaba
mi mano y me dirigía de vuelta al dormitorio principal. Me quité las sandalias
y me subí a la cama. Agarré uno de los almohadones decorativos y lo empujé en
mi pecho. Me puse cómodo mientras Yunho puso la película. Se subió a la cama a
mi lado y se sentó apartado a una distancia prudente. Apoyé la cabeza hacia atrás cuando los créditos de apertura
comenzaron. Quería extender la mano y agarrar la suya o poner mi cabeza en su
hombro justo como solíamos hacer cuando éramos niños. Me preguntaba si él sería
tan confortable como solía ser. Podía sentir que también estaba dudando. Cuando
nos miramos a los ojos por un momento fue como si nunca hubiéramos estado
separados. Nuestras caras se movieron lentamente más cerca hasta que nuestros
labios se encontraron. La misma chispa familiar se encendió, la electricidad corrió
a través de mis venas.
Nuestros labios se abrieron profundizando el beso. Ambos
nos habíamos vuelto mejores con la edad… me retiré sin aliento y miré su cara.
—Te quiero, Jae. Siempre lo he hecho. —No podía dudar de su sinceridad, pero eso no lo hacía menos aterrador.
—Yunho… no estoy realmente en el mercado para
una relación ahora mismo. Aún hay mucho acerca de lo que necesitamos hablar. No
estoy seguro de si esto puede ir a alguna parte. Además, aún estás prometido. —Yo sé que tampoco dejé de amarlo nunca, incluso cuando quería odiarlo.
—Lo di por terminado la semana pasada. —Acunó mi cara en sus manos— Por favor quédate conmigo esta noche,
podemos ir a cenar. Incluso dormiré en el sofá. Acabo de recuperarte y no estoy
preparado para que te vayas por el momento.
—Empecemos con cenar e iremos desde ahí…
—Excelente —dijo alegremente.
—No tengo ninguna ropa —dije, mirando a mi ropa de estar por casa.
—Hay un par de boutiques
cruzando la calle. Estoy seguro de que podemos encontrar algo aceptable
para que lleves. —Sus labios estaban aún cerca de los míos, su voz ronca
con lujuria. Estaba
tomando todo mi autodominio mantenerme bajo control
para no abalanzarme sobre él.
—Yunho, si sigues así nunca vamos a dejar el
dormitorio — bromeé.
—Bien. Vamos a conseguirte algo de ropa y
luego podemos ir a cenar y hablar un poco más.
Se cambió a un par de pantalones de
vestir y una camisa de botones azul claro. Escogí un par de mocasines italianos
y se los tendí. Sonrió con aprobación y se los puso. Agarró sus llaves y
cartera y me sacó hacia la puerta.
Caminamos a través de la calle hasta la
boutique Bella’s. Encontré un traje envolvente color crema que emparejé con un
conjunto de zapatillas de leopardo y un cinturón marrón. Podía decir que Yunho lo aprobó
por la cara dividida por una sonrisa
que lucía. Llevé las
etiquetas a la caja registradora ya que iba a llevarlo
fuera de la tienda.
—Serán quinientos cincuenta y nueve dólares,
por favor. —Fui a
darle mi tarjeta de crédito cuando Yunho apartó mi mano y le tendió su American
Express negra. Le puse los ojos en blanco. Estaba molesto, pero decidí no
discutir con él. Caminamos de vuelta a través de la calle hasta el garaje. Me
ayudó a subirme a su Jeep y nos dirigimos hacia el centro de la ciudad. Entró
en Per Se, un elegante restaurante francés.
—Te ves encantador.
—Gracias. Y gracias por el traje. No tenías
que hacer eso.
—Quería hacerlo. Espero que sea el primero de
muchos. —Su respuesta me sorprendió.
—Yunho, ¿adónde ves que se dirige esto?
—Al altar —dijo
muy en serio.
—Yunho, sé serio. No nos hemos visto el uno
al otro en casi diez años. Hemos cambiado mucho desde entonces.
—Supongo. Creo que deberíamos ponernos al día
de lo que nos hemos perdido e ir desde ahí. Espero que me des la oportunidad de
compensar el tiempo perdido.
—No puedo tener hijos —dije tristemente. Sabía que siempre quiso hijos.
—Cruzaremos
ese puente cuando
lleguemos allí. Estoy
seguro de que podemos pensar
en algo. Aún quiero saber lo que pasó. —Sentí el miedo en mi corazón y asentí.
Merecía saberlo.
—Después de mudarnos aquí Beomsoo ya me había
inscrito en un internado al norte del estado.
No averigüé que estaba embarazado hasta en torno a las vacaciones de navidad. No le dije nada a
nadie. Quería al bebé, ya que era parte de nosotros. De todos modos, cuando me
fui a casa para las vacaciones de primavera estaba notablemente embarazado.
Sunhee enloqueció y me llamó puta. Dijo que probablemente ni siquiera sabía
quién era el padre. Terminó enfadándose tanto que me tiró por un tramo de escaleras. Cuando llegué
abajo me pateó repetidamente en el estómago. Perdí tanta sangre que casi me muero. Cuando
me desperté en el hospital
el médico me dijo que cuando la placenta se desprendió
causó un daño irreparable. Dijo que mis posibilidades de ser capaz de concebir
son prácticamente inexistentes —hablé
en un susurro. Dolía mucho
más decirlo en voz alta. Pasó su pulgar sobre mi mano
tranquilizadoramente. Parecía tan roto como yo me sentía.
—Lo siento tanto Jae. Sabía que ella era
horrible contigo, pero nunca esperé que hiciera algo como eso. Deseo poder
haber estado allí para llevarte lejos. Deseo que no hubieras sido tan
malditamente obstinado y me hubieras llamado. Habría ido.
—Sé que lo habrías hecho.
Es el pasado. Preferiría no hablar más de ello. —Asintió con comprensión.
El camarero nos trajo nuestros entrantes
y cambiamos a temas más neutrales. Resulta
que se graduó de la Universidad de Stanford con un grado de leyes, que es donde
conoció a su mejor amigo Yoochun. Él está actualmente practicando leyes en una
gran firma de Seúl donde está buscando convertirse en socio. Cuando terminamos
pagó y nos dirigimos de vuelta al apartamento.
Me convenció para pasar la noche y yo realmente no quería irme tampoco. No tenía clases el lunes y Yunho
había arreglado un día de permiso. Estaba deseando dormir hasta tarde y tener
otro día tranquilo sólo nosotros dos
poniéndonos al día con todo lo que nos habíamos perdido en los últimos diez
años. Deslicé mi ropa por encima de mi cabeza y lo doblé pulcramente después de
coger una de sus camisetas del cajón. Nos subimos a la cama y nos quedamos
dormidos justo como en los viejos tiempos.
La mañana siguiente me desperté al
sonido de agudos chillidos. Sonaba como un gato ahogándose. Puse la almohada
sobre mi cabeza para amortiguar el sonido.
— ¡Yunho! —La
voz chilló de nuevo— ¿Qué demonios está pasando aquí? ¿Quién es
ese?
—Karam, ¿qué estás haciendo aquí? —Volví la cabeza ligeramente para
conseguir una mejor vista de él.
Era alto, esbelto y rubio. «Parecía una perra remilgada.»
—Papi dijo que habías pedido un día de
permiso. Pensé que podíamos pasarlo juntos. Obviamente tenías otros planes. —Estaba ansioso de repente. « ¿Me había mentido
acerca de romper
el compromiso?»
Parecía
cabreado.
—Karam, ve a la cocina —ordenó. Él jadeó y giró sobre sus finos zapatos saliendo de la
habitación.
—Eso es un despertador —bromeé.
—Lo siento tanto. No pensé que aparecería
así. Supongo que es hora de cambiar las cerraduras. —Se inclinó y me besó rápidamente antes de ponerse un par de pantalones
de estar por casa y dirigirse a la cocina. «¡Maldita
sea, él era sexy!»
Siendo el fisgón que soy, fui y me paré
en puerta a escuchar a escondidas.
— ¿Es él quien creo que es? —dijo Karam ásperamente. «Me
pregunto cómo sabía quién era yo.»
—Es Jae —confirmó
él.
— ¿Durante cuánto tiempo ha estado pasando
esto? —demandó.
—Ya no estamos juntos Karam. Puedo ver a
quién quiero — replicó Yunho secamente.
—Vale, te perdonaré
esta vez. Hazlo irse e iremos a desayunar — dijo despreocupadamente, fue como si estuviera
hablando del clima. «Perra loca.»
—Karam, ya hemos pasado por esto. Se ha
acabado. Yo no quería esto. —Hizo un gesto entre ellos dos— Me
presionaste para proponerme y nunca debí haberlo
hecho. Eres un chico estupendo
y vas a hacer realmente feliz
a algún chico algún día. Simplemente no soy
yo.
—Vas a desechar todo por lo que has trabajado
tan duro por esa puta. Es tan falso, ¡apuesto a que Barbie está celosa!
—Perdería todo lo que tengo si eso significa que podría tener una
segunda oportunidad con Jae. No es que sea de tu incumbencia, pero no hay nada
falso en él, así que refrénate de hacer tus comentarios sarcásticos. —Me di cuenta de que él seguía dando la cara por mí como solía hacer. Me
hizo sonreír.
— ¡Esto no ha terminado Jung Yunho!
Decidí que tal vez si parecía que
estábamos poniendo un frente unido sería más fácil para Yunho desembarazarse de
él. Me contoneé en la cocina como si fuera el dueño del lugar, y le di un pico en los labios. Abrí el frigorífico y tomé un trago de
zumo de naranja directamente del cartón.
— ¡Tú! —Apuntó hacia mí con su esquelético dedo.
— ¿Te das cuenta de que es un dedo y no una
varita mágica, verdad? No me voy a convertir en una rata ni nada. —Lo hizo otra vez, así que lo hice de
vuelta.
—Abracadabra… no, todavía eres una perra. —Yunho se rió, pero rápidamente lo cubrió como una tos.
—No eres nada sino una puta inútil —chilló.
—Para tu información, soy un stripper de un
club de caballeros de alta gama, no una puta. Pero apuesto
a que estás desnudo bajo esa
ropa, zorra. —Estaba disparándome dagas. Estaba tan
lleno de réplicas ingeniosas que podría correr en círculos a su alrededor.
— ¿De verdad estás dejándome por este pedazo
de basura?
—Él no es basura y si dices una cosa más
sobre él te vas a encontrar fuera de aquí sobre tu culo.
— ¡Espera hasta que mi padre sepa de esto!
Yunho sonrió ligeramente. Le daría algo
para que aprendiera.
—Oh, ¿no es tu padre Cha Sungwon?
— ¿Y qué? —Escupió.
—Dile que Hero le envía saludos. No lo he
visto desde hace un par de semanas. —Sus ojos se desorbitaron fuera de su
cabeza. «¡Jaque mate,
perra!»— ¿Por
qué no te vas ahora?
—Vas a pagar por esto, Jung Yunho, recuerda
mis palabras. — Se
marchó golpeando la puerta tras él.
Continuara
\\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
Que emocionante capítulo que hará Karam con respecto a Yunho y Jae y que pasara cuando el padre de Karam sepa por quien dejan a su hijo esta muy bueno el trama voy a esperar con ansias el siguiente capítulo
ResponderEliminarQue emocionante capítulo que hará Karam con respecto a Yunho y Jae y que pasara cuando el padre de Karam sepa por quien dejan a su hijo esta muy bueno el trama voy a esperar con ansias el siguiente capítulo
ResponderEliminarYunho defendiendo lo que es suyo y poniendo en su lugar a esa perra el Jae los dos juntos son una bomba me encanta la historia muy buena
ResponderEliminarGracias por compartirla hasta el próximo
Ese es mi Jae, una perra sexy!! Ok ok no es un insulto, me refiero a q me encanta este Jae, inteligente, vivo, sagaz.....me gusta muchisimo. Yunho le da su lugar y lo ama!! ..... Es al 100% seguro q Jae no puede tener bebes? Tal vez haya alguna oportunidad. Y Oh Dios!! Jae y Min? Min y Jae?
ResponderEliminarGracias por la actualización ......eso Jae que bueno que pusiste en su lugar a Karam ..muy bien merecido que se lo tenia. Aunque se ve que Karam seguirá siendo una piedra en las vidas de Yunho y Jaejoong...espero ya no sufran más sobre todo JJ
ResponderEliminarJajaja pago con su american express negra . me hizo acordar a mi america express blue, la q se lleva mi dineron cada fin de mes 0.0 pobre jae paso por mucho es bueno q yunho lo quiera recuperar y le de su lugar. Q bueno q jae no se dejara por karam.
ResponderEliminarAmiga aca yo recien poniendome al día en tu blog. No comento todos los caps pero dejo en algunos mis comentarios en los q puedo. No me da tiempo ultimamente para nada, me tienen esclavisada XD
Amiga!!!!
EliminarGracias igual por los comentarios, te entiendo, yo ando igual de esclavizada, si hay actualizaciones es porque las deje programadas, jajajaja esto de ser asalariadas es muy duro.
Un abrazo amiga ^o^
Este es el momento que necesitaban pero de poquito a poquito se avanza y bueno ya le conto Jae ciertas cosas necesitan aclarar muchas mas cosas y es bueno que Yunho allá terminado ese conpromiso con esa perra remilgada jajaja me encanto Jaejoing no se dejó muy bien aplausos XD
ResponderEliminarMe gusta como está avanzado su relación en verdad no se hicieron mucho drama , Yunho terminó el compromiso casi al instante y Jaejoong no puso tan a la defensiva.
ResponderEliminarGracias Junsu Gracias, gracias¡¡ por darle a mi flaquito el empujoncito que si necesitaba. Wooo que lindo fin de semana, wooo que fue todo eso??? Ambos dieron a Karam un largate tan mono y el tiro de gracia de Jae, nunca se me paso por la cabeza que esa relación cliente papá- deserebrado Hijo de clientej ajaj, vaya que me encantó este cap.
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