¿Él
sería su guía y su maestro? ¿Significaba aquello lo que Jaejoong creía que
significaba? El corazón comenzó a latirle con fuerza.
—
Dame la mano
— le pidió Yunho.
Jaejoong extendió el brazo a regañadientes,
poniéndose rígido cuando Yunho se la agarró y la sujetó entre la suya.
—
Hace cinco minutos me has
dicho que ningún hombre aceptaría estos días a un joven como tú. Yo creo que,
en lo más profundo de tu ser, tú quieres recuperar lo que te han quitado,
quieres ser libre y sexualmente seguro de ti mismo, ¿no es verdad?
—
No lo sé
— respondió Jaejoong con incertidumbre. El corazón le latía a toda prisa.
Sentía como si se estuviera enfrentando a algo muy peligroso, pero que al mismo
tiempo le resultaba excitante.
—
Sí, sí lo sabes
— lo corrigió Yunho— Quieres
a Taemin, y sabes que para conseguir que crezca seguro de su propia sexualidad,
necesitas sentirte seguro de la tuya. Yo puedo enseñarte a ser lo que quieres
ser. Antes dijiste que confiabas en mí.
—
Yo...
—
.
Jaejoong se dio cuenta con debilidad de que
estaba hablando en serio. Yunho era un cruzado, un hombre con una misión... y
tenía la intención de devolverle lo que él
creía perdido para siempre.
—
Si quieres, paso a paso te
ayudaré a redescubrir lo que te han quitado. No tienes por qué aceptar. Si yo
te obligara verbal o emocionalmente a aceptar mi ayuda, sería tan malo como tu
hermanastro. Lo único que voy a decirte es que deberías preguntarte lo que
realmente deseas y ser lo suficientemente audaz para llevarlo a cabo. Una vez
que hayas tomado esa decisión, te prometo que te ayudaré. Podrás preguntarme
cualquier cosa.
—
Me estás diciendo que, por
el bien de Taemin y por el mío propio, necesito aprender a disfrutar del sexo.
Pero nosotros no... nosotros no...
—
¿Nosotros no qué?
—
Nosotros no nos amamos
— le dijo Jaejoong.
En
los ojos de Yunho había un brillo que hizo que el corazón de Jaejoong latiera
con fuerza contra sus costillas.
—
No es necesario amarse para
disfrutar del buen sexo. Sin embargo, es importante que haya atracción mutua.
Yunho
se detuvo un instante mientras él se llevaba la mano al pecho en un intento de
contener el frenético ritmo de su corazón.
—
Yo creo que compartimos ese
tipo de atracción.
—
No... Quiero decir, no creo
que...
—
¿Qué es lo que no crees?
¿Que no te encuentro atractivo? Te aseguro que sí.
Yunho
seguía sujetándole la mano, y ahora, para asombro de Jaejoong, se la giró y le
deslizó suavemente la yema del pulgar por la cara interior de la muñeca.
Un
relámpago de sensaciones ardientes le subió por el brazo, obligándolo a gemir
en alto y a tratar de apartarse.
Yunho
lo estaba mirando de cerca, y Jaejoong supo que su reacción había quedado clara
para él, dejándolo en evidencia.
—
Me has sobresaltado
— le dijo con debilidad. Era la verdad, aunque lo cierto era que el asombro
había estado cargado de tensión sexual.
—
Te he dado placer
— lo corrigió Yunho suavemente— Y
tu placer me da placer a mí. Imagínate, si el contacto de mi pulgar te proporciona
semejante placer, cuánto más intenso podría ser si después de con el pulgar te
acariciara ahí con los labios.
Oh,
le gustaría ser una virgen victoriana y ser libre para desmayarse, pensó
Jaejoong fervientemente. Porque ésa sería la única manera garantizada de poder escapar
de su presente situación.
—
Es perfectamente posible
disfrutar del sexo sin estar enamorado, ¿sabes?
— Le estaba diciendo Yunho ahora— siempre
y cuando haya respeto mutuo. No tiene nada de
vergonzoso.
Yunho
le había soltado ahora la mano, y Jaejoong se lo agradecía. Y también que no
hubiera considerado necesario enseñarle cómo serían las caricias de sus labios.
—
No tienes que tomar una
decisión ahora mismo. Tengo que volar esta tarde a Florencia para una reunión
sobre un edificio que voy a ayudar a reformar — le dijo Yunho—
Volveré mañana por la
noche. Podrás comunicarme tu decisión entonces.
>>>
♥ <<<
Jaejoong
se inclinó sobre el estanque de peces que había en medio del arreglado jardín y
arrojó migas de pan a los peces de colores. Taemin estaba dormido en su carrito.
Para entonces, Yunho estaría en Florencia. El castillo parecía vacío sin él.
Cuando regresara...
Jaejoong agitó el agua con la mano, molestando
a los peces. No quería pensar en su regreso, porque eso significaba tener que
pensar en la decisión que debía tomar antes de que volviera.
Pero
no tenía por qué tomar ninguna decisión, se tranquilizó con firmeza poniéndose
de pie y agarrando el carrito para entrar en la casa con Taemin. Estaba contento
como estaba.
Estaba
contento como estaba, ¿verdad? Entonces, ¿por qué estaba repitiendo esas
palabras para sí mismo como si necesitara creerlas?, se preguntó Jaejoong más tarde
aquella misma noche cuando se preparaba para irse a la cama. Quería escapar de
la desconcertante presión de aquellos rebeldes pensamientos que estaban
tratando de minar la sensata decisión que ya había tomado.
Aunque
por suerte no tenía recuerdos del abuso de Yoohwan, él le había robado algo. Y
tenía derecho a entregar libremente su cuerpo al hombre que él escogiera para
aquella especial primera vez. En lo más profundo de su interior, le dolía saber
que la única experiencia sexual que había vivido su cuerpo hubiera sido tan
cruel. Si tenía que ser sincero, debía decir que sentía que le habían robado
algo muy especial. Nada ni nadie podría devolverle lo que había perdido, pero
lo que Yunho le estaba ofreciendo podría ser un regalo muy especial para su
cuerpo. ¿No se lo merecía por lo que Yoohwan le había arrebatado?
Yunho
era lo suficientemente hombre como para ofrecerse a recompensarlo...
¿Sería
él joven suficiente como para aceptarlo? Un escalofrío de
algo peligrosamente parecido a la excitación le recorrió la espina dorsal.
Yunho.
Incluso su nombre sonaba fuerte. Él era fuerte. ¿Lo suficiente como para hacer
que superara su pasado y su dolor? ¿Podría permitirse que lo intentara?
Jaejoong se sentía al borde del abismo,
debatido entre sentimientos contradictorios.
No
eran más que las nueve y media. Sin duda, la noche de Yunho en Florencia
estaría a punto de empezar, pensó Jaejoong mientras se preparaba un baño,
pensando en que eso lo relajaría y lo ayudaría a dormir. Tal vez Yunho
estuviera a punto de entrar en la ducha antes de salir a cenar. Sin que supiera
de dónde había surgido, se le apareció la imagen de Yunho bajo la ducha con el
agua cayéndole en cascada sobre los anchos hombros y por el pecho, mojándole el
vello oscuro.
Jaejoong contuvo el aliento y trató de
hundirse bajo el agua del baño para ocultar su asombro. ¿Qué le estaba
ocurriendo? Nunca había pensado en un hombre en aquellos términos, imaginándolo
desnudo, excitado, y que aquella excitación le proporcionara a él una fiesta de
variados placeres sensuales. Aquellas imágenes provocaron un efecto físico muy
real en su propio cuerpo, en la tirantez de sus pezones y en la lenta y
demoledora sensación que se había apoderado de la parte inferior de su cuerpo.
¿Qué
pensaría Yunho de su cuerpo? ¿Lo encontraría atractivo? ¿Lo excitaría? Tenía
los senos firmes y grandes casi como los de una mujer. Sintió mucha vergüenza
al ser el primer chico de la clase que utilizó sujetador, y más incómodo
todavía cuando Hyunjoong le preguntó si algún compañero había intentado tocarle
los senos. Después de eso, comenzó a llevar camisetas grandes y anchas para disimularlos, era incomodo a pesar de
todo ser un chico con los senos tan grandes, era uno de sus mayores complejos.
Si
aceptaba la proposición de Yunho, él no esperaría que hiciera eso. Querría que se sintiera orgulloso
de ellos. Querría
verlos y tocarlos,
besarlos tal vez. ¿Qué
estaba haciendo él, permitiéndose pensar así? Ya había decidido que no iba a
aceptar su proposición, ¿verdad?
Trató
de pensar en otra cosa, en lo que fuera. No necesitaba redescubrir su
sexualidad perdida. Estaba contento tal y como estaba. Tenía a su adorado hijo,
y sentía que estaba a punto de hacer un buen amigo, Junsu. Resultaba obvio que Yoochun
y él eran felices juntos, que se querían muchísimo el uno al otro. Se veía en
cada sonrisa y en cada caricia que se prodigaban. ¿No deseaba él secretamente tener
algo así, encontrar un compañero, alguien con quien compartir aquel lazo de
amor y compromiso?
No,
no quería. Tal vez tuvieran suerte de compartir aquel amor, pero las parejas se
hacían promesas todos los días y luego se arrepentían. Jaejoong no necesitaba a
nadie más en su vida, no necesitaba que Yunho le enseñara a decir adiós al
pasado, y sobre todo no necesitaba que le enseñara a despertar su reprimida
sexualidad. Porque ya se estaba despertando por sí mismo. Y Jaejoong tenía
miedo de que, si seguía despertándola, podría ponerse en peligro de disfrutar
demasiado de las lecciones.
Aquello
era ridículo.
Pero
también lo era tratar de mentirse a sí mismo diciéndose que sería feliz si
pasaba el resto de su vida solo. Todo el mundo necesitaba y quería amor.
Él
tenía a Taemin.
Quien
algún día querría vivir su propia vida, encontrar su felicidad personal.
¿Cómo
se sentiría Jaejoong si no fuera capaz de hacerlo por culpa de él?
El
baño se le estaba enfriando, y la cabeza empezaba a dolerle bajo el peso de sus
pensamientos confusos y contradictorios.
No
debía seguir pensando en eso. No iba a hacerlo.
Jaejoong salió del baño y fue en busca de una
toalla. ¿Qué estaría haciendo ahora Yunho? ¿Pensaría algo en él?
¿Y
por qué iba a pensar en él? Jaejoong no quería que eso ocurriera, porque eso
significaría que...
¿Qué?
Desde luego, no que él tuviera algún motivo oculto para querer acceder a su
sugerencia. Aquellos casi olvidados estremecimientos que se habían apoderado de
su cuerpo desde el momento en que lo vio por primera vez no significaban más
que su cuerpo iba un paso por delante de su
cabeza.
La
libertad lo estaba llamando. Era la libertad lo que le estaba provocando
semejante intoxicación de los sentidos, sobrepasando las barreras de la
ansiedad y el miedo.
No
había nada personal en aquellas incómodas sensaciones que lo atravesaban cada
vez que se permitía reconocer que Yunho era un hombre muy viril.
Jaejoong se puso el albornoz y atravesó su
habitación para dirigirse al cuarto de Taemin, que dormía plácidamente en la
cuna.
No
eran imaginaciones suyas: su hijo estaba disfrutando de su nuevo ambiente.
Había engordado, y su piel, a pesar de las toneladas de crema de protección que
le ponía, estaba dorada por el sol. Jaejoong sospechaba que ese era su color
natural. Nunca hubiera imaginado que su tono de piel se pareciera más al de Yunho
que al suyo propio.
Taemin sonreía ahora más a los desconocidos que habían aparecido en su vida de lo que
lo había hecho en Seúl. ¿Sabría por algún instinto propio de los bebés que
aquella gente nueva era su familia, que tenían su sangre?
Si
aceptara la proposición de Yunho, no lo haría tanto por sí mismo como por Taemin.
Jaejoong sintió cómo el amor que sentía por su hijo le atenazaba el corazón.
Deseaba para él, como cualquier buena madre, que tuviera felicidad y alegría en
su vida. Quería que conociera el amor y que construyera relaciones basadas en
aquel conocimiento. Quería para Taemin todo lo que él no había conocido y que
ahora debía aprender por el bien de su hijo. Pero, ¿sería capaz de hacerlo?
¿Sería capaz de encontrar la fuerza para lanzarse y soportar más, mucho más, de
lo que ya había sentido cuando Yunho lo tocó?
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
si Jae acepta la propuesta de Yunho se que te encantara y no creo que lo este haciendo por el bien de su hijo si no por que el mismo se muere de ganas por sentirse amado por Yunho y eso lo pone nervioso y claro que Yunho a de estar pensando en Jae en donde quiera que se encuentre no se lo saca de la cabeza
ResponderEliminarya quiero que Yunho regrese y le de sus clases a Jae terminaran fascinados y muy prendados no creo que después de las clases se puedan alejar de el otro eso los unirá mucho mucho mas
Gracias por compartirlo estaré esperando el siguiente
Tantas dudas y temores en la mente y corazón de Jaejoong....... es natural que lo piense mucho puesto que siente que algo le hace falta, pero también es cierto que merece darse la oportunidad de buscar su felicidad y sobre todo el aprender a quererse a sí mismo ...gracias por otro lindo capitulo
ResponderEliminarLos dos se atraen, hasta Yunho ya lo reconocio. Ojala Jae piense mejor las cosas, y se deje llevar por sus deseos, porq no le hace daño a nadie. Entre ellos esta naciendo algo hermoso. Muchas gracias :)
ResponderEliminarSi con un toque se puso asi ya me imagino como se sentira cuando lo toque todo todo *q* hacerlo con yunho no sera un sacrificio, bien q lo va disfrutar *w*
ResponderEliminarVamos Jaejoong se que tienes mucho prejuicios pero no te agobies con todo eso es el pasado ahora alguien te quiere dar la oportunidad de que tu mismo escojas tu presente y tu futuro y con quien mejor que con Yunho confías es el vamos no te arrepentirás va hacer un gran maestro *-*
ResponderEliminarSi que es una desición abrumadora, no es sencillo lidiar los lo temores y las inseguridades. Jae reconoce que Yunho por sí mismo le ha permitido conocer sensaciones que se negó a experimentar. Ojala que por su cabesita cruse la idea de pedirle a Yunho tiempo para estar listo, ir despació, es logico que sienta miedo,y es que Woooo eso que hizo Yunho con el pulgar hasta a mí me puso la piel de gallina🙈 Jae imagina que Yunho lo llevará a la cama como si nada pasara. Obviamente ese consepto de buen sexo para Yunho implica ser caballeroso, tierno, apasionado y OMG Jae di Que Siiiii¡¡¡
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