jueves, 4 de agosto de 2016

Poder Siliciano. Cap 1

 

 Jaejoong se frotó los ojos. Eran de un intenso azul violeta, con largas y gruesas pestañas. Eran unos ojos de los que cualquier docel se sentiría orgulloso, si no fuera porque le dolían de cansancio y parecía como si tuvieran arenilla. Alzó la mano, tenía la muñeca tan delgada que parecía peligrosamente frágil. Se apartó de la cara el cabello rubio natural y ligeramente ondulado que le caía hasta la altura de los hombros. Normalmente lo llevaba recogido en un moño, pero Taemin se lo había agarrado antes cuando le estaba bañando y al final había sido más fácil dejárselo suelto. Quería muchísimo a su bebé. Significaba todo para él, y no había nada que no hiciera para protegerlo. Nada.


Llevaba toda la noche leyendo. El trabajo de investigación a tiempo parcial no estaba muy bien pagado, desde luego no tan bien como su empleo anterior, en el que trabajaba como investigador para un novelista convertido en dramaturgo. Onew le pagaba muy bien, y su esposo y él se habían convertido en buenos amigos.

El rostro de Jaejoong se ensombreció. La luz de su pequeño apartamento de un habitación no era suficiente para el trabajo tan exigente que estaba haciendo. En la mesita, al lado de su trabajo, había un carta de su hermanastro entre el correo que le habían enviado desde su antigua dirección. Jaejoong se estremeció y miró hacia atrás, como si tuviera miedo de que el propio Hyunjoong se materializara de pronto delante de él.

Hyunjoong estaba viviendo en la casa que había pertenecido originariamente a su padre, y que debería ser de él. Hyunjoong se la había robado, igual que le había robado... Jaejoong se estremeció, no quería pensar en su hermanastro.

Pero había veces en las que se veía obligado a hacerlo por el bien de Taemin. Su hermanastro no aprobaba el hecho de que se hubiera quedado con el bebé en lugar de entregarlo en adopción, como él quería que hiciera. Pero nada podía hacer que se separara de su bebé, ni siquiera los intentos de Hyunjoong para hacerlo sentirse culpable por habérselo quedado. Insistió en que otras personas, un pareja, le daría al niño un vida mejor de la que podría proporcionarle él como umma soltero. Hyunjoong podía llegar a ser muy persuasivo cuando quería. Jaejoong tuvo mucho miedo de que pudiera conseguir adeptos para su causa.

A veces temía que nunca fuera capaz de dejar de mirar hacia atrás, que Hyunjoong hubiera conseguido seguirles la pista y tuviera éxito separándolo de su hijo.

Ni siquiera le había contado nunca que estaba embarazado. Pero Gummy, la esposa del autor para quien había estado trabajando cuando ocurrió «eso», la violación que sufrió a manos de Jung Yoohwan, pensó que le haría un favor escribiéndole y contándole lo que había sucedido. Gummy estaba encantada porque Hyunjoong le ofreció un hogar tras el nacimiento de Taemin, además de todo el apoyo que necesitara.

Sin embargo, Jaejoong rechazó la oferta. Después de todo, lo conocía mucho mejor que Gummy. Se había quedado en su apartamento con la excusa de que él quería que Taemin naciera en el hospital local, que contaba con una excelente reputación.

Hyunjoong se negó a ser rechazado e insistió en seguir visitándolo. Al principio, fingió estar de acuerdo con su decisión de quedarse con el niño cuando naciera, pero aquella farsa se desvaneció en cuanto se dio cuenta de que Jung Yoohwan no iba a respaldar su exigencia económica para que se ocupara de su hijo.

Pero Hyunjoong no le había dicho nada de eso a Gummy y a Onew, que habían sido tan amables con él.

Al final, Jaejoong había empezado a sentirse desesperado y presionado, temeroso de que Hyunjoong pudiera conseguir de alguna manera separarlo de su bebé. Tanto fue así que, unas semanas después del nacimiento de Taemin, mientras Hyunjoong estaba en Japón arreglando los asuntos de un viejo primo de su padre que acababa de fallecer, Jaejoong decidió no renovar el contrato de alquiler de su apartamento y mudarse para empezar una nueva vida con Taemin.

Sin contarle a nadie lo que iba a hacer, ni siquiera a Gummy y a Onew, se buscó un nuevo apartamento y un nuevo trabajo y luego sencillamente desapareció, dejando instrucciones precisas de que su nueva dirección fuera estrictamente confidencial.

Fue sencillo hacerlo en una ciudad tan grande como Seúl. Eso había ocurrido cinco meses atrás, pero Jaejoong seguía sin sentirse seguro.

Se sintió culpable por no haberle dicho nada a Gummy y a Onew, pero no podía arriesgarse. Ellos no conocían a Hyunjoong como él, ni sabían lo que era capaz de hacer. Jaejoong volvió a estremecerse al recordar lo desgraciado que se sintió cuando sus padres se casaron, y cómo trató de explicarle a su madre lo incómodo que lo hacía sentirse Hyunjoong. Siempre lo estaba observando, vigilando cada movimiento que hacía.

En aquel entonces Hyunjoong estaba en la universidad. Tenía diecinueve años y él doce, pero cuando sus padres se casaron, él decidió cambiar de planes y vivir en casa, desde donde iba todos los días a su nueva universidad.

A Hyunjoong no le caía bien Geunsuk, el mejor amigo de Jaejoong, y su madre sugirió que sería mejor que Geunsuk dejara de ir por casa tras un incidente en el que Hyunjoong estuvo a punto de atropellarlo cuando daba marcha atrás con el coche de su padre mientras él iba en bicicleta. Y ahora a Hyunjoong no le gustaba Taemin. Jaejoong se estremeció de nuevo.

Él nunca conoció a su padre biológico. Era soldado, y había muerto en una emboscada en el extranjero antes de que él naciera. Pero Jaejoong había sido muy feliz con su madre.

Su padre los había dejado muy bien provistos, era de familia adinerada, y la madre de Jaejoong siempre le había dicho que ese dinero terminaría siendo de él. Pero ahora estaba en manos de Hyunjoong, porque su madre había muerto antes que su segundo marido, lo que significaba que la casa la había heredado él, y después Hyunjoong. La casa que debía ser de Jaejoong y de Taemin les había sido negada.

Miró de forma automática hacia la cuna de su hijo. Taemin se había quedado dormido. Incapaz de resistir la tentación, Jaejoong se levantó para mirarlo. Era tan hermoso, tan perfecto, que a veces el mero hecho de mirarlo lo llenaba de una felicidad y de un amor que le ensanchaban el corazón. Era un bebé maravilloso, sano y feliz, y guapísimo, con la cabeza cubierta de sedosos rizos negros, impresionantes ojos azul verdoso y tupidas pestañas negras. La gente se paraba a admirarlo.

Lo adoraban en la guardería municipal en la que tenía que dejarlo entre semana mientras iba a su trabajo como limpiador de oficinas, el único empleo que había logrado conseguir sin tener que responder a demasiadas preguntas. La mayoría de sus compañeras eran extranjeras, trabajaban duro pero eran reacias a hablar de sí mismas.

Su vida presente era muy distinta al mundo en el que había crecido y al futuro que había esperado. La infancia de Taemin, al contrario que la suya, no transcurriría en una casa confortable con su propio jardín. La zona en la que vivían era bastante marginal y llena de grandes bloques de apartamentos. En un principio, se mostró horrorizado ante la idea de vivir allí, pero ahora agradecía el anonimato y sus vecinos, que ni hacían preguntas ni les gustaba que se las hicieran.

Taemin abrió los ojos y lo miró con una sonrisa radiante. Jaejoong sintió que se derretía. Lo quería mucho. El amor maternal era algo extraordinario que lo llevaba a querer a su hijo a pesar del horror de su concepción.

 Jaejoong volvió a estremecerse. Siempre trataba de no pensar en lo que le había sucedido en Cannes. Por suerte no tenía recuerdos de su desgracia, debido a la droga que le habían echado en la bebida. Gummy, que lo había encontrado en su habitación todavía drogado y mareado la mañana siguiente de la violación, quiso que fuera a la Policía, pero Jaejoong se negó. Estaba demasiado nervioso y tenía miedo de que no le creyeran. Gummy había sido muy cariñosa con él. Jaejoong echaba de menos su amistad. Al igual que Hyunjoong, Gummy era de la opinión de que su violador debería verse obligado al menos a apoyar económicamente a su hijo, y fue Gummy la que le dijo a su hermanastro el nombre de Yoohwan, algo que el propia Jaejoong se había negado a hacer.

A Jaejoong no le sorprendió que Yoohwan se negara a hacer nada, y se sintió aliviado al leer en el periódico la noticia de su muerte. Ahora no habría ninguna necesidad de que Taemin supiera nunca de su padre ni de cómo había sido concebido. A menos que Hyunjoong los encontrara.

El estómago le dio un vuelco. No podía encontrarlos. No debía. Y él no tenía que pensar en ello para evitar conjurar que ocurriera.

Se consideraba una persona lógica y realista, muy consciente de la dura realidad de la vida, pero a veces, en ocasiones como aquélla, cuando se sentía tan solo, deseaba que existieran las hadas madrinas para que, con un toque de su varita mágica, los transportaran a Taemin y a él a un lugar donde Hyunjoong no pudiera alcanzarlos.



>>>♥<<<


El vestíbulo del hotel de cinco estrellas estaba vacío cuando Jaejoong se agachó para arrancar un trozo de chicle pegado del suelo de mármol. Su turno había terminado, pero el recepcionista, que al parecer no le tenía ninguna simpatía, insistió en que recogiera la porquería que la mujer que había salido unos instantes antes había arrojado al suelo, Jaejoong pensaba que deliberadamente.

El sol brillaba con fuerza fuera, sus fuertes rayos atravesaban los ojos de Jaejoong, mareándolo. Parpadeó y alzó la cabeza en un intento de evitar la fuerte luz.




>>>♥<<<
 

Yunho no estaba de muy buen humor. Había llegado a Corea a principios de semana y se había dirigido directamente a una reunión con el director de la agencia de detectives más importante del país. Una vez allí, le dijeron que habían identificado a Kim Jaejoong como la madre del hijo de Yoohwan, pero que había desaparecido cinco meses atrás llevándose al niño con él. Todavía no lo habían encontrado.

Yunho había perdido un tarde entera con el hermanastro de Jaejoong, que le había caído mal al instante, y ahora había recibido un mensaje de su hermano menor, Yoochun, diciéndole que la salud de su padre había sufrido un repentino declive.

Ahora está estable y ha regresado al castillo — le contó Yoochun— pero en el hospital dicen que está muy frágil.

Yunho sabía que necesitaba estar en Sicilia, tenía responsabilidades para con su familia. Pero también se sentía responsable de aquel niño concebido de aquella forma por su hermano, que después había renegado de él como si fuera basura. A Yunho nunca le había gustado Yoohwan. Creía que era imposible que aumentara el desprecio que sentía por él, pero estaba equivocado.

Cuando entró en el vestíbulo de su hotel con los ojos protegidos de la claridad del sol por unas gafas de sol de Cartier, lo primero que vio fue a un limpiador arrodillado en el suelo al lado de su cubo de agua sucia. Llevaba una bata azul descolorida y el cabello retirado del rostro sin maquillaje, pero cuando alzó la cara para evitar la luz del sol en los ojos, a Yunho le dio un vuelco al corazón.

Era él. No cabía ninguna duda. Después de todo, acababa de dejar la oficina en la que le habían mostrado su fotografía pegada al informe. A pesar de la expresión fatigada de su rostro, no había forma de confundir aquellos ojos intensamente azules ni aquel rostro elegante, con la pequeña nariz y los labios carnosos. La mano que había estirado para arrancar el trozo gris de chicle que alguien había tirado al inmaculado suelo estaba roja e hinchada y tenía la muñeca fina y frágil. Pero era él. Milagrosamente, era él.




>>>♥<<<


El recepcionista seguía mirándolo fijamente, provocando que Jaejoong sintiera una oleada de rabia. Su turno había terminado, y no iban a pagarle aquel tiempo extra. El chicle pegado no era responsabilidad suya. Se puso en pie bruscamente y contuvo el aliento al ver que su gesto provocaba un contacto físico con alguien. Y no con alguien cualquiera, reconoció mientras unas manos masculinas lo agarraban. Parecía como si su intención fuera detenerlo, pensó Jaejoong, en lugar de evitar que se cayera, porque no daba la impresión de que a un hombre así le importara mucho el destino de alguien como él. Llevaba puesto un traje caro y los ojos cubiertos por gafas de sol oscuro, y tenía la piel y los ojos oscuros.

El hombre seguía sujetándolo, esperando a que se disculpara por atreverse a respirar el mismo aire que él, pensó con amargura. Trató de apartarse de él, pero sólo consiguió que lo sujetara con más fuerza. Alzó la vista para mirarlo. Una sensación incómoda le recorrió el cuerpo ante aquel contacto. El pulso comenzó a latirle con demasiada rapidez. Se sentía mareado, y sus pulmones necesitaban oxígeno como si se le hubiera olvidado respirar, y sin embargo respiraba, aunque con dificultad.




>>>♥<<<

Una sensación extraordinaria se apoderó de Yunho. No sabía de dónde procedía. La única comparación que se le ocurrió fue el recuerdo de cuando subió, siendo joven, a uno de los picos más altos de Sicilia en medio de una tormenta, con el viento azotándole. Entonces sintió el deseo de luchar contra su poder y, a la vez, paradójicamente, de entregarse a él. Se sentía vivo, al límite de algo peligroso y atrayente.

El recepcionista había salido de su puesto y se dirigía hacia ellos. Jaejoong se las arregló para liberarse y recoger su cubo para poder salir a toda prisa. Oyó como el recepcionista se disculpaba por él.


Anterior   >>> ♥ <<<   Siguiente
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias… 
 


11 comentarios :

  1. Me encanto este capítulo ojala que Yunho ayudé a Jaejoong y no lo vaya a tratar mal aunque le cayó mal el hermanastro de Jae por que se dio cuenta de que es ambicioso y malo y espero que no demores mucho en subir los capítulos se ve que están interesante y los espero con muchas ansias

    ResponderEliminar
  2. hermoso Yunho ya encontró a Jae y lo a flechado o eso espero
    ahora espero que Yunho lo rescate de ese martirio y lo lleve con el al paraíso
    Gracias por compartirlo

    ResponderEliminar
  3. Kyaaaaa un flechazoo al 💗💗💗💗 gracias c la actu... esperare con ansias la conti

    ResponderEliminar
  4. Hola, ains, este capitulo tuvo de todo, me agrada mucho esta historia, espero actualices pronto.
    Gracias.
    Saludos, que estés bien 💜💕😘

    ResponderEliminar
  5. me encanta ¡¡¡ espero que yunho sea un amor con jaejoong y taemin ¡¡¡ =) ...gracias por actualizar ....

    ResponderEliminar
  6. Ohhhh Yunho se flechó con maravillosa belleza uhhhh jajaja Yunho no dejes q huya. Gracias x compartir esperaremos actu. Besos

    ResponderEliminar
  7. Yunho ya lo encontro y quedo flechado. Muajajaja. Ese Hyunjoong es un cerdo.....pero ahora que Yunho esta o encontro a Jae, siento que Jae estara mas protegido :) Millones de gracias!

    ResponderEliminar
  8. El tan esperado Yunjae...Yoohwan si q fue un desgraciado hacerle eso a JJ...menos mal Yun ya lo encontro y lo va a proteger de Hyun Joong :)

    ResponderEliminar
  9. El amor maternal lleva a una persona hacer tantos sacrificios. Jae despues de tanto sufrimiento espero pronto hayes la paz tranquilidad amor y felicidad. Lo mereces

    ResponderEliminar
  10. Yunho ya encontró a Jaejoong y ahora que pasará espero que lo ayude y que Jae ya no tenga que sufrir

    ResponderEliminar
  11. Ay Por Dios que hermosooooo, su primer encuentro y Jae toco fibras en Yunho OMG. Tengo la impresión de que Jae va a conmover el corazón de Yunho al grado de querer potejerlo de todo.

    ResponderEliminar