Blood Rites. Cap 12

Yoochun se paseó por la sala de espera de la UCI mientras Yunho y Siwon jugaban a las cartas. Miró en su dirección y gruñó.

—Yoochun, no es que no nos importa, pero este espacio se haría bastante pequeño si los tres de nosotros estuviéramos paseándonos, y las cartas mantienen nuestras mentes ocupadas. Así que mantén tus gruñidos para ti mismo —gruñó Siwon de regreso.

—Es sólo que me está volviendo loco —admitió Yoochun— La espera constante, el no saber. No puedo captar ninguno de sus pensamientos, está poniendo a mi lobo muy inquieto.

—El doctor lo debe haber sedado, lo cual es una buena cosa ya que él estaba con mucho dolor. Él estará bien, Yoochun. Sabes que haré lo que sea que está en mi poder para mantenerlo sana y salva.

—Lo sé, gracias —dijo Yoochun a su padre.

>>>♥<<<

El teléfono de Jiho vibró, indicándole que tenía un mensaje de texto. Él lo tomó y miró a la pantalla iluminada.

Ven al 4to piso. Usa el elevador del personal para evitar la sala de espera, abriré las puertas.

Jiho se levantó y puso su teléfono en el bolsillo de la bata que el doctor Jeong había dejado para él. Agarró las llaves del auto que la manada de Coldspring le había prestado y se dirigió hacia el cuarto piso. No pudo evitar estar nervioso con Siwon y sus lobos todavía en el hospital. Cuando las puertas del ascensor sonaron y se abrieron, salió e inmediatamente se congeló. Una de los amigos de Junsu estaba parado delante de las puertas que tenían la palabra UCI en ellas, tratando de encontrar una manera de abrirlas. Si él estaba tratando de colarse, estaba muy asquerosamente equivocado en ello.

Él se movió sigilosamente detrás de él, su lobo ayudándolo a ser silencioso mientras acechaba a su presa. Justo cuando el chico estaba a punto de voltearse, Jiho puso sus manos en el punto entre su cuello y hombro, y lo apretó. Él se desplomó como una casa de naipes. Él lo cogió antes de que golpeara el piso y la única cosa en la que pudo pensar en hacer fue ponerlo en el elevador y golpear el botón que lo llevaría devuelta a su piso y esperar que él estuviera bien. Colocó su cuerpo flojo en el piso del elevador y presionó el botón de su piso y miró mientras las puertas se cerraban. Eso era un imprevisto que él no había estado esperando, pero no podía preocuparse por eso ahora. Él caminó de regreso a las puertas de la UCI y escuchó un timbre y las puertas se abrieron.

Directamente delante de él estaba la estación de enfermeras, un escritorio circular les daba una clara vista de cada habitación acristalada. El doctor Jeong estaba esperando en la puerta de una habitación directamente a su derecha.

—Él está fuertemente sedado. Lo tengo conectado a un goteo intravenoso para mantenerlo sometido. También supuse que como él tendría que tener fijada la intravenosa si ésta se detiene, tendríamos que tener una razón para estar sacándolo del hospital, así que falsifiqué documentos de transferencia a la unidad de quemados en el Hospital de Niños en San Antonio. No es del todo creíble pero nos comprará algo de tiempo si nos detectan.

Jiho estaba impresionado con la previsión del doctor.

—Gracias.

—Sólo terminemos con esto —gruñó él. Jiho se preguntó si la buena conciencia del doctor estaba fastidiándolo. Pensó en recordarle acerca de lo que Yoochun le había hecho a su hermano, pero decidió que sería mejor mantener su boca cerrada, llegar a Junsu, e irse. El doctor Jeong había llevado una camilla en la pequeña habitación, justo a la derecha contra la cama en la que Junsu estaba recostado. Jiho pensó que se veía pálido, incluso con su piel rosada en proceso de curación.

—Necesito que agarres ese extremo de la sábana y a mi cuenta, jales. La deslizare suavemente —estaba diciéndole el doctor Jeong mientras miraba al joven que él había elegido como su compañero.

Jiho agarró el extremo como se le instruyó y jaló suavemente a la cuenta de tres del doctor. Lo cubrió con una manta hasta el cuello y el doctor Jeong colocó una máscara de oxígeno en su rostro. Él dijo que era sólo para ayudar a que fuera más difícil de identificar a Junsu. Empezaron a rodar la camilla fuera y a Jiho le impresionó entonces que ahí no hubiera nadie más alrededor.

— ¿Dónde están las enfermeras?

—Solo hay dos enfermeras en la UCI por la noche y envié a una a buscarme unos antibióticos de la farmacia, y a la otra a mi oficina para que me consiga mi teléfono.

—Pero tienes tu teléfono —dijo Jiho antes de pensar.

—Sí, pero ella no sabe eso, ¿cierto? Ahora apresúrate antes de que ellas vuelvan —le dijo él mientras empujaba la puerta hacia la habitación en que Junsu había sido encerrado. Ellos empujaron la camilla por las puertas contrarias a las que Jiho había llegado. Los llevó directo hacia un elevador que tenía las puertas abiertas sostenidas por una gran papelera de acero. El doctor Jeong estaba delante del juego, a Jiho le gustaba eso. Mientras se montaban, el sonido de la música del elevador se filtró por los altavoces y a pesar de que la música pretendía ser calmante, estaba irritando los nervios de Jiho, y él solo quería arrancar los altavoces. «Cálmate» se dijo, «ya casi termina.»

Las puertas del elevador se abrieron y empujaron la camilla por un pasillo con chillones luces fluorescentes que brillaban contra las paredes blancas y pisos de linóleo blanco. Jiho podía escuchar los sonidos emanando del final del pasillo. «La sala de urgencias» pensó. Giraron hacia la derecha y rápidamente rodaron la camilla lejos del ruido. El pasillo parecía durar para siempre, a pesar de que Jiho sabía que realmente no era tan largo. En ese momento, empujando la camilla con Junsu en ella hasta cinco metros serían muy largos.

Justo cuando él pensó que tendría que despegar a toda velocidad, estuvieron finalmente delante de las puertas que los llevarían hacia el auto que él tenía esperando por ellos. El doctor Jeong presionó un botón en la pared y las puertas se abrieron automáticamente.

Jiho había estacionado la camioneta directamente a la izquierda de las puertas, y mientras ellos maniobraban a Junsu por encima de la puerta trasera del lado del pasajero, Jiho se dio cuenta que con Junsu enfermo, las cosas sólo se volverían mucho más complicadas, así que tomó una decisión a medio segundo. Cuando el doctor Jeong caminó hacia su extremo de la camilla para así él poder obtener la bolsa de intravenosa y colgarla en el gancho de ropa en la parte superior de la ventana del asiento de atrás, Jiho lo agarró por el cuello. Él se congeló mientras sentía las garras de Jiho perforar su piel, un hilillo de sangre se deslizó por su garganta.

Él no sabía qué diablos estaba tramando Jiho, pero supo que su trabajo en este juego había cambiado, y no para su beneficio.

—No puedo manejar todas estas medicinas para Junsu, así que hasta que me digas qué necesito hacer para que mejore vienes con nosotros —gruñó Jiho por lo bajo, sus ojos comenzando a brillar.

Su lobo naturalmente quiso rendirse, pero él sólo quería escupirle en la cara. Él miró hacia abajo a Junsu. El chico de verdad estaba muy enfermo y no mantenía ninguna mala voluntad contra él, sólo pasó a estar atrapado en el fuego cruzado. Una vez más para justificar sus acciones, y aliviar su conciencia culpable, cumpliría con Jiho.

—De acuerdo, iré contigo. Pero tan pronto como te haya enseñado qué necesitas hacer para curarlo, me voy, ¿entendiste?

Jiho le dio a su cuello un apretón más por si acaso.

—Ya veremos, doc —le dijo, su mirada prometiendo represalias si él no mantenía su final del trato.

Cargaron a Junsu en el asiento trasero. Él colgó la bolsa de intravenosa del gancho de ropa encima de la ventana, luego subió en el lado del pasajero tomando una profunda respiración y soltándola lentamente. «En qué me he metido» pensó Luhan. Observó a Jiho empujar la camilla de vuelta a la acera, no molestándose en llevarla de nuevo al hospital.

Él caminó hacia el lado de la puerta del conductor y subió al vehículo. Sin una palabra encendió la camioneta, la puso en marcha y se deslizaron en la noche mientras el compañero de Junsu esperaba en vano escuchar las noticias de su bienestar. Luhan no podría haber detenido la lágrima que se deslizó por su mejilla así él hubiera querido.

 >>> ♥ <<<

Changmin despertó atontado. Le tomó un momento orientarse, pero entonces recordó que estaba en el hospital debido a que Jae y Junsu se estaban recuperando del accidente. Se llevó las manos a la cabeza y gimió, su cabeza se sentía como si estuviera abierta. Cuando se puso de pie lentamente, notó el canto que venía del cuarto de baño. Miró a su alrededor y se dio cuenta que Jae no estaba en su cama, y luego recordó que Junsu estaba muy enfermo y en la UCI. Miró el reloj de la pared y vio que indicaba las 5:00 a.m. Caminando hacia la puerta del baño, trató en vano de recordar lo que había sucedido la noche anterior. Se rindió y llamó a la puerta. Como el canto continuó y nadie le respondió, abrió de forma experimental para ver si estaba cerrada con llave. Lo estaba. Presionó la oreja en la puerta y reconoció entonces que era Jae el que cantaba. Presionando más de cerca, se esforzó para escucharlo.

—Eres tan hipno-algo, podrías ser el diablo, podrías ser un ángel, tu tacto es algo bueno, se siente como ir flotando, deja mi cuerpo resplandeciente.

— ¿Katy Perry? Está cantando Katy Perry en el cuarto de baño del hospital. Justo cuando crees que lo has visto todo —murmuró Changmin. Llamó a la puerta de nuevo. Todavía sin respuesta, por lo que comenzó a golpear. Luego, estaba golpeando y gritando—: ¡JAE! ¡ABRE LA MALDITA PUERTA! —No lo sabrías, pero empezó a cantar más fuerte. «Por qué no me sorprende» pensó.

—Dicen que tengo miedo, no eres como los demás, hombres lobos futuristas con ADN diferente, les gusta comandarte —continuó Jae.

— ¡No puedes al menos usar las palabras correctas si vas a hacerlo tan apestosamente fuerte!

Justo cuando Changmin iba a reanudar su, hasta ahora infructuoso, golpeteo, la puerta de la habitación del hospital se abrió de golpe.

Se volvió hacia el posible intruso.

— ¿Por qué ustedes jodidos lobos nunca tocan? ¿Alguna vez se les ha ocurrido que podríamos estar desnudos aquí?

Yunho al menos tuvo la decencia de parecer avergonzado.

—Pido disculpas. Oí golpes y gritos. ¿Está todo bien? —preguntó, mirando alrededor de la habitación. Antes de que Changmin pudiera responder volvió a hablar—: ¿Dónde está Jae?

Antes de que pudiera responder, ambos oyeron a Jae.

—Bésame, bb-bbésame, inféctame con tu amor, y lléname con tu veneno, tómame, tt-ttómame, quiero ser tu víctima, listo para ser secuestrado chico, eres un hombre lobo, tu toque es tan peludo, sobrenatural, extra-hombre lobo —cantó Jae tan fuerte como pudo.

Changmin estaba sacudiendo la cabeza con incredulidad.

—Esto va a ser bueno. Quiero decir, en realidad podría estar avergonzado cuando se entere de que has oído todo eso.

Yunho ladeó la cabeza como si estuviera escuchando algo, entonces él olfateó el aire y tomó una respiración profunda.

—Huelo alcohol. ¿Han estado bebiendo? —preguntó Yunho con incredulidad.

— ¡Por supuesto que no! —dijo Changmin evidentemente ofendido.

Yunho no reconoció su respuesta, pero continuó haciendo preguntas:

— ¿Por qué estabas golpeando la puerta?

—Está cerrada y Jae no me contesta. Es como si no me oyera.

—Así que, ¿podría estar borracho y estar tratando de tomar una ducha? — preguntó Yunho con escepticismo.

—Eso. Podría ser. Algo muy malo, ¿no? —soltó Changmin las palabras a mala gana.

Yunho ya estaba en acción. Estaba golpeando la puerta con tanta fuerza que las bisagras temblaban. Fuerza de hombre lobo, debe ser agradable.

— ¡JAEJOONG, ABRE LA PUERTA! —gritó.

Hubo una pausa en el canto y todo lo que oyeron fue el agua de la ducha. Ambos contuvieron la respiración esperando su respuesta. Un golpe, dos golpes.

— ¿Toc, toc? —lo escucharon preguntar.

—Jae, abre la puerta. Esto no es gracioso —intentó Changmin.

—Jae, abre la puerta, esto no es gracioso, ¿quién? —repitió Jae y se rió.

—Está bien —dijo Changmin a Yunho— Tienes razón, está borracho.

—Jaejoong, quiero que te alejes de la puerta —le dijo Yunho.

— ¿Qué vas a hacer, Yunho? —le preguntó Changmin con aprensión.

Yunho no le respondió, en cambio, apoyó las manos a cada lado de la puerta, impulsó la pierna hacia atrás y pateó duro. La puerta no se resistió en absoluto, se astilló cuando su pie la golpeó y luego se abrió. Vapor salió del baño como un ser vivo, deslizándose alrededor de Yunho, pareciendo empujarlo hacia Jae. Él empezó a entrar, pero antes de que pudiera poner un pie sobre la jamba de la puerta, Changmin le agarró del brazo.

—Oye, amigo, él podría estar desnudo allí dentro, así que espera aquí. Si te necesito, te llamaré.

—Tienes razón, voy a esperar aquí. Pero date prisa —cedió Yunho.

Changmin entró al vapor. Jae estaba de pie en la ducha, bailando con la música que Changmin no podía oír hasta que Jae decidió compartirla, claro está.

—Hay un decibel, en otro nivel, chico, eres mi hombre lobo de la suerte, quiero caminar en tu misma onda, y estar ahí cuando vibres, por ti arriesgaría todo. Pero tú no eres una opción, quiero ser una víctima, lista para la objeción, y no me acuerdo de las palabras, algo sobre veneno. Eres un alien, espera me refiero a un hombre lobo, déjame ver tus patas peludas, no sé lo que rima con patas. — Todo esto iba con la canción de Katy Perry, E.T. Caramba, va a estar tan malditamente avergonzado cuando le diga que cantó sobre Yunho y sus patas.

Changmin se echó a reír a carcajadas sólo con pensarlo. Jae se volvió al oír la voz de Changmin. Él vio más de Jae de lo que necesitaba en toda su vida.

— ¡CHANGMIN! —Que en realidad salió más como “Chenmun”— Hola nene, que te pareció mi canto, bastante bien, ¿verdad? Tú serás mi respaldo, el Sonny de mi “Chair”, o como el, um. —Jae sacudió la cabeza, tratando de llegar a una combinación adecuada, cosa que no hizo— Como el ojo negro a mis guisantes. —Jae se rió y casi se cayó.

Changmin saltó hacia adelante para atrapar a su amigo y evitar que se rompa el cráneo.

— ¡Mierda! Jae, quédate quieto.

— ¿Está todo bien? ¿Tengo que entrar ahí dentro? —La voz elevada de Yunho llamó la atención de Jae.

«Genial, justo lo que necesitaba Changmin, un chico borracho, caliente y desnudo persiguiendo a un hombre lobo.»

— ¡No!

—Oooh, ¿trajiste un chico a casa, Changmin? —Changmin y Jae hablaron al mismo tiempo.

Por supuesto, ahora Jae estaba ansioso por salir de la ducha, ahora que Changmin estaba completamente empapado. Jae se soltó de Changmin y se dirigió hacia la puerta del baño rota… desnudo… como en sin ropa. Changmin estaba deslizándose, tratando de alcanzarlo. No iba a lograrlo.

— ¡YUNHO! ¡Entrando chico loco, borracho, y desnudo! —gritó Changmin tan fuerte como pudo.

Al segundo después oyó a Yunho decir algo que sonaba curiosamente como maldiciones coreanas y a Jae decir:

—Oooh, eres jodidamente caliente, como en c-a-l… —Jae estaba tratando de deletrear caliente, es obvio que no iba a suceder.

Changmin finalmente logró salir del cuarto de baño, el agua goteaba de él. Imaginó que se parecía a un enojado gato mojado. Yunho había envuelto  una de las sábanas de la cama alrededor de Jae, quien estaba en ese momento tratando de tantearlo.

— ¿Nos conocemos? —Preguntó él— Porque si no lo hacemos, entonces deberíamos, y por conocernos me refiero a besarnos. —Yunho estaba valientemente tratando de mantener las manos de Jae en áreas apropiadas. Changmin supuso que debería ayudar, pero esto era demasiado bueno para dejarlo pasar. Se acercó a su mochila y sacó su teléfono.

— ¿Qué estás haciendo? —La voz de Yunho sonaba incrédula.

—Estoy filmando esto. Es demasiado bueno para dejarlo pasar. Jae va a tener un ataque al maldito corazón cuando esté sobrio y voy a tenerlo todo en vídeo. Será como un regalo de Navidad que sólo seguirá entregándose. Cada vez que necesite que me recoja, sólo voy a encender el vídeo de Jae borracho y chiflado, ¡tanteando a un hombre lobo que no tiene ni idea de cómo manejar un adolescente cachondo y borracho! Esto es como el mejor regalo de mi vida, alguien en la galaxia me ama. —Changmin se estaba riendo en el momento en que había terminado de hablar.

Yunho, sin embargo, no lo estaba.

Jae se volvió para mirar a Changmin como si acabara de darse cuenta por primera vez que estaba en la habitación.

— ¡Changmin! Mira. —Jae intentó susurrar como si Yunho no pudiera escucharlo, pero salió más como un grito ronco— ¿Cómo se llama? ¡Es tan delicioso!

—Jae, ése es Yunho, ¿recuerdas? ¿Miembro de la manada de hombres lobo de Yoochun? —Changmin miró a Jae por cualquier reconocimiento.

Jae estaba estudiando a Yunho de cerca, tenía sus manos sobre su cara. Luego le pasó los dedos por el cabello, muy de cerca, sin dejar de mirarle a la cara.

—Hmm, como que parece familiar, ahora que lo dices… —Siguió estudiándolo, girando la cabeza de lado a lado.

Yunho miró a Changmin como buscando instrucciones. La inspiración lo golpeó.

—Dile algo mandón a él. —Changmin sonrió ingenioso. Yunho le gruñó, él se encogió de hombros. —Está bien, sé el primer hombre lobo violado por un adolescente borracho. Lo que quieras, colega, es tu reputación.

Yunho agarró las manos de Jae y lo miró directamente a los ojos.

—Jaejoong, ve y vístete. Ahora. —Su voz era tan fría y firme como siempre. Jae se congeló, y luego se rió cuando dijo:

—Yunho. Oh sí, te conozco. Eres tan caliente cuando eres mandón. — Genial, pensó Changmin mientras ponía los ojos en blanco, el Jae ebrio piensa que Yunho es sexy cuando es mandón, qué agradable.

Para sorpresa de Changmin y Yunho, Jae finalmente cedió.

—Está bien, voy a ponerme algo de ropa. Pero sólo porque lo solicitaste tan amablemente. —Jae comenzó a desenvolverse de la sábana y estaba casi desnudo de nuevo cuando Yunho se dio cuenta que tenía la intención de vestirse allí mismo, delante de él. Se movió más rápido de lo que nunca lo había hecho antes y fue directamente hacia el baño.

—Dime cuando esté vestido —le dijo a Changmin.

—Entendido, amiguito —dijo Changmin sarcásticamente.

— ¿Crees que le gusto? Creo que me gusta, pero no debería… —La voz de Jae sonó como un niño herido. Oh no, Jae estaba yendo de borracho tonto a borracho triste. Los borrachos tristes son los del peor tipo.

—Jae, mírame —dijo Changmin en la voz más severa que pudo reunir— ¿Por qué crees que te gusta Yunho?

La cara de Jae quedó en blanco, luego sonrió.

— ¿Por qué crees que me gustaría Yunho, tontito? Es mandón, frío, insoportable, gruñón, prepotente, delicioso, sexy, fuerte y alto.

—Um, Jae. —Él chasqueó los dedos en la cara de Jae, el cual se había desconectado completamente mientras continuaba con su descripción de Yunho. Esto era malo, demasiado, malditamente malo. Jae tenía un enamoramiento por un hombre lobo que nunca podría tener. «Maldición» pensó Changmin, «¿por qué no puede ser como los otros chicos y gustarle el capitán del equipo de fútbol, o incluso un mugriento rebelde de la secundaria? Pero no, él tenía que enamorarse de un hombre lobo.»

La voz de Jae fue suave.

—No es importante, él no es una opción. —Él volvió al otro extremo del espectro de los borrachos y estaba girando en círculos con los brazos extendidos, cantando—: Él no es una opción. —Una y otra vez en la misma canción que había estado cantando antes. Changmin sujetó a Jae y lo ayudó a vestirse y luego gritó para que Yunho se uniera a ellos nuevamente. Cuando él volvió a entrar a la habitación, Jae inmediatamente se acercó e inclinó sobre él, mirándolo pensativo. Yunho se acercó a la cama mientras Jae continuaba pegado a él. Cuando ambos se sentaron, él miró a Changmin.

—Entonces, ¿qué sucedió exactamente anoche?

Changmin cerró los ojos y se frotó la cara con fuerza con ambas manos, intentando en vano de recordar lo que pasó pero había un espacio en blanco en su mente.

—No lo recuerdo, Yunho —respondió honestamente.

—Bien, ¿qué es lo último que recuerdas?

—Jae y yo habíamos decidido colarnos en la UCI para ver a Junsu. Vagamos por todo el hospital hasta que casi fuimos atrapados por un sujeto en bata. Jae hizo que me fuera sin él y dijo que se quedaría y distraería al sujeto.

Yunho gruñó.

— ¿A qué te refieres con que él estaba con un sujeto? —Bajó la mirada hacia Jae para preguntarle sobre ello, pero él estaba dormido, su cabeza apoyada contra su brazo. Yunho lo acostó suavemente y subió sus piernas sobre la cama, luego lo cubrió con las mantas. Volvió a darse la vuelta hacia Changmin y lo inmovilizó con su mirada— ¿Qué demonios estaban pensando? ¿No dije específicamente que no hicieran nada estúpido?

A Changmin le quedó claro que nada que pudiera decir calmaría al hombre lobo enfadado frente a él, por lo que ni siquiera lo intentó.

—Mira, Junsu es nuestro mejor amigo, está solo en una habitación con tubos y mierdas pegadas a él, está sufriendo, y tiene miedo. No íbamos a dejarlo allí solo.

—Entiendo eso, pero pudieron haber pedido ayuda en vez de intentarlo ustedes solos —le dijo Yunho.

La mandíbula de Changmin se abrió, desconcertado por lo que acababa de escuchar.

— ¿Estás diciendo que nos habrías ayudado?

—No voy a decir que no los habría intentado convencer de lo contrario, pero conociendo a éste —señaló con su cabeza en dirección de Jae— no habría cedido. Por lo tanto sí, los habría ayudado.

—Vaya. Bueno, la próxima vez que queramos romper algunas reglas definitivamente reclutaremos tu pericia.

—Bien, ¿ahora recuerdas algo más? ¿Lograste entrar a la UCI? ¿Recuerdas regresar a tu habitación? —Yunho lanzó pregunta tras pregunta a Changmin.

—Espera, Yun. Déjame pensar —le dijo Changmin, levantando ambas manos en un esfuerzo por detenerlo— Recuerdo estar parado frente a las puertas de la UCI y estaba intentando descubrir cómo abrirlas y luego… —Changmin frunció el ceño, esforzándose por recordar lo que había sucedido.

—Espera, ustedes se escaparon de Shindong, ¿cierto?

Changmin asintió y observó como Yunho se levantaba y caminaba a la puerta. Asomó la cabeza y le escuchó pedirle a Shindong que entrara. Shindong entró, sus hombros caídos, y Changmin pudo decir que estaba preparándose para ser masticado por el Beta de su manada.

—Shindong. —La voz de Yunho fue baja y exigía la verdad— ¿Podrías explicarme cómo dos adolescentes fueron capaces de escaparse de ti?

Shindong miró a Changmin y luego a Yunho.

—Debe haber sido cuando fui al baño. No me fui mucho tiempo, y la habitación estaba tan silenciosa que pensé que se habían quedado dormidos. — Shindong se tropezó con sus palabras mientras el miedo emanaba de él.

— ¿Por qué no me llamaste y pediste que viniera y te relevara?

—No lo sé, Yunho. No pensé que intentarían hacer algo. — Yunho resopló.

— ¿No  has  estado  cerca  de  estos  chicos  durante  el  mes pasado? Seguramente has notado que son un imán para los problemas.

—Oye, no hay necesidad de estar odiándonos. —Changmin frunció el ceño.

—Decir la verdad no es odiar, como lo llamas, es sólo declarar un  hecho —le informó Yunho.

—Bien, así que sabemos cómo se fueron, ahora tenemos que saber cómo regresaron. —Yunho fulminó con la mirada a Shindong— ¿Por casualidad estabas en tu puesto cuando los chicos regresaron?

—Sí, estuve aquí ambas veces —respondió él, no menos nervioso que antes. —Me refiero a ambas veces. No llegaron juntos a la vez —explicó Shindong— llegaron por separado. Changmin fue el primero en volver.

—No recuerdo volver —le dijo Changmin.

—Bueno, no esperaría que lo recordaras. Estabas desmayado en el ascensor.

Changmin jadeó y se cubrió la boca. Yunho no dijo nada, sólo esperó a que el lobo siguiera.

—Las puertas del ascensor se abrieron y nadie salió, por lo que me acerqué corriendo antes de que pudieran cerrarse para ver si alguien estaba dentro, y ahí estaba en el suelo del elevador. Así que te recogí y puse de nuevo en la cama. Ahí es cuando me di cuenta que Jae también se había ido. —Shindong se estremeció ante el bajo retumbo proveniente de Yunho.

—Dime, ¿por qué no me llamaste en este punto, Shindong? ¿No crees que fue algo relevante que encontraras inconsciente a Changmin en el ascensor y Jaejoong perdido? —Para cuando Yunho terminó de hablar, estaba paseándose por la habitación, pareciendo estar a punto de estrangular al pobre lobo.

—Debería haberte llamado ahí mismo, pero decidí esperar y ver si Jae volvía por si solo. Si no regresaba pronto iba a llamarte. Ahora veo en retrospectiva que no fue la mejor idea.

— ¿Eso crees? —Preguntó Yunho— ¿Cuándo regresó Jaejoong? —gruñó.

—Regresó hace una hora en compañía de un sujeto en bata que él dijo se llamaba Matty. Estaba bastante borracho cuando le pregunté por el hombre. Él se asustó y apresuró a irse. Entonces ayudé a Jae a regresar a su habitación y he estado sentando allí afuera desde entonces —terminó Shindong.

Changmin estaba convencido de que si él estuviera en su forma de lobo estaría escondiendo el rabo entre las patas. Por otra parte, cuando miró a Yunho y la obvia ira contra la que luchaba, Changmin tuvo que admitir que se sentía con ganas de esconderse también.

Yunho miró finalmente a Shindong.

—Puedes irte.

Shindong soltó un suspiro que Changmin no pensó ni por un instante que él se hubiera dado cuenta que estaba conteniendo. Se dio la vuelta para irse pero antes de lograr salir por la puerta Yunho le dijo:

—Shindong, no olvidaré esto, y lo resolveremos una vez que todo lo demás se haya solucionado. ¿Entendiste?

—Sí, Beta. —Y luego cerró apresuradamente la puerta.

Changmin podía sentir el enojo saliendo de Yunho, era casi tangible.

— ¿Estás bien? —le preguntó él.

—No estoy realmente seguro en este momento —contestó honestamente.

—Bueno, tal vez deberías tomarte un descanso. Jae no está despierto para que le gruñas y no tiene sentido gruñirme ahora cuando vas a volver a hacerlo cuando él despierte.

—Esa probablemente es una buena idea. Sin embargo, te lo aviso Changmin, un descanso no enfriará mi temperamento. Bien podría ser peor mientras tengo tiempo de pensar en todas las posibilidades de la pequeña aventura de Jaejoong.

—Bueno, bien, no te preocupes por eso ahora. Quiero decir, él obviamente apareció completamente vestido. Shindong no mencionó que apareciera despeinado o algo así, así que puedes asumir que él no dejó que este sujeto Matt lo desflorara.

—Changmin, no estás ayudando. —Yunho se giró lejos de ambos chicos, respirando hondo y exhalando lentamente— Mira, voy a comprobar a Yoochun y ver si ha escuchado algo desde que me fui. Por favor, no dejes esta habitación hasta que regrese. ¿Crees que puedes manejar eso?

—Seguro, Yunho, dado que lo has pedido tan amablemente —respondió Changmin, su voz llena de sarcasmo.

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