Yunho se encontraba sentado en uno de los
sofás de la sala cuando todo ser viviente dentro de su castillo comenzó a
desfilar silenciosamente dentro de la habitación. Junsu, Yoochun y su madre
eran los únicos que se sentaban a su lado. Yunho no confiaba en absolutamente
nadie más en ese edificio.
El consejo estaba parado junto al resto
de los empleados en completo silencio. Los únicos que faltaban eran los
soldados que había herido y Donghae. Ya hablaría con ellos más tarde si no
lograba encontrar al culpable entre el grupo que tenía enfrente. Le habría sorprendido
la falta de protesta de los vampiros, sino fuera porque todo le importaba tres
mierdas justo en ese momento.
Lo que Yunho no sabía es que el consejo
no se atrevería a protestar al rey vampiro por nada en ese momento, porque
Yunho literalmente emitía un aura de furia asesina. Si se lo miraba sin
atención, solo verían al moreno sentado en el sofá con una expresión vacía en
su rostro, pero para todos en esa sala era evidente la tensión en cada musculo
del vampiro, como si se preparara para saltarle a la yugular al primero que emitiera
sonido. Y si eso no era suficiente para mantenerlos callados, la furia ardiente
en sus ojos verdes terminaba de cerrar el trato.
El rey vampiro respiró profundamente una,
dos… tres veces antes de levantar la vista hacia la multitud parada frente a
él. Lentamente examinó los rostros de cada uno de ellos con su mirada cargada
de odio. En su libro eran todos traidores. Justamente en ese momento no podía ponerle
rostro al bastado que había entregado a su Jaejoong, así que su odio era el
mismo para cada uno de ellos.
-
Voy a preguntar esto una vez y solo una vez y si no recibo respuesta me desharé
de todos y cada uno de ustedes… - la voz de Yunho estaba vacía, sin
vida, pero se podía escuchar a la perfección la verdad en cada una de sus
palabras. - ¿Quién fue?
El grupo de vampiros comenzó a revolverse
incomodos, dirigiéndose entre ellos miradas aterradas. El rey iba a hacer que
todos pagaran por su dolor si el culpable no hablaba.
-
Su majestad, que es… - comenzó K pero fue interrumpido por Yunho casi al
instante, con el mismo todo frio y muerto, casi aburrido.
-
¿Fuiste tú?
-
¿Qué? No, su majestad, yo…
-
Entonces cierra el puto hocico. – el tono del rey no variaba en lo
absoluto, pero su voz estaba tan cargada de odio y furia reprimida que podía
mantenerlos a todos en silencio con mucha más efectividad que si estuviera
gritando con todas sus fuerzas.
K se quedó callado con los labios
firmemente apretados. Lentamente el moreno se puso de pie y se acercó un paso a
la multitud, que parecía estar conteniendo la respiración.
-
Uno de ustedes decidió traicionarme. Si me hubieran hecho daño a mí, me habría
importado muy poco, podría haberlo olvidado y hasta perdonado, pero se metieron
con mi esposo y mis hijos… Jaejoong que no fue nada sino amable con ustedes.
Jaejoong que los ha tratado a todos como familia. Quiero saber quién fue…
Yunho esperó, inspeccionando los rostros
de todos los presentes cuidadosamente. Arrastrando su mirada de un rostro hacia
el otro, inspeccionando sus reacciones, leyendo las emociones en cada uno de ellos.
Esperó y esperó otro poco, pero nadie parecía dispuesto a decirle lo que
necesitaba saber.
-
Ok…
Con un rápido movimiento tomo a Jinky del
brazo y tiró de él hasta tenerlo de
espaldas contra su pecho. Agarrando firmemente su cabeza con ambas manos, Yunho
acercó su boca al oído del macho.
-
Si no fuiste tú, lo lamento. – murmuró el vampiro con el tono de voz que
decía que sentía lo contrario de lo que decía.
Pero justo cuando estaba a punto de
romperle el cuello al muchacho que había servido a Yunho día y noche por meses,
un grito desgarrador detuvo sus manos cuando iba a dar el golpe.
-
¡FUI YO! ¡NO LO HAGA, FUI YO!
Antes de que el resto de los vampiros se
hiciera a un lado para descubrir a la persona que había hablado, Yunho ya sabía
quién era. Había oído su voz incontables veces. Cuando charlaba y reía con
Jaejoong en la cocina o en el vestidor escogiendo las prendas que usaría el rubio.
Allí, arrodillada en el suelo cubriéndose
el rostro con sus manos, estaba Minzy.
>>>♥<<<
Jaejoong miró a su alrededor tratando de
encontrar algún escape, alguna forma de salir del agujero oscuro en el que lo
había tirado los demonios que lo habían capturado. Si no fuera por sus bebes,
Jaejoong habría peleado y les habría pateado el trasero, pero no quería
arriesgarse a lastimarlos. Así que todo lo que hizo fue proteger su vientre con
los brazos lo mejor que pudo.
En cuanto la pesada puerta de metal se
cerró detrás de las bestias, Jaejoong se quedó solo en la completa oscuridad.
Le tomo unos momentos a sus ojos acostumbrarse para comenzar a distinguir
formas. Jaejoong parecía estar encerrado en alguna clase de prisión de roca
antigua, evidentemente bajo tierra. Una construcción.
Después de una exhaustiva inspección,
Jaejoong se dio por vencido y se dejó caer contra la pared contraria a la
puerta. Jamás en la vida se había sentido tan vulnerable. No podía
transportarse lejos de allí y no podía luchar si no quería lastimar a sus
bebes. Y lo peor de todo era saber que esos tipos estaban haciendo esto para
lastimar a su marido y lo iban a conseguir, porque Jae no podía hacer nada para
ayudar a su Yunho.
Acariciando su hinchado abdomen, Jae
lloro silenciosamente. Lloró por Yunho y lo mal que se debía sentir en ese
momento y por Donghae a quien había visto ser lastimado por protegerlo. Por
Junsu y Yoochun que también habían sido tratados como muñecos de trapo y por
sus bebes. Sus pobres e inocentes bebes a quienes Jae no podía proteger por
mucho tiempo.
Sus ojos escanearon una vez alrededor
buscando desesperadamente por una salida o algo para defenderse, pero todo lo
que veía era roca. No ventanas, no antorchas, ni siquiera una piedra suelta. El
rubio bajo la mirada y comenzó a escanear el suelo. Si bien estaba cubierto de piedras,
había rendijas entre ellas que le dejaban ver que había tierra debajo.
Tomando aire profundamente, Jae concentró
la poca magia que había podido recargar en sus manos y apoyándolas contra la
fría superficie logró hacer que unas ramas espinosas se abrieran paso entre las
piedras. El rubio suspiró un poco más aliviado, si bien no tenía la suficiente
magia para luchar, al menos tenía la suficiente para protegerse por un rato y darle
tiempo a su Yunho para llegar. Jaejoong no tenía ni idea de que era lo que los
demonios planeaban hacer con él, pero seguramente no sería nada bueno y no iba
a esperar para enterarse.
Nerviosamente el salcor esperó hasta que
una o dos horas más tarde escuchó el sonido de pisadas acercándose a la puerta
trampa. Por el sonido que hacían debían ser más de dos de ellos. Concentrando
su escasa magia en las manos, Jaejoong hizo crecer las ramas que estaban a su alrededor
hasta que lo cubrieron por completo. Mientras más y más de ellas crecían
enredándose en el capullo que Jaejoong había creado, el rubio vio por una
rendija como los demonios maldecían y bajaban por las escaleras con más
velocidad para llegar a él.
Inmediatamente Jae comenzó a sentir como
arrancaban trozos de las ramas maldiciendo cuando las espinas los lastimaban,
pero tan pronto como las arrancaban el salcor hacía crecer unas nuevas para
ocupar su lugar.
-
¡SUFICIENTE! – Jaejoong escucho a uno de ellos rugir molesto
La destrucción de su pequeño capullo se
detuvo al instante y todo lo que el rubio pudo oír fue las pisadas de uno de
ellos acercándose. Jae esperó agitado y aterrado al siguiente movimiento, pero
nada pasó y eso preocupó al rubio mucho más. ¿Y si ese demonio tenía una forma
efectiva de deshacerse de su capullo?
Y entonces escuchó lo más insólito. Risa.
El demonio se reía.
-
¿Por qué pierden el tiempo? Sabemos que no tomó el suficiente sol para mantener
esta… protección mucho más. Solo hay que esperar un poco… - Jaejoong jadeó
asustado y luego escucho que hablaba mucho más cerca, como si se hubiera
inclinado para hablar con Jae a través de su protección – ¿No es cierto, Jaejoong?
El rubio escucho la diversión en su tono
al decir su nombre y le produjo un escalofrío de rechazo.
-
Sabemos muchas cosas de ti y de tu vampiro. Sabemos que no recibiste suficiente
luz de sol para mantener esta protección mucho tiempo y que el vampiro no puede
asomar el hocico aquí sino quiere morir quemado. Y también sé que necesitas
sexo para vivir, tu pequeña zorra… y sin tu bastardo aquí… bueno, creo que
entre todos mis soldados podemos darte una mano…
Jaejoong escuchó varias risas a su
alrededor esta vez y lo enfermó. Jamás había pensado que encontraría el sexo
repulsivo, pero ese era el caso justo en ese momento. Si no se le ocurría algo
urgentemente, las cosas terminarían muy mal.
-
Quedan muchas horas hasta el atardecer, pónganse cómodos.
>>>♥<<<
Yunho estaba parado en la sala mirando a
la joven que lloraba cubriéndose el rostro arrodillada en el suelo. Todos los
empleados se habían retirado, al igual que el consejo, con nada más que una
mirada de Yunho. Yoochun caminaba cerca de Yunho en caso de que tuviera que prevenir
al vampiro de hacer algo tonto. Pero Yunho no lo veía. Su interior… dolía. Era
muy difícil de describirlo, pero desde que se habían llevado a Jae sentía que
estaba sangrando internamente y ahora también sentía un malestar en el estómago
como si hubiera tragado piedras. Si es que eso tenía sentido.
-
¿Por qué? – graznó Yunho con la voz ronca
Minzy no hizo más que llorar con más
fuerza. Eso enfureció al vampiro.
Ella actuaba como si ella fuera la que
sufriera, y no el vampiro que acababa de perderlo todo.
-
¡¿POR QUÉ?! – gritó el vampiro avanzando hacia la mujer.
Yoochun inmediatamente estaba allí
aferrando el brazo de Yunho para impedirle que se acercara más. Los miembros de
la guardia real se tensaron pero se relajaron casi al instante al ver que no
eran necesitados aún.
-
Hyung…
Yunho no quitó la mirada de la joven que
lentamente retiró las manos de su rostro y lo miró con los ojos rojos llenos de
lágrimas sin derramar.
-
Lo siento… yo no quería… tenía que… tenía que hacerlo…
-
¿Por qué? – preguntó el vampiro una vez más pronunciando cada palabra con rabia.
Sollozando la mujer bajó la mirada y
comenzó a hablar en voz baja.
-
Mi… hermano menor siempre ha sido algo rebelde. El… dejó a una de sus
compañeras de clase embarazada y cuando mi madre le exigió que se hiciera cargo
él simplemente no quiso y… escapó. Al parecer quiso dejar nuestro territorio y
los demonios lo capturaron en el límite de su territorio y el de los elfos. Yo
pensé que él estaba muerto y mi madre no ha dejado de llorar un solo día desde
que se fue… los demonios me contactaron cuando usted fue coronado y me dijeron
que si no les contaba de ustedes y sus debilidades no me devolverían a Woobin…
no quería que esto pasara…
El vampiro trató de que le importara. En
serio trató, pero todo lo que sentía era odio.
-
¿Tú entregaste a Jaejoong… al Jaejoong que te quería como a una amiga por un
tipo que voluntariamente salió de nuestra protección para no cumplir con su
deber?
-
Majestad… es mi hermano…
-
¡Y es mi esposo! ¡Mi esposo y mis hijos! ¿Y porque demonios no me dijiste el
plan de esos hijos de puta a mí? ¿Por qué simplemente hiciste lo que te pidieron?
-
Dijeron que me mandarían a mi hermano en trozos si se enteraban que se lo dije
a usted… yo no sabía que hacer… yo… no… lo siento tanto, su majestad. – la mujer volvió a
llorar como si eso mejorara las cosas.
Pero verla llorar allí no produjo nada en
el vampiro más que odio y repulsión. Ella había decidido sacrificar a su
Jaejoong por un idiota que en su opinión no valía nada.
-
Debería matarte – murmuró Yunho con un tono letal que hizo que la vampiresa
se estremeciera – pero no lo voy a hacer.
Cuando ella levantó la mirada llena de
esperanza hacia él, Yunho quiso golpearla y hacerle sentir la mitad del dolor
que él estaba sintiendo, pero se contuvo.
-
Voy a dejarte vivir. Voy a ir a buscar a Jaejoong y lo traeré aquí de nuevo,
donde pertenece y voy a buscar a la mierda de tu hermano y te lo traeré aquí.
Eso es, si aún está vivo porque dudo que hayas comprobado si es que esos
bastardos decían la verdad.
Minzy sollozó ante las palabras de Yunho.
-
Pero una vez que tengas a tu hermanito de vuelta, ya sea vivo o en pedazos, tú
y toda tu familia se largan de mi territorio. – Minzy levantó la
vista horrorizada ante lo que oía – No
estarán bajo mi protección y los mataré si alguno de ustedes se atreve a poner un
pie aquí para pedir ayuda con nada. Tú y ese bastardo se las arreglarán como
puedan, y si son secuestrados o los matan, pues que sea la voluntad de los
dioses.
-
Pero mi madre, altez…
-
No voy a dejar a ningún otro posible traidor cerca mío.
Yunho giró sobre sí mismo y comenzó a
salir de la habitación, dejando a la vampiresa en manos de los soldados que la
llevarían a su celda cuando se detuvo abruptamente.
-
Pero si algo le pasa a mi Jaejoong… tu destino y el de todo el que amas será
diferente… y te prometo que vas a sufrir.
La furia de yunho es razonable es obvio q reaccionaria asi, osea es a sus seres mas amados a quienes han secuestrado y peligran. Espero q puedan rescatar ya mismo a boo.
ResponderEliminarMuchas gracias por actualizar amiga, me alegra muchisimo tu regreso se te extraño ^^
Minzy ea la culpable del secuestro de Jae y Yunho esta mas que furioso y es comprensible han secuestrado a su familia,espero que Yunho los rescate
ResponderEliminartiene razón Yunho entrego a Jae que es bueno y dulce con todos por su hermano cobarde que prefirió huir y dejar a su novia embarazada y no vale la pena ese hombre pero espero que Yunho pueda encontrar a Jae a salvo y que no logren lastimarlo se pone mas bueno Gracias
ResponderEliminarPobre Jae, espero aguante hasta que llegue ayuda y Yunho para salvarlo. Esa traidora merece la quemen en leña verde.
ResponderEliminarGracias!!!
Esa niña tonta(>.<) como pudo hacer tal cosa? Junsu tiene razón en sentir preocupación los demonios saben mucho de ellos y ahira representan un peligro grave para los salcors. Ojala Yuho pueda traer a salvo a su familia y destruir atodos los demonios.
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