― Mi amor. —Yoochun acarició el rostro de Junsu mientras trataba
de despertarlo— Tenemos que prepararnos.
Todos los demás ya se habían levantado y
comenzado a prepararse para el viaje que cada uno tenía por delante. Yoochun
había dejado dormir a Junsu diez minutos extra, sabiendo que las
emociones iban a ser intensas hoy. Iba a ser
agotador.
Para su sorpresa, su compañero odia-mañanas se sentó repentinamente. Lo miró, su cabello
un desastre de dormir. En lugar de una sonrisa
vio el duro destello de la determinación en sus ojos esmeralda.