miércoles, 6 de junio de 2012

Al Borde de la Locura



Autor: MiyuChan
Extensión: One-Shot
Couple: MinxMin

Él nunca se había sentido así. Nunca se había sentido tan... ¿Cansado? Si, cansado de la vida. Así es como se sentía Changmin.
Y es que ¿Alguna vez podría tener una relación amorosa que funcionara? Había incluso llegado a creer que todos los dioses existentes (Y los que no, también) habían decidido que la vida amorosa de Shim Changmin sería un asco mientras permaneciera vivo.
Y parece que había dado justo en el clavo con esa teoría.
-    Changmin-ah... - habló la mujer de oscuro cabello, parada frente a él. - De verdad lo siento, pero creo que esto... no está llegando a ningún lado.
"Lo mismo de siempre" pensó Changmin, sin decir absolutamente nada.
-    Quieres decir que...
-    De verdad lo siento. Creo que esta relación no funcionará. - le sonrió y Changmin sintió esa sonrisa como una puñalada en el pecho. - Adiós. - la mujer se dio media vuelta y se fue.
Changmin miró al cielo. Estaba nublado. Suspiró con fuerza y se fue.
"Tenías razón, Changmin. Jamás tendrás una relación que funcione y te haga feliz"
-    ¿Terminaron? - preguntó una voz tras él. Era Yoochun.
-    Si. - respondió el menor. Siguió viendo televisión. - ¡Esto de las relaciones amorosas es un asco! - continuó, echándose una papa a la boca.
-    Minnie, no digas eso. - se sentó a su lado y le estiró la mejilla. - Eres joven y muy apuesto, aún puedes conocer a  mucha más gente... Ya vendrá alguien con quien serás feliz.
-    No, ya estoy cansado. Ya no quiero más relaciones fallidas. - dijo serio, pero dejando notar un poco de molestia en su voz. Se echó unas cinco papas fritas a la boca de una vez. - ¡Las relaciones son un asco! Siempre termino sufriendo yo, ¡sería mejor clonarme y salir conmigo mismo! - apagó la tele y se levantó. - Voy a dormir.
-    Pero son solo las 8 p.m., Changmin.
-    No me importa. Dile a Jae hyung que no cenaré.
-    Ok...
Entró a su habitación y cerró la puerta, ni muy fuerte ni muy suave. Se quedó apoyado en ella largo rato. Suspiró con fuerza. Se echó en su cama y miró al techo, odiándose mentalmente.
-    Lo he intentado con muchas chicas ¿Sabes? - le habló a un peluche que estaba sobre la cama. - Incluso lo intenté con chicos ¿Puedes creerlo? ¡Pero no funciona! - se quejó, apretando el muñeco de felpa con sus manos - Y ahora hablo contigo... - rió. - Eres solo la imitación de un oso relleno con algodón. ¿Qué sigue ahora? Estoy al borde de la locura - se tapó la cara con el animalito y se quedó ahí largo rato. Sintió la puerta abrirse y se escondió bajo las sábanas.
-    ¿Minnie? ¿Estás bien? - era Jaejoong. El menor no le contestó. - Yoochun me dijo que no querías cenar, así que me preocupé.
-    Estoy durmiendo. - respondió sin siquiera moverse. Jaejoong giró sus ojos.
-    ¿Qué es lo que pasó? ¿No quieres hablarlo conmigo? Quizás te haga sentir mejor.
-    Changmin está durmiendo, pero su conciencia dice que no quiere hablar de ello. - volvió a decir, sin moverse. Jaejoong suspiró y abrió la puerta para salir.
-    Tu plato está en el microondas por si tienes hambre. - le dio una última mirada y salió de la pieza.
Changmin se destapó y gritó no con mucha fuerza contra la almohada. Volvió a mirar el oso de peluche que aún tenía en su mano.
-    ¿Qué cree usted, señor Oso? - habló bajito para que los otros no lo escucharan hablando con un peluche y lo creyeran loco. - Sé que estoy loco porque hablo contigo, pero tú no me contestas así que es más cómodo. - Volvió a acostarse mirando al techo. Cerró sus ojos.
"¿Qué pasaría si de verdad me clonara y saliera conmigo mismo?"
-    Es un pensamiento muy egocéntrico, Changmin. Se reprochó él mismo.
"Es egocéntrico, si. Pero todas las personas con las que he estado son egocéntricas. Sólo piensan en ellos"
-    Es cierto... - susurró. - Y ahora estoy hablando con mi conciencia, vaya día. - se levantó y lentamente fue desvistiéndose, hasta quedar solo en ropa interior. Se metió bajo las sábanas blancas y suspiró. - Lo mejor será dormir...

>>> ♥ <<<


El sol le daba en toda la cara. Se maldijo porque nuevamente había olvidado cerrar las cortinas la noche anterior, para no sufrir esto.
Había tenido un sueño bastante extraño. Se veían muchos colores y él estaba bajo el agua. Era como si se estuviese ahogando, pero podía respirar. Comenzaba a hundirse de a poco y al llegar al fondo veía una mano que se estiraba hacia él, desde abajo. Changmin tomaba esa mano y de pronto estaba fuera del agua, al mirar la cara de quien lo ayudaba se impresionaba al ver que era él mismo quien le sonreía.
-    Vaya sueño... - se frotó los ojos y se levantó para desayunar.
Se sentía raro, distinto. Caminó hasta la cocina y notó que no había nadie.
-    ¡¿Hyung?! - llamó, esperando que alguien le contestara. Nadie respondió.
Caminó por todo el departamento, no había nadie en él. Se le ocurrió de pronto mirar la hora ¡Eran las 5 de la tarde! ¿Tanto había dormido?
-    ¡Y no me despertaron! - se quejó. Tomó su celular y marcó el primer número que aparecía de los chicos: Jaejoong. Esperó algo impaciente, mientras oía como marcaba. - ¿Hola? ¿Jaejoong? Dónde... - habló cuando oyó que contestaban, pero se quedó callado al instante.
Se oía distorsionado. Podía oír la voz de su hyung, pero se oía extraña y distorsionada, al más puro estilo de una película de terror.
-    ¿Jaejoong? ¿Me escuchas?
-    Changm........ nde estás?.......... nnie....... la?........ Hola?
Changmin cortó la llamada, algo asustado. ¿Qué mierda había sido eso?
Se hizo un café y tostó algo de pan. No tenía ganas de comer mucho, honestamente esa llamada lo había asustado bastante. Esperó todo el día en el departamento, pero los chicos no llegaron.
-    Quizás llegarán más tarde, son solo las 10. - intentaba tranquilizarse, porque si, estaba bastante nervioso.
Fue hasta su habitación y se acostó en la cama, y apenas su cabeza tocó la almohada se quedó profundamente dormido.
Al otro día, apenas despertó, saltó de la cama y llamó al resto.
-    ¡¿Chicos?! ¿Están aquí? - preguntó en un grito. - ¿Jaejoong? ¿Yoochun? ¡Yunho, Junsu! - no le respondieron. - ¡Mierda!
Nuevamente no estaban. Fue al baño y se dio una ducha larga para relajarse. Luego de vestirse salió del departamento. Iría a buscar a los chicos. El auto no estaba, así que saco una bicicleta y fue al estudio.
Al llegar, dejó la bicicleta en el estacionamiento de bicicletas (valga la redundancia) y al darse vuelta chocó con alguien, haciéndole caer al suelo.
-    Lo siento mucho. - se disculpó la persona con la que chocó y le dio su mano para ayudar a Changmin a levantarse. Este abrió sus ojos totalmente impresionado cuando vio la cara del que lo había ayudado.
¿Estaba alucinando? ¡Era igual a sí mismo! ¡Idéntico! ¿Sería una especie de doble o algo así?
-    ¿Estás bien? - preguntó el otro, sonriendo. ¡Demonios! ¡Era su misma sonrisa!
-    S-si... - respondió algo confundido. - ¿Quién eres tú? - se le ocurrió preguntar.
-    Tú deberías saberlo mejor que nadie. - sonrió nuevamente. - Soy Max.
Changmin lo miró de pies a cabeza, más confundido que antes. Era su viva imagen, ¡Como mirarse a un espejo! La única diferencia, la cual recién había notado, era el cabello. Changmin tenía ahora el flequillo largo (como el de Jaejoong, quizás), pero el chico frente a él tenía el cabello corto, así como lo tenía Changmin antes de dejarlo crecer. Todo esto era más que extraño. Changmin se levantó al fin con la ayuda del extraño.
-    Gracias. - le agradeció. El otro negó suavemente con la cabeza.
-    No te preocupes. Con permiso. - siguió su camino y Changmin lo miró fijamente hasta que se subió a su auto y se fue.
-    Esto sí que fue extraño... - susurró y se fue al departamento, olvidando totalmente que venía a buscar a los chicos.
Al llegar se echó pesadamente sobre el sillón, con sus piernas algo cansadas. Hacía bastante que no andaba en bicicleta tan rápido. Prendió la tele y buscó algo que ver, comenzando a comer de un paquete de galletas que compró de camino al departamento.
-    Tardaste en llegar. - dijo alguien a sus espaldas, haciéndole saltar del susto y tirar las galletas. Se giró rápidamente encontrándose ni más ni menos que con su extraño doble.
-    ¡¿Qué haces aquí?! - preguntó nervioso y algo asustado.
-    ¿Cómo que qué hago aquí? - preguntó falsamente ofendido, sonriendo luego de lado. Caminó hasta quedar frente a Changmin. - Vivo aquí.
-    Estás loco. Ahora vete o... - no alcanzó a terminar porque el otro lo recostó sobre el sillón, ubicándose entre sus piernas. - ¡Aléjate de mi, pervertido! - intentó sacárselo de encima, pero solo consiguió que el otro se le abalanzara encima, besándolo a la fuerza.
Los ojos de Changmin se abrieron de par en par. ¡Mierda! ¡Lo estaba besando! Puso sus manos en el pecho del otro, logrando separarlo un poco de su rostro, luego giró su cara hacia un lado para que no volviera a besarlo. Solo logró que su doble comenzara a besar su cuello.
-    D-Déjame, pervertido... Llamaré a la policía.
-    Inténtalo si quieres. No servirá de nada - rió, lamiendo el cuello del chico bajo su cuerpo. Este se quejó y lo empujó con todas sus fuerzas, logrando quitárselo de encima. Se levantó y corrió al baño, encerrándose en él.
Tomó su celular y, tal como había dicho, marcó el número de la policía. Este loco psicópata idéntico a él no era nada normal. Al contestar Changmin habló algo bajito.
-    ¿Hola? Hay un loco psicópata en mi departamento. No sé quien es pero se cree yo y... - se quedó callado. Se escuchaba alguien hablando, pero al igual que como cuando llamó a Jaejoong, se escuchaba distorsionado. - ¡Mierda! - se quejó, cortando la llamada.
Se quedó ahí durante horas. Cuando decidió salir se dio cuenta que el chico-igual-a-él no estaba. Cerró la puerta con llave y todas las ventanas con seguro. Se fue a su habitación y se metió bajo las sábanas.
Se estaba volviendo loco, estaba al borde de la locura. Dormiría, solo eso haría. Dormiría y cuando despertara todo esto habrá terminado, pues solo es un sueño muy extraño.

>>> ♥ <<<


Estaba en su cama. Alguien estaba sobre su cuerpo, pero no sabía quién era. Ese alguien besaba su pecho desnudo, lamía su piel, haciéndole jadear. Aquella persona comenzó a descender lentamente, hasta quedar frente a su notoria erección. Changmin tragó saliva.
Deslizó lentamente la tela de su ropa interior, tomando con su mano su erección y comenzando a masturbarlo.
-    Hmm... - gimió Changmin al sentir aquella mano aumentar la velocidad. Lentamente descendió hasta dejar su cara frente a su erección.
-    Oh, está bastante duro. - sonrió el otro, dándole una lamida a toda su extensión, sacándole a Changmin un gemido ahogado.
El chico sobre su cuerpo metió a su boca aquella palpitante y caliente erección, haciendo que Changmin se deshiciera en gemidos de placer.
Cerró fuertemente sus ojos, y al abrirlos de nuevo se dio cuenta de que todo había sido un sueño. Un húmedo sueño.
Suspiró pesadamente al sentir su entrepierna despierta, pero al mirar casi gritó de la impresión y del susto.
-    Me preguntaba hasta donde tendría que llegar para que despertaras. - habló alguien, ¡era el mismo del sueño! ¡Era ese enfermo de su doble!
Este le sonreía lujuriosamente, comenzando a masajear su miembro con suavidad.
-    ¡Aléjate de mí! Ahh…
-    ¿Por qué? ¿Me dirás acaso que no lo disfrutas?
-    Eres solo un fan boy enfermo y pervertido. ¡Quítate de encima! - intentó hacer que se saliera de sobre su cuerpo, pero solo consiguió que comenzara a masturbarlo más rápido. Quizás estar tan excitado no era de mucha ayuda.
-   Sabes perfectamente que eso no es cierto. - respondió al fin, lamiendo su mandíbula. - Esto es lo que deseabas, ¿No? Tú lo pediste, Shim Changmin. Ahora te daré lo que querías.
Antes de que pudiera decir algo, "Max" abrió las piernas de Changmin y lo más que pudo y sin siquiera prepararlo antes lo invadió de una estocada.
-    ¡Ahhh! ¡Mierda! - gritó a todo pulmón. - ¡Mierdamierdamierdamierdamierdamierda! - se quejó tapándose el rostro con ambas manos.
-    ¿Qué pasa? - comenzó a moverse con dificultad.
-    ¿Te arrepientes de lo que pediste? - comenzó a embestirlo con más rapidez.
-    Yo no... No te p-pedí nunca... Hmm... nunca te pedí es-esto.
-    Oh, sí que lo hiciste. Haz memoria...
Changmin cerró sus ojos, intentando soportar el maldito dolor que lo invadía, el cual poco a poco (y en contra de su voluntad) se transformaba en algo de placer. Abrió sus ojos al recordar.
“- No, ya estoy cansado. Ya no quiero más relaciones fallidas. - dijo serio, pero dejando notar un poco de molestia en su voz. Se echó unas cinco papas fritas a la boca de una vez. - ¡Las relaciones son un asco! Siempre termino sufriendo yo, ¡sería mejor clonarme y salir conmigo mismo!. - apagó la tele y se levantó. - Voy a dormir.”
-    Hijo de perra... - se quejó, al recordar sus palabras. Sus propias palabras, las que lo metieron en todo esto.
-    Te recuerdo que soy tú. Te estás insultando a ti mismo. - rió.
-    Vete al diablo... Ugh...
Las embestidas se hicieron cada vez más rapidez y por ende, más fuertes, al igual que los movimientos de su mano en el miembro de Changmin.
Sin dejar de moverse se le acercó más al chico bajo su cuerpo, besando sus labios con gula. Besó también su mandíbula y su cuello, dándole una fuerte mordida en él cuando llegó al orgasmo, rasgando con sus dientes la delicada piel de su cuello y haciéndole sangrar.
No pasó mucho para que Changmin se corriera entre sus abdómenes. Un gemido ahogado salió de su boca y se quedó quieto bajo el cuerpo del otro. Su respiración agitada era lo único que se sentía en toda la habitación.
-    Quítate de encima... - dijo con odio, sin mirar al otro sobre su cuerpo. Este rió y se acomodó, saliendo del interior de Changmin. - ¿Qué estás haciendo? - preguntó cuando vio como se acostaba a su lado.
-    ¿Qué parece que hago? - rió.
-    ¡Vete de mi cama! - lo empujó, pero al sentarse tuvo que aguantarse el grito de dolor que quiso soltar al sentir un dolor punzante en su entrada.
-    También es mi cama. - cerró sus ojos y se quedó quieto. Changmin lo miró con odio.
-    No es tu cama. Es MI cama, mi departamento y mi vida. ¡Tú no eres yo! - gritó levantándose. Tomó su pijama el cual estaba tirado en el suelo y se encerró en el baño. Se metió a la ducha y dejó que el agua corriera por su cuerpo tenso.
"Nada de esto puede ser cierto. Es solo un maldito sueño" pensó masajeándose las sienes. Luego de más o menos una hora salió de la ducha y se secó con las toallas que había ahí. Se puso el pijama y se sentó lentamente en el suelo, soportando el dolor que sentía al posar su peso en su trasero.
Pasaron horas. Cuando salió del baño fue a su habitación, y Max ya no estaba. Se acostó en su cama nuevamente, y luego de más o menos una hora más intentando acomodarse de una manera en que no le doliera el trasero, decidió quedarse boca abajo, ya que era la posición más "cómoda" en su estado.
-    Es sólo un sueño, Changmin... sólo un maldito sueño. Te dormirás y cuando despiertes todo será como antes. - se habló él mismo. Respiró profundamente. Estaba comenzando a sentirse mal, algo nauseabundo. Cerró sus ojos y al instante se quedó dormido.

>>> ♥ <<<


Abrió sus ojos y lo primero que vio fue el techo blanco. Estiró su mano hasta su rostro, notando que lo que tenía en la frente era un paño húmedo. Se movió en la cama y se sentó en ella, mirando a su alrededor.
Se levantó y caminó lentamente. Escuchó el sonido de un cuchillo cortando algo y alguien que tarareaba una canción "x". Corrió hasta la cocina encontrándose con Jaejoong, quien cocinaba.
-    ¡Minnie! ¡No debes levantarte aún! Estás enfermo y...
-    ¡¡Jaejoong!! - lo interrumpió Changmin, saltando sobre él y abrazándolo con fuerza.
-    ¿Te sientes bien? - rió Jaejoong, algo confundido y correspondiendo el abrazo que le daba su hijo platónico.
-    ¡De maravilla! - respondió Changmin, eufórico.
-    ¿Pasa algo? - preguntó alguien. Era Yunho. Changmin al verlo corrió también hacia él y lo abrazó con fuerza. - Wow, no me esperaba esto. - dijo asombrado. 
-    ¿Dónde están Junsu y Yoochun? - preguntó el menor, soltando el abrazo. Yunho indicó con el dedo.
-    En la sala, ¿Por qué?... - no alcanzó a decir nada más porque Changmin corrió fuera de la cocina. Jaejoong y Yunho se miraron confundidos.
Changmin entró a la sala y vio a los dos chicos sentados en el sofá viendo televisión. Ambos lo miraron y Yoochun sonrió.
-    ¡Al fin despertaste! - sonrió y Changmin se abalanzó sobre él, también abrazándolo con fuerza.
-    Te extrañé tanto, hyung. - dijo Changmin y Yoochun lo miró confundido.
-    ¿Te sientes bien, Changmin? - preguntó Junsu, algo asustado. Changmin lo miró y lo abrazó con fuerza también. Junsu chilló.
-    ¡A ti también te extrañé, idiota! - sonrió.
-    Changmin, tranquilízate. - le dijo Yoochun. Changmin soltó el abrazo y lo miró a los ojos. Yoochun puso su mano en su frente. - Ya no tienes fiebre, creí que estabas alucinando. - rió.
-    ¿Fiebre? - preguntó el menor, extrañado. Yoochun asintió.
-    Si, fiebre. Te enfermaste hace como tres días y estuviste con fiebre y dolores de estómago. ¿No lo recuerdas? Desde entonces has estado en cama.
-    Fiebre... - repitió el menor y sonrió ampliamente. - ¡Entonces si fue un sueño! - gritó alegre. - Tengo hambre. - se quejó y fue a la cocina nuevamente. Yoochun y Junsu se miraron confundidos, Junsu con expresión de traumado en su rostro.
Luego de comer y de ignorar las preguntas que sus hyungs le hacían respecto a su repartición de abrazos, fue a acostarse nuevamente ya que Jaejoong se lo había ordenado. Primero entró al baño y se miró al espejo. Suspiró con fuerza y sonrió aliviado. Todo había sido un mal sueño a causa de la fiebre. Sus ojos se abrieron de par en par y se acercó más a su reflejo, impresionado.
Ahí estaba en su cuello la marca que le había dejado el otro al morderlo. La piel rasgada y la sangre seca sobre la herida. La tocó con un dedo y se quejó por el ardor.
-    ¿Cómo te hiciste eso? - preguntó Jaejoong, asomándose ya que la puerta estaba abierta. Changmin se sonrojó levemente y negó con la cabeza.
-    No lo sé.
-    Ven, vamos a curar eso antes de que se infecte. - sonrió Jaejoong y lo llevó de nuevo a la habitación.
Todo había sido tan extraño. Si esa marca seguía ahí... ¿Entonces no había sido un sueño? Como fuese... prefería seguir pensando que todo fue un mal sueño, nada más. Y jamás, jamás volvería a pensar en idioteces como clonarse y salir con uno mismo. Era solo una idiotez. 

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