Dos Corazones una Voz. Cap 13

Prepararme para el encuentro que cambiaría nuestras vidas para siempre de una manera u otra, no era tan simple como asegurarse de que las túnicas en mí fueran recogidas adecuadamente y que tenía suficientes soldados conmigo sólo en caso de que perdiéramos el control. Lo más difícil, con mucho, era la fuerza de mente necesaria para hacer frente a otro Rey, para exigir la concesión en ciertos temas y la humildad a renunciar a aquellas cosas sin las cuales lo podríamos hacer. Estaba asustado de las demandas que podrían hacer, del Rey Riki cogiendome desprevenido y consiguiendo más de lo que podíamos dar.

Había pasado todo el tiempo que pude ahorrar con Yunho, preocupándome por su bienestar, notando los pequeños cambios en él que no estaban allí hace un año, las cicatrices que nunca había mencionado al tiempo que las había recibido. Pero ahora tenía que calmarme, encontrar la calma entre la ira y el miedo y enfrentar a un demonio decidido a hacer difícil nuestra vida.

Cuando encontré mi máscara pública otra vez, ese centro de acero que me permitió funcionar fuera de los confines de mi cuarto y la cercanía de mi familia, fui a ver a Yunho y decir adiós.

― Eres hermoso, mi Rey ―, susurró desde su ropa de cama, causando rubor en mis mejillas.

― Bueno, estas un poco pálido, mi Rey. Debes trabajar en tu cutis hasta que yo vuelva ― le dije con una sonrisa, tomando cualquier picadura de mis palabras cuando me incliné y tomé sus labios con los míos.

― Me estás probando, mi marido. ¿Cómo puedes ser tan cruel cuando tú sabes que yo no puedo hacer nada, excepto mentir en la cama?―. Susurro, cuando llegó a su mano entre las hojas de la armadura y me apretó el trasero.

Tomó un montón de compostura para no chillar a su audacia, pero yo ni siquiera podía imaginar ninguna indignación grave. Estaba tan contento de que estaba allí para burlarse de mí en absoluto.

― Deséame suerte, hombre perpetuamente excitado― Sonriendo a su ceño fruncido, lo besé de nuevo y tomé las palabras susurradas de bendición y amor contra mis labios en mi corazón.

La delegación Riki ya estaba allí cuando llegamos a la frontera. Pude ver el gran ejército detrás del varón que reconocí como el Rey. Sus rostros eran sombríos y su piel verde casi tomando el sol. Lo más probable es que hubiera estado asustado dejando una cosa así, pero las apuestas eran altas y no estaba en condiciones de permitir dar pasos en falso.

Bajé del caballo, esperé a que el par de ayudantes y demasiados soldados se organizaran antes de moverme al encuentro del enemigo.

Uno de los hombres justo al lado del Rey se adelantó y habló, todo el rato mirando a la distancia.

― Rey Paitalyi Nida de la tribu Nolcha.

Bajé la cabeza ligeramente con respecto cuando uno de mis soldados se adelantó y me presentó.

― Rey Jung Jaejoong del Rising Sun Unido, línea real Ceelorie de Kari Unido.

― ¿Vamos?― El Rey Paitalyi me sonrió cuando él hizo un gesto hacia una carpa de color arena erigida a nuestra izquierda. Parecía quizá arriesgado simplemente seguirlo y confiar en que no había soldados allí listos para poner fin a mi vida, pero yo levanté mi cabeza alta y marché hacia adelante, sabiendo que si ese fuera el caso, yo no sería el único en morir.

El interior parecía cálido y acogedor, pero no había muebles disponibles, sólo los cojines de colores cribados de las pieles de animal gruesas en el suelo. Dudé, pero el Rey sólo camino hacia adelante y se sentó en uno, con las piernas cruzadas delante de él y su larga capa oscura cayendo detrás de él. Reveló una figura musculosa cubierta de pieles más oscuras trabajadas en la armadura con tallas elaboradas y dos espadas que cuelgan de su cadera. Si yo no hubiera visto ya la lucha Riki, habría sido intimidado por el gran espectáculo del Rey Paitalyi.

Sentarme demostró ser más difícil para mí. Mi cuerpo no era tan ágil y mi ropa y mi armadura no eran tan flexibles. Aun así, me las arreglé con tanta gracia como pude reunir y enfrenté a mi enemigo.

― Antes de seguir adelante con las negociaciones, me gustaría revelar cierta información que ha salido a la luz esta mañana. El Rey Yunho está herido pero vivo, y si usted está de acuerdo, se lanzará una conexión para que pueda ser incluido en este encuentro.

― Estoy contento de que su marido está todavía entre los vivos ―. El Rey asintió, su acento y su elección de palabras destacando aún más en persona. ― Usted puede llamar a su Rey. Dudo que haga mucha diferencia.

Le hice señas al portador de la magia para lanzar una nube, no es que me sintiera alentado por la elección de palabras del Rey. Sólo había acordado para evitar decisiones precipitadas de mi parte, y en todo caso, mostró su falta de estupidez, pero no su buena voluntad de resolver la guerra de una manera pacífica.

―El Rey Jung Yunho, línea real Darrben del Rising Sun Unido ―, dijo un soldado y se trasladó fuera del camino para que pudiéramos ver ambos a Yunho mientras hablamos.

Se intercambiaron reconocimientos, pero habíamos acordado que yo sería el que condujera la conversación, y con ese fin, me lancé a las negociaciones, con la esperanza de una mejor solución.

― Ha llegado a nuestra atención que la razón principal de esta guerra fue la falta de agua en su país. Estamos preparados para ofrecerle un acuerdo en el que no faltará el sustento y puede evitar la guerra ― le dije, mirando al Rey expectante.

Su pausa fue larga y yo estaba empezando a sudar a la espera.

― Eso es verdad. Nuestros ríos están al borde de la desecación y muy pronto vamos a carecer de los medios necesarios para la supervivencia. Sin embargo, no puedo confiar en su oferta, no importa qué tan bien intencionada podría ser. Los Riki han quemados y traicionados antes. No es algo que sólo podamos olvidar y cometer el mismo error dos veces.

― Ni siquiera has oído lo que estamos dispuestos a ofrecer ― le dije, no del todo listo para simplemente rendirme.

― Debido a que no es importante. No puedo en buena conciencia simplemente tomar su palabra de que en algún lugar en el camino usted o su sucesor, no se retractaran de ello ― El Rey Paitalyi dijo casi entre dientes.

― Está bien. ¿Hay algo que podría garantizar mi palabra como verdadera? ― Incliné mi cabeza, mirándolo.

―Tal vez, pero no veo cómo podríamos incluso gestionar tal hazaña. Nuestras razas son muy diferentes ― De repente se quedó pensativo, calculando.

― Eso es cierto, pero no es de ninguna manera insuperable. Estoy seguro de que podemos encontrar un punto intermedio sin conducir a nuestro pueblo a la muerte ― le dije con una fuerza que no sentía completamente. Él podría sugerir cualquier cosa y lo más probable seria el punto decisivo.

― Sus dos naciones, Kari y Rising Sun, han estado en guerra durante más tiempo que la mayoría puede percibir. Pero no hay negociaciones que resuelven ese conflicto. No. La victoria de una nación tenía una unión como consecuencia, y los dos gobernantes cambiaron siglos de historia trabajando bien juntos. Sus herederos gobernaran un país, ya que serán criados de tal manera, y no habrá nunca más probabilidad de discordia entre sus dos razas de nuevo.

Sacudí mi cabeza mientras poco a poco vi mi mundo desmoronarse con cada palabra.

― Un niño nunca ha nacido que lleve a nuestras dos razas en el interior, pero tal vez eso va a pasar un día y habrá otro heredero que nunca vaya a la guerra en contra de cualquiera de sus naciones ― El Rey Paitalyi terminado con calma.

Yo sólo lo miré con horror absoluto.

Fue Yunho, al final, quien rompió el silencio.

― ¿Qué es exactamente lo que sugiere?

El Rey sonrió.

― Una unión entre Kari, Rising Sun y Riki. La promesa por escrito de la mano de su hijo mayor para mi hijo mayor.

― ¡No! ―, Dije automáticamente, demasiado angustiado para siquiera considerarlo.

― Rey Jaejoong―, dijo una voz, y sólo después de que me llamara la segunda vez que lo hizo me di cuenta de que era Yunho llamándome. Lo miré con expresión comprensiva y la necesidad de hablar conmigo claramente visible en sus ojos. Me limité a asentir, demasiado aturdido para más.

― ¿Querría darnos un momento de privacidad para que podamos discutir el posible futuro de nuestro hijo? ― Preguntó Yunho al Rey Paitalyi. De repente estábamos rodeados de una burbuja de silencio y Yunho estaba llamándome mí suavemente.

― Jae, mírame ―, dijo, esperando pacientemente a que yo levante mi cabeza. ― Vamos a salir de esto, al igual que con todo lo demás.

― ¡No le estoy vendiendo a mi hijo! ― dije con dureza, apretando los puños.

―No es mi primera opción tampoco, pero hay ciertas decisiones que debemos tomar como Reyes ― dijo con simpatía.

Yo aún no estaba dispuesto a escuchar.

― ¡Maldito el reino! No voy a dar a mi hijo en la forma en que me dieron. No es natural. No es lo que los padres hacen.

― ¿No estás feliz de estar casado conmigo? ― Yunho de repente preguntó, lanzando mis pensamientos fuera de balance.

― Por supuesto que estoy feliz. Te quiero más que a mi propia vida.

― ¿Quién puede decir que Siwon no será tan feliz? Tal vez le estás negando la misma vida contenta que estás llevando en este momento ― dijo sabiamente, haciendo lamentar que no le pudiera maldecir por actuar de manera inteligente.

― Eso no quiere decir nada. Podría igual ser infeliz. Podría arruinar su vida.

― Pero, Jae, él te tiene como padre. Un padre que hará cualquier cosa para asegurar la felicidad de su hijo. No lo regalas simplemente, insensible a lo que pueda pasar con él en el futuro o como exactamente su marido podría ser ― dijo Yunho suavemente, mirando directamente a mí.

Tenía razón, por supuesto. Esta no era la misma situación en que yo había estado. Yo podría negociar, concertar estipulaciones y asegurarme de que su vida resultara diferente. Yo le podría preparar para su futuro, estar seguro antes de permitir que se fuera de mi vista. Levanté la cabeza y miré a Yunho con determinación. Asentí antes de darme vuelta y disolver la burbuja de silencio.

― Estoy dispuesto a negociar los términos. Pero tenga en cuenta que usted está tomando a mi hijo lejos de mí. Un hijo que llevé y di a luz en un campo de batalla. Que obtendrá un futuro que se merece.

El Rey asintió con una sonrisa y dijo: ―Estoy dispuesto a escuchar.

― La única manera de conceder un contrato de matrimonio es si está de acuerdo a ciertas condiciones. Por un lado, quiero que intercambien algún tipo de comunicación, comenzando una vez que el Príncipe Siwon alcance sus años sexuales. Si encuentran durante esos años que no se complementan las cualidades de cada uno, yo quiero el contrato cambiado y la oportunidad de ofrecer a su otro heredero, si usted tiene uno. Si no lo hace, quiero que el contrato expire sin consecuencias. Lo mismo se aplica en caso de que su otro heredero no es un buen partido ― continué con fuerza.

― La segunda condición se refiere a la edad del Príncipe Siwon. El matrimonio debe ocurrir no antes de su mayoría de edad y no más tarde de los diez años siguientes, mientras que él todavía es lo suficientemente viable para encontrar otro compañero ―. Hice una pausa, controlandome para no explotar con el mero pensamiento de mi siguiente condición. ― Ninguna violencia involuntaria se permite entre ellos. Eso incluye la consumación del matrimonio, que tendrá que esperar en caso de que cualquiera de ellos no esté listo.

El Rey Paitalyi ni siquiera parpadeó.

― Quiero su cooperación cuando se trata de nuestras diferencias culturales. Mi hijo va a entrar en su tribu preparado y capaz de cuidar de sí mismo. También debe ser consciente de que el Príncipe Siwon no es capaz de dar a luz a un niño. No estoy familiarizado con su anatomía y no puedo decir qué tan realista es esperar herederos ―. Llegue al punto donde elegí parar, mirándolo expectante, esperando que respondería a mi pregunta.

― Estoy conforme con la mayoría de sus condiciones. Sin embargo, no soy capaz de compartir partes de nuestra cultura con usted. Somos personas muy privadas y nuestras costumbres reflejan eso. Pero podríamos añadirlo al contrato que nuestros hijos están obligados a compartir la información en conflicto a través de su comunicación antes del matrimonio. El Príncipe Siwon será considerado un Riki por matrimonio y, como tal, se le permite la cortesía. Cuando el Príncipe Siwon llegue a la madurez, mi hijo estará en el final de sus años más viables. Así que el contrato de matrimonio debe ser firmado tan pronto como sea posible.

Esta vez fue él el que me miró en busca de aceptación, que di con prontitud.

― No soy partidario de ningún tipo de violencia en una unión así que con mucho gusto acepto esa condición y en cuanto a los herederos, toda mi gente son capaces de tener hijos. Estoy más preocupado por la compatibilidad de nuestras razas, así que sugiero renunciemos a cualquier condición en ese punto y esperemos lo mejor.

― Estoy de acuerdo, pero me gustaría mantener el derecho de agregar al contrato hasta el quinto año de edad del Príncipe Siwon. Si estamos bajo mutuo acuerdo en lo que respecta al refinamiento, por supuesto.

― De acuerdo ― El Rey de repente me sonrió abiertamente.

Yo sonreí con timidez hacia él. Me sentí con confianza con las posibilidades de Siwon y yo tenía fe en que verdaderamente iba a salir bien.

Entonces el Rey Paitalyi golpeó sus manos y las frotó.

―Ahora vamos a volver a la emisión original. ¿Qué está dispuesto a ofrecer?

Juntando mis manos delante de mí, me fui con el acuerdo entre Yunho y yo.

― Estamos dispuestos a ofrecerle un suministro regular de agua, al igual que lo haría si su país fuera nuestro propio puesto de avanzada distante con el mismo problema. Nuestras fronteras estarán abiertas a las tribus Riki sur y en ese sentido, todo el mundo que cruce la frontera se considera una parte de nuestro país. Se aplicarán las mismas leyes y las mismas cortesías. Le invitamos a moverse y vivir aquí o incluso venir como visitantes para refrescarse en nuestros ríos. Lo que queremos a cambio es un comercio establecido. No voy a especificar qué, exactamente, ya que no estoy familiarizado con sus fortunas, pero lo que ustedes deseen comerciar tiene que ser de valor. Lo mismo se espera de nosotros, por supuesto, pero eso no debería ser un problema. Ya tenemos una operación exitosa entre Kari y Rising Sun.

El Rey me miró con algo que sólo se podía leer como sorpresa.

― Eso es mucho mejor de lo que esperaba. Realmente les damos la bienvenida en nuestro país, pero con la condición de solicitar una guía de antemano. El terreno es muy amplio y el desierto vicioso. Me temo que más vidas se perderían de las que puedo mencionar siquiera.

―De acuerdo ―. Le sonreí.

―Muy bien. Que incrementen sus fortunas, su salud mejore y sus tierras se expandan. Que la luna los guie y el sol selle nuestro acuerdo ― Le tendí la mano, que me tomó con prontitud.

―Nosotros nos encargaremos de los documentos en una fecha posterior. Vamos a cuidar de nuestro pueblo por ahora y aclarar nuestras fronteras. Ha sido un placer, Rey Jaejoong ―  me dijo, y luego se volvió hacia Yunho. ― Le deseo una rápida recuperación, Rey Yunho.

Y con eso, él estaba fuera de la tienda y nos dejaron para reflexionar sobre nuestra alianza.

Contemplé a Yunho, todavía algo aturdido por las resoluciones de las negociaciones. Le había dado más de lo que había pensado que yo jamás podría. Les había dado un pedazo de mí para el futuro del reino.

― Ven, mi amor ―, dijo Yunho desde el otro lado. ― Eres extraordinario, nos trajiste la paz y todo lo que los sacrificios hicieron, vamos a hacer lo mejor de ellos. Es lo que hacemos, tú y yo. Lo enfrentamos juntos y nunca sin cuidado y afecto. Vuelve a mí ahora, déjame abrazarte y confortarte. Nosotros nos encargaremos de Siwon juntos, una vez que estamos compuestos lo suficiente para ser sus pilares de fuerza.

Sentí una lágrima resbalar por mi mejilla, pero las palabras de Yunho me hicieron levantarme, me ayudó a recomponerme y presioné mi mano contra mi pecho. Mi Rey estaba en mi corazón como yo en el suyo, pero cuando gobernamos, lo hacemos juntos. Con nuestra voz, haríamos nuestro reino prosperar.

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