lunes, 16 de mayo de 2016

Una isla para la seducción. Cap 8









Le encantaba esa faceta de él y no le importaba lo que decía de Jae.
El beso no fue apresurado. Por acuerdo lo interrumpieron y abrieron la puerta. Una vez dentro, Yunho se aseguró de que estuviera cerrada antes de apoyarse con Jae entre los brazos.

Su abrazo decía una cosa: hablar podía esperar, todo menos el intenso placer podía esperar.
Lo besó en el cuello mientras sus manos recorrían la parte delantera de su cuerpo llevándose de paso el borde de la blusa.
Jae se retorció y notó la presión de su erección en la espalda.
 – Sí, Yunnie, tócame.
Envolvió su pecho con las manos.
 – Más, sabes que quiero más – dijo Jae.
 – ¿Sí?
 – Sabes que sí.
 – Sí – lo besó detrás de las orejas – lo sé.
Deslizó la mano dentro la blusa para jugar con los pezones mientras mordisqueaba detrás de las orejas. Jae hizo presión contra su erección notando lo urgentemente necesitado de atención que estaba el centro de su intimidad. Demostrando que podía leer su mente, una de sus manos bajó hasta los pantalones. Su cuerpo sabía lo que eso significaba y un calor húmedo manó entre sus piernas. Empujó la tela hacia abajo sin ceremonias, Jae dio un paso para salir del lino azul y de la seda. Una pícara mano se coló en su boca y después unos dedos largos y hábiles interpretaron una sinfonía sobre su pene. Jae se arqueó por la caricia hasta que el orgasmo le arrancó un grito de placer. Sólo entonces empezó Yunho a quitarse la ropa. De algún modo, acabó en el sofá, con las manos en el respaldo, las piernas abiertas y aún con zapatos.
Yunho deslizó su sexo en sus palpitantes profundidades arrancándole gemidos y ruegos de más.
 – ¿Cómo puede ser cada vez mejor?
 – No lo sé y no me importa – dijo Yunho incrementando el ritmo mientras lo sujetaba con las dos manos.
Una seguía en su pecho mientras la otra continuaba estimulando su miembro. Gritaba por su segundo orgasmo cuando un rugido le anunció el de él. Después lo metió en la ducha donde se lavaron mutuamente con casi tanto placer como cuando habían hecho el amor. Jaejoong adoraba la intimidad doméstica que era ducharse juntos. Era una de las cosas que más le decía que eran una pareja.
Estaban preparando la cena cuando él dijo:
 – Pensaba que ibas a echarte atrás y no casarte conmigo.
 – ¿Por qué? – así que por eso se había comportado extrañamente.
 – Has visto mi lado despiadado y a lo que lleva.
– Siempre he sabido que puedes ser despiadado, pero tengo que admitir que me ha costado asumir que el hombre al que he acabado amando puede proponerse destruir la reputación de alguien – lo besó en la mandíbula.
 – Nunca me has preguntado por mi padre – se alejó un poco de Jae.
 – ¿Sabes quién es tu padre biológico? – preguntó conmocionado.
 – Sí.
 – Bueno, pues cuéntame – le dio la vuelta para que lo mirara.
– Si hablaras con otros hombres de su clase, te dirían que es un respetado olivarero de una honorable familia que ha tenido suerte en sus inversiones. Sólo que su esposa y él tenían gustos caros que no se podían pagar con lo que da el olivar. Hace inversiones, pero no respetables.
 – ¿Qué quieres decir?
 – Invirtió en un establo de mujeres, sí, así es cómo lo llamaba. Las trataba como si hubieran sido caballos, supongo. Cubría sus necesidades básicas esperando que así sirvieran a sus clientes. Y a él. Mi madre era su favorita. Era el único autorizado a copular con ella sin preservativo.
 – ¿La obligó a seguir trabajando para él incluso después de que tuviera a su hijo?
 – No me reconoció como tal. No hasta que crecí y supo que su esposa no iba a darle un heredero para su olivar. Vino al hogar con intención de reclamarme. Pensaba que estaría agradecido porque me adoptara.
 – Un hombre moralmente corrupto, por no mencionar egoísta, asqueroso... – dijo Jae.
 – Así fue como lo vi yo. No tenía intención de obedecer a un hombre que había tratado a mi madre como un objeto y me había tenido durante años en un orfanato.
 – Ahí fue cuando Yoochun y tú os escapasteis, ¿no?
 – Sí. Había tenido mucha libertad antes de la muerte de su madre. El hogar era una prisión para él.
 – Así que os marchasteis juntos.
 – Y nos ayudamos a vivir lo mejor posible teniendo en cuenta nuestro origen.
 – Habéis tenido bastante éxito.
 – Sí.
 – Pero has sacado lo de tu padre por algo – volvió al tema.
 – Cierto – suspiró y apartó la mirada.
 – Cuéntame.
 – Cuando estuve en posición de hacerlo, me aseguré de que la verdad sobre su inversión se hiciera pública.
 – De nuevo esa parte despiadada tuya – tenía sentido.
 – Sí.
 – ¿Fue a la cárcel?
 – No... Tenía dinero. Pudo arreglar eso pagando, pero no que su honorable esposa se quedara con él. En una ironía de la fortuna, acabó casado con una de sus prostitutas que le dio dos hijas. Lleva la economía doméstica igual de despiadadamente que él llevaba su cuadra – se puso rígido y una expresión de horror cruzó su rostro – No los vamos a invitar a la boda. Las niñas son demasiado pequeñas para saber quién soy, y no tengo interés en reconocer a ese chulo como mi padre.
 – No te preocupes, no lo había pensado.
 – Bueno – el alivio llenó su rostro.
 – ¿Bueno?
 – Soy un tipo despiadado – dijo como si fuera una gran revelación.
 – Es un poco perturbador – dijo incapaz de no bromear un poco.
 – ¿Lo bastante como para hacer que te cuestiones tu decisión de casarte conmigo?
 – Depende – se negaba a hablar en serio.
 – ¿De qué?
 – De si hay más gente sobre la que sientas la necesidad de decir la verdad – parpadeó para dejar claro que estaba de broma.
 – No.
 – Estoy de broma, Yunnie, no me preocupa eso. Nada de lo que he sabido hoy cambia lo que siento por ti.
 – ¿No crees que soy como mi padre?
 – ¿Qué? – Lo agarró de los hombros y trató de zarandearlo, no pudo – ¿Cómo puedes preguntar eso? No tienes nada que ver.
 – Pero él es despiadado para conseguir lo que quiere.
 – Y tú eres despiadado en defensa de la verdad. Eso puede ser abrumador a veces y una gran carga para los demás, pero está lejos de un hombre que explota la debilidad de los demás para proporcionarse lujos enfermizos – tenía que comprender eso.
 – No quería castigarlo por lo que me hizo, pero quería que su mundo supiera quién era en realidad y cómo se aprovechaba de los demás.
 – Lo sé.
 – Destruyó muchas vidas.
 – Y seguro que nunca le importó. Hyunjoong tiene más en común con él que tú.
 – ¡Qué lástima que no estén emparentados!
 – Sí. La familia de Hyunjoong es decente y agradable. No sé cómo pudo él salir tan egoísta y ciego de sus propios defectos.
 – Mi madre no quería abandonarme. Incluso cuando era pequeño entendía eso. Sintió que no tenía elección. No quería criarme en un burdel.
 – Así que eligió el mal menor y lo pagó el resto de su vida.
 – Creo que tienes razón – pareció tener una revelación.
 – Otra vez el oráculo de la futura madre – dijo Jae en broma.
 – Por eso quieres invitarla a la boda, crees que ha llegado el momento de dejar de pagar.
 – Creo que los dos debéis dejar de pagar por cosas que no se pueden cambiar.
 – Mañana la llamaré.
– Gracias.

>>> ♥ <<<

Yunho miró el monitor de su ordenador. Mostraba los planos de su último proyecto, pero sólo veía una imagen del pasado: el rostro de su madre una de las muchas veces que le decía que lo quería antes de dejarlo en el hogar. En esa imagen mental podía ver algo que no se había permitido reconocer antes: el terrible dolor en sus ojos.
Parpadeó para contener las lágrimas. At last de Etta James sonó en su móvil y volvió al presente. Abrió el aparato y habló:
 – Hola, pethi mu.
Los sentimientos de los que carecía, los suplía Jaejoong. Había programado esa canción como sonido de sus llamadas después de acceder a casarse con él. Estaba deseando de ver su mirada cuando le enseñara el anillo que había encargado a Tiffany’s.
 – ¿Qué tal? – preguntó Jaejoong.
 – Se ha echado a llorar.
 – No te sorprende.
 – No – él se lo había advertido – Hemos quedado en cenar juntos antes de la boda, como sugeriste.
 – Estupendo, ¿en un restaurante?
 – No, me ha pedido que fuera a su casa – respondió.
 – ¿Y has accedido?
 – Sí.
 – ¿Estará su marido? – preguntó después de un segundo.
 – Sí, también vendrá a la boda.
Un silencio absoluto siguió a esa información.
 – También quería hablar conmigo.
 – ¿Qué quería decirte?
 – Que lo siente mucho, mucho. Que se equivocó al hacer que mi madre me abandonara. Ha dicho que quería habérmelo dicho antes, pero que no ha sido capaz. Se ha echado a llorar también – hubo un silencio – Me han contado cómo mis hermanos supieron de mi existencia.
 – ¿De verdad? Me extrañaba que tu madre se lo hubiera dicho después de no dejarles verte en cuanto tuvieron edad para recordarte.
 – ¿Nunca has pensado que podría habérselo dicho yo?
 – No.
 – ¿Incluso a pesar de mi vena despiadada?
 – Ya te he dicho que es una clase buena de falta de piedad.
 – Tienes demasiada fe en mí.
 – Sí.
 – Jihye se encontró a mi madre llorando sobre un montón de viejas fotos. Eran mías. Mi hermana la convenció de que le contara toda la historia.
– Tiene que ser muy persuasiva.
 – Es muy testaruda.
 – Como su hermano...
 – Quizá.
 – No hay ningún quizá aquí – se echó a reír.
 – Te mueves por aguas turbulentas...
 – Me gusta vivir peligrosamente.
 – Eso es cierto.
 – ¿Cuántos años tenía tu hermana?
 – Doce. Se puso furiosa con su padre. Le llamó monstruo y estuvo sin hablarle un año.
 – Guau, parece más cabezota que tú.
 – ¿Sí?
 – Tendré que tenerlo en cuenta.
 – Nunca me contó eso una vez que contacté con ella. Me hizo creer que mi madre se lo había contado por iniciativa propia, no quería que la odiara.
 – También ha respetado la distancia que has mantenido. Está claro que cree que tienes derecho a decidir los términos de la relación con tu familia.
 – Sí – siempre lo había apreciado.
 – ¿Estás bien?
 – Claro – no iba a alterarlo tanto una simple conversación con su madre.
 – Eres un hombre asombroso, ¿lo sabías?
 – Ya has dicho algo semejante antes.
 – Bueno, lo creo cada vez más – aseguró Jae.
 – Eres bueno para mi ego, aunque no entienda qué te impresiona tanto.
 – Es mucho perdonar a tu madre y a su marido.
 – Hace mucho tiempo que los perdoné – no podía permitirse el lujo de odiar alguien que quería forjarse una nueva vida – Simplemente no confiaba en que fueran una parte positiva para mi vida. Has sido tú quien me ha convencido de que les dé una oportunidad.
 – Te amo, Yunho.
 – Gracias.
 – De nada – rió – Hay que ser un gran hombre para olvidar el pasado y mirar el presente.
 – Me alegro de que pienses así.
 – Así que tu familia va a venir. Dime que ya has reservado la iglesia.
 – Como somos flexibles en el día de la semana, no ha habido problema. Mientras hablamos, mi secretaria está reservando los vuelos de tu familia. Llegarán el fin de semana, así que tendrán tiempo de hacer algo de turismo hasta el jueves, que es la boda. Volaremos a Grecia con Yoochun y Junsu el domingo después de su boda.
 – Me resulta extraño pensar que nos casamos dentro de dos semanas. En Grecia como había soñado.
– Es lo que querías – y también lo que quería él.
 – Y tú has hecho que suceda.
 – He sido un poco heterodoxo en mis métodos.
Habían descubierto que casarse en Grecia requería mucho papeleo y la fecha podía retrasarse más de lo que querían. Yoochun había sugerido una ceremonia civil en Seattle y después la bendición en Grecia. Jaejoong había estado de acuerdo y Yunho había coordinado los eventos.
 – ¿Cómo va la búsqueda del vestido?
 – Espléndidamente, gracias. He encontrado uno perfecto.
 – Estupendo.
 – Va a costar más que el PIB de un país pequeño.
 – No importa – quería que todo fuera perfecto para Jae.
 – Gracias – suspiró.
 – De nada.
 – ¿De verdad crees que no nos estamos apresurando?
 – ¿Tienes dudas? – sintió un nudo en el estómago.
 – ¡No! No.
 – ¿Has cambiado de opinión sobre ir al altar con una buena barriga?
 – Tampoco.
 – Entonces no nos estamos apresurando, sólo somos diligentes.
 – Bien. Ah, Hyunjoong llamó hace un momento.
 – ¿Qué quería? – preguntó temiendo que fuera la causa de sus dudas.
 – Finalmente ha asumido que nos casamos.
 – Él no está invitado.
 – No quería una invitación, bueno no del todo.
 – Ese hombre no tienen vergüenza.
 – Y aún no sabes la razón de su llamada.
 – Déjame adivinar... ¿quería un préstamo?
 – ¡Sí! ¿Cómo es posible?
 – Para un hombre como él... Muy fácil.
 – Supongo que sí, pero hubo un tiempo, y ahora me cuesta aceptarlo sin considerarme un idiota, que quise a ese hombre... o al menos al hombre que creía que era.
 – Tiene los pies de barro.
 – Todo su cuerpo es de barro.
 – ¿Quieres que saque a su empresa de apuros?
 – ¿Querrías tú si yo quisiera? – parecía más curioso que otra cosa.
 – Sí.
 – Ni siquiera has dudado.
 – Quiero que seas feliz.
 – Incluso si quisiera que lo hicieras, dejar dinero a Hyunjoong sería tirar el dinero. La mayoría de sus buenos diseñadores han dejado la empresa. Yo le sugerí irse a unas oficinas más pequeñas cuando aún trabajaba allí, pero a él le gustaba la gran impresión que daba a los clientes. Sigue pagando un alquiler en Nueva York mucho mayor del que necesita.
 – No quiere reconocer lo mal que lo ha hecho y el efecto que eso tiene sobre la empresa.
 – Jamás lo ha hecho. He hecho alguna llamada y me he enterado de que la mayoría de su personal es temporal desde hace un año. Siempre más apariencias que sustancia.
 – Así que... ¿nada de préstamo?
 – No.
 – Lo siento.
 – Yo también, por la gente depende de su empresa para vivir y por su tío, que aún vive.
 – Bueno, entonces tu ex no es un problema entre nosotros.
 – Ya te he dicho que no lo era.
 – Sentías algo por él tiempo después del divorcio – le recordó.
 – Sí, pero lo he superado. Con tu ayuda.
 – ¿Dónde dormimos esta noche?
 – En mi casa. Los de la mudanza vienen por la mañana.
 – Estoy deseando que vivamos juntos.
La mudanza fue fácil y Jaejoong se sorprendió de lo bien que sus cosas se integraron en el apartamento de Yunho. Ayudó que le diera carta blanca en la decoración y los muebles. Después, él apreció los cambios que había hecho.
 – ¿Por qué me miras así? – preguntó él.
 – ¿Cómo?
 – Como si fuera el hombre perfecto.
 – ¿Por qué no iba a hacerlo?
 – Nadie es perfecto, Jaejoong.
 – Cierto, pero no tienes que ser perfecto para que te ame. Sólo tienes que ser perfecto para mí.
 – ¿Ha llegado tu vestido?
 – Sí.
 – ¿Quién lo ha diseñado?
 – No te lo voy a decir, tendrás que esperar a la boda de Grecia para verme en todo mi esplendor.
 – ¿No lo vas a llevar en la ceremonia civil?
 – No – le gustaba tomarle el pelo con eso, ¿quién iba a pensar que le importaría el vestido?
 – Supongo que te pondrás uno de tus trajes de ir a trabajar, es día de diario.
 – Supongo que lo verás cuando estemos allí.
 – No pienso llevar una venda en los ojos hasta allí.
 – Y yo no pienso pasar la noche en tu apartamento el día antes.
– ¿Por qué no?
 – Por tradición.
 – Pero... Bueno, pero la tradición tiene más aspectos, no pienses que vas a dormir fuera de nuestra cama ninguna noche después de la boda.
 – Anotado.
 – Quiero decir incluso la noche antes de la boda de Grecia.
 – Bueno, pero dejaré la cama temprano y no me verás hasta la iglesia.
 – Eso es aceptable.
 – Sé que vamos corriendo, pero quiero respetar las tradiciones.
 – Ningún problema, recuerda que son el doble, tenemos dos ceremonias. ¿Y dónde vas la noche antes de la boda de aquí?
 – Junsu me ha invitado a quedarme con él y Yoochun. Vamos a ir en limusina al juzgado. Yoochun te llevará a ti.
 – Ya lo habéis planeado todo.
 – ¿Alguna objeción?
 – Podré soportar una noche solo.
 – Sobrevivirás – le dio un beso en los labios.
 – Seguro que no pegaré ojo.
 – Será mejor que sí, espero una noche de bodas para recordar.
 – Todas las noches que pasamos juntos son para recordar.
 – Para ser un hombre que niega ser romántico dices unas cosas...




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Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…  

7 comentarios :

  1. Yunho tiene muchos aspectos lindos y hasta parece enamorado de Jae si una persona enamorada no se comporta asi entonces como?

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  2. Yunho es muy considerado con Jae,espero que se de cuenta de que quiere a Jae

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  3. Yunho esta mas que enamorado, ama tanto a Jaejoong que teme perderlo, por eso cada vez que pasa algo pregunta si sigue pensando en su boda, es todo un amor y Jae le da seguridad para estarlo.

    Gracias! !!

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  4. Yunho ama totalmente a Jae, le contó lo de sus padres y deciddio perdonar a su madre por el. Ay que lindo. Están enamoradisimos

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  5. Yunho puede ser romántico pero nomas con su Jae por que lo ama y lo hace comportarse así con el sin que el mismo Yunho se de cuenta de ello pero su Jaee si que lo nota
    Gracias

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  6. Dime Yunho todo lo que haces, dices por Jaejoong si no es amor que es? Estas enamoradicimo de Jae no lo puedes ver deja ese trauma el nunca he dejara

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  7. Diooos que bella pareja hacen estos dos, Yunho puede jurar y perjurar que no ama a Jae pero cada cosa que hace resulta una revelación de su amor y en este cap no dejo de soltar palabras que gritan su amor inconciente por Jae. Que lindo que alla boda doble.

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