jueves, 12 de mayo de 2016

Una isla para la seducción. Cap 7

  



- Cuéntamelo.
Yunho se quitó los zapatos sacudiendo los pies.
– Antes de que todo se viniera abajo con mi ex, no tenía muchas cosas por las que sonreír, mucho menos por las que reír – dijo Jaejoong – Estaba viendo una comedia romántica homosexual cuando el personaje que organizaba la boda empezó a gritar a su proveedor de tejidos. El organizador estaba indignado porque no supieran lo que era el color cerúleo. Me di cuenta de que yo tampoco lo sabía y era diseñador de interiores. Poco después aprendí que era el color de mis ojos, así que pensé que era una especie de profecía. La cosa es que empecé a reírme con la película por primera vez en mucho tiempo. Y puse ese nombre a mi empresa para recordarme que, pase lo que pase, siempre hay algo por lo que reírse.
 – Es una gran historia – dijo Yunho que seguía desnudándose.
 – Es un buen recuerdo. No está mal recordar que no lo sabes todo.
 – Te hace ser humilde y positivo al mismo tiempo.
 – Tu turno.
 – Ya estoy desnudo.
 – Me refiero de responder a una pregunta.
 – Muy bien, ¿qué?
 – ¿Por qué vuestra empresa se llama Park y Jung y no al revés?
 – No es nada muy reflexionado.
 – Entonces, ¿qué fue?
 – Una moneda al aire. Ganó Yoochun.
Seguía riéndose cuando se echó sobre Jae deliciosamente desnudo y lo besó en la cadera derecha. Era perfecto.


>>>♥<<<

 – Entonces ¿no os molesta que nos casemos casi a la vez que vosotros? – preguntó Jaejoong a Junsu al día siguiente cuando éste llamó a la oficina para felicitarlo.
 – No. Creo que es fantástico que os queráis casar en Grecia. Vamos a estar allí de luna de miel.
 – Yunho mandará el avión para mis padres y hermanos – se había alegrado de que le hubieran prometido asistir.
 – Yoochun dice que Yunho va a invitar a su familia – dijo Junsu – Ninguno de los dos sabíamos que seguía en contacto con ellos.
 – La relación con su madre es bastante complicada – no quiso entrar en más detalles aunque Yunho ya les había contado su historia.
 – No estoy seguro, pero creo que es mejor que Yoochun perdiera a su madre por una sobredosis. Eso ha tenido que hacer mucho daño a la capacidad de Yunho para confiar.
Y para amar, pensó Jaejoong, pero no iba a entrar en eso.
 – Entre las familias de los dos no llegamos a las dos docenas de invitados. No te molestará, ¿no?
 – No – dijo con orgullo Junsu – Mi agorafobia va mucho mejor. No voy a firmar una gira de conciertos, pero mi nuevo agente tampoco me presiona.
Jaejoong se echó a reír. Hubo un largo silencio, pero no incómodo.
 – Quería ofrecerme para tocar en tu boda.
 – ¿De verdad? Creía que ya no actuabas.
 – No es una actuación, es un regalo. Yo... – la voz de Junsu se perdió – Estoy componiéndoos una canción.
 – ¿A nosotros?
 – Sí, ¿no te parece bien?
 – Es fantástico. No sé qué decir. «Gracias» parece inadecuado.
 – Estoy feliz de hacerlo. Yun ayudó a Yoochun a ver lo que era importante y evitó que ese idiota me rompiera el corazón.
 – ¿Yunho hizo eso? – preguntó Jaejoong casi conmocionado.
 – Sí. Creo que los hombres son más listos con las relaciones de los demás que con las suyas.
 – Quizá no todos los hombres.
 – Bueno, los nuestros sí – enfatizó Junsu.
Jaejoong no sabía si considerar suyo a Yunho aunque fueran a casarse.
 – ¿Yoochun es más listo sobre los demás que con respecto a sí mismo?
 – Supo que eras especial para Yun en el momento en que le dijo que te traía a cenar a casa. A Yunho le llevó bastante más tiempo saber que eras especial para él.
 – Eso no te lo puedo discutir.
 – ¿Os van bien las cosas? – preguntó Junsu con delicadeza.
 – Mejor. Puede que él no me ame, pero me desea y quiere que sea la madre de sus hijos.
 – Tú sí lo amas, sin embargo.
 – Mucho.
 – Eso está bien. Creo que Yun se merece mucho amor y un joven muy especial como tú. Quizá aprenda a confiar en el amor al vivir con él.
 – Gracias – eso era lo que esperaba él – A Yoochun también se le aplica lo que dices del amor de un joven especial. Yo hace poco que me he convencido de que es humano.
 – No te preocupes – dijo Junsu entre risas – Creo que él también acaba de descubrirlo.
 – Eres estupendo para él.
 – Y tú fabuloso para Yun.
 – Trataré de serlo – prometió Jaejoong.
 – Sólo sé tú... eso es todo lo que parece necesitar.
Y Jaejoong pensó que, incluso sin el amor, Junsu podía tener razón. Tenía que tener esperanza, porque si perder a Hyunjoong lo había destrozado, perder a Yunho lo mataría.
Lo amara o no, lo que sí creía de Yunho era que sería fiel. No tenía nada que ver con su ex, pensó, intentando concentrarse en el trabajo acabada la conversación.
A veces se sentía como si hubiera engañado a Yunho para casarse con él. Pero no había sido así. Le había dicho que lo amaba, así que no había ningún secreto por el que sentirse culpable. El que fuera a conseguir el más profundo deseo de su corazón, o al menos algo parecido, no significaba que se hubiera aprovechado de nadie. Yunho quería casarse con él y quería a su bebé tanto como Jae. ¿Por qué se sentía así entonces? ¿Quizá porque si no estuviera embarazado Yunho no se casaría con él?


>>>♥<<<

Brandi había hecho gran parte del trabajo preliminar y sólo tuvo que cambiar algunas cosas para dejar preparada una presentación. Menos mal, porque él estaba completamente disperso. Pero disperso o no, estaba seguro de una cosa: serían felices juntos. Si no creyera eso no se iría a vivir con él, mucho menos se casaría. Pero creía que era perfecto para Jae y Jae para Yunho. Daba lo mismo el miedo que le diera todo lo demás, tenía que agarrarse a esa certeza.
Y en ese momento tenía que trabajar. Echó un vistazo final a la propuesta y salió del despacho para buscar a su asistente.
 – Hola, Pip.
Volvió la cabeza por una voz masculina que no oía desde que había salido de Nueva York.
Con un traje diseño de la temporada anterior y con aspecto de más edad de la que tenía, Hyunjoong estaba de pie a dos metros de Jae.
 – ¿Qué haces aquí? – espetó Jae sin ninguna cortesía.
 – ¿Un viejo amigo no puede venir de visita? – dijo con una media sonrisa.
 – Tú no eres un viejo amigo.
 – Eso duele, Pip. Fuimos amigos una vez.
Jaejoong sacudió la cabeza y buscó a Brandi con la mirada. La asistente los miraba curiosa. Jaejoong le entregó la propuesta que llevaba en la mano.
 – Ponlo en formato presentación. Lo presentarás al cliente en una reunión mañana por la mañana.
 – ¿Estás seguro de que estoy preparada, jefe? – preguntó Brandi, mirando los papeles.
– Sí – ya había hecho presentaciones supervisada y podía volar sola.
 – Estupendo, me pongo con ello – corrió a su mesa de trabajo.
 – ¿Es una visita de negocios o social? – preguntó a Hyunjoong.
 – Un poco las dos cosas, Pip.
 – Me llamo Jaejoong, odio ese apodo. Siempre lo he odiado – y él siempre lo había usado.
 – Eh, no te ofendas – juntó las manos imitando una súplica – No siempre es fácil dejar atrás el pasado.
Cruzó los brazos y le dedicó una mirada que había visto en Yunho cuando trataba con proveedores especialmente irritantes.
– Después de cómo me boicoteaste en Nueva York, no me ha costado dejar atrás mi pasado.
 – ¿Por eso has lanzado contra mí a tu pit bull millonario?
 – No sé de qué me hablas.
 – Estaba dolido cuando me dejaste. Puede que dijera algunas cosas que fueran en detrimento tuyo – lo dijo como quien compartía una gran confidencia – pero eso no es razón para que acabes con una firma de diseño que ha sido de mi familia durante tres generaciones. Pensaba que eras mejor persona, Pip... Jaejoong, de verdad.
 – Repito... no sé de qué me hablas – dio golpecitos en el suelo con la sandalia – Empieza a hablar claro y deja de ser tan zalamero.
 – ¿Zalamero? Jaejoong, ¿de verdad es así como me ves?
 – Esa miradita dejó de funcionar conmigo mucho antes de que me separara de ti y no creo que quieras saber cómo te veo, Hyunjoong.
 – En eso puede que tengas razón – suspiró – Mira, entiendo que me guardes rencor, de verdad.
 – ¡Qué comprensivo!
 – Pero no la tomes con mi empresa. Te has hecho un nombre gracias a Très Bon.
 – Un nombre que tú ensuciaste con tus mentiras podridas.
 – Ya te he dicho que estaba dolido por la ruptura. Exageré algunas cosas. No era yo mismo.
 – Con tu creatividad conmigo se podría escribir una novela.
 – Puede que tengas razón.
 – Así que ¿has venido a disculparte? – estaba harto de esa conversación.
 – Si es eso lo que quieres.
 – ¿Para qué?
 – Para que me quites de la lista de más buscados de Jung Yunho.
 – ¿Yunho? – Eso sí que no lo esperaba – ¿Qué tiene que ver él contigo y con Très Bon?
 – Ha estado boicoteando mi empresa en círculos que han debilitado mi influencia.
 – ¿No creerás que le he convencido para que te boicotee? Sabes que no soy así.
 – Pensaba que sí, pero un hombre como él no puede ir a por mí sin ningún motivo. Soy demasiado pequeño para él – le dolió admitirlo.
 – Si te ha estado calumniando, ¿por qué no has recurrido a la ley?
 – Claro, como si ese hombre fuera lo bastante estúpido como para decir algo que pudiera presentarse en un juzgado.
 – Es lo primero que dices que tiene sentido. Yunho es un hombre muy ocupado. ¿Por qué iba a dedicar un segundo de su apretada agenda para manchar la impoluta reputación de tu empresa?
 – ¡Pregúntaselo a él! Lo único que sé es que estamos al borde de la bancarrota y es por culpa de ese malnacido.
– Lo primero: no vuelvas a insultar a Yunho en mi presencia. No le llegas a la suela de los zapatos. Segundo: si estás al borde de la bancarrota, tendrá más que ver con el modo en que llevas tu negocio, siempre arriesgándote.
 – ¡Su campaña de desprestigio me ha costado mi negocio! – insistió.
 – ¿Campaña? Ahora sí sé que estás mintiendo. Yunho no te dedicaría tanto tiempo.
 – Para un hombre en mi posición basta con hacer un comentario aquí o allá – dijo Yunho, saliendo de detrás de un panel.
 – Hola, Yunnie. No sabía que ibas a pasar por aquí.
 – Me había llegado algo de que Kim Hyunjoong estaba en Seattle – recorrió al otro hombre con la mirada – Tenía la sensación de que vendría a llorar aquí en lugar de hablar conmigo como un hombre.
 – ¿Cómo un hombre? – Preguntó ofendido – No lo conozco, señor Jung. ¿Cómo iba a conseguir una cita?
 – ¿Ha llamado a mi secretaria?
 – No – dijo como si no se le hubiera ocurrido.
 – Tenía instrucciones de atender su llamada.
 – ¿Has dado instrucciones a tu secretaria sobre Hyunjoong? – Preguntó Jaejoong, intentando asimilar que Yunho sí podía haber estado arruinando la reputación de Très Bon – ¿También lo tienes vigilado?
 – Soy un hombre concienzudo – dijo Yunho, encogiéndose de hombros.
 – Es un tirano, eso es lo que es – dijo Hyunjoong encendido.
Ese hombre era tan idiota como había creído, pensó Yunho.
 – Insultarme no es el mejor modo de encontrar mi lado bueno.
 – Una vez que establece un curso de acción no lo cambia, así que no tiene sentido intentar sacar su lado bueno – dijo Hyunjoong.
 – Casi tengo que respetar su lucidez mental por no tratar de abordar el tema de un modo racional de hombre de negocios a hombre de negocios.
 – Una vez que me di cuenta de que usted era quien estaba detrás del hundimiento de la reputación de mi negocio en el ámbito internacional, hice mis investigaciones. Palabras como «testarudo», «inteligente», «despiadado » y «encantador» aparecen en la descripción. «Razonable», no.
 – Pero soy un hombre razonable.
 – Conmigo siempre lo has sido – reconoció Jaejoong con una sonrisa.
 – Tú siempre vas a decir eso – espetó Hyunjoong – Los dos tenéis una aventura, es obvio.
 – Vamos a casarnos – dijo Yunho en un tono peligroso  no tenemos una aventura.
 – Bueno, enhorabuena – dijo con sarcasmo Hyunjoong.
 – Gracias – dijo sarcástico también Yunho – Al margen de las buenas noticias, no he expresado mí no muy favorable opinión sobre su poco imaginativa y cara firma de diseño por Jaejoong.
 – Claro – dijo Hyunjoong sarcástico.
– Si no hubiera hecho todo lo posible por destruir no sólo su matrimonio, sino la posibilidad de haber conservado una amistad con Jae, no habría abandonado Nueva York.
 – Eso es cierto – corroboró Jaejoong.
 – Me alegro de que vinieras a Seattle – dijo Yunho a Jaejoong con una sonrisa.
 – Yo también.
 – Me está diciendo que no ha hundido mi compañía por él – dijo Hyunjoong.
 – Sólo indirectamente. Exijo lo mejor, ¿verdad, gineka mu?
 – Sí – dijo Jaejoong con un asentimiento.
 – Tú eres el mejor.
 – Gracias – dijo Jae con los ojos brillantes.
 – Si hubiera seguido las recomendaciones de uno de mis colegas basadas en cosas que había oído como resultado de la campaña de Kim Hyunjoong contra ti en Nueva York, no te habría contratado para ese primer trabajo.
 – Pero no hiciste caso.
 – No, hablé con clientes tuyos de aquí y visité propiedades que habías terminado y, lo más importante, me gustó la propuesta que me hiciste más que la de nadie – reveló Yunho.
 – Entonces ¿cuál es el problema? – exigió Hyunjoong sin entender nada.
 – Sus mentiras casi le cuestan el trabajo a un fantástico diseñador.
 – ¿Y decidió acabar con mi negocio?
 – ¿Es usted idiota? No he acabado con su negocio, sólo he ayudado a acelerar el proceso – pero ¿lo vería Jaejoong igual?
 – ¡Maldito bastardo despiadado! – dijo Hyunjoong entre dientes.
No podía negarlo, era despiadado y era un bastardo. Lo único que le preocupaba era lo que pensara su prometido de esa verdad.
 – Al menos soy sincero. No me dedico a decir falsedades, no he dicho nada de su firma que no fuera cierto. No contrataría a Très Bon. Se pasa con el precio y lleva haciéndolo años. Sus diseños no son imaginativos. Y tiene reputación de acabar los proyectos superando el presupuesto y tarde.
 – Eso jamás ha preocupado a mis clientes – dijo Hyunjoong con tono de superioridad.
 – Quiere decir que toleraban su poca calidad para poder poner el nombre de Très Bon en sus edificios.
 – Era un nombre respetado antes de que se dedicara a destruirlo.
 – Su tío y su padre llevaron una empresa decente, aunque conservadora. Usted ha hecho todo lo posible por destruir su trabajo con malas decisiones desde hace más de diez años.
 – ¿No te importa la gente que se va a quedar sin trabajo cuando cerremos? – se dirigió más a Jaejoong que a Yunho.
 – ¿Le importó que Jaejoong tuviera que marcharse de Nueva York?
 – ¡Él es sólo una persona!
 – Y usted mintió sobre él.
 – Sabía que era por Pip.
– ¿Te gusta ese ridículo apodo? – preguntó Yunho mirando a Jaejoong.
 – No. Ya le he dicho que no lo utilice, pero como siempre, no me escucha.
 – Si lo hubiera hecho, su negocio no estaría en apuros.
 – ¡Él se marchó, no yo!
 – Te dejé porque me engañabas y después me despediste cuando pedí el divorcio – dijo sin ira.
 – No solías ser tan reivindicativo.
 – No estoy siendo reivindicativo.
 – Haz que pare – rogó Hyunjoong, desesperado – Por favor.
Yunho soltó una carcajada y lo miró incrédulo.
 – Es un actor impresionante.
 – Oh, creo que está tan desesperado como parece y entiendo por qué – dijo Jaejoong.
 – ¿Sientes lástima de él? – preguntó sorprendido Yunho.
 – Sé lo que es ver tu carrera hecha pedazos por las palabras descuidadas de alguien. No le desearía eso ni a mi peor enemigo.
 – No me cuesta nada deseárselo a él – admitió Yunho completamente sincero.
 – Es obvio – dijo Jae en tono ni de aprobación ni de condena.
Yunho no pudo dejar de preguntarse si su relación sobreviviría a la revelación de ese aspecto despiadado de su personalidad. Porque ¿era una revelación? Jae había adivinado sus planes de haber luchado por la custodia sin que se lo hubiera dicho.
 – ¿Qué esperaba ganar viniendo aquí? – preguntó Yunho a Hyunjoong.
Hyunjoong pareció valorar lo sincero que podía ser y al final dijo:
 – Lo ideal hubiera sido que Jaejoong le convenciera de que dijera que se había equivocado con mi empresa.
 – Yo no miento – y esperaba que Jae no le pidiera que lo hiciera.
 – Me conformaría con que recogiera a los perros – como si tuviera espacio para negociar.
 – No he soltado ningún perro, no los tengo – realmente había sido sólo algún comentario aislado.
 – Así que según usted todo es culpa mía.
 – Así es como yo lo veo.
 – Así que no vas a hacer nada para ayudarme – se dirigió más a Jaejoong que a Yunho.
Esa vez Yunho le dejó responder.
 – No sé qué puedo hacer.
 – Podrías volver a trabajar para Très Bon.
 – Jamás – dijo Jae sin dudarlo.
 – Piénsalo – dijo Hyunjoong – Podríamos abrir una delegación en la Costa Oeste y podrías llevarla tú.
 – No me interesa en absoluto – dijo sarcástico.
– Entonces sólo me queda pedir un concurso de acreedores y despedir a los trabajadores.
El enfado de Yunho empezaba a rozar la línea roja.
 – No sea melodramático. Una consultoría medio decente sacaría a su compañía de los números rojos con un poco de reorganización y una consolidación de recursos.
 – No si sigue boicoteándome.
Yunho miró de reojo a Jaejoong y después a Hyunjoong.
 – Si en el futuro dice la verdad sobre el talento y la capacidad de Jaejoong, haré todo lo posible para evitar decir la verdad sobre usted.
 – Supongo que eso es todo lo que voy a conseguir.
 – Podría sugerirle alguna consultoría – dijo Yunho en tono razonable.
 – Encontraré yo mi propia consultoría – se dio la vuelta y se marchó.
 – Señor, sois mejores que una telenovela – dijo Brandi con una muestra de color en cada mano – Sólo quería saber qué prefieres.
 – Las dos están bien – replicó Jaejoong, frotándose la frente – Me tomo libre el resto del día. Si necesitas algo, estoy en el móvil.
 – Como siempre, jefe, no preocuparse – respondió Brandi con un extraño acento. Luego, volvió a su trabajo.
 – Se cree que es australiana – dijo Jaejoong con un suspiro – y nunca ha salido de Estados Unidos.
 – La idea de mudarse a Grecia le gustará.
 – Si se lo preguntara, seguro que sí.
 – Así que... ¿no se lo piensas pedir?
 – He discutido en mi trabajo sobre mi vida privada todo lo que se puede en un día. Vamos.
Fueron al apartamento de Jae. Jaejoong estaba decidido que la visita de Hyunjoong no enturbiara nada y Yunho tenía puesta en la cara su expresión neutra.
Jaejoong pensaba que Yunho tenía un poco hipertrofiado su sentido de la justicia, pero mejor eso que un hombre que se dedicaba a mentir a los demás y a sí mismo. Como Hyunjoong.
 – Hemos olvidado algo cuando has venido antes a la tienda – dijo Jae.
 – ¿Qué?
 – Un beso.
 – ¿Quieres que te bese?
 – Sí.
 – Eso sé hacerlo.
 – No diría mucho de nuestra próxima boda que no supieras.
Convirtiéndose en un depredador sexual delante de sus ojos, lo apoyó en la puerta.
 – ¿Sabes qué he notado últimamente?
– No, ¿Qué?
 – Tienes todo un arte en decir la última palabra.
Iba a responder, pero sus labios se interpusieron.



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Gracias…           

10 comentarios :

  1. Graciassss x la actu ta lindoo y disculpa x no comentar siempre 😟😟 prometo hacerlo mas seguido y graciassssss x la actuuu

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  2. Waaaaaaaaaa no lo puedo creer!! Ese miserable de hyung joong se atrevió a buscar a Jaén después de todo lo que hizo?? Menos mal que yunho salio al recate y lo puso en su lugar!!

    Quiero leer mas! Continúa pronto!

    Y por cierto este cap estuvo perfecto! No hubo ningún error! Y no sabes como aprecio eso!!!

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  3. Waaa en verdad no se como hyungjoong se atrevió a buscar a Jaén para eso!! Es un Cobarde!! Mira que después de hacerle todo eso a Jae. Lo bueno es que tiene a yunho para que lo proteja

    Por otra parte que encanto leer este cap porque esta perfecto! No hay ningún error y como lectora lo agradezco mucho! Esperó la continuación pronto!)

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  4. Me gusto como los dos enfrentaron a Hyun joong que fuera a suplicar perdon a Jaejoong fue lo mejor para que vea que las cosas dan vuelta . Yunho puede ser un poco malo pero me gusta que se preocupe por como lo ve Jaejoong creo que aun tiene miedo que lo abandone.

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  5. Jae y Yunho tan compenetrados, que no permitieron que KHJ los convenciera de ser victima.

    Gracias!!!

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  6. KHJ no tiene verguenza de presentrse ante Jae despues de lo que le ha hecho y suplicar pot su negocio lo bueno que Yunho y Jae lo pusieron en su lugar

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  7. Pero que cara dura Hyun Joong de ir a pedir ayuda cuando daño tanto a Jae y el mismo lleva abajo su empresa :/ me alegra que yun y Jae vallan a casarse.

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  8. Yunho defendiendo a su hombre ante el ex
    ese Hyun joong si que no tiene vergüenza primero le hace la vida imposible a Jae y luego va a que le ayude para que Yunho no termine de arruinarlo
    Gracias

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  9. Eso si que fue una gran confrontación y HyunJoon es cierto que fue dramático acaso no puede seguir adelante si es una gran empresa tsk Yunho tiene razón venir a rogarle a Jaejoong ahora su tiene cara aish

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  10. Aigoooo Jung Yunho defensor de los desvalidos y justiciero a roca de llama del honor, buen nombre y preputación de su aún no declarado abiertamente amado Kim Jae Joong que capitulo tan más duvertido jajaj nada como ver a tu ex suolicando que le salves el pellejo jajajaj ok soy feliz por que El YunJae se va a casar¡¡¡ Me gusta que el Junsu y Jae se entianda y que metan en cintura a ese HIGTQuallity roba suspiros.

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