― No pequeño, enfadado no es la palabra que
usaría. La ira que Siwon hará caer sobre mí… No pueden entender.
¿No han estado alrededor de los lobos dominantes y Alfas de los Canis lupis? Saben cómo son
respecto a sus hembras y doceles.
—Sí, sí. Lo entendemos. —Jae puso sus ojos en blanco— Pero
aquí está la cosa, mientras que están tan ocupados preocupándose por nosotros
los pobres doceles débiles, están totalmente ignorando el hecho de que hay un
gran mundo entero afuera que necesita nuestra ayuda. Si Taemin y Changmin son los
que pueden dejar caer la bomba en esta bruja, entonces necesitamos a Taemin. Si
Junsu y yo somos los únicos para atraerlo aquí, entonces LO HAREMOS. Al diablo
las consecuencias. No les permitiremos que te lastimen cuando regresemos. Sólo
mantenlos atados todo el tiempo. —Jae sonrió como si acabara
de resolver todos sus problemas.
— ¿Quieres que los mantenga atados todo el
tiempo? ― Jae miró a Junsu,
dejando salir un suspiro exasperado.
— ¿Por qué sigue repitiéndome? ¿Soy difícil de
entender? ― Junsu negó con
la cabeza.
—Creo que la estamos poniendo en estado de
shock, o va a tener un ataque de pánico o algo así.
Peri miró de chico en chico, ante la seria calamidad de su solicitud. Ella vio la impaciencia en sus ojos por ayudar
y la determinación debajo de eso. No sabía
cómo hacer esto de ninguna otra forma. Qué así sea. Iba a poner su trasero en
una bandeja para los machos de los Lobos TVXQ Coreanos. ¿Quién dijo que no le
gustaba vivir en el borde?
—Está bien.
Junsu y Jae se dieron otro choque de
puños silencioso estallando los dedos.
— ¡De eso es de lo que estoy hablando, Peri!
¡Dile al hombre quién manda! Hazles saber que no les perteneces, que ellos no
son tu papi, que no pueden…
― Peri golpeó su mano sobre la boca de Jae y miró a Junsu.
— ¿Cómo lidias con él? ― Junsu se rió entre dientes.
—Crece en ti. ― Peri resopló.
— ¿Qué, como un hongo?
Era turno de Junsu para resoplar ante la
observación de Peri.
Peri finalmente sacó su mano de la boca
de Jae… sólo después de darle una mirada que decía, cierra la boca.
—Así es cómo lo haremos. Voy a poner la
maldición de la atadura sobre ellos ahora mientras duermen y no pueden sentirla
trabajando en ellos. Ustedes van a tomar el aparato que les voy a dar y van a
pasar por el velo. Les daré una especie de brújula
que les llevará
con Taemin y Minho. Deben
moverse rápido, en silencio y traten de pasar inadvertidos.
Mientras tanto, yo estaré aquí sufriendo las consecuencias de cinco lobos inmóviles
y muy cabreados. — Peri sonrió y añadió con sorna — ¿¡No
será divertido!?
Peri se dirigió
a la puerta y cerró los ojos. Empezó a farfullar en voz baja y
Jae y Junsu miraron, esperando.
—Entonces, ¿cómo crees que nuestros amigos
peludos van a estar cuando se despierten y se den cuenta que nos hemos ido? — le susurró Jae a Junsu,
cuyos ojos estaban en Peri.
—Sólo digamos que me alegro de ir contigo. ¿Y
te das cuenta que si pensabas que Yunho era molesto por no dejarte fuera de su
vista antes, eso se verá modificado para ser multiplicado por cómo un millón,
cierto?
Jae puso los ojos en blanco.
—Probablemente ni siquiera me dejará hacer
pis a solas cuando regresemos.
—Yoochun no será mucho mejor —añadió Junsu.
—Sí, pero Yoochun es mucho más razonable.
—Eso es porque estás casado con alguien de la
edad media que piensa que los hombres deben golpear a sus mujeres en la cabeza
y arrastrarlas por el cabello de regreso a la cueva del hombre.
—Eso es cierto —acordó Jae secamente. Finalmente Peri
se volvió a los chicos.
—Está hecho.
Peri
les entregó todo lo que necesitaban. Jae y Junsu
estaban asombrados de como el hada conjuraba las cosas del aire. Una vez que tuvieron ropa de abrigo, ligeras mochilas sobre sus
espaldas, comida Fae y agua, estuvieron listos.
—Recuerden —les dijo Peri— rápido y nada de ruidos.
—R al cuadrado, muy
bien —le dijo Jae mientras la seguían hasta el velo.
Jae y Junsu miraron a Peri una última vez antes de que ambos caminaran
a través del escudo invisible entre los dos
mundos.
Peri cerró los ojos mientras
desaparecían los chicos. «¿Qué he hecho?», se preguntó. Estaba tratando de
decidir si tal vez debería dejar a Heechul una nota explicando lo que había
hecho y luego añadir que el Consejo Fae la necesitaba. Peri arrojó inmediatamente
esa idea por la ventana. No era una cobarde. Asumiría la responsabilidad de sus
acciones. Sin embargo, se aseguraría de permanecer fuera del alcance de
cualquier golpe de mandíbulas.
>>>♥<<<
—Entonces, siento que absolutamente
deberíamos tener la música de Misión
Imposible tocando de fondo mientras nos embarcamos en nuestro pequeño
viaje. —Jae se rió entre
dientes.
— ¿Dijiste embarcamos? —preguntó Junsu mientras miraba sobre
su hombro a su mejor amigo.
—Oye, me morí, me da el margen para mejorar
cualquier vocabulario o problemas.
—Eso suena tan familiar viniendo de ti.
Parece que en cualquier momento que eres quemado vivo o te mueres, de repente
tienes permiso para decir lo que quieras.
—Estás entendiendo, Rojo. Definitivamente
deberías exprimir un poco más tus catástrofes.
Junsu puso sus ojos en blanco mientras
sacaba el aparato con apariencia de reloj de bolsillo que Peri les había dado.
Todo lo que Peri dijo al respecto de esto era que estaba sintonizado, por así
decirlo, al pulso de Taemin o lo que sea. Jae amablemente le había dicho que
los tecnicismos no eran necesarios mientras que la maldita cosa funcionara.
—Está bien, nos está apuntando en esa
dirección. —Junsu señaló a la izquierda, a través
de árboles, arbustos, y quién sabía qué otra cosa.
— ¿Cómo vamos a ser silenciosos cuando hay que
desviarse del camino marcado, tropezando con las ramas de los árboles, arbustos
espinosos y todo lo que se interpone en nuestro camino?
—Trata de pisar cuidadosamente. Podemos hacer
esto, Jae. Por Changmin, por todos nosotros.
Jae tomó un respiro,
mirando hacia el bosque. «He muerto y he vuelto», se dijo. «Puedo tropezar a través de un bosque frío y oscuro.
Cualquier cosa debe ser pan comido después de morir. ¿Cierto?»
Él asintió a Junsu y agregó:
—Estoy contigo. Tenemos totalmente esto.
Comenzaron en los árboles, tratando de
dar pasos ligeros y no tropezar.
—Así que, ¿cómo están las cosas con Yunho? — le preguntó Junsu, tratando de alejar
sus mentes del frío y la posibilidad que una malvada bruja seguía cada
movimiento en aquel momento.
Jae soltó una susurrada carcajada,
tratando de ser silencioso como Peri había advertido.
— ¿Sabes cómo discutimos sobre toda la no
retención de sexo como una forma de manipulación?
Junsu gruñó.
—Sí, no puedo
creer que él te dijera eso. No se lo dije a Yoochun porque habría
estado muy ofendido pensando que Yunho podría haber pensado que él sólo quería
ser mi compañero para meterse en mis pantalones.
—Él no cree eso de Yoochun.
—Cree que puedo manipular a Yoochun así.
—Bueno, ¿puedes? —preguntó Jae, levantando las cejas. Junsu
se puso rojo del cuello para arriba.
—Sí, pero caray, él no tiene un siglo de
antigüedad y no ha estado con otros chicos. Sigue estando muy ansioso por el
asunto.
Fue turno de Jae de gruñir.
—Sí, Yunho fue tan amable de recordarme que
no es tan blanco como una nieve recién caída. Pero no lo culpo. ¿Es decir,
varias décadas siendo célibe? Comenzaría a preguntarme si estaba incluso
atraído por el sexo.
—Entonces, ¿qué pasó cuando fueron a la cama? —Junsu movió sugestivamente sus cejas hacia Jae.
Jae realmente se rió entonces
y tuvo que poner su mano sobre
su boca para ahogar el sonido.
—Oh hombre, fue invaluable, Junsu. Realmente
debería mantener mi teléfono en modo grabación cuando estamos solos. Hay un
lado entero de Yunho que ustedes no logran ver.
—Divúlgalo —alentó Junsu.
—De acuerdo, de acuerdo. Bueno, al principio
estaba enojado, ¿verdad? Pero luego me dijo que le dolía que lo estuviera
bloqueando. Su voz era muy suave, tan diferente a Yunho, y realmente me afectó
mucho. No quiero hacerle daño, ¿sabes? Así que cedí y me disculpé por
bloquearlo de mi mente. Comenzamos a besarnos, y las cosas avanzaron, luego él
se echó hacia atrás y me alejó.
— ¿Qué? —La
boca de Junsu cayó abierta.
—Lo sé, ¿no? Al principio me dolió. Se sintió
como un rechazo. Sentí que estaba confirmando lo que había dicho, que no estaba
emocionado de estar conmigo. Pero luego me explicó cómo realmente me quiere
pero que no quería ser manipulado. Fue en ese momento que me di cuenta que
ustedes probablemente me esperaban.
—Sí, bueno, pensamos que podría ser un rato
largo.
—Ja ja —replicó Jae.
—Entonces,
decidí dar a mi bola de pelos
una pequeña dosis de Jae. Ya no estaba enojado, en serio, pero
simplemente no me pude resistir.
—Dilo ya. —Junsu estaba haciendo un movimiento con la mano que
acentuaba sus palabras.
—Le dije que entendía que estuviera nervioso
por cumplir con mis expectativas porque había estado esperando por él.
Junsu dejó de caminar mientras se
doblaba, tratando de reír en silencio. Jae continuó a pesar de la falta de
compostura de Junsu.
—Y le dije que iría tan lento como él
quisiera mientras explorábamos nuestra relación física. —Terminó con una mirada
muy satisfecha de sí mismo en
su petulante cara.
Junsu seguía riendo y finalmente Jae
cayó en su propia risa después de haberla contenido un tiempo tras haber
torturado a su compañero.
— ¡Maldita sea! Ojalá hubiera sido una mosca en
tu pared. Apuesto a que su cara estaba totalmente horrorizada.
—Oh, pareció confundido al principio, pero
luego comprendió que estaba diciendo básicamente que él estaba teniendo
problemas de desempeño. Sí, le estaba pegando a la puerta del baño cuando me
alejé.
—Cielos, Jae, realmente amas provocar a un
león ya enojado.
— ¿Qué aburrida sería la vida si sólo
asintiera y dijera: “Sí, señor”? ― Junsu resopló.
—Bueno, mi vida sería sin duda mucho más
aburrida. Nunca dejas de sorprenderme.
Empezaron a caminar de nuevo, Junsu
comprobando que el dispositivo que tenían parpadeara, la ML: Manecilla del
Localizador.
Caminaron, y en los momentos en que
podían sentir ojos sobre ellos, corrían a través
del bosque. Las ramas de los árboles
se enredaban en sus ropas
y sus narices estaban rosadas por la temperatura inclemente, la cual
había caído cuando dejaron a Peri.
21 Días Después de la Maldición.
Habían estado caminando/corriendo
durante varias horas y la luz del día estaba
comenzando a penetrar
la cubierta gruesa de los árboles cuando
de repente ambos chicos casi
se caen de rodillas.
«¡JAEJOONG!»
Jae apretó los ojos contra el embate de
emoción que sintió volcarse en su mente mediante el vínculo con Yunho. Abrió
lentamente los ojos para ver a Junsu haciendo lo mismo.
—Adivino que despertaron —dijo Jae débilmente.
Junsu asintió lentamente y era obvio
para Jae que él estaba hablando con Yoochun, y por sus estrechos ojos
esmeraldas, era evidente que estaba teniendo una bronca proverbial.
«Quiero decir que entiendo por qué hiciste esto,
Luna, pero por el momento sólo puedo preguntar, ¿cómo diablos puedes ser tan
irresponsable?»
«¿Irresponsable? ¿En serio, Yoochun? ¡Alguien
tenía que hacerlo! Alguien tenía que tomar el riesgo y la mejor opción éramos Jae
y yo. No siempre puedes ser el héroe. Sólo porque eres un hombre y yo un docel
no quiere decir que no soy capaz de hacer lo que se necesita hacer, al final
también soy un hombre».
«¡MALDICIÓN, NO ME IMPORTA SER UN HÉROE!»
Junsu se estremeció con la ferocidad en
su voz. Él nunca había tratado con un Yoochun
tan enfadado. Pero sabía que esa ira partía del miedo. Él tenía miedo por él.
«Esto es acerca de mí queriendo tener a mi compañero
a salvo, Junsu. Esto no es acerca de mí siendo un hombre y no queriendo que mi pareja
me demuestre algo, o creyendo que no eres capaz. Sé que eres muy capaz, pero a
veces tenemos que saber cuándo admitir que el enemigo es más que capaz. ¿No
entiendes eso? Eres mío para protegerte… ¡mío! Has tomado lo que es mío y lo
pusiste en peligro. Te fuiste a mis espaldas cuando sabías que no quería que
hicieras esto. Y ahora estás ahí fuera donde no puedo protegerte y estoy aquí
sin poder moverme, preguntándome si estarás bien. Así que, por favor,
discúlpame si no estoy realmente preocupado acerca de si lastimo o no tus
sentimientos cuando digo que estás siendo irresponsable. Te amo, Junsu. Estoy
enojado contigo, pero te amo. Más te vale mantenerte a salvo. Imagina si
estuviéramos en papeles invertidos. Sólo trata de imaginar eso».
Junsu respiró hondo y soltó el aire
lentamente. Sabía que él se enojaría, pero realmente no se había preparado para
la fuerza detrás de esa ira. Aunque odiaba hacerlo enojar y lastimarlo, todavía
sentía que él y Jae habían hecho lo correcto.
«Siento haberte asustado. Siento haber ido a tus
espaldas. Pero esto tenía que hacerse. No me disculparé por eso. Te amo, estaré
a salvo».
«Sólo regresa a mí, amor. Vuelve a mí».
>>>♥<<<
«Entonces, ¿cómo has dormido, cariño?»
preguntó Jae casualmente, luchando con
la naturaleza muy dominante y Alfa que Yunho estaba tratando de utilizar en él.
«Regresa. Ahora». Yunho estaba usando la misma voz que Siwon utilizaba cuando no les daba
a sus lobos otra opción más que obedecer.
«No hagas eso del mojo Alfa en mí, B. No
funcionará. Soy tu compañero, tu igual».
«Después de todo lo que hemos pasado en las
últimas semanas, todo el infierno, me dejaste. Saliste sin protección a un
mundo donde una bruja malvada y un Alfa corrupto están enfocando toda su
energía en eliminarnos. ¿Por qué me harías esto a mí, Jaejoong? ¿Cómo pudiste
hacer esto?»
Jae se estaba mordiendo el labio y
sintió sangre filtrarse en su boca. Ni siquiera se había dado cuenta de lo duro
que se estaba mordiendo hasta que el sabor metálico golpeó su lengua. Se
encogió y cerró los ojos mientras los recuerdos de su dolor asaltaron su mente
provocados por ese pequeño recordatorio.
«No. No utilices recuerdos para tratar de suavizarme». Yunho pensó que él
estaba tratando de manipularlo una vez más.
Eso simplemente lo aguijoneó.
«No estaba tratando de usar mis recuerdos de la
cosa más sorprendente que alguna vez me ha pasado contra ti. ¿No acabamos de
tener esta discusión anoche? Te dije que lo entiendo, te escuché, y me
disculpé. Las imágenes me golpearon debido a la sangre en mi boca en este
momento». Jae hizo una mueca
cuando se dio cuenta que eso pudo no haber
sido la cosa
más brillante por decir.
«¡Sangre!» La voz de Yunho surgió en un bajo gruñido. «¿Por qué estás
sangrando, Jaejoong?»
«Me mordí el labio porque me estás volviendo loco.
Me siento como el peor compañero de la historia, como si te hubiera traicionado
o algo, cuando esto no tiene nada que ver contigo o con nosotros. Esto es más
grande que nosotros».
Sintió las manos de Yunho en su rostro.
Sabía que si hubiera estado delante de él en ese momento, sus labios estarían
tan cerca de él que podría sentir su cálido aliento en su cara.
«No quise implicar que me sentí traicionado,
amor. Pero te acabo de recuperar. Te he perdido dos veces y no puedo perderte
de nuevo. Quería sostener a mi esposo, mi compañero, por primera vez toda la
noche de anoche. Quería despertar y que lo primero que viera fuera tu hermoso
rostro. Pero en cambio me desperté dándome cuenta que no podía moverme, y que
no estabas a mi lado, ni siquiera en la casa. ¿Puedes por favor tratar de verlo
desde mi punto?»
Jae tomó una respiración profunda. Sabía
que él y Junsu estaban haciendo lo correcto. En sus entrañas sabía que era lo
que se suponía que debían hacer. Pero eso no hacía
fácil hacer daño a su compañero, defraudarlo y asustarlo.
«Sólo puedo empezar a imaginar lo molesto que
estabas y estás. Yunho, tengo que hacer esto. Junsu y yo tenemos que hacer
esto. No puedo explicarlo, pero sólo sé que nosotros somos los que se supone
que debemos llegar a Taemin. Por favor, confía en mí. Por favor entérate de que
te amo tanto que a veces pienso que mi corazón va a explotar. Estaremos bien.
Nos estamos moviendo rápidamente y estamos siendo silenciosos».
Jae lo escuchó resoplar. Eso la erizó.
«Soy capaz de ser silencioso».
«Estoy seguro de que sí, nene». Yunho lo aplacó. «Si esto es algo que
crees que necesitas hacer y ya que te has ido sin mí, no hay nada que pueda
hacer al respecto ahora, ya que estoy atado a esta maldita cama… Pero nunca
más, Jaejoong. Nunca más irás al peligro sin mí. Me dijiste que si no salvaba a
tus amigos nunca me perdonarías. Esa fue una línea que tú dibujaste. Bueno,
estoy dibujando una ahora. No seré capaz de perdonarte si voluntariamente te
pones en peligro sin tener en cuenta cómo me afectará. Mi amor por ti es
incondicional, Jaejoong, eso nunca cambiará, pero tiene que haber respeto mutuo
por los sentimientos del otro. Tienes que encontrarte conmigo a mitad del camino.
¿Puedes hacer eso por mí?»
Jae se limpió las lágrimas que caían por
su cara. Sus manos temblaban y Junsu se había acercado y había envuelto un
brazo alrededor de sus hombros. Trató muy duro de contener el temblor de su voz
cuando respondió, pero nunca podría esconderse de Yunho.
«Sí. Puedo encontrarte a mitad del camino».
Escuchó a Yunho gruñir.
«Nene, no fue mi intención hacerte llorar.
¡Maldita sea!», gruñó con
frustración.
Jae supo que Yunho estaba muy molesto y
pendiendo de un hilo, ya que rara vez maldecía
cuando él estaba presente, ya sea físicamente o a través
de su vínculo. Se lo podía
imaginar recostado en su cama, sostenido inmóvil por lazos invisibles. Su mandíbula probablemente estaba apretada tan fuerte que los dientes estaban a punto de romperse y sus
ojos sin duda estarían brillando. Sí, Jae no tenía problemas para ver a su
compañero en su mente, incapaz de protegerlo, incapaz de llegar a él.
«Estoy bien, Yunho». Se recompuso, sabiendo que si no lo hacía, sólo
empeoraría las cosas para él. «De verdad, estoy bien.
Siento haberte puesto en esta posición y por asustarte».
«Tú sólo asegúrate de volver a mí, entero y sin
un rasguño. Estoy agradecido de que el vínculo está completo, porque ahora
puedo ir contigo si lo peor llegara a suceder, pero preferiría estar aquí
juntos… vivos juntos. Así que, Jung Jaejoong, es mejor que traigas tu terco
trasero a casa junto a mí».
Jae no pudo evitar la sonrisa que se
extendió por su cara cuando él utilizó su apellido con su nombre. Se sentía
bien; era correcto.
«Ya te lo dije, estás atrapado conmigo. Estaré de
vuelta antes de que lo sepas, bailando en ese último rescoldo de nervios tuyo.
Te amo, B».
«Y yo a ti, amor. No me bloquees de tu mente en
ningún momento». Jae sonrió de nuevo
cuando él añadió, aunque de mala gana: «Por favor».
Jae miró a Junsu, quien todavía tenía
un brazo envuelto
alrededor de él.
—Entonces, ¿cómo lo tomó tu príncipe peludo? ― Junsu negó con la cabeza cerrando los ojos.
—No muy bien. No muy bien en absoluto. ¿Qué
hay de ti?
—Bueno, me dijo que me ama.
—Eso es bueno —interrumpió Junsu.
—Luego me dijo que si alguna vez hago algo
como esto otra vez, nunca me perdonará.
— ¡Ay! —murmuró Junsu.
—Sobreentendido, Thelma.
—Parece que tenemos un montón de esos. —Junsu sacó el ML de nuevo y asintió
hacia la dirección que tenían que ir— Avancemos. No hay nada que podamos hacer al
respecto ahora. ¿Crees que Peri los dejará atados?
—Tendría que ser estúpida para no hacerlo. Si
Yunho se suelta antes de que regresemos, vendrá por mí. Pude sentir que está
decidido, Junsu. Nunca lo he oído tan enojado, o sentido su ira y miedo de esa
forma. Sin duda, si ella lo deja ir, estará destruyendo estos bosques abriendo
paso como un lobo poseído.
—Tengo que decir que Yoochun estaría justo
detrás de su cola. Sin juego de palabras.
Jae se rió.
—Oh, vamos, deberías siempre reclamar un
juego de palabras como ese cuando sea a expensas de las bolas de pelos.
Los chicos continuaron, solo deteniéndose periódicamente para beber agua o comer la comida Fae que Peri les
había proporcionado. Era la misma comida que JiMin le había dado a Junsu y su
grupo en el camino al velo. Les dio energía para caminar todo ese día y en la
noche. Los dedos de los pies de Jae estaban empezándose a sentir entumecidos y
sus piernas estaban muy frías. Los dientes de Junsu castañeaban mientras
avanzaba paso a paso, decididos a no parar. Varias veces ambos chicos se
pusieron en contacto con sus compañeros. Ellos trataron de mantener esas
conversaciones cortas y dulces, ya que cada vez que Yunho o Yoochun utilizaban
el vínculo, no era sólo para preguntarles si estaban bien, sino también para
recordarles cómo fue que lo que los chicos pensaron era un plan brillante cayó
a, según Yunho, imprudente, temerario, impulsivo y estúpido como es definido en
el Diccionario Webster.
Jae le hizo saber que estaría buscando
esas palabras para comprobar su exactitud. La réplica de él fue algo que no
consideró necesario compartir con Junsu ya que implicaba cadenas,
azotes, y cinta adhesiva. Si no hubiera
sido por el tono de voz y
otras, agradables palabras que Yunho había estado utilizando, se podría haber
inclinado a pensar que su compañero era un pervertido.
A mitad del segundo día después de su
partida, Junsu dejó escapar un gran suspiro de alivio cuando una cabaña
apareció a la vista. Era exactamente como Peri la había descrito. Jae y Junsu se acercaron
cautelosamente y saltaron hacia atrás cuando la puerta se
abrió con fuerza, rebotando contra la casita.
—Guau. —Taemin soltó un jadeo mientras veía a
un completamente recuperado Jae— ¿Completaste el vínculo y los Ritos de
Sangre?
Jae asintió con una sonrisa.
—Sí, él está oficialmente ligado a mí para
siempre. Pobre hombre.
—Hizo un movimiento hacia Junsu mientras
continuaba— Él
es Park Junsu, yerno de nuestro Alfa y pareja de Yoochun, hijo de nuestro Alfa.
Junsu asintió y, para su sorpresa, Taemin
y su compañero Minho, quien había estado silenciosamente de pie junto a su compañero,
bajaron sus ojos y expusieron sus cuellos hacia Junsu en una demostración de
sumisión. Junsu todavía no estaba seguro de cómo responder a ese gesto, por lo
que se limitó a decir “gracias”.
—De acuerdo, necesitamos que ustedes hagan
sus maletas realmente muy rápido y se larguen con nosotros. —Jae sonrió mientras hablaba.
— ¿Peri ha enviado por nosotros? —preguntó Minho bruscamente.
—Sí. Dijo que es hora de que tú y Changmin se conozcan y comenzaran a hacer
lo que sea que hagan
ustedes los sanadores para poder derrotar
a la Malvada Bruja del Este.
Taemin
negó con la cabeza hacia Jae con leve diversión, estaba empezando a
entender la completa fuerza de su personalidad. Cuando Jae se había quedado con ellos,
había estado tan enfermo, tan débil. El Jae delante
de él ahora estaba lleno de
vida, de espíritu, dominio. Él era, sin duda, un Alfa.
Cuando nadie se movió, Junsu tomó la
palabra.
—Uhm, no se ofendan, pero hay una bruja que
tiene pequeños sensores en el bosque buscándonos, así que realmente necesitamos
estar en camino.
— ¿No creen que deberían descansar? —preguntó Taemin, con su naturaleza sanador
saliendo a la luz. Los chicos estaban obviamente exhaustos.
—Nos sentaremos mientras ustedes dos empacan.
Pero realmente no tenemos que quedarnos aquí más tiempo del necesario. Peri
dijo que lleváramos pitando nuestros culos una vez que llegáramos a ustedes. —Jae sacudió un poco de nieve del suelo de la base de un árbol y se
sentó apoyando la espalda en el tronco. Vio a Junsu hacer lo mismo y ambos chicos
cerraron los ojos, sin ni siquiera darse cuenta que se habían quedado dormidos.
>>>♥<<<
Heechul no podía recordar un momento en
que haya visto a su compañero así de enojado. Estaba
en realidad un poco contento
de que Peri no haya roto el hechizo
de atadura. En un momento
dado, los rugidos, gruñidos, e incluso aullidos habían sido tan fuertes
provenientes de los cinco lobos dominantes que Key, Heechul,
Luhan y Peri habían salido.
Heechul sonrió al recordar lo bien que le había ido con su compañero. La
noche anterior se había acostado a su lado, tratando de apaciguar a su lobo.
Los ojos de Siwon habían estado más brillantes de lo que él los había visto en
mucho tiempo y su voz gutural… el lobo había estado en control. Él se había
asegurado de mantener el contacto
piel a piel, haciendo su mejor esfuerzo
para calmarlo. Heechul sabía que su compañero nunca le haría daño a él, pero incluso su tacto no pudo
aplacar a Siwon o a su lobo. Jae y Junsu estaban en problemas, cuando regresaran
serían afortunados si Heechul podía mantener su castigo al mínimo.
Luhan miró a Key, quien estaba sentado
frente a él en el sofá. Se esforzaron por no reírse de los lobos refunfuñando
aún pegados en sus camas, pero fue muy difícil.
— ¿Quieres apostar sobre sí Siwon les
permitirá o no atar y azotar a sus compañeros como niños? —medio bromeó Key.
Luhan resopló.
—Siwon tendrá suerte si logra detener a esos
dos Alfas de encadenar a sus compañeros a sus lados. Junsu y Jae no crecieron
en una manada; han subestimado la naturaleza protectora y posesiva de los lobos
dominantes Alfas. Esto es algo de lo que ni ellos serán capaces de escapar.
Key asintió en acuerdo, conociendo de
primera mano cuán protectores eran los lobos. Él no estaba emparejado, pero
cuando había vivido con sus padres, su padre apenas lo dejaba a él o a su madre fuera de su vista. Realmente era ridículo. Key hacía tiempo
que había decidido que él nunca permitiría a su compañero mandarlo o dictarle. Pero,
mientras observaba a estas parejas
recién emparejadas en acción,
estaba empezando a pensar que era una causa perdida.
Un leopardo no puede cambiar sus manchas
después de todo.
>>>♥<<<
Yunho yacía en la cama que debería estar
compartiendo con Jae y se quedó mirando el techo. Su pecho retumbó con un
gruñido cuando su lobo le recordó que su compañero se había escapado de su
protección y estuvo más allá del enojo. Yunho creía que no había dejado de
gruñir desde que se dio cuenta que Jaejoong había desaparecido hace dos días.
Había sido una presencia constante en su mente, asegurándose de que él mantenía
su vínculo abierto y recordándole reportarse con él. Ahora, mientras esperaba
tener noticias de él, empujó un poco más allá para entrar y se dio cuenta que
su mente seguía quieta. Como si él estuviera dormido.
Él le había dicho que no iban a parar a dormir, que Peri les había dado algún
tipo de alimento que los mantenía con energía, sin sentir los efectos de la
falta de descanso y sueño. Así que, ¿por qué estaba durmiendo ahora?
— ¡YOOCHUN!
Yunho y Yoochun se gritaban el uno al otro
para ver cómo les iba a sus compañeros y ver si uno estaba siendo
más comunicativo que el otro. Hasta ahora, los chicos habían estado
compartiendo la misma información.
—YO TAMBIEN LO SIENTO.
—ESTÁN DORMIDOS —confirmó Yunho.
Peri irrumpió en la habitación de Yunho
y sus ojos brillaban de preocupación.
— ¿Dormidos?
Yunho asintió, cansado de la mirada en el
rostro de la Fae.
— ¿Qué pasa Peri, por qué eso es algo malo?
— ¡Despiértenlos ahora! —casi les gruñó.
—YOOCHUN, DESPIERTA A TU COMPAÑERO — le dijo Yunho a su compañero de
manada, luego volvió sus pensamientos a Jaejoong.
«¡ Jaejoong, tienes que despertar! Ahora».
Esperó a ver si él respondería. Podía
sentir su agitación, pero todavía dormía.
«¡JAEJOONG!», le gruñó él y se imaginó tirando su hermoso cabello
rubio justo lo suficiente para obtener una reacción.
«¡Qué demonios, hombre! No tienes que ponerte
violento… ¿o es sólo otra forma de juego previo para ti?» Su voz
era fuerte en su mente.
Él estaba bien.
«Tienes que despertar. No debes dormir».
«¿Por qué? ¿Cuál es el problema? Hemos llegado
hasta Taemin y estamos esperando que ellos empaquen algunas cosas. Junsu y yo
nos sentamos en el suelo contra un árbol y nos quedamos dormidos por un
momento. Hemos estado yendo sin parar durante dos días, Yunho».
Yunho miró a Peri.
— ¿Por qué no pueden dormir? —Se aseguró que entendiera que no era
realmente una pregunta sino una orden.
—Lo poco que tienen de magia se filtrará de
ellos mientras duermen. Es inconsciente, pero no pueden evitarlo.
— ¿Por qué no te molestaste en decirles esto
cuando los enviaste a su posible desaparición? — Yunho no pudo contener su gruñido.
« Jaejoong, la magia se desliza de ustedes
mientras están durmiendo».
«Mierda»,
le oyó murmurar. «Bueno, eso no puede ser
bueno. Por cierto, me doy cuenta de que es un eufemismo».
—Dile que tiene que llegar a Taemin para que
les ponga un hechizo de encubrimiento. Yo se lo enseñé —urgió Peri.
«Nene, dice Peri que vayas con Taemin para que
ponga un hechizo de encubrimiento sobre ustedes. Después trae tu hermoso
trasero de vuelta aquí».
«Aw, ¿Peri realmente cree que tengo un hermoso
trasero? Tendrás que decirle que estoy tomado».
Yunho trató de reprimir su risa, pero no lo
consiguió. Estaba sonriendo mientras le decía que se diera prisa. «Te
amo.»
—Taemin. —Jae se levantó del lugar en que había estado— Peri
dice que necesitas encubrirnos. Junsu y yo nos quedamos dormidos y ella nos
dijo que nuestra magia se escapa cuando dormimos. Así que ahora nuestra
divertida bruja podría saber dónde estamos.
Taemin comenzó a murmurar en voz baja,
con los ojos cerrados. Jae y Junsu se estremecieron al sentir rozar un frescor
antinatural contra su piel.
—Hecho —dijo Taemin.
Junsu se puso de pie y se desperezó.
—Entonces, ¿Yunho te despertó también?
—Sí, el mocoso tiró de mi cabello. ― Junsu se echó a reír.
—Yoochun optó por una forma diferente de
coerción. —Él sonrió
sugestivamente y le guiñó un ojo a Jae, que cortésmente lo evadió.
—Estamos listos —oyeron una voz ronca decir.
— ¡Genial! —Jae
les sonrió y Taemin se rió entre dientes, mientras empezaban a salir
apresuradamente.
Junsu una vez más sacó la ML y susurró
“el velo”. Peri había dicho que esto
permitiría al dispositivo señalarles el punto en la dirección que tenían que
ir.
Minho tomó rápidamente la delantera,
como resultado de todo el asunto Alfa, decidió Jae. Marcó un ritmo rápido y un
par de veces Jae y Junsu se miraron entre sí, preguntándose cuál de ellos se
desmayaría primero.
—Estoy tan fuera de forma. —Junsu jadeaba a medida que continuaban a un trote ligero.
—Estoy en forma. —Sonrió Jae— Se llaman curvas.
—Eso no es estar en forma, Jae —dijo Junsu secamente.
—Lo es en mí.
Taemin y Junsu se rieron de Jae, pero
nunca desaceleraron su ritmo.
Corrieron, caminaron enérgicamente, y
trotaron un poco más. Minho fue implacable en su enfoque. Dejó que caminaran
lentamente en un momento dado para que pudieran beber y comer la
comida Fae, de la que Junsu y Jae estaban rápidamente cansándose.
Su primera noche en el bosque vino rápidamente. Jae sacó su teléfono para comprobar la hora, su batería estaba
peligrosamente cerca de morir. Tendría que
llegar a Peri para que la cargue por él, decidió con una sonrisa. Esa sonrisa
fue eliminada rápidamente de su cara cuando afuera en el oscuro cielo una gran
ave se abalanzó, con las garras hacia adelante, directamente hacia Jae.
Jae se tambaleó hacia atrás, levantando
sus brazos en el aire en un intento
de que el ave no le saque los ojos.
— ¿Qué mierda fue eso? —gruñó Jae mientras Minho y los demás se
detenían. Todos ellos miraron el cielo con cansancio, esperando
a ver si eso había sido una casualidad o si el ave había estado bajo el poder
de otra persona.
No tuvieron que esperar mucho tiempo por
su respuesta.
Un estruendo ruidoso surcó por el cielo
y el aire empezó a moverse, corriendo sobre sus cabezas. El sonido se hizo más
y más fuerte. Sus ojos se abrieron mucho cuando
se dieron cuenta
de lo que estaba causando
el ruido. Cien o más aves estaban volando
directamente hacia ellos.
— ¡CORRAN! —gritó Minho— ¡Más profundo en la cubierta de los
árboles!
A Jae y Junsu no tenían que decírselo
dos veces. Ambos arrancaron en una carrera, con los brazos
echados sobre sus cabezas, agitándolas salvajemente. Jae estaba seguro de que parecían pollos locos,
corriendo por el bosque con aves persiguiéndolos.
Junsu
miró hacia atrás por encima del hombro
para ver si las aves aún los perseguían. El estómago se le cayó
cuando vio que ya no eran sólo aves.
—Minho —gritó él al hombre lobo, que estaba tratando de permanecer entre ellos
y sus perseguidores— ¡Las aves tienen amigos!
Minho miró hacia atrás y maldijo.
La curiosidad de Jae pudo más que su
miedo por lo que él también miró por encima del hombro.
—Santo…
Jae fue cortado por la severa
advertencia de Junsu.
—Jae.
—Lo siento. Quiero decir, ¡maldita sea!
—Mejor —aprobó Junsu.
— ¿Esos son…? —Jae no dejaba de mirar hacia atrás
mientras corría, tratando desesperadamente de no encontrarse cara a cara con un
árbol.
— ¿Grandes jabalíes salvajes? —terminó Junsu por él.
—Bueno, yo iba a decir grandes cerdos, pero
podemos ir con jabalí, si lo deseas.
—Sí, eso es lo que son. Y los GJS tienen
colmillos. Grandes, colmillos mortales —añadió Junsu.
Minho apuntó a una caída que estaba a su
izquierda. Jae había estado tratando de evitarla, pero al parecer Minho tenía
otros planes.
— ¡Deslícense por ella! —gritó, Jae y Junsu vieron con horror
como Taemin cayó deslizándose con la gracia digna de un jugador
profesional de béisbol y se fue sobre la saliente.
Jae y Junsu se detuvieron en el borde
de la bajada. Miraron hacia abajo y vieron como Minho y Taemin se
deslizaban, rodaban, y se deslizaban un poco más.
Jae miró detrás de él cuando la tierra empezó
a temblar, lo que él había
considerado como GJS estaban cada vez más cerca. Miró a Junsu y se encogió de hombros.
—Morir siendo mutilado por los colmillos de
GJS, o morir por la bajada. Siempre voy a elegir la última. —Tomó la mano de Junsu y lo hizo
agacharse.
Jae entonces dio un enorme empujón que los
empujó a ambos sobre el borde.
Estaban cayendo. Sus espaldas golpeaban
la colina empinada y se deslizaban, sus ropas
haladas por todo a su paso, cortes
apareciendo en sus rostros
mientras ramas los abofeteaban. Rodaron, y resbalaron un poco más, llegando
finalmente a un abrupto fin a los pies de un sanador
cubierto de tierra y un Alfa.
—Levántense, tenemos que seguir corriendo. —Minho haló a Jae a sus pies, mientras que Taemin ayudó a Junsu a levantarse. Una vez de pie, Minho se
dio vuelta y empezó a correr de nuevo. Jae y Junsu no se molestaron en mirar hacia
atrás para ver si los jabalíes habían decidido emprender el vuelo. Empezaron a
correr, yendo más rápido de lo que nunca habían ido antes.
— ¿Cómo fue que nos encontraron tan rápido? —preguntó Minho a su compañero mientras
corrían. Él estaba
buscando una abertura
en la montaña, un lugar en
el que pudieran meterse y ponerse a cubierto.
—No lo sé. Pensé que mi cubierta aún estaba
aguantando.
Minho una vez más comenzó a escuchar el
sonido revelador de aleteo. Tomó velocidad, haciendo un gesto con el brazo para
que los demás hagan lo mismo. Finalmente, al doblar una curva pronunciada por un lado del acantilado, encontraron la abertura que Minho
había estado buscando, una abertura que parecía un corte vertical en la
montaña. Sería un poco apretado, pero eso era mejor que estar afuera.
—Rápido, dentro de la apertura. —Minho se detuvo para señalar a los chicos la dirección.
Jae se escurrió dentro, seguido por Junsu,
Taemin, y, finalmente, Minho. No era muy profunda, pero retrocedía lo
suficiente para que Minho fuera capaz de alejarse de la abertura. Observaron
las sombras de los pájaros en la luz de la luna mientras volaban y los pasaban.
Todos ellos dejaron escapar un suspiro colectivo.
—Eso no va a ser el final de esto —dijo Minho.
Taemin
recogió unas ramas
y hojas de la parte inferior rocosa de la apertura,
apilándolas. Puso sus manos sobre ellas y con un balbuceo, un fuego se levantó
de la pila.
—Asombroso. —Jae sonrió.
—El fuego ayudará a disuadir a los animales —explicó.
Junsu y Jae se sentaron, ambos todavía
tratando de recuperar el aliento.
—Entonces, exactamente, ¿qué fue eso? —preguntó Jae entre jadeos.
—Ella nos ha encontrado —respondió Taemin con solemnidad— Está
usando a los animales en contra de nosotros. Usará el clima también. Es muy poderosa.
—Está bien, entonces, ¿qué vamos a hacer? —preguntó Junsu más calmado.
—Necesitamos a Peri. No puedo luchar contra ella.
—Está bien, bueno, Junsu y yo hablaremos con
nuestros hombres y conseguiremos que Peri el hada venga aquí.
Los labios de Taemin se arquearon en un
lado.
— ¿Sabe que la llamas Peri el hada? ― Jae le guiñó un ojo.
—Tú lo sabes.
«Oye, ¿B?»
« Jaejoong». El alivio en la voz de él hizo al estómago de Jae hacer cosas
divertidas. Trató de ignorar eso y centrarse en lo que era importante, como
permanecer vivo.
«Necesitamos que Peri venga a salvarnos el culo».
«¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?»
«Estoy bien, pero fuimos perseguidos por algunos
pájaros locos y luego por algunos GJS». Jae pronunció su
acrónimo para los jabalí como “Jes” y sonrió
cuando Yunho preguntó qué diablos
era un Jes.
«Grandes jabalíes salvajes. Palabras de Junsu.
Eso no es importante, lo importante es que la bruja tiene nuestra ubicación en
su radar y necesitamos que Peri traiga la caballería».
«Realmente desearía que hablaras en español y no
en la jerga militar televisiva».
«Bien. La bruja nos encontró. Dile a Peri que
traiga su trasero hasta aquí y haga lo suyo. ¿Mejor?»
«Sí».
«No suena ni cercano a genial», se quejó Jae.
«Y genial es definitivamente lo que nos preocupa
ya que tu vida está en juego», le espetó Yunho a él.
«Sólo ve a decírselo al hada».
Jae esperó por la respuesta de Yunho,
suponiendo que hablaba con Peri y los otros lobos.
«Estamos en camino».
«¿QUÉ? No, Yunho. No puedes luchar contra ella».
«Nene, dudas de mis habilidades de lucha, estoy
herido», bromeó. Peri debe
haberle desatado si él estaba tomándole el pelo. «Estaré ahí enseguida».
Esto no era lo que Jae estaba tratando
de lograr. No quería que Yunho estuviera aquí, vulnerable a la bruja y a sus
planes malignos.
«Relájate, amor. Llevaré a la caballería
conmigo». Y así se había ido. Él no cerró su vínculo, pero él dejó en claro
que no iba a hablar más de esto.
Jae miró al rostro amargado de Junsu.
—Déjame adivinar, ¿Yoochun está en camino? —preguntó Jae secamente.
— ¿¡Qué sucede con ellos!? ¿Por qué no nos
escuchan? Todo lo que pedimos es que le dijeran a Peri que viniera y en cambio
ellos oyen: “Sálvame, mi héroe peludo”. En serio.
—Estoy contigo. Pero ellos son tan cooperativos
como lo somos nosotros. ¿Sabes lo que eso significa?
—Que nunca escucharán nada de lo que decimos —respondió Junsu.
—Tienes razón, mi compañero pelirrojo. Tienes
razón.
—Peri no dejaría salir a los lobos a menos
que tenga un plan —les
dijo Minho. Miró fijamente hacia fuera en la apertura de la noche oscura.
—Bueno espero que sea uno bueno porque Yoochun
y Yunho están caminando directo en el sendero de la bruja. Puesto que ellos
mismos se están lanzando a sus pies deberían traerle flores y chocolates —gruñó Jae.
Un repentino destello de luz cegó a los
cuatro, y entonces una vez más cuando la oscuridad regresó tan de repente.
Junsu, Taemin y Jae se pusieron de pie y
vieron a un hombre alto que parecía estar a mediados de sus veinte años entrar en la cueva pequeña.
Tenía una espesa cabellera de
un castaño claro y unos ojos del color del acero. Junto a él estaba una chica a
quien rápidamente reconocieron como JiMin.
JiMin sonrió hacia Junsu y Jae, y saludó
a Taemin con un abrazo como si fuera un viejo
amigo. El hombre
tomó la mano de Taemin,
con Minho gruñendo, se agachó y la besó. Él miró a Jae
y a Junsu y les dio un guiño.
Junsu puso los ojos en blanco.
—Hay problemas.
Jae asintió estando de acuerdo.
—Con mayúsculas J. C.
—Pero problema empieza con P, Jae.
—Sí, pero jodidamente caliente empieza con J
C. ― Junsu resopló.
—Hombre, tu compañero va a tener las manos
llenas.
— ¿Tus ojos se quedaron ciegos cuando te
vinculaste con Yoochun? —preguntó
Jae, volviéndose para mirar a Junsu.
—No. —Sonrió Junsu.
—Bueno, ni los míos. No estoy desnudando al
tipo con mis ojos, sólo estoy apreciando el encanto que él trae al mundo.
—Hola, jóvenes. Soy Jonghyun. —Captó la mano de Jae, inclinándose, y
al igual que hizo con Taemin, la besó. Jae intentó no ruborizarse pero, mierda,
él era un docel y el tipo estaba caliente.
Los ojos de Jonghyun parecían
mirar a la vez todo a su alrededor. Aunque era
coqueto, sin duda era mortal.
Jonghyun hizo lo mismo con Junsu y, para
alivio de Jae, Junsu se sonrojó como una roja manzana de caramelo.
—JiMin y yo somos la caballería —les informó con una amplia sonrisa. JiMin se acercó a su lado y sonrió.
— ¿Están listos los señores para la batalla? — Les entregó pequeños cuchillos
afilados a cada uno de ellos.
Jae sonrió malvadamente.
— ¡Diablos sí!
—Um, JiMin, no se le debería permitir a Jae
jugar con cuchillos
—dijo Junsu con cautela.
—Estos lanzas cuchillos son especiales. —Sonrió
JiMin— Están
encantados de tal manera que sólo golpeará a los que ustedes se propongan. No
puedes fallar. Y sin importar donde peguen, cada golpe es mortal.
— ¡Esto es tan jodidamente genial! Es decir,
tan genial al estilo El Señor de los Anillos. — Los ojos de Jae se encendieron
mientras agarraba la lanza cuchillo.
—Jae, probablemente no es genuino compararlos
con una película.
—Mi equivocación. —Jae sonrió tímidamente.
Jonghyun les sonrió.
—JiMin dijo que ustedes eran raros. No
bromeaba.
Jae y Junsu miraron a JiMin, quien se
había vuelto roja.
—Realmente estaba bromeando —dijo ella con las cejas levantadas.
—Oye, no estamos ofendidos cuando alguien
dice la verdad. No te preocupes. Ahora, si hubieras dicho que yo era dulce, o
que Junsu tenía senos… bueno, entonces estaríamos ofendidos.
— Kim Jaejoong, sé que no acabas de decirlo. —Junsu miró a su amigo sonriente y
totalmente sin remordimientos.
—No sé con quién estás hablando, Rojo. Mi
nombre no es Kim Jaejoong.
—Como sea —espetó Junsu.
—Entonces, ¿iniciaremos esta fiesta o qué? —preguntó Jae a JiMin. JiMin asintió.
—Somos el cebo.
Minho dio un paso y le gruñó a JiMin.
—Peri quiere que distraigamos a la bruja hasta que los lobos puedan llegar a
nosotros.
—Exactamente.
— ¿Por qué liberaría a los imbéciles en primer
lugar? —se quejó Junsu.
—Porque Peri sabe cuándo decir basta. El
poder de Siwon estaba rondando por toda la casa, amenazando con traerles sobre
sus cabezas, Yoochun estaba amenazando a Peri, y Yunho estaba amenazando con
comerse a cada Fae que se le cruzara en su camino a partir de entonces.
Jae jadeó.
— ¡No, no lo hizo!
Junsu
puso sus ojos en blanco
ante el pensamiento de Yoochun amenazando a la poderosa Fae.
JiMin asintió.
—Cuando descubrieron que ustedes estaban bajo
ataque, fue su punto de ruptura. —Se encogió de hombros— Todos tienen uno.
—De acuerdo, ¿cuál es el plan, Stan? —preguntó Junsu intencionadamente, tratando de traer a todos a bordo.
— ¿Quién es Stan? —preguntaron al unísono Taemin, Minho, Jonghyun
y JiMin. Junsu y Jae gruñeron.
—Vamos a tener que tener una clase de
modismos y refranes Americanos —murmuró Jae.
Junsu trató otra vez.
— ¿Qué necesitamos hacer?
—Correcto —comenzó Jonghyun. Señaló
a la tierra y de repente apareció
una gran pila de cuchillos como los que JiMin les había entregado a los
chicos—. Ustedes saldrán y dejarán que la bruja los encierre.
Tomen algunos cuchillos. Cuando sus secuaces comiencen a atacar empezamos
nuestro ataque. Sólo piensen en dónde deseen que el cuchillo vaya y arrójenlo.
Traten de esconderse detrás de los árboles y manténganse fuera de su línea de
visión. Mantengan al animal entre ustedes y los árboles y así podrán volverse a
rearmar. Si ella envía a los pájaros, mantenga el cuchillo en alto mientras que
los pájaros vuelan… lo matará cualquier abertura en la piel. ¿Lo entendieron? — Los miró con expectación.
Jae asintió y golpeó los puños con Junsu.
—Activando modalidad Rambo.
Junsu sonrió, no podía evitar entrar en
el espíritu de lucha cuando Jae estaba tan ansioso.
—Hagámoslo.
Junsu y Jae agarraron varios cuchillos y
se dirigieron fuera con Minho y Taemin sobre sus talones.
Los seis estaban parados a unos
seiscientos metros al frente de la abertura de la pequeña cueva. Sus ojos se
estrecharon mientras escaneaban los cielos y el bosque frente a ellos. Jonghyun
y JiMin se movieron sigilosamente en direcciones opuestas, parecían fundirse
con su entorno, mientras que Jae y Junsu tomaban posturas de lucha, que habían
aprendido en el entrenamiento de autodefensa durante El Encuentro. Minho
mantuvo levantada en el aire la nariz, respirando profundamente y ladeando su
cabeza como si escuchara con atención por algo. Taemin estaba parado en
posición recta y miraba sin miedo con un cuchillo en cada mano.
Los árboles y el entorno parecían
hacerse inquietamente silenciosos mientras esperaban, esperando a ver lo que
Desdémona tuviera bajo la manga. Todavía no habían
pronunciado su nombre
en voz alta aunque ella ya tenía poder
sobre ellos. Ninguno de ellos parecía estar dispuesto a darle más, pronunciando
su nombre al viento.
Jae miró hacia abajo. Sintió que el
suelo comenzaba a temblar. El discordante que emanaba de la tierra se movía por
sus piernas y llegó a ser tan duro que sus dientes casi se sacudieron en su
boca. Él miró Junsu.
— ¿GJS?
Junsu se encogió de hombros.
—Lo que sea, no puede ser bueno.
— ¿Hay algo que cause los terremotos que sea
bueno, Susu?
Antes
de que Junsu pudiera responder, sus cabezas se azotaron alrededor ante los sonidos de impacto y
grietas haciéndose más audibles. Miraron los arbustos, ramas de los árboles que
colgaban bajo y un montón de nieve ser lanzados por los aires a medida que los
GJS venían corriendo hacia ellos.
— ¡NO DUDEN! —escucharon gritar a Jonghyun mientras ellos veían
destellos de luz. Entonces dos de los jabalíes fueron
golpeados con lo que parecía ser una bola de fuego. Se
estrellaron con los otros, y varios cayeron mientras luchaban a su alrededor,
tratando de continuar con su acometida.
Sin pensarlo, Jae escogió uno de los GJS
y lanzó un cuchillo. Sus ojos se ampliaron cuando el cuchillo se incrustó en la
frente del jabalí, derribando al animal en un instante. Se deslizó de costado hasta que finalmente se detuvo. Eso pareció despertar a los demás de su
shock. Minho rugió un gruñido muy alto y gradualmente cambió a su forma de
lobo, corriendo precipitadamente hacia la plaga. Taemin, como Junsu, había
lanzado sus cuchillos y ya estaban corriendo a la cueva para rearmarse.
Jae sonrió perversamente mientras veía a Junsu tirar
dos cuchillos uno de
detrás de otro.
— ¡Anotación! —gritaron ambos cuando dos jabalíes se
vinieron abajo.
Jae se dio cuenta que JiMin y Jonghyun
estaban usando su magia Fae en lugar de cuchillos. De ahí eran de dónde venían las bolas de fuego que seguían sacando jabalí tras jabalí. No pudo evitar
pensar que sería mucho más fácil lanzar
fuego a tener que seguir
corriendo y conseguir más cuchillos, pero no iba a quejarse bajo las circunstancias.
Junsu
volvía de su cuarto viaje
de recarga cuando
todo se quedó
en calma otra vez.
— ¿Eso es todo? —preguntó Junsu mientras
todos veían la carnicería ante ellos. Cuerpos quemados y
ensangrentados de jabalíes dispersados en el suelo. Jae se estremeció cuando
vio a Minho en su forma de lobo, lamiendo su
hocico.
—Era una prueba —respondió JiMin mientras salía de las
sombras del bosque.
—Vendrán más —agregó Jonghyun.
—Está bien, sin ofender, pero ustedes como
que están asustándome con las monótonas respuestas cortas —les dijo Junsu mientras volteaba
lentamente en un círculo, sus ojos saltando desde el cielo a la tierra y otra
vez de regreso.
Jonghyun se acercó a la pila de
cuchillos, que se había vista reducida en la batalla. Extendió su mano y
murmuró algo en voz baja y más cuchillos aparecieron.
Junsu meneó la cabeza y resopló.
—Sería una vaca si pudiera hacer eso y
conjurar panecillos cada vez que quisiera en grandes cantidades como esas.
Jonghyun lo miró con la cabeza ladeada.
— ¿A las vacas le gustan los panecillos?
Junsu
puso los ojos en blanco
y soltó un fuerte suspiro,
despidiéndolo con la mano.
—No importa, Legolas. Se me olvida que mi
sarcasmo y mis bromas ingeniosas se desperdician en tus orejas puntiagudas.
Esta vez Jonghyun estaba sacudiendo la
cabeza, pero no tuvo la oportunidad de responder antes de que se oscureciera el
cielo alrededor de ellos. El batir de alas llenó el aire alrededor de todos
ellos. El cielo por encima se tornó oscuro, haciendo lo que volaba
invisible. Mientras estiraban
el cuello y entrecerraban sus ojos, tratando de penetrar la
oscuridad por encima de ellos, Jae se dio cuenta de lo que ellos estaban escuchando.
— ¡Maldita sea, esos son murciélagos!
Los murciélagos comenzaron a bombardear al grupo. Minho
saltó en el aire
y arrebató a uno con sus mandíbulas. Lo aplastó y escupió, sólo para continuar
el proceso otra vez. Jonghyun y JiMin estaban disparando otra vez las bolas de
fuego y Taemin, Jae, y Junsu sostenían en el aire sus cuchillos en mano,
apuñalando a todo lo que venía en
su camino. Oleada tras oleada de criaturas nocturnas se arremolinaron y se
zambulleron contra el grupo. Jae, Junsu, y Taemin habían formado un círculo de
espalda con espalda para que ninguno de ellos se quedara con un lado vulnerable.
Jae no sabía cuánto tiempo había pasado
desde el primero de los murciélagos, pero estaba empezando realmente a
enojarse. El suelo estaba haciéndose más negro, cubierto con los cuerpos de los
murciélagos muertos, que estaban matando tan rápido como podían. Sin embargo, con cada murciélago que caía otro lo reemplazaba.
— ¿Está criando a las malditas cosas? —gritó Jae.
—Puede ordenar que vengan de todas partes. —Habló Taemin por encima de los aleteos
de las alas.
— ¿Cuánto tiempo puede durar esto? —gritó Junsu a JiMin quien, como Jonghyun,
tenía su espalda contra un árbol y apuntaba sus manos hacia el cielo, enviando
destellos de luz y bolas de fuego a los murciélagos implacablemente.
—Hasta que estemos lo suficientemente débiles
para que ella nos mate
— contestó honestamente JiMin.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
espero que lleguen a tiempo los chicos antes que la bruja los debilite y puedan terminar con ella y salgan disparados a su luna de miel pues aun no la han tenido Yunho y Jae
ResponderEliminarGracias
Que emocionante y preocupante has dejado la historia, que lleguen pronto los alfa y Peri y logren salir de esto.
ResponderEliminarGracias!!!
Jae siempre hace enfurecer a Yunho aunque esta vez lo hace por una buena causa,ahora la bruja los ha encontrado ojala que los chicos lleguen pronto donde estan Jae y Junsu,que pasara????
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCada vez se pone mejor, actualiza pronto por favor, estoy ansiosa por saber que va a pasar con la bruja.
ResponderEliminarSaludos, esperó estés bien ♡
Esa maldita bruja(>.<) ojala que pronto puedan darle las patadas en el trasero que se merese!!!. Me dió micha risa ese par de incomprendidos jajaj Jae y Junsu son buenos confundiendo al mundo magico, jajaj amé lo de la vaca come cupcakes. Eres muy mala conmigo Poleth... yo queria saber detalles del metodo" despierta bello durmiente" de mi Chunnie 😍😍😍.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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