The Beautiful Stranger. Epilogue: Thank you for everything

8 meses después…

Este es el día, el día en que la justicia prevalecerá.

Después de estresantes procedimientos y pruebas, finalmente se ha llegado al final. EL fuerte impulso del gobierno, así como del público a poner a los criminales tras las rejas de forma permanente se había convertido en una gran preocupación para el tribunal superior de Seúl. Dado que el caso de Hyunjoong se consideró de máxima prioridad, la policía y los abogados han trabajado codo a codo en toda la audiencia para llevar el caso a una conclusión exitosa de manera oportuna.  Afortunadamente, con el número de pruebas sólidas de las que se habían apoderado en la escena del crimen y sumando testigos/víctimas que están dispuestos a presentarse, se había movido a los más rápido de lo que esperaban.

Los medios de comunicación han estado siguiendo el caso de cerca desde el primer día, y como aparecería en la pantalla del televisor casi todos los días. Los periodistas van a esperar fuera de la estación Palacio de Justicia y la policía, tratando de conseguir un pedazo de información sobre el progreso del caso. Las audiencias a puerta cerrada fueron aseguradas con estricta defensa de la policía en general, para proteger a las víctimas y los testigos. A los medios de comunicación no se les permite entrar en la sala del tribunal, ni estar en el pasillo del palacio de justicia durante el proceso.

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Ahora, el tribunal estaba lleno de familiares, amigos y otros de las víctimas. Algunos de ellos estaban orando y llorando en silencio, mientras los demás en silencio se sentaron en sus sillas con mirada ansiosa en sus caras. Hace aproximadamente un minuto, el juez había recordado a los presentes que guardaran silencio y no reaccionaran cuando el pronto veredicto se revelara. La decisión fue tomada después de largas horas de discusión entre los miembros del jurado, y ahora estaban esperando inquietos a los miembros del jurado para que entraran a la sala en cualquier momento.

Al otro lado del pasillo en los asientos de primera fila en el lado derecho de la sala, un hombre pálido en avanzado estado de gestación se sentó en silencio, con los dedos entrelazados a los de su esposo, que estaba sentado a su lado, apoyando su cabeza sobre el hombro derecho de su marido. De vez en cuando, su esposo lo besa o cepilla su mejilla en la coronilla de su cabeza y aprieta sus manos temblorosas tiernamente mientras susurraba palabras tranquilizadoras, como para darle fuerza para afrontar el momento en espera. Al igual que los demás, intranquilo y con la ansiedad que lo rodeaba como un manto invisible, envolviendo todo su pequeño cuerpo.

En busca de consuelo, Jaejoong miró hacia sus manos entrelazadas........ Su mano se ve tan pequeña bajo la gran palma de la mano de su esposo, la forma tan suave y firme en que su esposo aprieta su mano... le hacía sentir seguro y protegido. Luego con su pulgar dibujo suavemente líneas invisibles y círculos sobre su la cálida piel de su esposo mientras admira sus largos y bonitos dedos. Demasiado sumergido con la aventura de su pequeña pulgar, empezó a arrastrarse lentamente con su dedo a lo largo de la longitud del dedo índice esposo, arriba y abajo. Su esposo respondió enderezando los dedos, dejando que el pulgar de su esposa frotara juguetonamente contra su almohadilla índice. Una leve sonrisa se precipitó en su hermoso rostro mientras miraba el juguetón pulgar de Jaejoong. Risitas suaves eran emitidas por los rojos labios de su esposa cuando vio el pequeño pulgar travieso con su dedo índice, apretó un par de veces, y dejó que el pulgar de su mujer corriera otra vez a lo largo de su dedo.

De alguna manera Jaejoong se sentía tranquilo con aquellos pequeños gestos… le encantaba la sensación de su piel cepillando la otra.

De repente su pulgar dejo de moverse abruptamente, encontrándose con una mirada acongojada en su rostro.

— Yunnie – Jaejoong gimió suavemente mientras otra contracción golpeo más fuerte. Liberando sus manos entrelazadas, Yunho rápidamente envolvió con sus brazos la gran panza de Jaejoong, empujando el cuerpo de su esposa más cerca de él. Jaejoong inmediatamente apoyo su cuerpo contra el pecho de su esposo, en busca del confort y el calor que tanto amaba.

— ¿Estas bien bebe? – Murmuro Yunho con preocupación mientras miraba la cara de su mujer… el cual parecía más pálido que de costumbre.

— Humm… mi estómago… me duele un poco… Yunnie… me siento cansado – Jaejoong respondió en voz baja, casi inaudible, mientras su respiración se entrecortaba y se sentía pesada. Yunho le beso la sien suavemente mientras le susurraba – Lo sé bebe… solo unos minutos más y luego nos vamos a casa – mientras frotaba los brazos de su esposa tiernamente. Jaejoong se acurruco más cerca de Yunho mientras cierra los ojos por un momento, con la esperanza de que desaparezca un poco el cansancio. Yunho suspiro profundamente mientras seguía mirando a Jaejoong un tanto arrepentido y apenado por su esposa en estado de embarazo. Su esposa estaba en la recta final del embarazo, en un par de semanas darían la bienvenida al nuevo integrante de su familia. Hana, su preciosa hija de un año y dos meses seguramente estaría encantada de tener un hermanito muy pronto.

Yunho aún recuerda ese día, estaba sorprendido hasta la medula después de haber sido informado por su jefe que Jaejoong será el testigo clave en el caso. Tenía miedo de esforzar a su esposa embarazada, tanto emocional como físicamente. Pero luego se dio cuenta de que Jaejoong es una persona fuerte a pesar de lo difícil que es para él contar a todos en la sala sus atormentadores recuerdos… y nunca lo vio llorar mientras estuvo en la silla de testigos durante el juicio, ni una sola vez. Sin embargo, Yunho sabía que Jaejoong estaba llorando en silencio y pudo sentir el miedo de Jae cuando las diversas miradas se posaron sobre él con diferentes reacciones en sus rostros. En las noches antes de cada sesión en el juicio, Jaejoong lloraba en su cama mientras lo abrazaba tan tiernamente y esas noches Yunho sentía su corazón estallaba en mil pedazos al ver a la persona que tanto amaba en tal estado.

Siendo desconocido por ellos, un par de ojos tristes los observaban desde un rincón de la sala. Sus ojos brillan con lágrimas no derramadas ante la profunda culpabilidad de ver a su ser amado en brazos de otro. Él debería ser el que lo acobije en sus brazos… él debe ser quien le consuela… pero fue demasiado orgulloso, egoísta, demasiado estúpido para darse cuenta de sus sentimientos, desaprovecho su oportunidad dañando cruelmente a su amor una y otra vez. Por primera vez en su vida se sintió herido de amar a alguien en demasía… tan doloroso que podría matarlo. Jaejoong es su verdadero amor… la madre de su hija… nunca lo aprecio hasta ahora… pero ya era demasiado tarde. El dolor y las heridas hechas a él y a los demás eran mucho para ser perdonado. Jaejoong y Hana nunca serán suyos… y nunca será perdonado por los pecados cometidos… incluso en la otra vida.

Hyunjoong respiro profundamente, estremeciéndose al apartar la mirada de la mirada herida. Las lágrimas se derramaron por sus mejillas mientras inclina la cabeza contra la pared de la celda de prisionero. Recuerdos de Jaejoong y su oscuro pasado se precipitaron en su cabeza con una cascada. Ojala pudiera regresar el tiempo y enmendar sus errores… pero no puede. Tal vez él nunca tuvo la intención de ser amado por alguien… tal vez… ahora, aceptando lo que su destino lo único que podría hacer ahora era… entregarse.

Pocos minutos después….

Un silencio sepulcral envolvió la sala mientras los miembros del jurado entran en la sala con un sobre marrón en las manos y sentándose en los asientos del jurado. El juez aclaro la garganta mientras miraba por encima de sus gafas. Sus ojos exploraban la sala, para ver si alguien estaba prestando atención, y luego miro a su derecha y les pregunto.

— ¿Damas y caballeros del jurado, han llegado a un veredicto?

— Sí, señor, lo tenemos – Dijo uno de los jurados. Se detuvo un par de segundos para sacar un pedazo de papel del sobre.

Luego continuo – Nosotros, el jurado, encontramos al acusado, Kim Hyunjoong… culpable.

Momentos después de emitido el veredicto, miembros y amigos que estaban sentados en la tribuna de la familia de las víctimas aplaudieron la decisión y gemían de felicidad. Jaejoong lloro en silencio mientras abrazaba a Yunho firmemente con lágrimas en gran cantidad… se sentía feliz pero al mismo tiempo triste…  no sabe porque… pero por razones desconocidas se sentía mal por Hyunjoong…

Con eso, después de tener en cuenta todos los delitos graves que ha cometido; Hyunjoong fue condenado a cadena perpetua sin libertad condicional. Al instante, un gran suspiro lleno la habitación, junto con ruidosos aplausos por parte de los observadores.

Poco a poco, Jaejoong levanto la cabeza del abrazo de Yunho y miro sobre su hombro izquierdo a la celda del prisionero… y vio que Hyunjoong lo observaba con una expresión rota en su cara antes de que los funcionarios de la cárcel lo escoltaran fuera de la sala.

Sus ojos se encontraron en una fracción de segundo conectándose, pero lo suficiente para que Jaejoong estallara en lágrimas y enterrara profundamente su cara en el pecho de Yunho. Al darse cuenta de los cambios de su esposa, Yunho lo abrazo más fuerte mientras observaba con calma a Hyunjoong ser llevado a algún lugar donde pasara el resto de su vida.

Palabras duras eran lanzadas a Hyunjoong mientras caminaba por el pasillo con la cabeza gacha. Sus lágrimas cayeron al suelo mientras pasaba junto a ellos. Deseo poder hablar con Jaejoong y a su hija por última vez… porque sabía que nunca lo vera de nuevo… nunca.

 — Adiós Jaejoong… lo siento… por favor cuida de nuestro bebe – susurro en silencio mientras miraba por encima de su hombro para dar una rápida mirada, dejando que su lágrimas cayeran antes de salir de la sala.

2 semanas después…

— Mammii… papi… mmaaaammmiii…. Papiiiii – Una hermosa voz cantaba lindamente en esa hermosa mañana, mientras empujaba la puerta del dormitorio de sus padres con un conejo mullido de peluche en sus pequeñas manos.  La pequeña se inclinó un poco hacia adelante para mirar en la habitación, rascándose la picazón de su pequeño trasero con una pequeña mueca en su cara mientras empieza a sentir molestia con su pañal mojado. Estaba medio desnuda, sin pantalones (Que se los había quitado), dejando solo su top de Hello Kitty y su pañal húmedo.

Ronquidos suaves y respiraciones tranquilas ocupaban el amplio dormitorio con dos hermosos cuerpos entrelazados uno con el otro en total calma. El más pequeño de espalda al amplio pecho de su esposo con un brazo de este envuelto posesivamente sobre su enorme panza.

Hana inflo sus mejillas regordetas y frunció el ceño cuando se dio cuenta de que sus padres aún estaban durmiendo plácidamente en la cama. Mientras murmuraba incoherencias a su conejo de peluche, ella abrió la puerta un poco más y se balancea al interior hacia la cama de sus padres. Después de dos intentos fallidos por subir a la cama debido a su estatura, sonrió ampliamente cuando al tercer intento logro subir.

Se arrastró más cerca de sus padres y se sentó cerca de su mami.

— Mammii — *empuja*empuja* Dijo Hana mientras empuja la mejilla de su mami. Ella se rio cuando la cabeza de su mami se movió un poco y movió la nariz lindamente. Entonces ella lo hizo otra vez *empuja*empuja* esta vez usando la nariz del conejito.

Jaejoong gimió suavemente cuando sintió que algo pequeño y frio golpea juguetonamente su mejilla izquierda, pero está demasiado cansado para abrir sus ojos. Su cuerpo está demasiado cansado para despertar. Ayer en la noche, tenía dolor en los músculos de todo su cuerpo, el malestar del dolor en su espalda combinado con las suaves contracciones durante la noche, no le permitían dormir bien en absoluto. Yunho había intentado lo mejor que pudo para calmar su dolor y permanecer despierto con él hasta que se durmieron en las primeras horas de la mañana.

— Mammiii – La niña susurro suavemente al oído mientras mantiene empujando la mejilla de su mami. Jaejoong solo se mueve durante su sueño, con los ojos aun cerrados y cambio para quedar totalmente sobre su espalda, así como Yunho. Ambos todavía estaban durmiendo como si nada.

Hana miro a sus padres con cara malhumorada mientras mantiene rascándose el trasero. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos al ver que su mamá no respondía en absoluto. Miro por encima hacia su padre y se arrastró hacia él. Esta vez estrello deliberadamente su regordete trasero contra la panza de su padre.

Yunho se despertó de golpe por un peso repentino en su vientre y trato de incorporarse, pero no pudo seguir subiendo. Él se apoyó en sus codos y sus ojos somnolientos miraron con esfuerzo para adaptarse a la luminosidad de la habitación y se quejó…

— ¿QUÉ Diab… Hana? – Yunho iba a mitad del grito cuando inmediatamente se dio cuenta que era su hija sentada en su barriga.

— Pappiii… mi pee pee – Sollozo tristemente. Su voz era amortiguada por su mullido conejo de peluche mientras picoteaban su linda nariz y gruesas mejillas.

— Shhiii… no llores bebe… vamos… vamos, papá te dará un baño y te limpiara bien… y entonces podemos hacer el desayuno juntos.

La niña sonrió mientras asentía con la cabeza y dio un beso en la nariz de su papá.  Yunho dejó escapar una pequeña risa a su simpática bebe, pero antes se levantó de la cama junto con Hana, le dio un rápido beso en la mejilla a Jaejoong y lo dejo dormir en paz.

Horas después…

Jaejoong gimió de dolor cuando fuertes contracciones continuas lo golpearon hace casi media hora. Mientras se frotaba la panza suavemente, sus ojos se abrieron y llamo a su esposo.

— Yunnie… Y...Yun… arghhh

Entonces ocurrió algo. Su cama súbitamente se empapo de agua tibia justo debajo de él. Las contracciones lo golpearon de nuevo, pero esta vez a cada minuto. El abrió la boca y su cara se puso más pálida en una fracción de segundo con los ojos completamente abiertos en estado de shock. Sabía que ya casi era hora… su bebe iba a nace muy pronto… con eso, grito con todas sus fuerzas.

— ¡¡¡YUNNIEEEE….. EL BEBE SE VIENE!!!

Después de eso, todo el mundo pasó al frenetismo y el pánico.

Hospital Materno de Seúl…

—Mamá… míralos – Minzy rió a carcajadas mirando a los tres hombres que se mantienen caminando de un lado a otro frente a la sala de partos con el extremo de un lápiz en la boca de Yunho mientras masticaba la punta.

La señora Jung murmuro molesta y murmuro en voz baja pero severa – Aishh… ¡Ustedes tres siéntense! ¡Y Yunho deja de morder ese lápiz!

Mientras tanto, Hana estaba demasiado ocupado en su pequeño mundo, balbuceando y jugando con su conejo de peluche en el regazo de Minzy, haciendo caso omiso a los tres hombres preocupados frente a ellas.

— ¡NO! ¡No puedo! – Respondieron, casi gritando al unísono y comenzando a caminar de nuevo.

 — ¡Jung Yang Hyun! ¡Jung Yunho! ¡Señor Kim! ¡Siéntense! – Susurro la señora Jung en un tono bajo pero enojado mientras señalaba que se sentaran.

Protestaron en silencio mientras se tumbaban en sus sillas en la zona de espera al lado de la señora Jung. Si… los tres hombres están preocupados por Jaejoong y su precioso bebe por nacer, esperando que los dos estén a salvo y saludables. Su madre hablo algo con su padre y suegro, pero Yunho ni siquiera se molestó en escuchar lo que parloteaban, su mente vagaba lejos junto a Jaejoong. Mantuvo su mirada fija en la puerta empezando a imaginar cosas horribles… una expresión de dolor en el rostro de Jaejoong, sangre derramada, un cuchillo de cirugía afilado… ¡oh Dios!... cada minuto que pasaba lo sentía como horas… su corazón latía tan rápido que sentía que saldría de su pecho.

Al inicio Yunho estaba en la habitación con su esposa acostada débilmente en la cama de hospital. Casi a cada minuto, Jaejoong gemía en voz alta su agonía mientras las contracciones se hacían más y más fuertes, mientras una de las enfermeras no paraba de hablar con su esposa para calmarlo e inyectarle algún tipo de medicamento a Jaejoong. Yunho se quedó allí, a su lado, en silencio y se estaba volviendo loco como el infierno, mientras miraba a Jaejoong. Sudores fríos brotaban de su cuerpo cual tubería rota, mientras su esposa toma su mano con fuerza. La situación en la sala de partos fue más bien irregular, mientras las enfermeras y los médicos están ocupados en el control y la organización del equipo de cirugía, sabiendo que el pronto a ser madre estaba al límite.

Mientras conforta a su esposa quien está llorando, prometió a Jaejoong estar a su lado todo el camino. Los gritos de Jaejoong disminuyeron lentamente y poco minutos más tarde se encontraba inconsciente, cuando la droga empezó a hacer efecto completamente. Vestido completamente con bata, mascarilla y guantes, Yunho se disponía a presenciar el momento más memorable por primera vez en su vida. No puede esperar a ver la cara de su hijo… estaba tan excitado, nervioso y preocupado al mismo tiempo. PERO… en cuanto vio que el medico atravesó el vientre de su inconsciente esposa para hacer la cesárea, seguido de una gran cantidad de sangre por la abertura… ¡Se desmayó!

Fue por eso que tuvo que esperar fuera de la sala, porque no pudo soportar ver el vientre esculpido de su bella esposa separado derramando sobre los lados de la cama. Nunca se imaginó que fuera a ser tan gallina para esto, sin embargo, es uno de los policías más duros. Nunca le diría a nadie sobre esto… especialmente a Changmin… oh… ese mocoso se burlaría de él por el resto de su vida. Pues no… se trata de su orgullo… no hay manera de que Changmin sepa de esto.

Tres horas pasaron sin noticias de Jaejoong, todo el mundo estaba cada vez más inquieto y preocupado. Yunho estaba sentado tranquilamente en su asiento, tratando de calmarse mientras abraza a su hija fuertemente. Hana apoyo la cabeza sobre el pecho de su padre, casi somnolienta mientras escucha el ritmo cardiaco acelerado de su padre…

— Ehem… — Escucharon que alguien aclaro su garganta cerca de ellos.

Levantaron la mirada y vieron al doctor Choi quien está sonriendo hacia ellos. Yunho salto inmediatamente de su asiento y rápidamente le pregunto…

— ¡Doctor!… ¿Cómo está mi esposa y mi hijo?

— Bueno Yunho—shi, señores Jung, señor Kim, ¡Enhorabuena! Jaejoong—shi y su bebe están a salvo… están descansando en la habitación ahora… por favor síganme – Dijo el doctor Choi con una brillante sonrisa que nunca dejo su rostro antes de dirigirse en dirección a la habitación de Jaejoong.

Instantáneamente, el nuevo padre y alegre padre con su hija en brazos se dirigió a toda prisa al lado del doctor, dejando a sus padres felices y a sus hermanas atrás.

Días más tarde…

Jaejoong tarareaba en voz baja a su bebe recién nacido quien dormía una siesta en sus brazos, la cabeza del bebe estaba escondida en su pecho con una manta de color azul alrededor de su paquete de alegría. Su preciosa hija pequeña se sentó a su lado, mirando a su hermano con una expresión de asombro en su lindo y gordito rostro.

Su amado esposo salió por un tiempo para enviar a su familia y a su padre a casa después de que lo habían visitado por horas. Jaejoong no pudo evitar soltar una risita al recordar a su suegro y a su padre alabando lo hermoso y lindo que era su bebe, por lo que su pequeña hija tuvo mala cara por casi media hora hasta que Yunho logro convencerla de que ella también lo era. Todos rieron de su lindo acto, sabiendo que ella está un poco celosa porque todos tenían su atención en su pequeño hermanito. Pero lo que hizo mayormente feliz a Jaejoong es poder tener una maravillosa familia que nunca llego a creer ver… Esto se sentía como un sueño… Un esposo perfecto, maravillosos padres, una hermana mayor y dos preciosos bebes… ¡Oh Dios! Nunca cambiaria esta vida por cualquier otra cosa en este mundo.

— Mami… bebe – Su pequeña hija hablo en susurro con su pequeña manita acariciando la mejilla del bebe con ternura.

— Si cariño… ¿Quieres darle un beso?

Hana asintió vigorosamente antes de dar un rápido beso en la suave mejilla. El bebe se movió un poco por el suave toque. Él frunció tiernamente sus diminutos labios y retorció su linda y pequeña nariz. Jaejoong soltó otra risita al pensar que sus hijos heredaron su pequeño hábito.

— ¿Qué es tan gracioso Jae? – Una voz familiarmente ronca lleno la habitación, de alguna manera esto envió un escalofrió a Jaejoong hasta los huesos.

Jaejoong se quedó sin aliento – Oh no te oí entrar – Dijo mientras mira fijamente a su esposo, que estaba caminando hacia el luego de cerrar la puerta.

— Papiii – Hana chillo un poco mientras rebota en la cama al escuchar esa voz. Yunho feliz tomo a su hija y la sentó en su regazo mientras jugaba con las llaves del coche y él se sentaba junto a Jaejoong.

— Hace poco… cuando Hana estaba besando la mejilla de este pequeño niño – Murmuro Yunho y le dio un rápido beso en los labios a su bella esposa. Se acercó más a Jaejoong con uno de sus brazos rodeando la diminuta cintura de su esposa, con cuidado de no tocar su vientre.

Jaejoong suspiro cansadamente mientras él puso su cabeza en el hombro de Yunho. Ha sido un largo día…. Su cuerpo aún se estaba recuperando de la cirugía que tuvo hace unos días. Yunho le froto el brazo y le beso la coronilla de la cabeza con amor, sabiendo que no había nada que el pudiera hacer excepto de dejar a su mujer descansar tranquilamente.

— Yunnie… aun no le damos un nombre – Murmuro Jaejoong suavemente.

— Hummm…. ¿Has pensado en uno? – Pregunto Yunho mientras acariciaba los diminutos dedos de su bebe. Hana se sentó tranquilamente en su regazo, bostezando cansada de vez en cuando mientras lentamente se fue quedando dormida apoyando su espalda en el pecho de su padre.

— Si… estoy pensando en… Junsu… significa hermoso… ¿Qué te parece Yunnie?

— Ummm me gusta… un bonito nombre para un bebe hermoso… Jung Junsu entonces – Yunho acepto sin dudarlo. Cualquiera que su esposa escoja será su prioridad.

Jaejoong sintió que su corazón se agito de felicidad y levanto la cabeza para darle un beso a Yunho. Se sentía tan agradecido y bendecido por tener al mejor esposo del mundo… en su mundo, precisamente.

— Yunnie… gracias – Le susurro mientras miraba a su bebe. Su voz tembló un poco y sus ojos se llenaron de lágrimas.

— Porque bebe… — Yunho frunció el ceño cuando noto algo diferente en su voz. Ahueco su cara suavemente entre sus manos y levanto su cara, solo para ver a su esposa llorando en silencio, con lágrimas paseando por sus pálidas mejillas.

— Gracias por amarme… gracias por hacer mis sueños realidad… gracias por todo – Se atraganto con una emoción profunda… dejando caer más lágrimas. Ama tanto a su esposo… tan profundamente… más que a su propia vida. Todo lo que Yunho había hecho por él, ha hecho amar a Yunho más y más cada día. Este sentimiento por Yunho siempre estará con él y seguirá creciendo en su corazón…

— Jae… — Yunho no pudo pronunciar más palabras, porque no hay palabras que puedan expresar sus sinceros sentimientos hacia su perfecta esposa… le dio un beso lleno de amor a su encantadora esposa, Jung Jaejoong, el que permanecerá para siempre en su corazón… el amor por su esposa está destinado para la eternidad… incluso después de que la muerte los separe. Lo prometió.

FIN!!!!!!

Chic@s mil gracias por estar conmigo en este proyecto, les doy las gracias por ser tan pacientes conmigo. Perdonaran si hubo errores y estas cosas ^o^