El día de hoy quisiera
dedicarle unos segundos de este programa para aquellos que son o serán padres.
Una bendición, ¿no es cierto? La vida pone en disposición una vida para que las
guiemos por la vida… No importa qué, se trata de un pequeño ángel que…
Jaejoong apagó con molestia la radio que estaba a
su lado. Aquellos enormes deseos, las ganas incalculables que solía tener para
llegar de las clases a escucharlo, ese día se habían esfumado. Sabía que se
refería indirectamente a él, pero ¿para qué? Si según la nueva novia de Yunho,
Yoochun se había encargado de asesinar a su creciente bebé.
Si bien al principio no deseaba complicarse la vida
aún más teniendo que cargar con esa responsabilidad, las cosas ya estaban
hechas.
De todas maneras, no
iba a poder disfrutar de mi bebé nunca.
Desde que lo había perdido, se había consolado
pensando de esa forma. Quizás ahora sería menos doloroso que después, cuando
estuviera en sus brazos, sin poder descifrar si se parecía más a Yunho o a él.
— Jaejoong… — Escuchó la voz de su madre acercarse
a él. — ¿Seguirás ocultándome qué fue exactamente lo que pasó? Sabes que puedes contar conmigo, si no, ¿para
qué estoy? — Una de las suaves manos de la mujer acarició con ternura una
de las mejillas de su hijo. — ¿Qué pasa que parece que te hubieran robado la
sonrisa y las buenas energías?
—Lo que pasa… — Subió la cabeza como si quisiera
mirar al cielo. — Lo que pasa es que me enamoré de la persona equivocada. —
Sonrió tristemente. — Y con esa persona, cometí el error de dejarme llevar.
Resultaba demasiado perfecto, como si llenara esos espacios vacíos que tenía en
la vida… Pero nada más me utilizó para su propio beneficio y luego se fue
alejando, hasta que consiguió a alguien que lo llenara.
La madre de los Kim no necesitaba ser demasiado
inteligente como para saber a quién se refería Jaejoong. El tiempo en que Yunho
frecuentaba su casa, Jaejoong podía sonreír sinceramente, porque al saber que
podía ayudarlo, se sentía útil.
—Vales mucho, pequeño. Desde el día que naciste, supe que
serías alguien inteligente, bueno y responsable… Enamorarse es de humanos. No
permitas sentir que un sentimiento tan puro es un error. Nunca será un error. — Jaejoong quitó sus lentes y los apoyó sobre la mesa sonriendo algo más
consciente de lo que pasaba. Necesitaba volver a ser quien era en realidad.
Necesitaba volver a sentir lo hermoso de la vida.
—Omma, hace mucho, Yunho me regaló una caja de mis chocolates
favoritos y venían con una serie de mensajes para cada día, pero no los leí
más. ¿Me leerías el que corresponde al día de hoy? — Algo en él pedía escuchar lo que Yunho le expresaba apenas
conociéndose. Su madre aceptó y tomó suavemente el pequeño papel que decía “Lunes” de la caja que Jaejoong
sacó de la despensa.
“Tu alegría deja ver
la esencia de tu fuerte espíritu, ¿compartirías ese increíble don conmigo el
resto de nuestras vidas?”
>>> ♥ <<<
— ¿Yunho no te creyó? — Yonna cruzó las piernas sentándose
en el amplio sillón de cuero, sirviéndose un trago. — Ese hijo de Eun Soo es
tan escurridizo. Y veo que no será ni por las malas.
—Está decidido a quedarse con Jaejoong, apoyándolo. Cuando el
chico apuesto dijo que era el padre del bebé que esperaba, Yunho salió de la
habitación y dio un grito de molestia. Me confesó sentirse enamorado de él. — La mirada de Jenny cayó, perdiendo por un momento la fría compostura
que guardaba. Yonna soltó su característica risa ruidosa y burlona al ver a su
hija en ese plan.
— ¡Te enamoraste de él! ¡Tú fuiste quien se enamoró! — Siguió riendo derramando un poco de su trago en el sillón. — Es lo
más patético que he escuchado, no lo esperaba, sinceramente.
Jenny suspiró y de sus ojos comenzaron, por primera
vez en mucho tiempo, a derramar lágrimas. Era verdad. Se había enamorado de
Yunho en medio de su plan sin poder evitarlo. Se dio cuenta cuando le molestó
el hecho de saber que ambos habían estado juntos la misma noche de Navidad… Esa
molestia que sólo había sentido hace tanto tiempo, estaba volviendo a suceder.
La primera vez que había llorado fue a causa del
amor, su madre le había prohibido llorar de nuevo desde entonces. Pero no contó
con que Yunho fuera tan bueno y tan atractivo para ella.
—No te fallaré, madre. Le pagué bien al médico para que no le
dijera la verdad a Jaejoong, hasta que piense en una nueva manera de hacerlo
perder ahora sí a su bebé. — La cara de Yonna se contrajo al
escuchar aquellas palabras.
— ¡Jaejoong sigue embarazado! — Se levantó bruscamente, dándole una bofetada a su hija. — ¡Para qué
sirves! Eres igual que tu padre… Sentimental. En este negocio no se puede ser
blando, ¡te lo he dicho un millón de veces! — Jenny detuvo sus lágrimas en
seco, asintiendo lentamente. — Te lo diré de nuevo, pequeña: quiero que le
hagas daño a Jaejoong. Quiero que sufra, aún más mientras sea posible. No
permitas que sea feliz, no lo dejes seguir. Humíllalo más aún… Que todos le
tengan lástima.
— ¿Por qué quieres hacerle tanto daño a Jaejoong? — Preguntó con honestidad. — Era sólo un niño entonces. Para él, era
extraño ver a su padre con otra mujer y… — Yonna volvió a amenazar a Jenny
con golpearla. Detestaba esos momentos en que su hija parecía tener moral.
—Él arruinó las cosas. Por ese mocoso, tu padre no nos ama. No
ama a nuestra familia y tiene la absurda idea de reconquistar el pasado con su
mujer y sus dos hijos.
Jenny no dijo más nada. Debía hacer lo que le
pedían, procurando con todas sus fuerzas ignorar lo que empezaba a sentir
por su víctima. Debía ser más cuidadosa. Yunho no había aceptado que el
culpable fuera Park Yoochun y menos aún al observar la histérica reacción que
había tenido su acompañante. Además, Jaejoong continuaba embarazado…
>>> ♥ <<<
Una vez más, comenzaba a llover con violencia sobre
Seúl. Febrero siempre era frío y lluvioso. Parecía que ni siquiera siendo el
cumpleaños de Jung Yunho, el clima se compadecía.
Desde la mañana no podía dejar de pensar en
Jaejoong ni en Jenny. Había muchas cosas que no lograba entender de lo que pasó
hace días. Cinco meses hacían ya desde que tuvo su primer encuentro con
Jaejoong y aún no sabía por qué el destino se lo había mandado. Ese último
tiempo, sentía que se habían distanciado demasiado por su culpa y ahora no
podía remediar las cosas.
Se apoyó con violencia en la pared, pensando en qué
hacer para devolverle la felicidad a Jaejoong. No podría tenerlo lejos mucho
más, porque ni él mismo se sentía capaz de vivir sin Jaejoong. Era su fuerza y
su debilidad al mismo tiempo… Era tiempo de dar un paso decente con él. Quería
que sintiera que podía contarle las cosas con la verdad y sinceramente. Ya
estaba harto de hacer dudar sus propios sentimientos cuando ya las cartas
estaban jugadas.
—Disculpe, — la señorita que trabajaba en la recepción
había abierto la puerta de su estudio — El muchacho ciego al que le
prohibimos la entrada insiste en que debe verlo. Quizás sea algo urgente y…
—Dile que pase. — Yunho sonrió al escuchar la suave
voz de la chica que trabajaba en la entrada anunciando aquello. — Y otra
cosa: Jaejoong puede entrar a mi lugar cuando le plazca, no necesita permiso. —
La chica asintió y fue a buscarlo, intentando ayudarlo a ubicar la puerta al
lugar de trabajo de Yunho.
Jaejoong se quedó quieto por un minuto para luego
hacer una reverencia. No sabía exactamente cómo empezar a decir las cosas.
Había ensayado un millón de veces en el trayecto sus palabras; pero ahora
sentía que todas se habían ahogado en su garganta.
—Necesitaba hablar contigo, por eso vine. — Escuchó su estómago sonar mientras hablaba. Últimamente sentía mucho
más hambre de lo usual. — Pero primero, ¿podemos ir a algún lugar a comer?
Traje algo de dinero…
—Sabes que conmigo nunca pagarás nada. — Jaejoong frunció el seño.
—No soy una chica. Puedo pagar mis cosas. — Yunho soltó una risita. — Además, te traje algo. — Rebuscó con
sus manos en su pantalón y sacó un paquetito con varios caramelos. — Supongo
que ser tu fan me ayudó a conocer lo que te gusta.
Yunho analizó lo que Jaejoong le estaba entregando.
Hacia demasiado tiempo que no comía de esos caramelos. Por lo general, cuando
era niño, ahorraba semanas y los compartía con su hermano. Era como una especie
de lujo que se daban.
— ¿Dónde los conseguiste?
—Sé que no es la gran cosa. Seguramente ya te regalaron cosas
más caras y mejores y yo me presento con esto… Es vergonzoso. Además, no estoy
demasiado contento contigo. Te aprovechaste de mí y eso no estuvo bien. — Se acercó más a Yunho, colocando su bastón cerca de su zapato. — Si
lo vuelves a hacer, serás hombre muerto.
—Entonces… — Sonrió al ver que Jaejoong actuaba
como cuando lo conoció. — ¿Vienes conmigo? Tenías que decirme algo.
Mientras estaban en el auto, Yunho decidió que lo
mejor era comprar comida para llevar e ir hasta el sitio especial que ambos compartían.
El día se había acomodado y hacía un atardecer hermoso.
¿Cómo voy a hacer
esto?
— ¿En dónde estamos? — Preguntó Jae al escuchar cómo Yunho
se detenía sin haber dicho que iban a estar en algún lugar en particular. Yunho
lo ayudó a bajar del auto y le pasó la bolsa con comida que había comprado.
—Adivina. — Jaejoong se encogió de hombros,
aunque por la brisa salina se daba una idea. No quería decir demasiado. El
último recuerdo de su sitio especial no era muy bueno y el hambre no dejaba que
pensara con coherencia. — Estamos frente al mar.
— ¿Tú no comes? — No escuchaba a Yunho inmutarse de
ninguna manera, simplemente escuchaba su voz. — Es malo para tu cuerpo.
—Tenías algo que decirme. — Dijo
brevemente, manteniendo su vista fija en el mar. — Y yo también, por eso te
traje aquí. — Jaejoong terminó su último bocado y asintió. Aún no estaba
muy seguro de la reacción que iba a tener Yunho, pero era preferible dejar eso
de una vez. Las palabras de su madre le habían dado fuerza. No quería pensar en
Jenny, ni en nadie. Quería volver a sentirse él y aunque Yunho lo odiara de
ahora en adelante, necesitaba saber la verdad.
—De acuerdo, pero no me vayas a interrumpir, por favor. — Dio un sorbo de agua para aclararse la garganta. — Te vine a buscar
para decirte la verdad. Ya no me deja dormir en paz toda esta maldita
situación… No ha sido fácil para mí nada de esto, ¿lo sabes? Al principio no
quería tener un bebé. Era complicado aceptar que yo pudiera albergar vida
dentro de mí… Pensé en abortar. El mismo día en que te encontré con Jenny,
porque no me sentía capaz de poder con todo lo que me recriminarían. —
Suspiró un poco y mordió su labio inferior antes de decir la verdad. — Te
mentí… Hyunjoong nunca ha tenido nada conmigo. Nadie, sino tú. Esa primera
noche en Navidad… Trajo consecuencias… Que fue mi embarazo.
La mirada de Yunho se dirigió automáticamente al
rostro de Jaejoong que ahora se ocultaba entre sus piernas. No sabía cómo se
sentía al enterarse de que en realidad el bebé que esperaba Jaejoong era suyo;
pero lo cierto era que no pudo enojarse o gritar. No. No era capaz porque ahora
entendía perfectamente la razón por la que Jaejoong mintió. Él siempre le había
hecho sentir que al ser ciego no podría con nada, sin contar la vez que supo de
su embarazo, las cosas tan duras que le dijo lo obligaron a decir cosas sin
pensar.
—Sé que no es algo que quieres, ni para ti ni para tu imagen. — Habló una vez más Jaejoong levantando su rostro. — De todas maneras,
no necesitas angustiarte más porque ya no lo tendré. — Yunho tomó la cara
de Jae entre sus manos y le dio un beso en la frente.
— ¿Cómo demonios pensabas que iba a ser algo malo? ¿Acaso no te
dije que te…amo? — Una vez más, Jaejoong no podía dar
crédito a esas palabras. Estaba Jenny, habían muchos factores de por medio que
le hacían dudar. — Prometo algo, desde hoy. — Con su meñique envolvió el
de Jaejoong. — Prometo que desde hoy, no te voy a tratar de alejar de mí ni
una vez más. Prometo que ni una palabra falsa saldrá de mi boca de nuevo y
menos hacia ti. — Buscó en su chaqueta la mitad del corazón que desde el
momento que Jaejoong lo había arrojado, lo conservaba con él. Eso no le
pertenecía, se lo había regalado a Jaejoong. Era suyo. Era su otra mitad.
—Prometo lo mismo. — Respondió presionando el meñique de
Yunho con fuerza. — Somos amigos. Pero sígueme pidiendo perdón… Tus
disculpas son bastante creativas. — Sonrió recordando la serenata. Yunho
comenzó a reír intensamente para darle un pequeño empujón a Jaejoong en el
hombro.
—Me seguiré equivocando, descuida. — Sus manos se deslizaron por el cuello de Jae, colocándole una vez más
el colgante de la mitad de corazón. — Pero no te equivoques tú al decir que
somos amigos. — Jaejoong frunció el seño confundido. — ¿Estarías
conmigo, Jaejoong? Te cuidaré, aunque no me lo permitas, yo lo haré. No soporto
la idea de verte con alguien más, ¡no lo quiero! Quiero que seas mi novio. No
tener que compartirte con nadie más. ¿Tú quisieras?
Todas las palabras habían viajado demasiado rápido
por la atmósfera. Llegaban como un eco a los oídos de Jaejoong. Sentir el
corazón desbocado, como si no viviera en la realidad. Sólo pudo asentir
levemente, con una media sonrisa dibujada en su boca.
Yunho sonrió y se acercó a su cuerpo para besarlo.
Extrañaba mucho sentir sus labios.
No me importa si no
puedes verme. Eso no importa. Lo que importa es que sientes lo mismo que yo al
verte.
Ignoraban una tercera presencia en ese lugar. Jenny
veía detrás de los arbustos cómo Yunho besaba a Jaejoong tiernamente, mientras
que su hermano apoyaba una de sus manos en el hombro del castaño. La rabia
creció en su interior, más por los celos que por lo que su madre le había
ordenado. Era desagradable verlo, verlos a ambos felices, enamorados.
Sacó su móvil rápidamente, dando una especie de “orden de proceder”. Una sonrisa
de satisfacción ahora se dibujó en su rostro e irrumpió donde los “enamorados” continuaban su
beso.
—Lamento interrumpir. — Dijo con voz dulce. — Qué linda
escena, ¡adoro el romance! Yunnie, ¿tienes un momento? Necesito decirte algo
importante, es sobre Changmin. — Yunho miró a Jaejoong un momento y después
a Jenny. Vio cómo Jaejoong se levantaba del columpio donde estaba sentado y se
fue andando con su bastón, tanteando sus pasos como siempre.
— ¿A dónde vas? — Yunho alzó la voz al ver lo rápido
que había avanzado por la calle desierta.
—A casa. Supongo que hablaremos más tarde… — Jenny lo haló del brazo, haciéndole devolver su atención de inmediato.
—Yunnie, unos hombres muy extraños estaban subiendo al edificio
en donde viven tus dos amigos, ¿crees que los robarían o algo? Creo que debemos
ir, tengo una especie de mal presentimiento.
—No te preocupes, llamaré a Changmin. Seguro está bien. Él se
sabe cuidar solo y Minho también. — El teléfono sonó intermitentemente
pero no contestaron. Volvió a marcar pero de nuevo nadie contestó. — Quizás
estén ocupados. ¿Vamos? — Jenny asintió, disimulando una sonrisa, abriendo
la puerta del copiloto del auto de Yunho.
>>> ♥ <<<
— ¿Eres su novio ahora? ¡Ayer maldecías el día en que lo habías
conocido! Eres tan bipolar… — Dijo Eun Yoo, burlándose de su
hermano. Se introdujo un nuevo caramelo en la boca para seguir indagando. —
Y luego llegó la tonta esa. ¡Si me la encuentro le desfiguraré la cara!
—Le dije la verdad, Eun Yoo… Sobre el bebé. — A la hermana menor de Jaejoong aún le sonaba extraño que su hermano
pudiera darle sobrinos. No lo juzgaba, pero no era común escuchar de aquello.
—Estoy orgullosa de mi Oppa. Él sí que sabe qué es lo correcto.
— Sonrió dándole un golpecito en la frente. — Lo
bueno es que ya no culparán a Hyunjoong de cosas y él no tendrá la necesidad de
mentir más por ti. — Jaejoong le robó un caramelo a su hermana. No era
amante de ellos, pero en ese momento le nacía comer alguno. — Y… — Eun
Yoo veía extrañada cómo su hermano comía como si nada sus dulces. — ¿Estás
enfermo?
—Sólo quería probar lo que come mi hermana, ¿no puedo? — Sonrió comiendo otro. — Saben espantoso, ¿cómo te gustan estas
cosas? — Jaejoong corrió al baño tapando su boca, dando arcadas. Eun Yoo se
levantó deprisa de la cama en donde hacía un instante se encontraban platicando
tranquilamente juntos. Se acercó a la puerta del baño escuchando a su hermano
devolver el contenido de su estómago.
Eun Yoo cruzó sus brazos, arqueando una de sus
cejas. “Síntomas de embarazo”,
pensó.
— ¡Jaejoong! ¿No debería un médico revisarte? Puede que tenga
que ver con tu reciente pérdida. — Habló a través de
la puerta. — Cuando salgas, iremos los dos. ¡Y no aceptaré una negativa!
Jaejoong abrió la puerta del baño asintiendo
lentamente. No estaba seguro si eso tenía algo que ver, pero no era el momento
de que pasaran más desgracias.
Su hermana le acomodó un abrigo al entrar al
hospital, regañándolo por haber comido sus dulces y luego vomitarlos.
Reclamándole que había desperdiciado sus favoritos. Jaejoong reía al escuchar a
su hermana menor.
—A veces no pareces una chica de dieciocho años. Y otras veces,
pareces la mayor. — Eun Yoo acomodó su cabello detrás de
su oreja.
—Eso es porque soy chica y maduro más rápido. Pero sigo siendo
la menor, así que tengo derecho. — Se sentó al lado de su hermano que
estaba en una camilla siendo examinado hasta que el médico habló.
— ¿Estás seguro de que perdiste a tu bebé? Porque acá se ve
claramente que estás embarazado. Y parece que están saludables.
¿Están?
— ¿Esos son… dos? — Una enorme sonrisa se plasmó en su
cara. — ¡Jaejoong, serán dos! — El médico sólo asintió, acomodándole la
ropa y dándole la indicación de que podían marcharse.
Wuuuuuuuuuuaa no lo perdio!!!!!!!!! que buenoo!!!!!
ResponderEliminarY ahora Jae que sabes que no perdiste a tu bebe... bueno a tus bebes xDD debes hablar inmediatamente con Yunho y decirle de lo de Jenny.
Esa tipa ahora mas por celos que por otra cosa puede ser mas peligrosa.
Ojala todos sus planes se arruinen e insisto, que se vayan al infierno ella y su madre!!!! ¬¬
::TTwTT:: Kyaaaaaaaa tendra gemelitos Yunhonsitos y Jaejoongiens *W*
ResponderEliminarawww no perdio a sus babys. pero jenny m preocupa se deja mangonear x su madre e.e la frustrada, no qiero q le agan daño a sus bebes y ahora Yunho ¿q le haran a el?
T_T awww a esperar T_T mientras m muerdo las uñas e.e
jae no perdio a su bebe,es mas espera 2,quizas gemelitos uno parecido a jae y el otro parecido a yunnie, ahora jaejoong se entero lo q decia la notita de su chocolate q correspondia al dia lunes,"tu alegria deja ver tu fuerte espiritu,compartirias ese don conmigo el resto de nuestras vidas?" esa frase me encanto, jae finalmente le dice la verdad de su embarazo y yunnie lo comprende y se dan otra oportunidad, que lindos, pero esa jenny se ha enamorado de yunnie,quiere separarlos y por eso la odio, debe dejar de obedecer a su madre, q la mande al diablo y q no joda. ahoora jae inmediatamente tienes q decirle la buena nueva a tu yunnie.
ResponderEliminarwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaooooooooooooooooooooooooooooooooo no perdio a su bebe y ahora mejor que sabe que van hacer dos que emocion y ya que le conto la verdad a yunho espero que todo mejore mientras que esa perra hay que matarla quisiera estar dentro del fic y darle una buena paliza además nadie le dijo que se enamorara de la pareja de su hermano por eso yo se que va a sufrir bastate y mientras le haga caso a su madre va a ser peor espero q cambie por qu lo que esta haciendo es mas por celos que por obedecer a la madre
ResponderEliminarque bueno que no perdio a sus nenessss,,,dios no lo puedo creer son dosss..
ResponderEliminarmavada jenny no kiero ni pensar que les hizo daño al changminho..
gracias por otro capitulo